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LA OFENSA - por Alma Gatuna
Web: https://cachitosdealmagatuna.blogspot.com/
Lo encontró dentro de un arca polvorienta con las bisagras oxidadas que se pudría en un rincón del desván; estaba encajada tras un pilar que sujetaba el viejo techo abuhardillado de la casa donde lo criaron sus abuelos. Una caja con fotografías antiguas, un crucifijo envuelto en una manta y una inusitada biblia hueca parecía ser todo el tesoro que contenía. Apartó aquello a un lado y arrastró el pesado arcón al centro del desván para hacerle un lavado de cara. Cuando se disponía a lijarlo por dentro advirtió que tenía un falso fondo. Ayudado por un destornillador levantó la madera que salvaguardaba, en aquel espacio secreto, un diario y, entre sus páginas, una fotografía con una dedicatoria: "Te amaré hasta mi último suspiro. Siempre tuyo, Kassoum". En el anverso, la imagen de un muchacho alto, fuerte… y negro.
Daniel sintió el desprecio que su abuelo le había imbuido hacia esa deleznable raza.
Abrió el diario. Algunas páginas eran ilegibles por la humedad.
29/06/1953
Estoy preocupada. No mancho desde hace cuatro meses y, a pesar de no comer apenas y vomitar todas las mañanas, la falda no me abrocha. Mi madre sospecha algo. Si mi padre se entera, me matará.
27/07/1953
Nos encontró. Algún vecino nos vio huir en un remolque y nos delató. Tres días después rodearon el granero en el que nos escondíamos…
Mientras dos hombres lo sujetaban, mi padre lo molió a palos. Luego cogió una garrafa de combustible, roció a Kassoum que yacía inconsciente en el suelo y prendió fuego al granero dejándolo allí encerrado.
No quiero vivir…
19/08/1953
Ya es imposible ocultar mi embarazo. Me ha encerrado en el desván.
Camuflado en la biblia, he conseguido traer el diario.
23/11/1953
¿Acaso no me va a dejar salir nunca? El bebé empuja desde hace días…
***
De pequeño, el abuelo le contó que su madre había fallecido en el parto y que su padre los había abandonado. La abuela, enferma de Alzheimer, no hablaba; de vez en cuando miraba al techo y lloraba.
Daniel no era quien creía ser. Su vida se había convertido en una quimera. Salió al tejado y saltó.
Comentarios (14):
Sophie
17/02/2019 a las 09:40
Sabía que te encontraría…
¿Qué puedo decir? que me encanta como escribes y que me gusta la delicadeza con la que has tratado este duro relato.
Un fuerte abrazo, Alma
Shulito
17/02/2019 a las 18:12
Alma me ha gustado mucho tu historia, dos veces la he leído. Me parece dura y me ha atrapado hasta el final. La inclusión de fechas en el relato muy bien enlazadas con la trama. El desenlace inesperado…perfecto
Un abrazo Shulito
Paola Panzieri
18/02/2019 a las 14:09
Hola Alma
Muy fuerte y muy duro.
En pocas palabras condensas muchas vivencias y secretos, la abuela que llora mirando hacia arriba…
Me ha gustado la forma en la que lo has narrado. El arcón es casi un personaje, solo le falta hablar, bueno, realmente lo hace pues es el que descubre el gran secreto.
Enhorabuena y saludos.
Apuntador Mudo
18/02/2019 a las 14:19
Hola Alma Gatuna, aquí vengo a disfrutar de tu relato.
Me ha gustado tu cuento, relatado en primera persona y utilizando el diario de la madre para aumentar la credibilidad del mismo. Se intuye con claridad la monstruosidad del abuelo, aunque también me llama la atención un poco la pasividad de la abuela ante la situación de su hija. Un relato duro y cruel.
Por otro lado, viendo que apenas has utilizado la mitad de las palabras posibles para el reto, me parece el final un poco abrupto. Quizás hubieras podido darle otra perspectiva usando el total de palabras permitido. Pero esto tan solo es una impresión muy personal, que no desmerece el interés de tu historia.
Tiene suspense y te atrapa. Con la lectura de cada pista del diario buscas la resolución de la historia con esperanza hasta el final del relato; sorprendiendo con la resolución del mismo.
kirjanik Maya
19/02/2019 a las 13:39
Hola, Alma.
Buen relato, cuentas mucho en pocas palabras, un gran acierto.
Saludos y hasta el próximo taller.
Expo
21/02/2019 a las 18:08
Empiezas con un misterio, y mientras vas manteniéndolo como enganche metes en situación y en la atmósfera adecuada al lector. Antes de que el enganche pierda fuerza, enseñas la foto y la dedicatoria. Unido al inesperado racismo que explicita el protagonista (del que descubrimos el nombre), se crea una gran curiosidad por entender qué se esconde detrás de todo esto.
En lo personal, considero que los tiempos que se crean al ir leyendo y todos los elementos que van apareciendo hacen de este un inicio ejemplar.
Podría halagar de manera similar todo el resto del relato, pero no creo que aporte mucho. La verdad es que no se me ocurre nada malo que decir; creo que has conseguido hacer todo lo que querías de la mejor manera posible. Mi más sincera enhorabuena; se nota ese cuidado en cada frase propio de los relatos cortos.
Quizá un detalle más técnico que no me convence del todo: “no hablaba; de vez en cuando miraba al techo y lloraba”. Quizá disientas, pero la repetición de -aba le da un aire algo artificioso y extraño a esta frase. Quizá algo como “nunca la había visto hablar” lo haría más estético. Es una mera preferencia personal, en todo caso.
Me ha gustado mucho. ¡Espero seguir leyéndote!
Alma Gatuna
25/02/2019 a las 11:41
¡Hola, Sophie! ¡Qué alegría verte por aquí! Sabías bien, sí… por falta de tiempo quise unir dos retos en uno porque hacía tiempo que no venía por Literautas y ya tocaba.
Gracias por tus palabras; me motivan a seguir.
¡Te leo en cuanto saque unos minutos!
Un abrazo fuerte.
Alma Gatuna
25/02/2019 a las 11:43
Muchas gracias por dejarme tus impresiones, Shulito. Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.
Alma Gatuna
25/02/2019 a las 11:50
Hola, Paola. Pues tienes razón, el arca es casi un personaje inanimado que guarda los secretos de esa triste familia. ¡La cantidad de horrores que ocurrirían en esa casa…! Como se suele decir, “si las paredes hablaran…”
Te agradezco mucho tu lectura y tu comentario.
En cuanto saque un rato, paso por tu relato.
Abrazos.
Alma Gatuna
25/02/2019 a las 12:21
Hola, Apuntador Mudo.
Muchas gracias por tu análisis. El motivo por el que tiene tan pocas palabras el relato es porque aproveché para participar a la vez en otro reto cuyo límite eran 350 palabras. De hecho tuve que recortar parte del relato para ajustarlo a esa extensión, pero creo que habría ganado recuperando estas ideas que aclaraban algunas cuestiones y daban más fuerza al desenlace que , como bien dices, es abrupto.
A ver si saco tiempo y ganas y le doy unas cuantas pinceladas que lo mejoren.
Busco el momento de leerte y comentar.
Un abrazo.
Alma Gatuna
25/02/2019 a las 13:07
Kirjanik Maya, muchas gracias por tus palabras.
Te buscaré para leer tu relato.
Un saludo.
Alma Gatuna
25/02/2019 a las 13:11
Muchas gracias, Expo. Me halaga tu comentario y me alegra mucho que haya gustado.
El apunte que me haces acerca de la rima me parece acertado. Lo modificaré ahora que no afecta el límite de palabras.
¡Te leeré en cuanto pueda!
Un abrazo y muchas gracias por leer y comentar tan detalladamente.
TpT
26/02/2019 a las 18:27
Hola Alma. Ante todo, darte las gracias por pasar por mí relato, y darme consejos que me vendrán genial.
Me ha encantado tu relato, no he podido en ningún momento anticiparme a la historia, y eso me agrada, nada previsible. Además de fácil lectura, y bien relatada. Te felicito, buen trabajo.
Pilar
27/02/2019 a las 22:28
Hola, Alma Gatuna
Me encanta tu apodo y toda tu historia.
Aunque el final abrupto lo cambiaría por Daniel bajando del desván en busca de respuestas. Pero eso es algo que ya has explicado y te entiendo…
De todas formas, cuenta con un principio que anima a seguir leyendo, muy importante en relatos cortos, y un desarrollo que atrapa con frases llenas de imágenes y que transmiten emociones muy concretas.
Enhorabuena!! Espero leerte de nuevo.
Saludos, desde el piso 59.