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A trozos - por Carlos G. EstebanR.+18
Web: http://barrenau.blogspot.com
Siempre tengo que aguantar las estupideces del niño. Toda la casa llena de trastos, de juguetes, de imbecilidades. ¿Qué es esto? ¿Más cartas de caballeros medievales y bichos estrafalarios? ¿Es que no puedes tener aficiones normales? ¿No te puede gustar el fútbol, como a todo el mundo? ¡Trae ahora mismo esa baraja! Mira, ya está, se acabaron las cartitas. Parece que tu dragón no puede defenderse. Ahora está hecho cachitos. ¿Ves como no era tan bravo? Pero no llores. Ni se te ocurra. ¿Cuántas veces te he dicho que no llores? Eres como tu madre. No sabéis afrontar la realidad. Siempre en vuestros mundos de ensueño y, en cuanto os tuercen un poco el gesto, a gemir y balbucear. ¿Tú crees que a mi jefe le puedo lloriquear? ¿Que le puedo ir con unicornios y supermanes cuando la cago en el trabajo? Quiero que lo recojas todo ahora mismo. Sí, los trocitos de carta también. Cuando venga tu madre a buscarte, ya puedes tener todo preparado. Y la cara bien seca. Que no vea yo ni la sombra de una lágrima.
Venga, acércate, que te limpio. Ya está, ya está. No te apartes, que no te voy a hacer nada. ¿Ves? Sonríeme. Así. Esta es la cara que quiero que pongas cuando venga mamá. ¿De acuerdo? Es que me sacas de quicio a veces, pero ya sabes que te quiero. Ya te compraré otro sobre de esos de cartas, no te preocupes. Vas despeinado. Arréglate un poco. Y métete la camisa por dentro. Algún día te llevo a mi trabajo y te enseño los robots. ¿Sabes que trabajo con robots? No de esos que salen en tus tebeos. Robots de verdad. De los que hacen coches.
Mensaje. A ver… Ya está saliendo tu madre de casa. Ya sabes. Esto lo quiero bien recogido. Y dile lo bien que nos lo hemos pasado juntos. Lo de la pizza, no. Eso será nuestro secreto. ¡Que buena la que me liaste la última vez! ¿Los deberes los habrás hecho, no? ¿Cómo que ayudarte? ¡Son tus deberes! ¿Tú te crees que a mi me ayudaban? De verdad, yo creo que eres tonto. ¿Ahora qué hacemos, inútil? ¿Sabes lo que me va a decir tu madre, no? Es que encima, al final, ya verás como la culpa es mía. Tira para tu cuarto y ponte a hacerlos hasta que venga. ¡Y no te quejes! Haberlos hecho antes si no querías una torta. ¡Que no llores! ¡Que no vea tu madre una sola lágrima cuando venga! Veinte minutos tienes para acabarlos. Y hazlos bien. Estudia. No acabes siendo un mierda.
Como yo.
Comentarios (9):
Amadeo
16/01/2019 a las 19:13
Carlos:
A medida que lo leía, aumentaba mi bronca e indignación contra ese padre maltratador. Buen efecto. Muy buen final: sorpresivo.
Sacaría la palabra Mensaje o aclararía más el sentido: Creo que distrae y no es necesaria.
Felicitaciones
Estoy en el 69 por si quieres leerlo y comentar
Cordiales saludos
Amadeo
Angel Macías M.
16/01/2019 a las 22:06
Respecto a la forma creo que está muy bien como lo has transmitido, sin necesidad de expresar las respuestas del niño se intuyen perfectamente y se capta el enfado del padre. Ortografía no he encontrado nada fuera de lugar, dudo respecto a “¡Que no llores!” ¿Llevaría tilde ‘Que’? No estoy seguro la verdad. No es una fábula y según la (R) debería serlo, pero creo que ha sido un error de los administradores. A mi también me ha pasado.
Como han comentado anteriormente, la palabra ‘Mensaje’ me chirría un poco. Pondría algo tipo: ~Un mensaje de tu madre. A ver… Ya está de camino así que ya sabes, esto lo quiero bien recogido.~
La historia me gusta. Habla de un (mal) padre pagando sus frustraciones con su hijo. Me ha dado mucha lástima por el niño. Por desgracia hay muchos padres así que acaban creando pequeños monstruos por su inutilidad. El final me parece muy bueno, hace sentir cierta lástima por el padre. Es un fracasado y lo sabe.
Me resulta curioso que con tres palabras como ‘baraja, sombra y dragón’ has llegado a algo tan lejano a esos 3 conceptos. Yo para escribir mi texto me maté tratando de usar esas 3 palabras como conceptos realmente importantes del texto y en verdad no había necesidad.
¡Enhorabuena! Mi texto es el número 6, por si te quieres pasar.
Saludos
Angel
Pepe
16/01/2019 a las 23:05
Hola carlos
Muy buen relato, me ha costado nada sumergirme en la situación. El estilo es sorprendente y muy absorvente.
Lo único que no me cuadra son las dos primeras frases, hasta “imbecilidades”(que la acabaría con unos (…) o una “y” antes de esa palabra) creo que esas frases están fuera del estilo del resto, o eso es la sensación que me da.
Del resto enhorabuena, has creado algo digno para deleite de los que te leen y releen.
Saludos.
Víctor Alverdi
17/01/2019 a las 05:11
Me agradó tu relato, te mete en la historia. Muy bien aplicado el reto también. ¡Enhorabuena!
María Jesús Hernando
17/01/2019 a las 19:26
Hola Carlos aunque el tema me parece duro, creo que has conseguido buen relato, me gusta. Me he imaginado la escena perfectamente. Enhorabuena, nos leemos. Un abrazo
Jose Maria Moreno Pelayo
19/01/2019 a las 20:46
Hola Carlos, un relato demasiado corto un saludo mi relato es el 85 saludos
Isabel Caballero
22/01/2019 a las 14:04
Bravo Carlos G. Esteban por este soliloquio repetitivo del que, además, creo que tiene la longitud adecuada, pues más habría sido excesivo. No se necesita la voz de ningún otro interlocutor, te las has apañado para por medio de interrogativos y alguna que otra exclamación, hacernos un panorama perfecto del paisaje nefasto del padre maltratador sin que caiga o decaiga en lugares comunes, y sin hacer un discurso populista. Te has limitado a dejarlo hablar con el niño, más que suficiente, demoledor. A pesar de ser un tema trillado (el de los maltratos en general), te las has apañado para hacer un buen trabajo desde una nueva perspectiva.
Un cordial saludo Carlos.
Isabel Caballero
22/01/2019 a las 14:08
Vuelvo para decirte, que se me olvidó comentarte la última línea. El “como yo” quizás me sobra, no creo que el sujeto parlante se vea como una “mierda”, al contrario, seguro que de sí mismo, prepotente, tiene un alto concepto al menos de cara a los demás y se ha hace difícil que reconozca lo “chungo” que es y menos delante de su hijo.
Por lo demás, ya te lo comenté Carlos, me parece un gran trabajo.
Carmen Sánchez Gutiérrez
22/01/2019 a las 23:14
Muy duro tu relato. Desgraciadamente hay padre y madres mas preocupados por no tener bronca con la pareja que por el bienestar de los hijos.
En cuanto al texto en sí, utilizas muy bien la primera persona. Entremezclas los pensamientos íntimos del padre y un supuesto diálogo con el niño.
Un saludo.