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Mieko y Curro,Curro y Mieko - por PROYMANR.

Mieko y Curro, Curro y Mieko
El gato de nombre Mieko, sentado sobre el respaldo del sillón, miraba al perro que entraba por la puerta con el collar apretando su cuello.
─Este será mi nuevo compañero, se dijo Mieko.
El perro caniche de raza y de nombre Curro, nada más verlo dijo, ─ seguro que este es mi vecino de caseta.
La mujer que acompañaba a Curro lo dejó suelto arrastrando la correa por la habitación.
Curioso cómo todos los gatos, Mieko saltó del respaldo del sillón y poniéndose a su lado le preguntó: ─ ¿Cómo te llamas perro?
─Me llamo Curro y tú gato, ¿cuál es tu gracia?
─Me llamo Mieko y te advierto que aquí mando yo.
Curro, que no quería enfrentamientos con nadie y menos con Mieko, le dijo: ─ me acaban de comprar; me han traído a esta casa y seguramente estamos condenados a entendernos ─aunque sentía repugnancia por aquel gato asqueroso que tan insolente se había dirigido a él.
Mieko que se mostraba altivo ignorando a Curro, salió al jardín de la casa donde tenía su caseta a la sombra de la higuera, justo al lado de la nueva, que desde hacía unos días habían puesto junto a la suya. Ni corto ni perezoso Mieko saltó sobre el velador en el cual estaban desparramadas las cartas de la baraja, en la que el dragón era la carta principal ganadora de la partida al encontrarla.
No tardó Curro en llegar, arrastrado por la correa que tiraba de él la dueña de la casa y ocupando su caseta junto a la del gato.
Mieko asombrado observó que a la caseta de Curro le daba más sombra que a la suya. Apretando con su gran pene miccióno en la puerta de la caseta de Curro.
─Será posible, se ha meado este asqueroso gato en la puerta de mi casa, dijo Curro.
Mieko, satisfecho de su ataque y con su territorio marcado, entró en su caseta y acurrucándose, desconfiando del vecino, se durmió con un ojo abierto y otro cerrado.
Curro no podía pasar por alto la ofensa que había recibido y salió a la puerta de su caseta y se rascó las pulgas que había traído de su estancia en la perrera. Los bichos corrían yendo a parar a la puerta de la caseta de Mieko, que horrorizado veía como las pulgas se introducían en la suya.
─ ¡Fuera de aquí bichos asquerosos!, dijo Mieko. Las malas pulgas corrían de un lado a otro sin saber a qué pelos agarrarse.
Esto no puede seguir así, pensaron al mismo tiempo Mieko y Curro. Tenemos que firmar La Paz.
Mieko se ofreció a parlamentar con Curro: ─Vivamos en buena armonía, dijo Curro a Mieko. Las malas pulgas veían que con La Paz firmada por el perro y el gato peligraba su supervivencia, ya que no tendrían pelos a los que agarrarse. Estos se dieron cuenta y se dedicaron con gran esmero a su higiene personal, desterrando a las malas pulgas, que corrían despavoridas por el jardín de la casa buscando pelos para juntarse.
Las escudillas de comida que les dejaban a Mieko y a Curro siempre escasas para uno y otras veces para otro decidieron en parlamento compartirlas como buenos animales. Desde ese momento la vida, tanto de Mieko como de Curro, se les hizo placentera en sus casas, a la sombra de la higuera y de vez en cuando jugaban a las cartas buscando la que tenía el dragón. Nunca más riñeron ni supieron donde estaban las malas pulgas.
A veces bailaban con la marcha Radetzki que la dueña escuchaba en su tocadiscos.
Este cuentecillo, para bien o para mal, lo ha escrito Proyman para publicar.

Comentarios (6):

Moldy Blaston

16/01/2019 a las 17:32

Hola Proyman, un gusto volver a leerte otro mes más. En esta ocasión nos presentas un texto sencillo, sin aparentes adornos, pero muy natural, y además aceptando el difícil reto de fabular con animales.
Incluso lo completas con la pertinente moraleja o enseñanza moral. Me ha gustado, Proyman. Te felicito.
Si te quieres pasar por mi relato (#74) eres bienvenido.
Un saludo y nos seguimos leyendo.

LUDIKA

16/01/2019 a las 18:12

Proyman bien llevado tu relato, aunque no fue una consigna fácil. Creo que es todo un reto escribir una fábula (yo no participé del reto por ejemplo) pero me parece que quedó medio forzado la inclusión de la palabra Baraja y Dragón.

Suerte y a seguir escribiendo!

Héctor

17/01/2019 a las 06:36

Proyman, he leido tu fábula y en lo personal me ha gustado mucho. Es primera vez que te leo, pero te estaré visitando en el próximo. Literauta 72

Jose Maria Moreno Pelayo

17/01/2019 a las 15:08

Hola proyman, corto y sencillo tu relato ,este mes estoy el 85 un saludo

HUGO

18/01/2019 a las 02:39

Hola Proyman:
Siguiendo la consigna de comentar los tres relatos siguientes al mío, he comenzado por leer el tuyo y voy a tratar de hacer lo mejor que pueda en mi debut, para que te sean útiles.

La consigna está cumplida, el texto tiene todos los requisitos de una fábula. Veo que no hay moraleja explícita y creo que es una buena decisión dejar que el lector elabore su propia moraleja.

Me llamó la atención la frase final: “Este cuentecillo, para bien o para mal, lo ha escrito Proyman para publicar.“ El narrador, que es externo -no participa de los hechos narrados-, de pronto irrumpe haciendo referencia no a la historia narrada, sino a la autoría del relato y deja su marca personal: “esta fábula la hice YO” y ese yo, por intermediación del narrador es Proyman. Muy original, me gustó el recurso.

En general está bien narrada (hay presentación, nudo y desenlace), te marco algunas cosas para analizar:

El perro[,] caniche de raza y de nombre Curro, nada más verlo dijo(,) [:] En lugar de coma, dos puntos
─ seguro que este es mi vecino de caseta.

─Me llamo Curro y tú gato, ¿cuál es tu gracia?
Gracia es una palabra excesivamente formal y que ni siquiera en situaciones formales la usamos. Creo que nombre iría mejor. Salvo que con gracia se quiera resaltar algo especial del personaje. Creo que no es el caso

A veces pareciera que no es necesario aclarar tanto:

….─aunque sentía repugnancia por aquel gato asqueroso (que tan) [e] (insolente se había dirigido a él).
Sacaría lo que está entre paréntesis y agregaría lo que está entre corchetes.

Mieko que se mostraba altivo ignorando a Curro, salió al jardín (de la casa) donde tenía su caseta[,] a la sombra de la higuera, justo al lado de la nueva, que desde hacía unos días habían puesto junto a la suya. Ni corto ni perezoso Mieko saltó sobre el velador en el cual estaban desparramadas las cartas de la baraja, en la que el dragón era la carta principal[,] ganadora de la partida al encontrarla.
Quizá sea una cuestión de lenguaje. Por estas latitudes se le dice velador a la lámpara que va sobre la mesa de luz, por eso me suena raro que las cartas estén sobe una lámpara. Por otra parte creo que en este párrafo te has apresurado un poco, LUDIKA ya te dijo algo al respecto. Creo que se podría mejorar a partir del punto y seguido para que gane claridad.

No tardó Curro en llegar, arrastrado por la correa que tiraba (de él) la dueña de la casa (y ocupando su caseta junto a la del gato). Ya está dicho en el párrafo anterior.

Mieko asombrado observó que a la caseta de Curro le daba más sombra que a la suya. Apretando con su gran pene miccióno en la puerta de la caseta de Curro.
─Será posible, (se) ha meado este asqueroso gato en la puerta de mi casa(,) [—] dijo Curro.
Aquí se dice dos veces lo mismo -que orinó la puerta-, primero lo dice el narrador y después el personaje. Queda muy reiterativo.

Curro no podía pasar por alto la ofensa (que había recibido) y salió a la puerta de su caseta y se rascó las pulgas…
Lo tachado, en realidad entre paréntesis, creo que no agrega nada, si no puede dejar pasar por alto la ofensa, es porque la recibió. En los próximos renglones también se repite dos veces más la palabra caseta, seis veces la palabra pulgas y cuatro veces malas pulgas.

Mieko se ofreció a parlamentar con Curro:
─Vivamos en buena armonía(,) [—] dijo Curro a Mieko. Guion en lugar de coma.

Las malas pulgas veían que con La Paz firmada por el perro y el gato …
Aquí hay algo discutible: creo que has puesto La Paz con mayúsculas para darle más importancia al asunto, reafirmarlo como hecho importante. En mi opinión por más mayúsculas o signos de admiración que usemos como recurso para transmitir algo al lector, no lo vamos a conseguir si no encontramos las palabras adecuadas. Es solo un comentario general.

Las escudillas de comida que les dejaban a Mieko y a Curro[,] siempre escasas para uno y otras veces para otro[,] decidieron (en parlamento) compartirlas como buenos animales. Desde ese momento la vida (, tanto de Mieko como de Curro,) se les hizo placentera …
Se sobreentiende que se habla de esos personajes.

Bueno, hasta aquí llego con mis comentarios, espero haber aportado algo que te sirva, yo he aprendido mucho haciéndolos. Felicitaciones Proyman, me ha gustado mucho tu texto.
Hugo

Alonso García-Risso

20/01/2019 a las 00:57

Saludos Proyman: Al principio pensé: <>. Pero al pasar de un párrafo a otro, quedé sorprendido con la rapidez conque llegaron a entendimiento. Me pareció una metáfora de lo que acontece entre humanos (a veces) y que en estos tiempos difíciles debiera servirnos de ejemplo…
Un buen escrito, agradable de leer y provechoso en lo, que de él podemos concluir… Felicitaciones

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