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El relevo - por Wolfy27 (Mònica Pérez)
El autor/a de este texto es menor de edad
En ese momento se encontraba apoyado en la pared del salón. El aparato. Aquello. Bajo la apariencia de un detector de metales común y corriente se ocultaba una tecnología totalmente desconocida hasta el momento. No emitía sonido alguno, solo una luz azul intermitente. Se proyectaba a intervalos regulares contra la mirada curiosa de Hans mientras este terminaba de comer la carne. Cuando su padre se levantó para coger los platos esa cosa ya estaba allí dispuesta a tomarle el relevo. Este volvió a tomar asiento incomodado y su mujer le puso una mano en el muslo; sonreía. Estaba convencida de que aquello les solucionaría la vida, pero, ¿acaso habían tenido muchos problemas?
La noche les escudriñaba a través de las ventanas, por lo que Hans decidió dirigirse a su habitación. Su hermana pequeña le siguió de cerca, mirando de soslayo la máquina que dejaba la vajilla en el fregadero. De no haberle importado la opinión de su hermano se hubiera aferrado a su camiseta, pero Ellie era la valiente, no le temía a nada.
– ¿Quién crees que subirá a leernos el cuento? – inquirió una vez se hubo metido en la cama.
El joven solo debía contestar “papá o mamá”, pero lo cierto es que no lo creía. Imaginaba el aparato abriendo un libro y leyendo con voz vacía y metálica. Un escalofrío le recorrió la columna, arañándole las mejillas. Se llevó las sábanas hasta la barbilla y terminó de remeter la cabeza. Oyó girar el pomo de la puerta pero la madera no cedía, no había pasos. Percibió alguien o algo hojeando su cuento pero no el áspero friegue de la piel contra el papel. Una luz azul constante había aplacado la pálida oscuridad.
– Todo el mundo era feliz hasta que desenterramos esta cosa. – musitó Ellie en la cama contigua.- ¿No crees, Hans?
El aludido no podía oírla, no era la voz que esperaba y temía, no era la que se precipitaría sobre su cuerpo y le privaría de sueño. Mientras tanto en un segundo plano se cultivó una cuestión: ¿por qué se habría estabilizado la luz? ¿Es que había cumplido su misión? ¿O tal vez el aparato que sostenía el libro no era el mismo que había descansado aquella tarde contra la pared del salón? Pero no encontró una respuesta, pues la historia empezó.
Comentarios (6):
Rufino Manzaneque Ramos
19/10/2018 a las 09:56
Inquietante historia Mónica,no me queda claro si “esa cosa” es un robot o un ser de otros mundos aunque escribir sobre algo irreal siempre queda la incógnita de no estar algo claro, tampoco me encaja el que a un joven alguien le lea cuentos en la cama, en todo caso a los niños, pero en la sociedad futura quien sabe.
Algo parecido a tu historia es la mía nº59 te animo a que me leas y recibir tus criticas.
saludos Proyman
IreneR
20/10/2018 a las 07:33
Buenas, Mónica.
La idea me gusta, pero no la he llegado a entender el todo. Me faltan algunos datos para entenderlo. Y la luz del final me pilló de sorpresa, ¿era importante? ¿qué significa? Igual podrías haberlo desarrollado todo un poco más, aún te quedaba margen.
Las rayas de diálogo no están correctamente usadas.
Nos leemos.
Un saludo.
Laura
20/10/2018 a las 13:08
Hola Mònica.
Coincido con quienes me preceden: la historia es inquietante.
¿tendrá continuidad?
No tengo nada que señalar en cuanto a lo formal.
Mis saludos.
Luciano Sívori
22/10/2018 a las 12:59
Intrigante. Inquieta el temor a lo desconocido. Hay algunas cuestiones formales del texto que se pueden revisar, pero nada grave.
Muy bueno.
Clau Cruz
23/10/2018 a las 05:48
Hola Moni
¡Suspenso total! Me gustó tu relato, aunque me quede con la duda del final…
Buena historia para desarrollar más adelante.
Nos seguimos leyendo
Soy tu vecina del 58
M. S.
23/10/2018 a las 10:52
Hola Monica
Interesante relato pero me he quedado con ganas de más. Eso sí vigila la puntuación de los diálogos, recuerda que los guiones deben ser largos.
El mío es el #77.
Saludos
M.S