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La ofensa - por Rafa Frisby

La ofensa

–Supongo que desde tu cristal las cosas alcanzan una luz muy diferente a la que percibimos los que nos quedamos atrás, Joan. Para ti, un par de días de descanso fue algo a lo que tenias derecho, para nosotros, representó la angustia de creer que una vez más habíamos perdido la partida; que los gorilas azules seguro habían dado cuenta de ustedes.

Ante el acalorado discurso de su comandante, Joan no encontró alivio alguno en las excusas que tan cuidadosamente había construido en su camino de regreso.

–No se trató de un descanso, Judá. La niebla era demasiado densa como aventurarnos en la Andrómeda con Joshua y los demás soldados recorriendo el perímetro cada media hora.

–Está bien, las condiciones no eran óptimas el primer día de la expedición, pero tanto tú, como Balthazar conocen ese fuerte palmo a palmo, fue por eso por lo que los escogí, porque solo ustedes sabían como llegar al almacén sin ser detectado por sus excompañero.

–Comandante, te lo suplico, Balthazar no es responsable, yo estaba a cargo, por lo tanto…

–Joan, ambos recibirán la misma sanción –le interrumpió Judá, con voz conciliadora –entiendo las circunstancias, entiendo la necesidad de un paréntesis al lado de tu pareja en medio de tanta locura, pero eso no justifica la ofensa cometida.

–Lo único que buscas es que tus soldados no te juzguen de ponérsela fácil a tu primo, ¿no es cierto? Balthazar ve por tus ojos, Judá, te obedecerá sin chistar. Si nos envías juntos al peñón el no cuidara bien de si mismo por estar pendiente de mí.

–Así lo quisiste tú, Joan. Te envié a ti a la cabeza del grupo porque te siempre he admirado tu resolución y el empeño que le pones a todo, pero ya ves. Así que, has de cuenta que no solo te has ofrecido de voluntario para patrullar la zona más riesgosa, también te has llevado a Balt entre las patas.

Sin decir mas el comandante abandonó la barraca, dejando al muchacho consumiéndose en el remordimiento de saber que cada una de sus palabras eran ciertas.

Al despertarse la madrugada siguiente, Balthazar ya no estaba en la barraca, después de vestirse y de empacar sus pocas pertenencias, Joan dirigió al portal trasero del fuerte.

A pesar de la escasa luz, distinguió claramente las entristecidas facciones de su novio ante el gesto adusto del comandante. Estaba a punto de encabronarse de verdad, cuando vio cómo Judá desenfundaba su pistola semiautomática y se la entregaba a su primo, para después estrecharlo cariñosamente por unos segundos.

–No puedo creer que te ha confiado la pistola que era de su padre, Balt –comentó momentos después camino al peñón.

–No podemos actuar como víctimas, Joan. Lo único que nos queda es aguantar el mes de penitencia y tratar de salir bien librados, pero, sobre todo, tenemos que aprender a distinguir con quien podemos pasarnos de listos y con quien no –respondió el aludido, esbozando aquella sonrisa traviesa que le asemejaba tanto al comandante.

Comentarios (5):

Pilar

18/02/2019 a las 00:04

Hola Rafa,

Me lo has puesto muy difícil, la verdad, y siento no estar a la altura de tu capacidad literaria para comprender de qué va tu texto. Antes de exponerte todas mis dudas que, después de leerlo tres veces me siguen dejando lagunas para entender del todo la historia, te diré que técnicamente está bien desarrollado, con su conflicto y su giro final y las palabras del reto opcional, encajan con fluidez. Pero…

La primera frase es muy rebuscada, sería mejor simplemente, “Desde tu punto de vista, Joan…”
No sé si Joan es mujer u hombre. ¿Son soldados desertores? ¿Por eso no podían ser detectados por sus excompañeros, camino al almacén?
Demasiados nombres de personajes que no intervienen.
¿Qué es la Andrómeda: un vehículo militar, una zona en concreto?
Ayudaría si la misión estuviese más definida: ¿Qué es lo que defienden o vigilan?
¿Los gorilas azules son un grupo rebelde enemigo?
Si el Comandante sabe que Joan se cogió un par de días libres, ¿por qué parece preocuparse cuando dice “que los gorilas azules seguro habían dado cuenta de ustedes.”
¿Cuál es realmente la ofensa: la de cogerse días libres o la de hacer pensar a sus compañeros que había sido secuestrado por los gorilas azules? Y ¿si sabían que estaba de permiso, por qué habían de pensar lo otro?
No veo correcto que Joan trate a su superior a veces por Judá y otras por mi Comandante y acto seguido, le tuteé. En estos caso, cuando hay una jerarquía militar siempre el rango inferior se dirige al superior por mi Comandante, mi Capitán, etc. y, por consiguiente, le habla de usted.
Entiendo que si ambos reciben una misma sanción, ¿Joan es la pareja de Balthazar que, a la vez, es hijo del Comandante?

Y por último, esto tampoco lo he pillado: “–Lo único que buscas es que tus soldados no te juzguen de ponérsela fácil a tu primo, ¿no es cierto? Balthazar ve por tus ojos, Judá, te obedecerá sin chistar. Si nos envías juntos al peñón el no cuidara bien de si mismo por estar pendiente de mí.”

En fin, te pido perdón por ser tan torpe y no hacerte un comentario más positivo, pero es que se me han quedado muchas cosas en el aire, y eso que la historia tiene buena pinta. Seguro que como algo más extenso, funcionaría mejor. Pero en los textos cortos, es mejor ir al grano y lo que no se cuente, que se sobreentienda por medio de breves descripciones, diálogos o pequeñas referencias. Espero no ofenderte ni desanimarte. Somos muchos compañeros y seguro que alguien te aporta más que yo.
Un saludo y hasta la próxima.
59

Rafa Frisby

18/02/2019 a las 03:59

No, para nada me doy por ofendida, al contrario, agradezco tus observaciones, que para eso es el taller. Tienes razón como historia suelta, para que funcionara debí agregarle mayores detalles, ese capítulo forma parte de una novela mía de ciencia ficción a medio terminar, Joan, un chico, tutea a Judá a veces porque han crecido juntos, y claramente, no lleva bien las reglas. Balt o Balthazar es primo del comandante y pareja de Joan.

Para la próxima tendré cuidado en no dejar cabos sueltos.

Rachel Moonlight

18/02/2019 a las 10:24

Hola Rafa,

Estoy de acuerdo con el comentario de Pilar. Lamento mucho no poder darte un comentario positivo, pero es cierto que te entran dudas al leerlo porque hay cosas que no dejas claras al lector.

En mi opinión (y solo es mi humilde opinión, tal vez porque escriba así o porque veo que encajaría mejor con tu relato), creo que deberías reducir las conversaciones entre los personajes y alargar más los momentos explicativos, especialmente al principio para que el lector se meta más en la historia. Puede que desde la perspectiva de Joan para que así nos identifiquemos con tu personaje, o puede que con otro para ver esa rebeldía de Joan que tratas de explicar. Por supuesto, eres tú quién decide, yo solo puedo darte un consejo como lectora de tu relato.

También, por si te sirve fuera de esto (¿estás escribiendo una novela, verdad?) he detectado algunos errores:

– Te falta dos “s” cuando dices “sin ser detectado por sus excompañero”
– Te sobra “te” en “porque te siempre he admirado”
– Te falta “darte” en “Así que, has de cuenta”
– Te falta “se” cuando pones “Joan dirigió al portal trasero del fuerte”

Espero no ofenderte con estas cositas, pero a mí siempre me gusta que me las detecten porque el lector se da cuenta de cosas que los escritores no 😉

Un saludo desde tu vecina 61.
Espero leerte en otra ocasión.

Rafa Frisby

18/02/2019 a las 10:41

Tienes razon, por lo general le doy 2 o 3 revisadas antes de enviar un texto, y aun asi se me escapan cosas. La tercera si esta como debe, pero obviamente debo cuidar mis modismos. Gracias por tu comentario.

Laura

26/02/2019 a las 12:16

Hola Rafa.
Tienen razón los compañeros anteriores con relaciòn a los detalles de forma y de contenido.
No considero el lenguaje del comandante adecuado, con tanta familiaridad. No es adecuado para ningún trabajo, y menos todavía para el que realizan.

Espero leer tus próximas propuestas.
Mis saludos.

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