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Los girasoles - por StinkelgenerosoR.
Samantha se agachó tras el muro de una vieja casa derrumbada y miró a su alrededor. El paisaje era grotesco. Soldados muertos y miembros arrancados descansaban esparcidos por el terreno sobre el que se formaban charcos de sangre, en los que las gotas de lluvia creaban ondas al caer.
El enemigo era poderoso. Mientras su tropa mataba a uno de esos alienígenas, éstos mataban a cinco de los suyos, diezmándolos de manera considerable.
Los gritos resonaban como ecos llevados por el viento provocando que se le erizaran todos los vellos del cuerpo. El aire, a pesar de estar en campo abierto, traía el olor de la muerte, sangre y vísceras.
Fue, entonces, consciente de que todo estaba perdido. No podían hacer nada contra sus armas y, cada vez, eran menos. Nunca llegarían a tiempo los refuerzos. Quizás, ya no quedaran refuerzos… ni esperanza.
Las manos le temblaban, le costaba sujetar el fusil. Los disparos no cesaban y los proyectiles pasaban silbando cerca de ella haciéndola estremecer.
Sam cerró los ojos y por unos instantes se vió transportada a la pequeña granja de su padre en la que, por esas fechas, solía tener plantada una parcela de girasoles que giraban buscando los cálidos rayos del sol. Sus colores amarillos y anaranjados se confundían con los del atardecer.
Veía a su hijo, Donovan, siempre sonriente, quien corría delante de su abuelo bajo su atenta mirada… Casi podía oler el campo, la tierra mojada después del regado, el perfume intenso a madera y sándalo de su padre, el aroma dulce del cabello de su hijo.
Un proyectil, que impactó e hizo estallar parte de la pared en la que Sam se cubría, la sacó de su ensoñación. Sus lágrimas se confundían con el agua de lluvia que la empapaba. Nunca volvería a verlos. Pero tenía que luchar e intentarlo, por ellos, por ella y por su campo de girasoles, aunque muriese en el intento.
Inspiró profundamente tratando de calmar su acelerado pulso pero la adrenalina se lo impedía. Cogió con fuerza su fusil, se enjugó las lágrimas en la mojada camiseta, se sorbió la nariz y se dispuso a salir pero, entonces, notó un leve temblor de tierra que cada vez iba a más. Miró hacia atrás y una sonrisa se dibujo en su rostro. Salió de su escondite y con un grito de guerra se enfrentó al enemigo con un único pensamiento: «Sí hay esperanza».
Comentarios (7):
Norelkis
17/09/2018 a las 20:21
¡Hola!
Es una de las ideas más increíbles que he visto hasta ahora. ¿Guerra contra extraterrestres? Me sorprendió mucho, aunque me hubiera gustado saber la reacción de la sociedad cuando fueron invadidos.
Sin embargo el final me deja con la intriga. ¿Qué pasó? Sólo un temblor en la tierra. Por el uso de fusiles deduzco que la guerra empezó en los 1700 o algo así.
Saludos desde el 133
Verónica R.
18/09/2018 a las 02:22
Hola, mucho gusto.
Me gusto mucho la idea, algo muy fuera de lo pensado. Tiene buenas descripciones y partes nostálgicas, pero me hubiera gustado saber algo de como eran esos extraterrestres o sobre su origen aunque básico. Fue muy entretenido y me gustaría saber tu opinión en mi relato, es el 158.
Pd: Yo se que te habías equivocado y primero mandaste el relato en los comentarios jajaja puede fallar.
Simón Martín
18/09/2018 a las 21:02
Hola, Stinkilgeneroso:
Sí, es un relato con protagonistas distintos, lo cual le da cierta originalidad al texto. Y eso es bueno, de entrada. Sin embargo, al igual que a Norelkis, me dejó pendiente el final. ¿Porqué hay esperanza? ¿Por un temblor que puede ser terremoto? ¿O porque llegaba alguien más grande y poderoso que los alienígenas, capaz de hacer templar la tierra? No creo que sea asunto de suspenso. Aparece, más bien, como un fiel inconcluso. Por lo demás, atractiva la historia, pero, sobre todo, como lo dije al inicio, muy original. ¡Saludos!
Amadeo
19/09/2018 a las 14:36
Stinkelgeneroso.
Buen relato. me gustó aunque los alienígenas solo aparecieron al inicio. Buenos los recuerdos de esa madre. ¿Una mujer, con fusil, combatiendo? Creo necesitar más detalles.
Dices: «Sí hay esperanza». Creo deberías decir. «Sí,hay esperanza».
Felicitaciones
Estoy en el 157 por si quieres leerlo y comentar.
Amadeo, Argentina
IreneR
20/09/2018 a las 15:41
Buenas, Stinkelgeneroso.
Un relato original con una guerra muy particular.
Me ha gustado, aunque hay algunas comas a lo largo del texto que no están bien colocadas y dificultan un poco la lectura. Además de otras que faltan, como ese “Sí hay esperanza”, tal y como lo escribes parece una frase condicional, si hay esperanza… no moriremos.
Aunque mencionas un par de veces los girasoles, no me parece que tengan la suficiente presencia ni protagonismo como para que el relato lleve ese título.
Aun así, ha estado interesante de leer.
Un saludo.
Charola
23/09/2018 a las 22:04
¿Llegaron los poderosos refuerzos que hicieron temblar la tierra?
Hola, Stinkelgeneroso.
Me gustó la originalidad de tu relato. Interesante y se lee de un tirón.
Felicitaciones.
Te invito a leer el mío. #72.
Laura
24/09/2018 a las 12:08
Hola Stinkelgeneroso.
Al igual que quienes llegaron antes, ¿qué hace retumbar la tierra detrás de él? La frase Sì hay esperaza, es porque realmente ese retumbar le hace generar esperanzas o sòlo para darse ànimos en la batalla?
Por lo demàs, un relato muy bien logrado.
Mis saludos.
Hasta la próxima propuesta.