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El gato - por miguel_madrilesR.
Todo el mundo era feliz hasta que la familia creció. Habían adoptado un precioso gato, que lucía como un pavo real. Celoso de su territorio, no dudaba en defenderlo con sus afiladas garras. Además, demandaba mimos desde el primer día. Miguel era alérgico a los gatos. María, su pareja, no le dio importancia y el gato entró en casa. Los ataques de asma, con ahogos peligrosos, sólo cedían después de utilizar el inhalador. Gracias a él, su pecho congestionado se abría al oxígeno, y su piel azulada recuperaba su color natural. Miguel empezó a fabricar pequeñas trampas caseras, con el fin de acabar con el gato. Antes había probado a razonar con María, e incluso llegó a echar al gato de la casa. Inexplicablemente, al día siguiente el gato estaba sentado en el sofá de Miguel.
El gato, como buen felino, esquivaba las trampas mortales. A su vez, se arrimaba constantemente a él, en actitud melosa, pidiendo mimos. Esto provocaba broncoespasmos a Miguel, que tenía que utilizar el inhalador.
Una tarde que María había salido con sus amigas al cine, el gato se subió encima de Miguel, frotándose constantemente. Miguel consiguió a duras penas desembarazarse de él, mientras ya escuchaba sus pitos y estridores: tenía un nuevo broncoespasmo, bastante fuerte. Corrió por su inhalador pero no lo encontró en el sitio de siempre. Angustiado, jadeante y azulado, fue al baño a por el otro inhalador, el de reserva. Nada, no estaba. Volvió al salón, para llamar por teléfono a Emergencias. Pero estaba muy fatigado, sin oxígeno, mareado por su falta. Cayó encima de la alfombra, agonizante.
Lo último que pudo ver fue al gato, que tenía junto a si los dos inhaladores, y con las patas delanteras parecía dar aplausos.
Comentarios (9):
Alma
17/10/2018 a las 16:14
Hola miguel_madriles.
¡qué macabro! Aunque reconozco que me esperaba un final así.
Me gusta como está redactado, te sientes en la piel de Miguel, desesperado por sus ataques de asma. Indefenso, ante el felino que le quita el oxígeno. Has logrado una gran tensión final.
Un placer leerte.
Si te apetece… estoy en el número 127.
Saludos.
Minnie
18/10/2018 a las 16:10
Hola, una historia corta, para mí común al principio pues usualmente relacionas gatos con alergias, no me decía mucho. Sinceramente, no me esperaba ese final macabro, me sorprendió el gatito y en mi opinión ese acontecimiento salvó el relato de lo monótono. Saludos, nos seguimos leyendo.
Janna Bolriv
18/10/2018 a las 20:27
Miguel, has conseguido en pocas líneas el relato de este mes y el reto.
Me parece muy logrado y sorpresivo.
Espero pases a leer el mío que está cerquita del tuyo.
🙂
Osvaldo Vela
19/10/2018 a las 10:16
Hola Miguel, antes de todo, quiero agradecer tu visita a mi texto.
Mira que el tuyo me tiene con una sonrisa, que mis labios no pueden detener. El final es excelso cadenas cumple con el reto.
Solo me queda por agregar; !mira que gato más zorro! Por no usar un término más caprino.
Te felicito y adelante.
Susana
20/10/2018 a las 11:51
Uy, parecía algo muy cotidiano hasta ese giro final. Convivo con gato y alergia ¡dejaré mis inhaladores a buen recaudo!
miguel_madriles
21/10/2018 a las 09:15
Hola, gracias a todos por vuestros comentarios. La cosa es seguir animado y no dejar de escribir. Un saludo.
María Esther
22/10/2018 a las 01:58
Hola Miguel, los cuentos con gatos son interesantes. Este tuyo me ha gustado, por que parece que estaba celoso, siempre requiriendo mimos y atención de su dueña. Entonces no ha encontrado nada mejor que esconder los inhaladores para mostrar su carácter, y a la vez burlarse del dueño de casa con aplausos.
Espero que Miguel se recupere porque en este momento veo llegar a María, quien tuvo un aviso telepático, de que algo raro pasaba en su casa…
Saludos, sigue escribiendo.Estoy en el 15 ,si deseas visitarme.
Fortunata
24/10/2018 a las 12:53
Hola
Estoy por el 84. La verdad es que me he reído. Es muy divertido y el final me parece muy logrado. Breve pero bien escrito, desde mi punto de vista no le sobra ni le falta nada en cuanto a desarrollo argumental.
Tengo que decir que soy amante de los gatos, tengo 3…
Saludos!
Laura
28/10/2018 a las 16:04
Hola Miguel.
Tu gato se parece al cuervo del cuento de Poe, sólo que éste es bastante activo en el desenlace.
Creo que algunas oraciones pueden reformularse, algunas de ellas las encuentro bastante bruscas, en especial al principio:
Todo el mundo era feliz hasta que la familia creció, habían adoptado un precioso gato, que lucía como un pavo real. El animal, celoso de su territorio, no dudaba en defenderlo con sus afiladas garras, además de demandar mimos desde el primer día.
Miguel era alérgico a los gatos, pero María, su pareja, no le dio importancia, el gato se quedó en la casa.
Los ataques de asma de Miguel sólo cedían después de utilizar el inhalador; su pecho congestionado se abría al oxígeno, y su piel azulada recuperaba su color natural.
Es tan sólo un aporte.
Mis saludos.