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El Brebaje de la Vida - por UlisesR.

Web: http://booktoland.blogspot.com/

Todo el mundo era feliz hasta que la muerte llamó a la puerta, se sentó en el sofá, y esperó a que su mirada fuese matando lentamente a quién su alma se negaba a borrar. Sí. La muerte también siente y padece. Y para sorpresa de alguno, también tiene momentos en los que aborrece su trabajo. Mi abuela murió un once de mayo de mil novecientos noventa y tres, rodeada de gente que la quería, sin preocupaciones, y con la mentalidad de que le había llegado la hora de morir. Por esa parte todo transcurrió con facilidad. De hecho, alguno de los que estábamos allí llevamos nuestros pensamientos hasta el fin de nuestros días, incitados por la aparente tranquilidad emocional de quién no va a volver a abrir nunca más sus ojos.

« ¿Cómo quería morir?», pensé.

Mi familia no era precisamente la más feliz ni mucho menos la más rica, pero con nuestros problemas, aun cuando otros no podrían ni levantar la cabeza, éramos capaces de sacar la mejor sonrisa a relucir. Simplemente vivíamos la vida tratando de disfrutar cada momento. Y así hicimos, hasta que escuchamos los últimos latidos de su corazón. Uno por uno fuimos enfermando, como si fuéramos fichas de dominó que ven próximo su destino. Nuestras mentes comenzaron a temer por su final, aunque, por desgracia, acabó siendo el final el que se centró en nuestras almas. La ignorancia por nuestro destino era la única cura capaz de hacer frente a nuestro mal.

Comentarios (7):

Alma

17/10/2018 a las 15:30

Hola Ulises.
Confieso que he estado un buen rato pensando como dejar un comentario, por dos motivos:
El primero, es que soy nueva en todo esto, y no me siento preparada para opinar sobre los relatos de los demás. Sobre todo, cuando el texto me parece perfecto,como es este caso.
El segundo tiene que ver con el tema que has elegido aquí. Yo misma, estoy en estos días haciendo una reflexión sobre la muerte, que dista, en algunos aspectos, de la que aquí se refleja.
Aunque su presencia es y debe ser algo natural, no creo que tenga sentimientos, ni valores. Por lo que en muchísimos casos resulta cruel y fuera de nuestro entendimiento.
Me ha encantado leerte. Yo soy la anterior, la 127.
Saludos.

Minnie

18/10/2018 a las 16:20

Me gustó tu relato, lo leía en voz alta y su sonoridad era fresca y serena, propio de lo que describes y como debería ser un final ideal. En cuanto a la estructura en sí de la historia, más que un relato para mi es una reflexión donde no existe ningún tipo de desenlace, pero se disfruta su lectura.

Saludos,

Minnie
Brillante Idea #86

Janna Bolriv

18/10/2018 a las 20:32

Ulises, al principio me ha enganchado mucho el relato pues sus primeras líneas crean intriga. Pero luego me parece carente de nudo y desenlace.

Sin embargo hay una buena reflexión.

Estoy a dos relatos de la del tuyo, por si gustas pasar por el mío.

Saludos 🙂

isan

18/10/2018 a las 20:48

Hola Ulises:

Ya me contarás qué es lo que te resultó incomprensible en mi relato. Encantado de aclarar conceptos.

Correspondo con gusto a tu comentario:

Me ha parecido bien que empezaras el relato con la frase obligatoria. La mejor forma de encajarla sin problemas. Además le das pleno sentido y la encajas perfectamente.

Este relato, complejo y denso, es de los que invitan a la reflexión. Quizás merece una explicación una frase que no entiendo: “a quién su alma se negaba a borrar”.

Me ha gustado.

Un saludo.

Moldy Blaston

22/10/2018 a las 09:49

Hola Ulises. Confieso que me has enganchado desde el inicio y no he querido que se acabase tan pronto el texto. Muy reflexivo y moralizante creo que tus palabras pueden conseguir retumbar en cerebros adormilados. No soy quien para criticar o comentar estilos o formas. Simplemente te digo que me ha gustado, y mucho.

Mi texto es el #13 por si te da por pasarte.

Un saludo

Luigi Callieri

23/10/2018 a las 23:24

Hola Ulises,
Es una propuesta arriesgada y segura a la vez. Lleva un barniz que podríamse filosófico y poético aunque de una forma incompleta. Eso permite liberar a la,voz narrativa de ningún compromiso y repartir pronombres posesivos disfrazados de adjetivos y viceversa, sin que nadie se atreva a protestar. (El,reparto de los sus por ejemplo)
En resumen, es un texto que merece la pena tener en cuenta.
Gracias

Ofelia Gómez

26/10/2018 a las 14:25

Hola Ulises

Me gustó leerte. Has creado tu texto cuidadosamente.

Buena reflexión de una familia que se sorprende ante la muerte de quien, indudablemente, ha sido su sostén emocional.

Solamente la abuela, tal vez cansada de vivir, entiende que la muerte puede ser una amiga que la espera.

Me parece que deberías haber continuado con tu relato, es como que te quedas a mitad de camino. Da para mucho más.

Nos seguimos leyendo.

Saludos.

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