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Los girasoles - por (¯`•¸•´¯)YOLI L(¯`•¸•´¯)R.

Web: https://aprendiz-literatura.blogspot.com/p/temas.html

Corrían rumores de guerra en Villachica, por tal motivo, los esposos Ivanov querían parir una niña, ya que de ser varón estaría obligado a asistir al servicio militar.

Nació Nikolay, fue creciendo hasta convertirse en un bello adolescente de rasgos apolíneos, pelo largo y rubio, muy apetecido por todas las mozas del pueblo, pero no se le veía entusiasmado por ninguna, por lo que el padre pensaba:

«¿Será que ante tanto mimo de la madre se le desvió la hormona?»

***

Estalló la guerra.
—¡Los soldados vendrán a llevarse a los hombres útiles para defender el país! —anuncia por megáfono el alcalde de esa comuna.
Los padres del muchacho se angustian.
—¡Me lo van matar! Lo más parecido a un arma que ha usado, es el hacha para la leña y ni con eso se le ven trazas —dijo la madre muy agobiada.
Entonces, ella urde un plan para evitar que le arranquen de los brazos a su mimado. Lo habla con su marido y éste sin entender muy bien, acepta que el hijo no acuda a las filas, más por evitar el enojo de la mujer, que por convencimiento.

Días después, llegan los reclutas, aporrean cada puerta para ingresar. En el hogar de los Ivanov, encuentran un hombre tosiendo y a una hermosa muchacha doblando ropa.
—¿Hay más varones aquí además de usted, señor? —pregunta con voz autoritaria el cabo al mando, sin quitar la vista de la belleza de la joven, cuya cabellera rubia la adorna una diadema de girasoles.
Los padres disimulan inquietos, temiendo que aquel miliciano sospeche algo.
—No oficial, solo somos mi esposa Inga, mi hija Nikola y yo —contesta Boris en intervalos por la tos.
El cabo lo mira.
—Se le ven buenos brazos, tendrá que venir con nosotros.
—¡No se lo lleven! —suplica la señora—. Es el único curandero del pueblo, lo vamos a necesitar.
—Dadas las circunstancias, él nos será útil para los heridos.
Ante el argumento del recluta, ella pide despedirse del esposo. Acceden entre pícaras sonrisas. La pareja pasa a otra habitación. Al salir, la mujer muy triste les encomienda que lo cuiden porque está enfermo.
—¿Enfermo? ¿Qué padece? —preguntaron sorprendidos.
—No sabemos, el médico de la capital dice que puede ser tuberculosis.
Al momento Boris tose quedando casi morado y bota mucha sangre, por lo que ellos se alejan alegando que más bien este curandero debería curarse a sí mismo.
Por la noche, la familia celebra la idea del disfraz y la herida a la lengua del marido, así ambos se libraron de ir al frente.

La historia habría quedado ahí de no ser que el cabo Mijaíl quedó prendado de la moza de los girasoles y volvió a la semana siguiente. Los Ivanov convencen al hijo de mantenerse disfrazado ante las inminentes visitas.

El oficial está luchando en batalla, pero cada vez que tiene licencia visita a la chica y le lleva regalos. Los progenitores están preocupados por la actitud del retoño, parece que le está gustando el papel y no le es difícil interpretarlo. Entonces, para separarlos, comentan al soldado que Nikola desde niña está prometida al hijo del doctor. Él hace caso omiso y promete volver en dos meses exactos, para pedir la mano.

Por esos días llegó a la villa, Lena, una joven que movida por la fama del curandero, vino a tratarse la depresión por la pérdida del padre en combate. En el consultorio estaba Nikolay, no más verse quedaron flechados. Varias visitas más. Ella enamorada, se siente mejor.

La guerra no concluía y la mentira al militar tenía que seguir, por lo que el chico cuenta a Lena lo que sucede. Ella lo ama y no desea volver a sufrir otra ausencia, así que lo apoya y junto a los pobladores planean una estrategia para librarlo de esa situación.

***

Mijaíl ya nombrado capitán, llega al pueblo para cumplir la promesa. Queda extrañado al ver a todos reunidos en el cementerio, se acerca y ve a un destrozado Boris echando la última palada de tierra sobre una fosa. Un lugareño le dice que están enterrando a Nikola. Desesperado pide verla por última vez, ante la insistencia, Inga le cuenta entre lágrimas lo sucedido a su niña.
—Quemaba sarmientos, de pronto se envolvió en llamas. No pudimos hacer nada. —Solloza desconsolada.
El militar, ciego de aflicción, no se percata del muchacho entre los asistentes, solo coloca la diadema de girasoles sobre la tumba de su amada.

Nunca más volvió.

Comentarios (28):

Otilia

17/09/2018 a las 17:48

Hola Yoli L.,
Has escrito una historia que aunque se desarrolla en tiempo de guerra
tiene pinceladas de sainete. Despliegas gran imaginación.
Quizás me chirría la frase ” Los progenitores están preocupados por la actitud del retoño, parece que le está gustando el papel…”
En mi opinión deberían estar preocupados porque el oficial se de cuenta del engaño y tengan problemas.
¡Buen trabajo!
Saludos.

Don Kendall

17/09/2018 a las 18:22

Hola Yoli. Me corresponde comentar tu trabajo.
Me gusta la elección que has hecho de presentar un cuento de tradición oral más que literaria :
1 – Está formado por una sucesión de episodios; que
2 – Los episodios están subordinados a los personajes,
3 – Se resuleven de forma rápida los problemas y conflictos;
4 – Es atemporal y el narrador lo sitúa en un espacio aparentemente real.
En este sentido también están presentes algunas de las 31 funciones que Vladimir Propp enunciaba en su Morfología del cuento, y que no me enrrollo más.
En resumen, un trabajo que cubre los estándares del cuento y relaciona
de fora impecable los elementos propuestos, de ambiente de guerra y girasoles.
Gracias por el aporte

Yoli L.

17/09/2018 a las 20:14

Hola Otilia

Gracias por tu visita y comentarios. Tomaré en cuenta lo que me indicas, como lectora me es muy importante cómo te llega la historia 🙂

¡Nos leemos!

Laura

17/09/2018 a las 20:32

Hola Yoli L.
Tu trabajo, que ya lo habìa leìdo por tu blog, me resulta propio de comedia de enredos.
En un lugar leì que muchas veces hacemos un resumen de la historia, dando como alternativa presentar una situaciòn concreta, por ejemplo, la de la presentaciòn del muchacho ante el oficial y la salida por el cambio de sexo.
En lo formal, está muy bien escrito.
Hasta la pròxima propuesta.

Yoli L.

17/09/2018 a las 20:48

Hola Don Kendall, muy agradecida con tus comentarios que me motivan a seguir adelante 🙂

Buscaré el material de Vladimir Propp.

¡Nos leemos!

Yoli L.

17/09/2018 a las 20:53

Hola Laura

Gracias por la apreciación a mi relato y la visita al blog 🙂

No me queda muy claro tu segundo párrafo, en una segunda visita me lo amplías, gracias.

¡Nos seguimos leyendo!

Laura

17/09/2018 a las 21:25

Hola Yoli L.
Con relaciòn al segundo pàrrafo, enmarcas una historia màs grande de lo que la escena, en mi criterio, pide. Yo imagino la escena como algo que se da en un pequeño marco temporal que debe ser precisado, y en tu caso, encuentro la totalidad de la historia contada.
En tu caso, habrìa seleccionado una de las situaciones de tu historia, como ya te señalé, la irrupciòn del sargento en busca del muchacho, con la desesperaciòn de los padres y del mismo muchacho, con la salida por el cambio de sexo, o que el sargento visita a la familia, desconcertado por el error de informaciòn, aunque en el pueblo puede averiguar si hay efectivamente un muchacho o una muchacha, y tener que decidir entre su deber y su afecto, si realmente lo descubre, o lo de su amor por Lena y la forma en que debe luchar consigo mismo y còmo lo resuelve. Todas alternativas para desarrollar en tan sòlo 750 palabras. El resto, la totalidad de la historia, da para todo una novela donde puedes ir desarrollando adecuadamente las caracterìsticas de los personajes.
Ah, me habìa olvidado, me pareciòn muy bueno el final.
Hasta la pròxima.

Nicolás

17/09/2018 a las 22:05

Hola Yoli, primero agradecerte por tu comentario en mi relato.
Tu historia me pareció muy buena, el ingenioso plan de la familia me llegó a sacar una sonrisa al ver que dio resultado. Mientras leía podía imaginar cada escenario y suceso con facilidad, que es lo que mas me importa cuando estoy leyendo. Tu imaginación es admirable.
Espero prontamente leer otro texto tuyo.
Saludos.

Yoli L.

17/09/2018 a las 23:25

Gracias Laura por volver, me ha quedado más claro a lo que te refieres y eso me daría para más de 750 palabras 🙂

De hecho, el primer borrador contaba con más de 1500 palabras y conforme fui metiendo tijera, temí que no se entendiera.

¡Hasta la próxima!

Yoli L.

17/09/2018 a las 23:30

Hola Nicolás

Que gusto saber que la historia provoca imágenes, es un buen dato para mí el saber que llega así al lector y que además le evoque una sonrisa 🙂

Gracias por tu visita y conceptos.

¡Saludos!

Marlene Flores González

18/09/2018 a las 18:00

Hola Yoly:

Si, tu relato provocó imágenes también a mi. Me parece ingenioso y me ha hecho reír, pese a la temática de la guerra.

Me ha gustado.

Un saludo

José Torma

18/09/2018 a las 18:22

Hola Yoli.
Cuando una historia está bien contada, se disfruta. La comedia es difícil y tu sales victoriosa en la empresa. Me gustó mucho el tono pícaro y sencillo en que lo relatas. La historia es verosímil y simpática. En una guerra, es difícil encontrar motivos de risa, pero aquí tu logras presentar un relato que pisa con desenfado en ambos temas y sale airoso.
Muchas felicidades.

JUANA MEDINA

18/09/2018 a las 21:56

Hola Yoli, Ingeniosa y pícar tu historia. Muy bién llevada. Te han aportado cosas muy interesantes, sobre todo Laura, como para que puedas hacer de esto algo más grande y detallado.
Felicidades

Auxi Morata Alegre

18/09/2018 a las 22:06

Hola Yoli L!
Tu relato me ha gustado porque me ha parecido más una fábula que una novela, es la típica historia que te cuentan tus abuelos y al final Nikolay es moreno pero tu tía dice que era rubio… xD
Es muy bonito ver lo que una historia te puede evocar en tan pocas palabras.
Soy la del 87, por si te quieres pasar.
Un beso! Nos leemos!

Yoli L.

19/09/2018 a las 20:04

Gracias Auxi, Juana, José Torma y Marlene por la visita y comentarios.

Es grato saber que en 750 palabras consigues provocar sensaciones en el lector.

Ya pasé por sus relatos.

¡Nos seguimos leyendo!

Norelkis

19/09/2018 a las 22:44

¡Hola!

Jajaja me ha encantado esta frase: “«¿Será que ante tanto mimo de la madre se le desvió la hormona?»” Es cierto, no es normal que un chico no sea un poco flirteador en su adolescencia; aunque sea en su mente.

Es mi undécimo favorito.

Fue un relato atrevido, entretenido y fuera de lo común. No tengo palabras para decir lo mucho que lo disfruté.

¡Nos vemos desde el 133!

Yoli L.

19/09/2018 a las 23:39

Hola Norelkis

Muchas gracias por tu visita y comentario que me llena de ganas para seguir exponiendo mis escritos.

Iré a leer tu trabajo.

¡Saludos!

Obdulia MolinaJara

20/09/2018 a las 01:16

Hola Yoli, he leido tu relato, me ha parecido muy ingenioso, creo que has cubierto las expectativas del ejercicio, tiene una buena trama y el esperado final felíz de las historias. Ha sido grato leerlo.

Obdulia MolinaJara

20/09/2018 a las 01:16

Hola Yoli, he leido tu relato, me ha parecido muy ingenioso, creo que has cubierto las expectativas del ejercicio, tiene una buena trama y el esperado final felíz de las historias. Ha sido grato leerlo.

Aqua

20/09/2018 a las 21:38

Hola Yoli, me ha parecido un relato muy original y con un ritmo que lo hace fácil de leer. Me parece ver a Nikolay riéndose del pobre (o no tan pobre) cabo. Enhorabuena

Karian V

21/09/2018 a las 01:50

Uhau! Este relato juega con las emociones magistralmente! Me llevaste de la risa a la tensión. Te felicito y te buscaré el próximo mes.

Charola

22/09/2018 a las 06:17

Hola, Yoli L.
Te agradezco tus comentarios a mi relato.
El tuyo me gustó, aunque las escenas corrían rápidas, unas tras otras. De todas maneras me parecieron bastantes fluidas y con humor. ¡Felicitaciones!
Estoy de acuerdo con el comentario de Otilia en ese punto.
Algunos mejorables:
-Lo habla con su marido. Creo que sería mejor: Habla con su marido.
-y éste sin entender muy bien, acepta que …
-y este (sin tilde), (“coma”, porque lo que viene es aclaración y tiene que estar entre comas) sin entender muy bien, acepta que…
Nos seguimos leyendo. Un abrazo.

Yoli L.

23/09/2018 a las 00:02

Hola Obdulia

Gracias por tu visita y comentarios.

!Nos leemos en la próxima¡

Yoli L.

23/09/2018 a las 00:05

Hola Aqua

Así que te parece ver a Nikolay riéndose del pobre cabo jeje, tu perspectiva como lectora. Yo en cambio lo visualizo relajado, que ya no tiene que fingir.

Gracias por tu visita.

Yoli L.

23/09/2018 a las 00:06

Hola Karian

Me gusta saber las emociones que, como lectora, te trasmite este relato.

Nos seguimos leyendo.

Yoli L.

23/09/2018 a las 00:09

Hola Charola

Gracias por tus mejorables. No me quedó claro donde tiene que quedar la coma en la siguiente oración:…y este sin entender muy bien, acepta que el hijo no acuda a las filas, más por evitar el enojo de la mujer, que por convencimiento.

Si pasas por aquí por favor me lo anotas.

Gracias por tu visita.
Un abrazo.

Cesar henen

23/09/2018 a las 01:13

¡Hola YoLi!

Curiosa historia la que nos presentas, me ha gustado la situación de enredos en la trama. Lo único que no me cuadra es el inicio “Corrían rumores de guerra en Villachica, por tal motivo, los esposos Ivanov querían parir una niña, ya que de ser varón estaría obligado a asistir al servicio militar.”
Siempre los rumores de guerra son porque está próxima a comenzar, 6 meses o un año, máximo 3, y no duran tanto como para que una pareja decida tener una hija en lugar de un hijo para que no vaya a la guerra, tomando en cuenta que para que una persona se pueda enlistar debe cumplir 18 años, y ya si es muy necesario a falta de hombres o mujeres para la guerra, se tomen a los menores de edad o a los ancianos en buenas condiciones. En 18 años la guerra ya es para que haya terminado o nunca haber ocurrido. La otra solución si la guerra iba a ocurrir en 18 años o más, lo mejor era no tener hijos.

¡Saludos desde el 50!

Yoli

28/09/2018 a las 17:10

Hola Cesar, muy respetables sus razones 🙂

En mi percepción al realizar el relato, una pequeña villa, muy alejada de esos países que viven constantemente en guerra y poco a poco se van extendiendo sus dominios de odio para seguir luchando por motivos incluidos los religiosos.

Los habitantes de mi historia, crecieron con ese temor, que algún día “los encontraran en el mapa”, como así sucedió, y reclutar a los hombres de ese pueblo.

¡Nos seguimos leyendo!

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