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“Incomodidad cósmica” - por LUCIANO SÍVORI
Web: http://www.viajarleyendo451.blogspot.com.ar/
“Incomodidad cósmica”
Tuve la pésima suerte de toparme con una tormenta cuántica en el planeta ßtôr-ǧöµ (lindo lugar, por cierto. Su gente hace unos deliciosos postres de Feen-moof). Y encima todavía estaba a 4,2 años luz de casa. No sé si alguna vez les pasó, pero esas tormentas son verdaderamente exasperantes. Las leyes de la física que gobiernan el universo conocido tienden a enredarse a lo grande. Aunque la nave vaya en piloto automático, no sabés ni a dónde ni a cuando estás yendo. Así de la nada descubrís que tu dragón ya no está ni vivo ni muerto. Está un poco de los dos y mucho de ninguno. Tu cuerpo se vuelve traslúcido, con lo cual corrés el riesgo de atravesar una mesa y quedarte atascado en el medio. En serio, a mi tío le pasó. Volvió a solidificarse justo cuando una lámpara le atravesaba la rodilla izquierda y ahora la lleva con él para todos lados. Cuando le dan quince días de vacaciones en su oficina sale a buscar otras tormentas para ver si logra sacarse el aparato de su cuerpo.
En fin, como les venía contando, me agarré una cuántica de aquellas. Y, aunque traté de quedarme lo más quietito posible, la tormenta era más brava que mi exmujer Sankar cuando la llamaba por otro nombre en la cama. La tormenta me revoleó por varias líneas temporales alternativas, sumergiéndome en irregularidades interdimensionales, haciéndome chocar con barreras metafísicas y bifurcándome en inoportunas cuerdas cósmicas (que, según escuché, son muy malas para el colesterol). Mi sombra se separó de mí por un momento. Creo que eso fue lo único positivo de este desastre, porque hacía buen rato que venía viajando con mi escamosa mascota y la Guía Intergaláctica Artificial como única compañera. Aproveché que tenía una baraja española guardada por ahí y jugamos unas cartas del mismo modo que me había enseñado mi abuelo (a quien, a su vez, le enseñó su propio abuelo). Al final resultó ser una tarde agradable.
Para cuando terminó el mal clima, ya no estaba seguro de si seguía en el mismo universo o en otro completamente diferente. Si me preguntan, todavía no lo estoy. Pero llegué a mi hogar y todo estaba bastante parecido a como lo había dejado. Aunque a Sankar la noté menos mal arriada y un poco más compasiva. Ya no me hincha tanto las pelotas. Así que yo hago de cuenta como que no pasó nada y sigo tranquilamente con mi vida.
Comentarios (12):
Amilcar Barça
16/01/2019 a las 17:05
Jajajaja. Oye Luci, ¿seguro que no tiene nada que ver el relato con la nochevieja? salu2
Mariel Sulbarán
16/01/2019 a las 23:14
Holaa! Es fantástico el ritmo que le diste a tu historia, no fue nada cansado leerla. Te recomiendo mejorar el conflicto central, brindarle al lector más emoción, en lo personal quede con ganas de más. Saludos
Luigi Callieri
17/01/2019 a las 11:09
Admirable trabajo. Una demostración de conocimiento de las cuestiones planteadas, con el distanciamiento de una ironía sabiamente administrada. Ahí es nada competir con Schrödinger, subiendo la apuesta y metiendo un dragón en lugar de un gato, en la caja que ya no sabes si está vivo o muerto, jeje.
Muy buenas las referencias a la literatura de “fantasía científica” y un acierto al enmarcarlo en un escenario doméstico. Este tipo de literatura me encant, muy propia del “autoestopista galáctico” e incluso de Úrsula L. Gwin
En resumen, gracias y ha sido un placer la lectura y el aprovechamiento que se puede hacer de los recursos que utilizas
Luciano Sívori
17/01/2019 a las 12:44
¡Gracias, Luigi Callieri! Hermosas palabras.
Orion
18/01/2019 a las 03:30
jaja Ey! me encantó la combinación del humor en el espacio junto a los terminos cientificos, me recordó a Frederick pohl en “Los exploradores del portico” muy bueno! Saludos!
ortzaize
18/01/2019 a las 14:00
muy bueno, esas fuerzas estelares y eso de recordarnos la vida diaria, jaja me ha gustado.
Escorpión
18/01/2019 a las 18:25
Mi saludo.
comentarios:
1-No encuentro claro el papel de los personajes en la historia.
2-Aunque me gusta este tipo de cuentos, esperaba un mejor final.
Te felicito por el intento.
Doralú
19/01/2019 a las 02:18
!Hola Luciano Sivori!
Me pareció un texto extraño, mientras más leía me decia: ¿y? Sin embargo, cuando lo volví a leer, como es mi costumbre, el texto me gustó. El relato de las peripecias y pensamientos de un tipo que atraviesa una tormenta. Algo sencillo pero al final me pareció encantador el relato.
Fue un placer leerte con este otro estilo.
Un abrazo
beba
19/01/2019 a las 02:59
Hola, Luciano: Una increíble ensalada de ciencia ficción,cuento fantástico y “realismo doméstico”. Vertiginosa historia, casi verborrágica. Genial, aunque entiendo cero de cultura espacial. Es como ver girar un jueguete con luces y admirarlo, nada más; y reirse con tu buen humor.
Conrad Crad
19/01/2019 a las 17:48
Hola Luciano,
Encantado de verte de nuevo por aquí.
Me gusta mucho como escribes y los recursos que utilizas.
Es un placer leerte, Luciano.
Un saludo
Raúl Exekiel
19/01/2019 a las 20:56
Hola Luciano.
Me encantan estas historias donde se mencionan términos de ciencia ficción.
Y además te intriga saber más sobre lo que se menciona.
Comentario aparte, gracias a tu blog encontré esta página en Diciembre y fue un gran descubrimiento.
Un abrazo grande!
Luciano Sívori
21/01/2019 a las 12:08
¡Hola a todos! Gracias por sus comentarios de aliento. Intentaré pasarme por sus textos también para comentarlos.
@Raúl Exekiel, qué bueno que mi pequeño blog haya servido para traerte a esta hermosa comunidad.
¡Saludos!