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Las cinco de la tarde - por RosaR.

Un martes 5 de mayo los miembros de familia Fernández se levantaron con el pie izquierdo, hecho que desató una serie de eventos inusuales.
Todos usaron una sonrisa ese día al salir de sus casas. Cada uno de los miembros sintió los pies ligeros al caminar. La gente les sonrió, y ellos sonrieron de vuelta. Todo el mundo era feliz hasta que el reloj marcó las cinco. En la casa de Roberta, su abuela Catalina, quien reía a carcajadas se le atoró un trozo de comida en su garganta, mientras que Roberta caía de su silla. En el quiosco de la esquina el señor David, hijo de Roberta, no sacó a tiempo su mano izquierda cuando cerraba la caja registradora con la mano derecha. Un volcán expulsó nubes sin previo aviso cubriendo justo el pedazo de cielo donde Luis, hermano de Roberta, se había instalado para ver una lluvia de meteoritos que iba a tomar lugar unas horas después. Un hombre enmascarado salió corriendo y le quitó el celular a Laura, prima de Roberta, este hombre tropezó y su rodilla chocó contra el pavimento haciendo un sonido de crac, un segundo después el celular hizo el mismo sonido. El doctor Fernández, oncólogo, lloraba en su oficina tras leer los resultados de unos exámenes. Un minuto después Catalina ya estaba muerta.
El esposo de Roberta, José, quien tropezó el dedo meñique de su pie con una silla al correr para ayudar a Catalina, inmediatamente tomó el teléfono y llamó a los miembros de la familia. La última llamada, que no fue respondida, fue para Ana, la hija del doctor Fernández y el miembro más joven de la familia. Ana, durante los eventos de las cinco pisó algo resbaloso sobre el escenario, dio una pirueta en el aire y cayó sobre su costado izquierdo como si fuera a propósito, llenando de carcajadas el teatro. Sus lágrimas de dolor se transformaron en lágrimas de felicidad al escuchar como la sala se llenaba de aplausos.

Comentarios (9):

Alma

17/10/2018 a las 15:50

¡Hola Rosa!
Quedan diez minutos para las cinco de la tarde. Espero tener mejor suerte, y lo mismo te deseo a ti.
Una lectura sin duda entretenida. Muchas gracias.
Si te apetece, pásate por mi texto, tengo el número 127.
Saludos.

IreneR

18/10/2018 a las 07:27

Buenas, Rosa.

La idea me parece muy original, aunque habría que pulir el texto.

– “Un martes 5 de mayo los miembros de familia Fernández”. Los miembros de la familia.
– “Todos usaron una sonrisa”. No sé si es una expresión que utilizáis por tu zona, pero para mí las sonrisas no se usan. Creo que llevaban o tenían habría quedado más natural.
– “marcó las cinco. En la casa”. Aquí empieza toda la acción. Yo habría puesto un punto y aparte para darle más fuerza a lo que viene.
– “quien reía a carcajadas se le atoró un trozo de comida”. Falta una coma entre carcajadas y se le atoró, pues es una explicación.
– “chocó contra el pavimento haciendo un sonido de crac”. Lo de haciendo un sonido de crac me ha sonado muy extraño.
– “quien tropezó el dedo meñique de su pie con una silla al correr”. Los dedos no se tropiezan, una persona se tropieza y se da en el dedo meñique.

Esas son las cosillas que yo modificaría, pero esto es solo mi opinión.
Sigue escribiendo, la práctica hace al maestro.

¡Un saludo!

Dino Gon

18/10/2018 a las 17:20

Hola Rosa,
Me gustó tu historia, empieza con mucha potencia y engancha, el primer párrafo es de oro.
Después la historia es interesante y el ritmo es frenético con las oraciones cortas y la falta de puntos y aparte, aunque no encuentro la lógica de la separación de párrafos. Tal vez, si le dieses un par de oraciones más a cada personaje se hubiese entendido mejor.
Saludos,
Dino

JGulbert

21/10/2018 a las 15:47

Hola Rosa,

Una historia muy original y rocambolesca la de la familia Fernández.

Un relato entretenido. En algunos de los relatos que hemos

JGulbert

21/10/2018 a las 15:51

Continúo el mensaje de arriba, que de publicó son querer 🙂

Algunos de nuestros relatos cumplen los dos retos, pero se nos ve algo forzados, el tuyo ha quedado impecable, ni me he dado cuenta.

Un saludo

Moldy Blaston

22/10/2018 a las 09:42

Hola Rosa. Madre mía, qué ritmo tan frenético. Lo he leído casi sin respirar… Me ha parecido muy original y sin duda capta la atención del lector desde la primera palabra hasta la última.
Te animo a que sigas escribiendo y estaré atento a tus próximas aportaciones.
Si quieres visitarme estoy en el #13.
Un saludo

Fortunata

24/10/2018 a las 13:06

Hola

Es muy interesante. La primera frase engancha y está muy lograda. El dinamismo que presenta no se hace excesivo ni pesado y el formato corto creo que le va muy bien.

Lo que me intriga un poco es el final, ¿al final todo era una representación teatral?

Algunos fallos que veo ya los han comentado, así que no insistiré además algunos de ellos creo que pueden ser debidos a las diferencias del español entre países.

Estoy en el 84…

Saludos!

Ofelia Gómez

26/10/2018 a las 16:48

Hola Rosa

¡Muy bueno! Tendré sumo cuidado en levantarme con el pie derecho.

Muy bien llevado tu relato. Comienzas a leer y no paras.

¡Aplausos!

Saludos.

Laura

28/10/2018 a las 15:50

Hola Rosa.
Realmente, tienes pasta para llevar adelante historias divertidas.
Mis saludos.

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