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Los girasoles - por Charles BabelR.
El autor/a de este texto es menor de edad
El interior de aquella casa podía verse a través del agujero que recibía a sus visitantes. A penas quedaba en pie un trozo de la pared frontal y el marco de la puerta de una madera que había sido maltratada tras cientos de primaveras. El agujero parecía haberse hecho premeditadamente y facilitaba el acceso a la vivienda.
Tras reconocer el terreno y asegurarse que no era peligroso aventurarse en aquel lugar, esquivó con destreza los escombros que se apilaban en la entrada y con un golpecito ligero entró sin dificultad. Un jarrón roto sobre la alfombra del recibidor fue lo primero que llamó su atención, además del olor pestilente que llegó a sus fosas nasales nada más poner un pie en aquella casa. Todas las ventanas estaban cerradas a calicanto y reforzadas por dentro con listones de madera colocados de manera horizontal y sujetos con clavos de hierro oxidado. Desenfundó su cámara y con el flash activado apuntó primero hacia el jarrón y luego echó otra fotografía a las ventanas. Su instinto le hizo seguir el mal olor y subió unas escaleras que crujían con cada movimiento. Arriba estaban los dormitorios. Se adentró en uno de ellos y encontró apilados sobre la cama 3 cadáveres de niños que parecían no tener más de 3 años. A los pies de esta, había un gran ramo de girasoles en señal de luto. Contuvo las lágrimas, aguantó el fuerte olor que desprendían los cuerpos y sacó nuevamente su cámara para retratar aquella terrible escena.
Tocó varias veces a la puerta y solo cuando una voz desde el interior le dio paso, la cruzó lentamente con la cabeza baja.
-Buenos días director Charles. Venía a comunicarle mi baja voluntaria- su voz parecía resquebrajarse.
-Buenos días, Robert. ¿Tu baja? Pero si has vuelto hace tan solo unos días- respondió completamente asombrado por aquellas palabras-. ¿Pasó algo en Irán?
-Nada que no hubiera pasado ya. No puedo continuar fingiendo que no soy humano, que todo aquel desastre es normal y que es ético invadir la intimidad de una familia para luego exponerla en nuestro periódico.
-Pero, Robert, ese es precisamente nuestro trabajo. Te contraté porque solo tú eres capaz de hacer que el público se ponga en la piel de las víctimas, de sentir su pena, su dolor…
Intentó durante varios minutos convencerle de lo que bueno que era en su trabajo y de lo mucho que el periódico le necesitaba, pero Robert había tomado una decisión irrevocable. Aquella misma mañana un artículo que rezaba el título de “Los girasoles sin vida” narraba la historia de la guerra de Irán y venía ilustrada con aquella horrible imagen firmada por Robert Layton, reportero de guerra.
Comentarios (9):
Gaia
17/09/2018 a las 19:56
Muy bueno!!
Repites la palabra olor.
Puedes buscar sinónimos.
Debes escribir el nombre del número ejemplo: tres. No 3.
Buen tema!
Jesús López
18/09/2018 a las 12:58
Hola Charles. Lo primero gran texto y lo segundo gracias por tu comentario en mi relato. Me ha gustado mucho como trabajas con el tema de la moralidad, la ética y la invasión de la privacidad hacia ciertas figuras denominadas “públicas” desde algo como es el periodismo.Me hubiera gustado quizá que el dialogo entre jefe y empleado fuera más profundo y se describieran más los sentimientos del fotografo. De todas formas, me ha gustado mucho.
Un saludo
Yraida
18/09/2018 a las 16:17
Estoy de acuerdo con los comentarios anteriores.Agrego que el temor de incurrir en el “dequeismo” nos hace cometer errores. Me explico: “asegurarse que no era peligroso”. En este caso lo correcto sería “asegurarse de que no era peligroso”. Hay que revisar otras formas de expresión, las cuales deben mejorarse. Por lo demás me parece que mantiene el ritmo. Me ha gustado. Sin embargo, los girasoles en señal de luto, al pie de la cama, no me convencen. Se siente como un parche.
Yraida
18/09/2018 a las 16:17
Estoy de acuerdo con los comentarios anteriores.Agrego que el temor de incurrir en el “dequeismo” nos hace cometer errores. Me explico: “asegurarse que no era peligroso”. En este caso lo correcto sería “asegurarse de que no era peligroso”. Hay que revisar otras formas de expresión, las cuales deben mejorarse. Por lo demás me parece que mantiene el ritmo. Me ha gustado. Sin embargo, los girasoles en señal de luto, al pie de la cama, no me convencen. Se siente como un parche.
Auxi Morata Alegre
18/09/2018 a las 21:36
Hola Charles!
Debo de decir que me gusta mucho la premisa de tu relato y como tratas los temas más duros de la guerra, realmente leyendolo puedes sentir que estás dentro de esa escena tan cruda.
Si debo de sacarle alguna pega revisa bien los fallos que ya han comentado los compañeros, debo de decir que coincido con Yraida no me cuadran los girasoles como señal de luto y queda algo descolocado en el texto.
Soy tu vecina del 87 por si te que quieres pasar 🙂
Un beso! Nos leemos!
Luna Paniagua
19/09/2018 a las 12:44
Hola, Charles. Muy buen relato, con ese punto de vista hacia la intimidad de las víctimas y la ética periodística, importante y actual.
De donde yo soy los girasoles tienen mucho significado, incluso místico y mitológico. Así que no se me ha hecho extraño en absoluto encontrarlos en esa escena.
Un saludo,
Luna
Laura
21/09/2018 a las 10:16
Hola Charles.
Me ha encantado tu relato.
Sólo consideraría lo de quitar el epìgrafe de la foto, sabemos quién es el fotògrafo y su profesiòn. Nada màs que ello.
El resto, muy bueno.
Mis felicitaciones.
María Jesús
24/09/2018 a las 19:19
Hola Charles: Primero decirte que para ser menor de edad, escribes como alguien que lleva años dedicándose a ello. El texto es fabuloso, buen ritmo, bien descrito y que te toca la fibra sensible. A mi me ha encantado además, me pongo en el pellejo del fotógrafo y hubiese hecho lo mismo que él. Enhorabuena.
Saludos desde el 9.
Charles Babel
26/09/2018 a las 11:23
Maria Jesus, gracias por tu comentario. No sé por qué aparece que soy menos de edad, pero no lo soy.
Un saludo!