Literautas - Tu escuela de escritura

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JUANOT Y DRAGUT - por Labajos

"La ignorancia lleva al miedo, el miedo lleva al odio, el odio lleva a la violencia. He aquí la ecuación."
Ibn Rushd Averroes.

Esto que te voy a contar, sucedió hace mucho tiempo, unos dicen que cuando el pirata Dragut campó por costas levantinas, los forasteros confunden “dragut” (guapo en valenciano) con dragón, otros hablan de sucesos en plena guerra contra Francia cuando su mariscal Suchet asoló la zona, los más que todo son cuentos de viejas para los niños.

En todo caso algo se repite. Coincidiendo con guerras, incendios, riadas o calamidades, aparecen extrañas criaturas en la Albufera de Valencia y en las desembocaduras de los ríos Jucar y Turia. Especies desconocidas en esta zona…enormes siluros, o saurios como el que se conserva en la Iglesia del Patriarca, el feroz caimán sobre el que escribiera Blasco Ibañez…¿De donde han salido? Leed y juzgad.

El tío Juanot estaba sentado a la puerta de su barraca, en las afueras de Sueca, donde los arrozales lindan con las cenagosas aguas de la Albufera, veía pasar las nubes que desde la Muntanyeta dels Sants, ennegrecían las aguas y la tierra apisonada bajos sus pies. Eran presagios de que lo malo no había terminado y lo peor quedaba por llegar.

Juanot Meseguer gastó sus últimos ahorros con la baraja impagando el “tanqueo” de sus arrozales: estaba arruinado. Saber que no podría afrontar ningún imprevisto le mantenía despierto por la noche y de mal humor por la mañana. Decidió espantar sus pensamientos pescando alguna tenca o una carpa, tan populares en esas aguas. Cuando más entretenido estaba con sus sedales, vio a través del agua la figura de una extraña criatura que se dirigía hacia él y pese a su tamaño, lo penetrante de su mirada, el brillo de afilados colmillos y la fortaleza de sus garras, una atmósfera de paz envolvió todo, el viento se detuvo, las aguas se aclararon y al desaparecer las nubes, pudo verse la más bella criatura imaginable. Con voz potente pero amable y persuasiva se dirigió al labrador:

―Todo esto que te pasa es injusto, Juanot, tú eres importante: Don Joan Meseguer Llopis. No uno de esos desarrapados que apestan la Ribera Baja. Has tenido mala suerte, pero yo puedo hacerte triunfar.

―¿Cómo? Estoy realmente en un aprieto.

―Confiando en mí y obedeciendo.―La voz era seductora, pero al mismo tiempo imperativa. Su propietario supo enseguida que había cautivado a Juanot.

―¿Qué tengo que hacer? ¿Cómo debo dirigirme a tí?

―Puedes llamarme Dragón…o Dragut, la modestia no es una de mis virtudes―contestó la criatura con un guiño simpático―y lo que debes hacer es alimentarme, yo siempre tengo mucha hambre. ¿Mis manjares favoritos?: tradicionalismo, ignorancia, miedo, odio, racismo, machismo…cuanto más mejor.

―No te defraudaré…eres tan amable.

―Seguro que no―y la criatura volvió a sumergirse en las aguas.

Desde ese día Juanot. volvió a ganar las apuestas con la baraja o al trinquet, mientras vecinos lo perdían todo. Pudo hacerse, por poquísimo dinero, con el campo de su vecino y amigo Chano Matoses, fallecido por Strongyloides, enfermedad que aqueja a los trabajadores del arroz, al fin y al cabo, su viuda era todavía joven y de buen ver, podía buscarse la vida.

Dragut, cada día era más grande y parecía más enfurecido, salía de las aguas, desplegaba sus alas y lanzaba fogaradas sobre los parques del Saler y el Montgó. El marjal apareció contaminado, multitud de peces flotaban en las orillas…los campesinos vivían aterrados por las plagas de “cucat” que arruinaban todos los arrozales menos los de Juanot.

Don Joan Meseguer Llopis no trabajaba. Para él lo hacían sus vecinos que, caídos en desgracia, tenían que aceptar sus míseros salarios. Ya nadie le llamaba Joanot, ahora atendía sus negocios desde su palacete de la calle del Sequial, quería ser alcalde, sólo jugaba al “truc” con el cura y gente principal.

Una noche todo se volvió resplandor naranja, desde su terraza, Juanot vio una sombra alada maniobrando sobre sus arrozales: Era Dragut asolando sus campos.

―¡Teníamos un acuerdo!―berreó Juanot.

―Tu vecino Bertomeu tiene mucha envidia que entregarme, odia más que tú y es tan ignorante que piensa que no le pasará lo mismo que a ti ahora.

Si tu estrategia es aliarte con el monstruo no te podrás librar de él.

Comentarios (16):

Isabel Caballero

17/01/2019 a las 20:50

¡Pero bueno Labajos!, que bien traída las leyendas supongo levantinas, la etimologías diversas sobre dragones y dragut y ¡cómo no!, no podía faltar Blasco Ibañez.
Después de la magnífica introducción haces, para mi gusto, un magistral relato en el que no falta ningún ingrediente que conforme su categoría narrativa. Oye, que no es peloteo, simplemente siento admiración y agradecimiento por el regalo de la lectura de un buen trabajo.
Buenos diálogos.
Imaginación. Juanot ¿de apellido Martorel? 😉 un dragón integrado en el paisanaje, simpático, comedor de todos los tabús ignorantes… haces que nos pongamos inmediatamente de su parte.
Me gustaría estar más “puesta” en la cultura de esa tierra para pillar todos los guiños que nos haces, pero no por eso dejo de disfrutar de tu, repito, magnífico relato.
Pá dragones los de Valencia.
Gracias.Gracias.

Osvaldo Vela

18/01/2019 a las 09:10

Hola lavajos, estoy de acuerdo con Isabel, la calidad de tu trabajo, me llena con admiración genuina.

Solo permite que mi admiración no se confunda con envidia pues sería devorado por por el insaciable Dragut.

Prefiero ver el amor por las letras, auxiliado por textos como el que hoy muestras. Puedo sentir la cálida brisa de lo bien escrito, lo meloso del ingenio, lo profundo de la inspiración.

Solo me resta decir te felicito y que Dragut no venga a tentarnos este 2019.

Labajos.

18/01/2019 a las 16:40

Gracias Isabel por los elogios, sin duda no merecidos, puesto que no me he debido explicar muy bien, ya que te “enamoraste” del más perverso de mis personajes.
En cuanto al tema local, para ajustarme a las 750 palabras, tuve que deshacerme de algunas llamadas a pie de página que explicaban algo mas el contexto.
https://www.valenciabonita.es/2015/08/11/el-dragon-del-patriarca/
ttps://www.valenciabonita.es/2017/07/20/la-muntanyeta-dels-sants-un-resalte-montanoso-donde-ver-un-atardecer-entre-arrozales/
El “tanqueo” consiste en un pase de tractor con unas ruedas metálicas especiales llamadas “jaulas” que remueven e igualan la estructura del suelo.

Labajos.

18/01/2019 a las 16:42

Gracias Osvaldo, te deseo un feliz 2019 con las justas y necesarias tentaciones que sabrás administrar.

JUANA MEDINA

18/01/2019 a las 18:47

Excelente trabajo, Labajos. Me ha encantado y eso que como argentina me pierdo algunos guiños. Pero lo esencial de la fábula está, y por cierto muy bien narrado.
Como dicen los franceses: chapeau!!!
Creo que voy a adoptar el término Dragut para algún pariente un tento engreído y devorador.
Hasta la próxima.

JUANA MEDINA

18/01/2019 a las 18:48

Perdón, quise decir un tanto, no un tento…

Noemi

18/01/2019 a las 19:21

Hola Labajos, gracias por la visita.Yo también tengo debilidad por Blasco Ibañez ,sobre todo por las novelas valencianas, así que me encantó tu relato.
Espero que nos sigamos leyendo.
Felicidades.

IreneR

19/01/2019 a las 08:53

Buenas, Labajos.

Me ha gustado tu relato. Me ha parecido entretenido y fácil de leer. Creo que lo has sabido llevar muy bien, aunque me he perdido un poco con la parte que le toca a Dragut, ¿cómo consigue que Juanot salga de su apuro y se vuelva un hombre rico e importante?

Aun así, me ha parecido un buen escrito.

Nos leemos.

Un saludo.

Labajos.

19/01/2019 a las 10:44

Gracias por tu comentario, Irene. Respondiendo a tu pregunta, te diré que Juanot no era importante, pero así se lo hace creer Dragut: “tú eres importante: Don Joan Meseguer Llopis. No uno de esos desarrapados que apestan la Ribera Baja.” Inoculándole el egoísmo, el sentimiento de superioridad, la insolidaridad (se aprovecha de las desgracias de sus vecinos) el machismo respecto a la viuda de su amigo…etc. Dragut simboliza a aquellas ideologías que crecen en tiempos de crisis aprovechándose de los ignorantes que se sienten superiores. Finalmente Juanot es víctima del insaciable Dragut.

Hasta pronto, paso a visitar tu trabajo.

Raúl Exekiel

19/01/2019 a las 20:47

Hola Labajos.

Me encantó el escrito, aunque me perdí en algunos términos quizás por ser de Argentina.

Pero se me hizo muy ameno leerlo.

Me encantó la frase final, como así también el mensaje que deja el escrito.

Un Abrazo!

miguel_madriles

20/01/2019 a las 08:49

Hola Labajos, gracias por tus comentarios. Estoy, como el resto, encantado con este relato. Como toda buena fábula, al final tiene su moraleja. Muy bien narrado, capta la atención desde el principio hasta el final. Enhorabuena. Nos seguimos leyendo, que merece mucho la pena.

El chaval

20/01/2019 a las 18:44

Hola Labajos
Lo que necesita el Dragón es un político de derechas largas, pero se transformó en un vividor como era antes y perdió el patrimonio.
El Dragón tuvo que buscar a otro y hoy no sería difícil encontrarlo.
Buen trabajo en las descripciones de la zona valenciana.
La fábula sobre animales la veo un poco corta; de todas formas si se junta y el dragón y el humano ya son bastante animales.
Un cordial saludo (106)

Anael

21/01/2019 a las 19:37

¡Hola, Labajos!

Muchas gracias por comentar mi texto. Soy de las que se enrolla comentando, así que voy a ir directa al grano. A continuación te señalo los detalles que me han gustado del tuyo y te hago algunas sugerencias, que son como las lentejas, si las quieres las tomas y si no las dejas 😉 :

1. Toma ya, menudo inicio. No sabía yo que Star Wars le debía tanto a Averroes. Este me la apunto.

2. «Esto que te voy a contar, sucedió hace mucho tiempo»
Sobra la coma que separa sujeto de predicado.

«Una noche todo se volvió resplandor naranja, desde su terraza, Juanot vio una sombra alada maniobrando sobre sus arrozales: Era Dragut asolando sus campos.»
Una noche todo se volvió resplandor naranja. Desde su terraza, Juanot vio una sombra alada maniobrando sobre sus arrozales: era Dragut asolando sus campos.

A lo largo del relato veo un poco de lío con la puntuación, y como no me quiero extender, te dejo este enlace por si quieres profundizar un poco en ella: https://simplyanael.wordpress.com/2018/12/18/recetas-mortales-puntos-o-comas/

3. Después de puntos suspensivos debe escribirse un espacio.

4. La puntuación de diálogos necesita revisión. Te recomiendo este estupendo artículo de Literautas que a mí siempre me ayuda:
https://www.literautas.com/es/blog/post-10363/como-representar-un-dialogo-graficamente/

5. «Desde ese día Juanot. volvió a ganar las apuestas»
Errata, sobra el punto

Me ha gustado tu relato, especialmente el final. Los problemillas de puntuación que he encontrado me han dificultado un poco la parte del desarrollo, pero me encanta la fábula que has creado. Este Dragut es el mismo democio, y sabe muy bien lo que se hace. Tanto le creyó Juanot que se cambió hasta el nombre.

Muy buen relato con giro final. Felicidades. Espero que las sugerencias te sean útiles 😉

¡Un abrazo, nos leemos!

Labajos.

23/01/2019 a las 00:12

Gracias a todos

El chaval

23/01/2019 a las 12:02

Hola Labajos.Me alegro que estés de acuerdo en que sirve las fábulas de animales para sacar a relucir los defectos humanos. Quizá la educación no nos permite ser más severos con los maltratadores.De ahí que en la narración haya matado al pobre asno, para que la humillación, el amo la tenga que soportar durante mucho tiempo.

Servando

04/02/2019 a las 03:22

Me ha fascinado
. creo que tienes mucha imaginación.
Felicidades.
Excelente.

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