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Los girasoles - por VioletaR.
Los girasoles
Tarde con aire perfumado de otoño.
Campos vestidos de destellos amarillos, rebosantes de vida.
Girasoles
Cabezuelas movibles bailando al compás del sol dorado
Tallos firmes, alineados y apretados entre sí, sintonía en movimiento.
Vincent deambula por surcos terrosos en busca de estas flores de escudo.
Cinco lienzos esperan por ellas en el atelier de la vieja casona.
Con espíritu creativo y colmado de ansiedad,sus manos de enredan entre plantas altivas y fuertes.
Corta las más bellas, delicada y cuidada selección.
Su amigo Paul Gauguin, llegará al anochecer,el tiempo se escapa, Vincent acondiciona su casa de Arles, la Provenza.
En ella se respira luz y calor, afuera las aguas del Ródano abrazan el refugio .
Caudaloso y manso se desliza por su lecho, brumosa atmósfera se desprende y lo envuelve .
En la galería,tirantes de madera ocres y amarillos adornan techos y balcones desbordantes de lavanda.
Pronto, los genios del arte se encontrarán en esta casa amarilla.
Su amistad, sus almas, ese momento mágico donde se conjugan gustos, placeres y vivencias.
Paul observa cada detalle, que con mucho cuidado su amigo ha preparado.
Sobre un antiguo mueble , están ahí, ceñidos, atados, dentro de un grotesco recipiente cerámico mirando el gesto de estos amigos, Paul bebé una copa de cognac,Vincent enciende su clásica pipa.
Se acomodan en los sillones y las palabras se entrelazan en la noche estrellada.
Girasoles amarillos, pétalos mustios, cabezuelas marchitas, testigos de esta loca y trágica amistad, teñida de celos y contrariedades.
Mientras tanto las flores esperan,esperan con melancolía ser protagonistas de una histórica y memorable obra .
Comentarios (9):
guiomar de zahara
18/09/2018 a las 08:54
Violeta: tu relato lo he vivido tan de cerca, que por unos instantes he estado allí con ellos: en su tertulia y en sus silencios.
En la torturada mente de Vincent van Gogh y a su hermano Theo templando su carácter mientras pintaba.
He pasado unos minutos muy agradables leyendo tu relato.
¡Enhorabuena!
Galia
18/09/2018 a las 22:57
Violeta, tu relato exuda colores, platicidad.Nos introduces en ese atelier de Van Gogh y llegamos a sentir el olor de las pinturas. Tienes un don que hace que puedas pintar con palabras y nos dejas la sensación de haber estado contemplando un cuadro.
Nos seguimos leyendo.
Saludos.
Galia
Ulises
18/09/2018 a las 23:23
Hola Violeta,
Un relato muy bueno, con muchos detalles y una muestra perfecta del entorno. Tú texto es capaz de transportar al lector al lugar donde transcurre la historia, demostrando, así, la calidad del trabajo. Enhorabuena.
Mi texto es el número 27, por si te apetece pasarte 🙂
María Jesús
19/09/2018 a las 16:52
Hola Violeta: Tu texto es muy original, muy poético, no es para nada mi estilo, que es más prosaico, pero no dejo de admirar el uso que haces de las palabras para hacernos visualizar la escena.Un trabajo de gran calidad.
Un saludo.
Carmen Ramarama
21/09/2018 a las 20:25
Hola Violeta.
Una pintura impecable. Ambientación, entrecruzamiento de sensaciones y sentimientos muy vívidos.
Y conocimiento del tema.
Felicitaciones.
Si quieres leerme estoy en el 167.
Hasta la próxima.
Violeta
21/09/2018 a las 22:09
Hola Violeta:
Muy sentido y lleno de color tu texto. Estuve allí, en ese atelier, lo vi tan claro.
Sugerencia: después de algunas comas, falta el espacio.
“Corta las más bellas, delicada y cuidada selección”
yo pondría un punto después de bellas.
Estoy en el 102. Y coincidencia: con el mismo nombre!!!
Everett_Russo
22/09/2018 a las 08:32
Hola Violeta:
¡Un texto sorprendente, enhorabuena! Debo comenzar diciendo que nuestros estilos, por lo menos el que muestras aquí, son totalmente distintos. Aun así, me ha parecido que haces una apuesta osada, tratas un tema interesante y lo que presentas está cuidado y bien escrito.
Quizá el formato elegido haga que la lectura sea más lenta; eso me ha parecido. Puede que sea a propósito, supongo que sí. Pero no sé cuánto aguantaría en un texto más largo.
Por otro lado, y esto ya son manías/gustos personales, cambiaría la palabra “movible” (me parece que no pega con el tono del resto de léxico); y, recalco que esto es personal, esas frases sin verbo (“sintonía de movimiento”, “delicada y cuidada selección”) dan demasiada pretenciosidad al relato.
Que esto no desmerezca tu magnífica propuesta. Sigue sorprendiéndonos.
Nos leemos!
Cecilia Kleiman
25/09/2018 a las 23:38
Hola, Violeta.
Gracias por tu visita a mi relato y por tu invitación a pasarme por el tuyo.
Me gustó mucho. Es muy poético.
Con gran habilidad y de manera muy hermosa has sabido situarnos a todos en la casita amarilla de Arlen.
Un abrazo!
Cecilia Kleiman
25/09/2018 a las 23:39
Comento otra vez porque me olvidé de cliquear “envíame por correo los comentarios a esta entrada”. 🙂