Literautas - Tu escuela de escritura

<< Volver a la lista de textos

La ofensa - por UlisesR.

Web: http://www.booktoland.blogspot.com

   Desde la lejanía, dos figuras se veían apoyadas en la barandilla observando la inmensidad del mar. Las olas impactaban con fuerza sobre las rocas mientras, más allá del risco, la luna se reflejaba en la claridad del agua. El silencio era absoluto. De vez en cuando, al otorgar la marea el protagonismo al tiempo, el viento dejaba sentirse con un agudo silbido, rozando la delgada barra de metal que se extendía por toda la avenida.

   Recuerdo la tranquilidad del lugar. En ese momento, unos minutos antes de llegar a donde la pareja de vagabundos miraba plácidamente a las olas, caminaba pensando en los desafortunados instantes de la vida. Pensaba en la soledad pasajera, la felicidad momentanea y el éxito inalcanzable. La aleatoriedad de la tristeza me había llevado a dejar libres mis pensamientos por el camino ¿Acaso no era más que un simple ser? ¿Acaso no sentía como todos? ¿Acaso me estaba volviendo loco?

   Ahora no dejo de acordarme de la mujer y el hombre que vi aquella noche. Estaban sucios y visiblemente cansados, pero se tenían el uno al otro. Sus sonrisas lo decían todo. No había ofensa capaz de derrumbarles. Solo la muerte tenía el descabellado poder de acabar con ambos. Y si bien había pasado unos días sumido en la oscuridad, aquellos dos despertaron la curiosidad en mí otra vez.

   Tiempo después, cuando mis piernas se cansaron de seguir alejándose del hogar, regresé sobre mis pasos. La interminable avenida perdió entonces su misterio. No había nada en lo que no hubiese detenido mi vista antes y ya me hubiese encandilado con su belleza. Sin embargo, allí estaba la pareja otra vez, a la orilla de una playa cercana a donde los habia encontrado anteriormente.

  El hombre dejó a la mujer tumbarse en una pequeña colcha, y la tapó con una pequeña manta descolorida por el paso del tiempo. Ella, preocupada, no estaba conforme sabiendo que él iba a pasar la noche despierto, vigilando que no le ocurriera nada. Nunca se sabía qué clase de personas podría llegar a verlos. Y, en caso de que algún loco se les acercase, no sería la primera vez que alguien intentase hacerles daño. Aunque, finalmente, alentada por el deseo del sueño, calló rendida entre los brazos de Morfeo.

   A partir de esa misma noche, no volví a hallar cabida al dolor. Ni siquiera alcancé a reunir las fuerzas necesarias para evitar sonreir y caer en las trampas del sufrimiento. Porque, después de ver aquellos rostros dichosos, surgidos de las más vacías de las causas, entendí que no había razón para no encontrar una mota de felicidad. Para resignarse a vivir en el olvido.
  

Comentarios (16):

isan

16/02/2019 a las 21:40

Hola Ulises:
Bello relato de alguien con problemas que rumia mientras pasea y se da cuenta que, tal vez, sean un lujo o un capricho si los compara con la pareja que, con nada, es feliz. Me ha gustado es estilo, poético de alguna manera y el ritmo sosegado que le has dado.
Te comento algunas cosas de forma que he notado.
Momentánea, había y sonreír. Son palabras que llevan tilde.
“calló rendida.” Calló de callar y cayó de caer. En este caso es con YE (i griega): Cayó rendida.
Hay muy seguidas “pequeña colcha” y “pequeña manta”.
“Y, en caso de que algún loco se les acercase, no sería la primera vez que alguien intentase hacerles daño.” Ese verbo “intentase” creo que no es correcto ya que es un pretérito imperfecto que indica un pasado condicionado, pero quí de lo que se trata es de que el daño que en el pasado le hicieron es real, por lo que lo correcto sería decir: …que alguien “intentaba” hacerles daño.
“…la luna se reflejaba en la claridad del agua.” Me gusta la frase, pero no sé si está bien construida ya que el que el agua sea clara es indiferente para que la luna se refleje. Tal vez mejor: la luna se reflejaba en el agua clara.
“De vez en cuando, al otorgar la marea el protagonismo al tiempo, el viento dejaba sentirse con un agudo silbido…” Esta frase también me gusta, incluso más que la anterior, pero también le encuentro una pega. Parece que la segunda frase es consecuencia de la primera frase y a mi parecer no tiene nada que ver. Yo la habría puesto así: De vez en cuando la marea otorgaba protagonismo al tiempo, el viento dejaba…
“…rostros dichosos, surgidos de las más vacías de las causas,…” No termino de captar el significado de “surgidos de las más vacías de las causas.”
Ojo, todo esto es mi parecer, luego tú hacer lo que quieras, faltaría más.
Bueno, Ulises, un buen relato con un mensaje de esperanza y bien trabado.
Ha sido un placer.

Ulises

16/02/2019 a las 22:32

Hola Isan,

Como siempre, es un placer poder leer tus comentarios. Me alegro de que te haya gustado la história.

En primer lugar, los primeros tres puntos de tu corrección me parecieron del todo acertados. Aunque, los otros creo que no son tan correctos (al menos así me lo parece). Te digo por qué:

En cuanto a la frase: “Y, en caso de que algún loco se les acercase, no sería la primera vez que alguien intentase hacerles daño”; estoy de acuerdo contigo en que “intentase” esta escrito de tal forma que indica un pasado condicionado. Y es que señala que en el (subrayo) hipotético caso de que alguien tuviese la intención de hacerles daño, no sería la primera (subrayo) hipotética vez de que ocurriese.

En la siguiente frase: “la luna se reflejaba en la claridad del agua”; empleo el denominado epíteto, el cual no es más que un adjetivo innecesario que se emplea para embellecer em texto.

En “de vez en cuando, al otorgar la marea el protagonismo al tiempo, el viento dejaba sentirse con un agudo silbido” quería decir que cuando no se escuchaba la marea el viento se dejaba oír. Quizás me expliqué mal ahí.

Finalmente, “rostros dichosos, surgidos de las más vacías de las causas” quiero decir que, aún sin tener un hogar, son felices por el mero hecho de que están el uno con el otro, aunque ello no vaya a darles un hogar ni un trabajo…

En conclusión con mi respuesta, que ya se me esta alargando bastante, repito que muchas gracias por comentar. Aun cuando, a veces, tenga mis diferencias. Supongo que de eso va esto, de que todos podamos aprender de todos.

Laura

17/02/2019 a las 11:29

Hola Ulises.
Con mucho gusto devuelvo la visita.
Me ha encantado tu escena, totalmente dramática.
Me han encantado algunas de tus expresiones.
Isan ya ha hecho un análisis màs que detallado de aspectos tècnicos,por lo que no vuelvo por ese lugar.
Mis saludos, y mis respetos.
Hasta la próxima propuesta.

Galia

17/02/2019 a las 14:32

Buenos días Ulises: muy tierna la pintura existencial que planteas en tu relato que culmina con un mensaje esperanzador para ese caminante que se revuelca en la soledad de su alma.
Nos seguimos leyendo.
Daludos.
Galia

Ulises

17/02/2019 a las 14:47

Hola Laura,

Gracias por comentar y me alegro que te haya gustado el relato.

Ulises

17/02/2019 a las 14:50

Muy buenas Laura,

Así es. Creo que a veces (por suerte o por desgracia) a las personas nos hace falta ver que hay otros que están peor que nosotros, y de esa manera coger fuerzas para seguir adelante con nuestros problemas.

Ulises

17/02/2019 a las 14:51

El anterior iba para Galia

Servio Flores

17/02/2019 a las 16:00

¡Hola Ulises!

Primero quiero agradecer la visita a mi relato (#108).

En cuanto a su relato me ha gustado mucho.

Isan magistralmente ha hecho más de las observaciones que yo hubiera hecho, ¡vaya maestra!

El escrito nos alecciona, nos muestra que de alguna forma es nuestra inconformidad lo que nos evita la felicidad.

Me parece que el escrito está muy bien logrado, las descripciones de esa playa, ese viento, ese mar… De esos “rostros dichosos, surgidos de las más vacías de las causas” —frase que a mí sí me gusta— todo en el relato da una estructura para llevarnos a reflexionar.

Bonito relato. Bien hecho y a seguir escribiendo.

Saludos.

kirjanik Maya

17/02/2019 a las 21:59

Hola, Ulises.

Un buen relato, como dijo Isan el ritmo es sosegado, y aunque carece de intensidad, de tensión, logra mantener el interés del lector, y eso es que necesita un buen relato, y bueno, si que lo haz logrado.
En cuanto a las frases que te han comentado, no las veo mal, creo que cada personaje debe tener no solo una voz propia, sino ademas una forma de expresión propia, por lo que a mi parecer seria correcto.
Pero igual los que estamos en este taller, necesitamos ese plus, esos comentarios, sugerencias y opiniones, ese es el verdadero objetivo del taller, no es escribir, de eso somos mas que capaces, pero que alguien lea nuestros escritos y que ademas haga una lectura objetiva, sincera y asertiva, eso es difícil de conseguir.

Saludos, que siga vivo el espíritu del taller y la buena onda entre todos.

Ulises

17/02/2019 a las 23:10

Hola Servio Flores,

Ha sido un placer leer tu relato. Muchas gracias por tu comentario tan positivo, y me alegra que te haya gustado.

¡Nos leemos en la próxima!

Ulises

17/02/2019 a las 23:12

Hola Kirjanik Maya,

Gracias por el comentario ¡Porque siga vivo el espíritu del taller!

M.L.Plaza

18/02/2019 a las 00:36

Hola Ulises.
Gracias por pasarte por mi relato.
Este mes has escrito un bonito relato existencial que se va desarrollando suavemente, sin estridencias.
Por eso me han llamado la atención el primero y último párrafos. No sé si los has trabajado mucho pero es que suenan más artificiales que el resto del relato. Una pareja se veía, se veía a una pareja. La luna se refleja en la claridad del agua, ya he leído que es un epíteto pero no estoy de acuerdo:la luna se refleja en la oscuridad del agua porque es de noche. Entiendo que si las olas impactaban con fuerza no podía haber silencio absoluto.Lo de otorgar la marea el protagonismo al tiempo, personalmente, me parece una construcción muy complicada, igual que no volvi a hallar cabida al dolor. Sustituiría hallar (que está demasiado cerca de cayó)por dar (dar cabida al dolor).
Me ha parecido muy interesante el vuelco existencial de tu personaje.
Saludos

M.L.Plaza

18/02/2019 a las 02:16

Hola Ulises otra vez.
Creo que me he expresado mal. Me ha parecido que los párrafos están excesivamente trabajados en comparación al resto del relato, que me ha parecido mucho más fluido.
Saludos

Alex Cea Navarro

20/02/2019 a las 10:17

Hola Ulises,

He leído tu texto, pero no todos los comentarios, así que puede que te repita algo que ya te han dicho.

La historia es bonita, entrañable incluso. Te pasa un poco como a mí, si detallamos mucho los personajes, el entorno, etc., en 750 palabras nos quedamos sin espacio. Mi texto en esta ocasión sobrepasó las 2000 palabras, así que dejé las tijeras a un lado y directamente cogí el hacha.

Sólo hay una cosa que me ha parecido exteaña:
Narras todo en pasado y tercera persona menos el último párrafo, en el que saltas al pasado en primera persona.

Quizás lo quisiste hacer a propósito para identificarte con el vagabundo, pero creo que no ha sido ese el efecto.

Y las descripciones están muy bien, pero si nos pasamos se hace tedioso y lento a la hora de leer. Busca un equilibrio entre la acción y la descripción.

(Es una percepción personal para proponerte mejoras, pero el relato me ha parecido muy bueno).

Un saludo y espero seguir leyéndote!

Ulises Vidal

25/02/2019 a las 17:53

¡Hola Ulises!
Me ha gustado el intenso lirismo de tu relato. Muy cuidada la elección de las palabras. Muy bien logrados los personajes.
Mi abuela solía decir: «Mira hacia atrás y verás a otros que están peor que tú». A veces, tenemos la felicidad a nuestro alcance y no nos damos cuenta.
Felicidades. ¡Hasta la próxima propuesta!

María Jesús

26/02/2019 a las 20:00

Hola Ulises: Me ha gustado mucho tu relato, muy poético y con descripciones realmente bellas, y una sabia reflexión como broche final. Enhorabuena.

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *