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De dragones y escarabajos - por Beba

En el atardecer, la selva de helechos brillantes y majestuosos llovía luces húmedas. Caín y Abel, los dos cachorros de dragón jugaban al tute. Caín era siempre el tallador; mezclaba los naipes y se relamía ordenando las cartas a su favor. No siempre ganaba, a pesar de sus mañas. La semana anterior habían jugado por la sonrisa del Eterno, y Abel había ganado.
Ahora había novedades; sus cuerpos habían crecido y cambiado, y los dos sentían hambre de Awán, más que de manzanas o de conejos. Entonces decidieron jugarse el primer turno para acompañarla en su yacija. La dragoncita no sabía nada de nada (y mucho menos acerca de su papel en el juego); siguió durmiendo a la sombra del helecho, rodeada de mariposas.
Antes de sentarse, Caín pateó a un escarabajo diligente que limpiaba el terreno. El pobre bicho quedó patas arriba mientras la bolita de desperdicios rodaba unos metros más allá.
Siempre buenazo, Abel lo puso otra vez panza abajo, cerca de su basura.
Caín no dejaba de calcular; el envite se hundía en el hastío.
Aburrido, Abel seguía admirado el quehacer del escarabajo; sin duda el animalito le interesaba mucho más que la baraja y el premio. Así es que se fue gateando detrás del bicho, rasguñando la tierra, empujando y sepultando la inmundicia. ¿Presentiría su propio entierro de cada noche y su futura resurrección diaria?
Cuando por fin, Caín decidió repartir los naipes truqueados, salió al sol; allá lejos, Abel reptaba hacia el ocaso emulando al escarabajo.
Caín pensó: “A la ocasión la pintan calva”; por las dudas, los alcanzó y pisoteó hasta enterrarlos y les tiró los naipes encima; luego volvió por el trofeo; la suerte estaba echada.
También la de Awán: engendrar dragones aburridos, lujuriosos y avarientos que desgastaran la Tierra, mientras los dragones laboriosos la iban regenerando.
De algún modo, Caín no mató a Abel; lo empujó a su propia resurrección eterna. Así lo han cronicado los antiguos egipcios. ¿O estaba en la Biblia?
—¿…?
—¡No lo sé! Venimos de los dinosaurios…

Comentarios (19):

guiomar de zahara

17/01/2019 a las 12:23

Hola Beba: felicidades, salud y paz ahora y siempre.Dicho estos deseos te diré que tu relato es entretenido y lleno de fantasía. Hay algunas palabras que en el contexto se entienden bien, pero aquí no se suelen decir: pero el español se habla en muchos continentes, aunque con distintas palabras.
Por lo demás, nada que añadir.
¡Enhorabuena!
¡Hasta la próxima!

Patricia Redondo

17/01/2019 a las 15:39

Muy bonito Beba. Sobre todo en expresiones e imagenes.. Hermosa fantasía pero no he entendido la moraleja final. Torpe de mí.

p.d no me busques que este mes no participé. Cuantas más vacaciones , menos tiempo para escribir, por increíble que parezca 🙁

JUANA MEDINA

17/01/2019 a las 16:46

Hola Beba,
Una de las cosas que más me gustan de tus relatos es tu sutileza. Ese llevarnos siempre por senderos angostos a medio hacer para que nosotros mismos los vayamos abriendo.
Encantador. El final, de primera.
Un gran abrazo,compañera

Amadeo

17/01/2019 a las 22:45

Beba:

Mis observacionss al texto son.
1.- Demasiadas repeticiones (cercanas) del verbo “había”.
2.- Exceso de gerundios (4 muy seguidos)
3.- No interpreté:…acompañarla en su yacija
4.- Me confundí con los nombres y quien era quien.¿Awán?

Estoy en el 69 por si quieres leerlo y comentar
Cordiales saludos
Amadeo

Ramiro Orjuela

18/01/2019 a las 17:21

Hola Beba. igual que Amadeo me queda una confusión con los nombres. Quedo intrigado a que te refieres con la frase: “No lo sé! Venimos de los dinosaurios…” Te envio un fuerte Abrazo! Soy el #17

Aqua

18/01/2019 a las 17:59

Hola, Beba. Tu relato es, como apuntan por arriba, sutil y casi poético.
No sé si era tu intención, pero me ha generado intriga esa frase final (o quizás no la he entendido,lo cual sería problema mío).
Felicidades. Nos leemos.

IreneR

18/01/2019 a las 18:06

Buenas, Beba.

Un relato curioso, me ha gustado, pero me he liado un tanto al leerlo. En un momento no sabía dónde estaba, si seguíamos con la partida de cartas, persiguiendo al escarabajo o en el amanecer.

Hay algunas frases que me han resultado extrañas, pero las dos que más me han llamado la atención han sido estas:
– “En el atardecer, la selva de helechos brillantes y majestuosos llovía luces húmedas.” No entiendo lo que quieres decir, ¿llueven luces húmedas?
– “Entonces decidieron jugarse el primer turno para acompañarla en su yacija”. Para mí, una yacija es un lecho, pero dicho de una manera despectiva, ¿porqué está la dragona en un lugar así?

El final, lo de los dinosaurios, me ha parecido curioso. E imagino que la moraleja de la fábula va más o menos por ahí… aunque no me queda muy claro el mensaje.

Nos leemos.

Un saludo.

Toñi Avila (vibe)

18/01/2019 a las 20:39

Hola Beba:

El comienzo es muy poético, me gusta bastante, da una sensación de entrar en la selva de helechos, de estar oliendo esas “luces humedas”.
Nos llevas al pasado de Caín y Abel, junto a( ¿ su hermana?)Awan.
El giro que le das a la historia es muy acertado, lo acerca a este siglo que vivimos.
Metes un montón de roles: Caín el malo( aburrido, lujurioso, avariento…), Abel el ” buenazo” (siempre laborioso, trabajador…), y Awan la hembra ( mujer, compañera y madre sobretodo).
El final muy ingenioso, te ha quedado genial: Egipcios, Biblia, Dinosaurios…¿ de dónde venimos?
Buena fábula.

Una pequeña reseña, en la frase: “Aburrido, Abel seguía admira(N) do el quehacer del escarabajo”, creo que falta la N.
Hasta la próxima historia.

Osvaldo Vela

18/01/2019 a las 22:20

Hola beba. No hay que confundir lo poético de “helechos brillantes y lluvia de luces húmedas”, frase que despierta la imaginación, con un atributo de la naturaleza que puede no suceder nunca. lo bello está en las letras

Tu historia de dragones se remonta al paraíso terrenal, cuándo ya las hormonas de los personajes que lo habitaban se habían despertado por el pecado original. Hasta los nombres de ellos coincidían.

Tu aprieto llegó cuando tus letras debían explicar la analogía que presentabas, hecho que causo confusión a muchos lectores.

y más enredo causó cuando tu con una elegante salida te desligaste de expresarlo con solo decir en un dialogo, –Yo que sé. Venimos de los dinosaurios. Excelso.

Te deseo un 2019 pleno de inspiracion

M.L.Plaza

19/01/2019 a las 02:46

Hola Beba.
Gracias por leer mi texto.
El tuyo me ha parecido muy original y bien escrito. Lo que menos me convence es el motivo tan insignificante por el que Caín mata a su hermano.
Me ha llamado la atención que presentas a los personajes como cachorros e inmediatamente después dices: “Ahora había novedades; sus cuerpos habían crecido y cambiado”. Entiendo que ya son adolescentes.
Pateó a un escarabajo, quitaría la a.
“¿Presentiría su propio entierro de cada noche y su futura resurrección diaria?” lo pondría después de …emulando al escarabajo.
Venimos de los dinosaurios me parece una frase genial.¿Quien se va a preocupar por disquisiciones teológicas teniendo una ascendencia tan espectacular?
Me ha gustado mucho leerte.
Saludos

beba

19/01/2019 a las 03:34

Muchas gracias a todos, por la lectura y comentario. Los visitaré en sus historias. Por las dudas, Awán es hermana de Caín y Abel, en el Génesis. Dragón y dinosaurio no son los mismos bichos, pero las mitologías los confundieron a menudo. “De dinosaurios venimos”, alude a la materia común que nos formó, y a los “usos y costumbres” que se nos han ido dibujando como vicios y virtudes.
Un saludo a todos.

Luigi Callieri

20/01/2019 a las 10:04

Hola beba
Es un texto completo para un taller. Una gozada pues tiene los elementos imprescindibles para practicar buena escritura. Poesía, cadencia, conocimiento, verosimilitud, fantasía,.. un sinfín de elementos sabiamente administrados por una voz narrativa poderosa y nada pedante. Todo ello servido y emplatado en el punto justo de elegancia.
Gracias por el aporte

ortzaize

21/01/2019 a las 10:58

este relato como casi todos que leo tuyos son fantasticos, es muy sutil y te hace pensar mucho. me ha gustado.
saludos.

Luciano Sívori

21/01/2019 a las 12:16

Un relato divertido, metáforico. Te hace cuestionarte algunas cosas. No sabía lo de Awán, jaja. En mis clases de catequesis nunca me enseñaron eso.
¡Abrazo!

Pepe

21/01/2019 a las 14:52

Hola beba

Gracias por tu aporte en mi relato. El tuyo me ha dado mucho que pensar; has accionado el botón de parloteo mental en mi cabeza y ahora no sé cómo hacerlo parar.
En lo formal decirte que lo encuentro impecable, además, lo he leído varias veces y cada vez me parece mejor.
Dijiste que el mío te probocaba algo de miedo, pero el tuyo también ha hecho que una especie de temor reverbere dentro de mí… Aunque todavía no haya pillado una forma conxrera… Creo que lo volveré a leer a ver si la coge, pero también porque me ha encantado.

Hasta la próxima.

Josè maría

21/01/2019 a las 16:51

Hola Beba, tu relato me deja confuso un poco por que no entiendo algunas frases.Si creo entender los dragones, ¿son los que vienen de los dinosaurios?…un saludo y estoy en el 85 por si te quieres pasar

Leosinprisa

22/01/2019 a las 09:04

Hola Beba, tu relato está lleno de inspiración y creatividad, me ha gustado mucho tu analogía de Cain y Abel, de los dinosaurios y los dragones.

La única pega que pongo es que es un poco confuso a veces, aunque comprensible, parece pasar una escena a otra un tanto a tirón (a empujones) y te deja un tanto meditabundo sobre las anteriores frases. Esa es la sensación que me ha dejado y es una opinión personal que puede no ser acertada.

Creo que tienes una buena base para un relato mayor que podría ser delicioso de leer, aprovechate de tu intuición y extiéndelo, creo que merecerá la pena.

Ha sido un placer leerte. Un saludo.

beba

22/01/2019 a las 16:52

Estoy trabajando en la ampliación, Leosinprisa. Muchas gracias.
Asimismo, gracias a todos los que comentaron porque aportaron experiencias y compañía.

Isabel Caballero

27/01/2019 a las 20:08

¡Qué bonito Beba!, y no solo se queda en bonito de un idílico paraíso encantador. Hay una ingenuidad genuina, como la de los niños cuando se dedican a fantasear. Me ha gustado el paralelismo de los mitos incluido los de la biblia.
También hay repeticiones innecesarias y algo de desorden, nada que no se pueda arreglar con un buen repaso.
La frase final, con su toque de humor, resumiendo todas las teorías sobre el origen de la humanidad, me ha en-can-ta-do.
Para disfrutar.

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