Literautas - Tu escuela de escritura

<< Volver a la lista de textos

LOS GIRASOLES - por Cesar HenenR.

Temprano en aquella mañana cuando apenas había abierto mi florería, llegó una pequeña niña de aspecto humilde. Amablemente y como a cualquier cliente que entra le pregunté si podía ayudarla, a lo que me dijo que no, que tan solo miraba. Y en efecto eso hacía, miraba un hermoso ramo de girasoles. La pequeña lo tomó y miró el precio, quizás demasiado para ella, pues un suspiro dejó escapar de su ser, dejándolo en su lugar y saliendo de mi local.

Al día siguiente al llegar a mi negocio me acordé de esa niña, durante todo el día estuve esperando verla entrar, creí que volvería, sin embargo no lo hizo, ¿la decepción del precio y su pobreza la alejaría quizá de las ganas de comprarlo? Un día normal para mí, buena venta diría yo, muy a pesar de la guerra que ocurría y que la misma aumentaba el precio de muchas cosas; pero algo curioso, esos girasoles que quería la niña, a pesar de ser muy hermosos no se vendían y, no era por ser extremadamente caros, una persona con cierta cantidad los podía comprar, probablemente ese ramo aguardaba por ella.

Pasó un par de días en que ya no volví a ver a esa jovencita, hasta que de nuevo la vi llegar: Hay estaba ella, de cierta manera me alegré de verla, sus ilusiones por algo no se han quebrado. Entró, yo la observaba. Ella como con cierta pena volvió a mirar el precio, extendió su mano y pude ver que tenía dinero, a la distancia y debido a que lo dijo en voz baja le escuche decir « pronto será tuyo». La pequeña salió de mi tienda tan pronto como lo había dejado. Me conmovió de sobremanera que estuviera ahorrando para un regalo.

Cuando ya se había ido me acerqué hasta el ramo y, como por instinto le cambie el precio por uno mucho más bajo volviéndolo a colocar en su lugar, regresé al mostrador. Esa niña hizo acordarme un tanto de mi niñez junto a mis padres antes de su muerte durante la segunda guerra mundial, fueron años tan difíciles de superar, tanta tragedia y, quién diría que años después otra guerra llegaría de nuevo a este país.

Una voz femenina me despertó a mi realidad preguntando si estaba correcto el precio del arreglo floral que tenía en sus manos. Miré que era el mismo que tanto quería aquella pequeña, por fortuna podría arreglar otro idéntico para la pequeña
—Claro, las ventas no han ido bien y tengo que bajar precios. —Le dije.
—Tiene usted las flores más bonitas, en estos tiempos tan desagradables nada alegra más que las flores. —Mencionó la mujer. Pagó y se marchó.

Días después la niña llegó a mi tienda, al ver que no estaba el ramo una expresión de desilusión se dibujó en su rostro. Sin remedio se dirigió a la salida. Le dije que no se fuera, que el ramo que tanto quería aún esperaba por ella. Me miró extrañada y caminó hacia mí.
—Ya no lo veo. —dijo con tristeza.
—Lo guarde para ti, espera aquí —Le contesté.
Entré a la parte trasera de la tienda y saqué el ramo, por supuesto no era el mismo, había confeccionado uno nuevo para ella.
—Dada tu perseverancia le hice un descuento. —le dije.
La pequeña sacó el dinero y aún le faltaba un poco para poder pagarlo en su totalidad, notando eso se entristeció.
—No te preocupes, ya es tuyo. —Le mencioné.
Con la inquietud le pregunté para quien sería el ramo, a lo que me respondió:
—Es para mi mamá.
—¿Está enferma? Siempre vienes sola.
—Hace un par de meses que murió por la guerra y estas flores son para su tumba. Le gustaban los girasoles. —Me sorprendí al escuchar eso.
— ¿Sabes? Te voy a regalar otro ramo, escoge el que más te guste.
—¿Es en serio? —Me preguntó.
—Desde luego.

Esa niña es tan parecida a mí, también ha quedado sin padres a temprana edad, la única diferencia es que mis padres eran dueños de viveros y de esta florería la cual me heredaron después de su muerte, aunque no han sido fáciles de mantener, sé que mis padres hubieran hecho lo mismo que yo por esa criatura.

La pequeña tomó un arreglo de rosas amarillas, agradeció con una sonrisa y se marchó.
Ha quedado en mí la satisfacción de ver en su rostro la alegría por conseguir los girasoles para su madre.

Comentarios (15):

Patricia Redondo

17/09/2018 a las 22:14

Hola Cesar

Las historia está bien , pero para mi gusto excesivamente recargada en su narración , descripciones y expresiones (por ejemplo: pues un suspiro dejó escapar de su ser). Le resta naturalidad y deja poco espacio a la imaginacion del lector.

Creo que a veces menos es más y tu texto deberia de aligerarse un poco.

Nos seguimos leyendo! Estoy en el 49 por si te apetece pasarte

Saludos!

IreneR

18/09/2018 a las 11:00

Buenas, Cesar.

Me ha gustado el relato, pero hay algo que me chirría un poco. El narrador cuenta demasiado, nos explica cosas que sería mucho mejor verlas, que nos las contases por medio de los diálogos y no narradas, eso le daría mucha más fluidez al relato. Un ejemplo, en mi opinión, es el primer párrafo. Narras que le pregunta y que ella responde, pero en un diálogo había quedado más natural.

“Hay estaba ella,”, ese hay no es del verbo haber, es ahí, pues indicas el lugar en el que se encuentra.

Y tendrías que mirar un poco las normas de los diálogos, la puntuación no es correcta.

Mucho ánimo y a seguir escribiendo.

Nos leemos.

Un saludo.

Laura

18/09/2018 a las 11:50

Hola César.
Me ha gustado tu historia. Ya se ve venir desde el comienzo.
Es verdad que menos es mas, por lo que si puedes, da ingreso al César “manos de tijera” para podar y mejorar la forma.
Tal vez podìas ampliar la explicaciòn de la relaciòn de la madre de la niña con los girasoles, o en los sentimientos del florero ante la niña, pero es tu elecciòn, tan sòlo te aporto propuestas que puedes tomar o dejar.
La guerra está apenas soslayada, en cambio los girasoles son protagónicos, sin ellos no habrìa historia, por lo que te felicito por ello.
Mis saludos.
Hasta la pròxima propuesta.

ANGEL CLIMENT

18/09/2018 a las 11:58

Hola César: Bueno, pero no tanto como nos tienes acostumbrado, haz caso a mis predecerores y muestra con dialogoc, etc., Tú lo puedes mejorar.
Nos leemos – Saludos

Cesar henen

18/09/2018 a las 23:13

¡Gracias, Patricia, Irene,Laura y Angel por su visita y comentario!

Aunque podría sonar a excusa, este relato es una modificación de otro relato para el taller del mes pasado que no envié porque no lo terminé, y como para este mes no me venía a la mente nada sobre guerras y girasoles modifique este.

En cuanto me sea posible les regresare a cada uno la visita.

Karian V

20/09/2018 a las 00:23

Saludos Cesar:
Como el narrador está en primera persona me sentí en primera fila. Me gustó el tema y la sensibilidad que desprende. Siempre te leo. Mucho exito!

De vuelto

20/09/2018 a las 01:41

Me parece que tiene un manejo delicado y una suave narración. La historia se me hizo plana y un poco forzada. Creo que un par de recortes lo mejoraría.

Gracias por visitar mi relato, el número 52

Sower

20/09/2018 a las 03:58

Me parece que la historia en general está muy bien, es interesante y hermosa.

Sin embargo podrías mejorar la parte que dice “Miré que era el mismo que tanto quería aquella pequeña, por fortuna podría arreglar otro idéntico para la pequeña” Donde podrías reemplazar el segundo “pequeña” por “ella” para no repetir la palabra.
¡Mucha suerte!

Cesar henen

21/09/2018 a las 00:44

¡Muchas gracias Karian por tus palabras!

Cesar henen

21/09/2018 a las 00:47

Totalmente de acuerdo contigo De vuelto, al ser una historia para el tema del mes pasado, ciertas cosas me vi forzado a cambiar y que quizá no hayan quedado bien con el tema que nos tocaba este mes.

Cesar henen

21/09/2018 a las 00:48

Sower muchas gracias por tu visita y comentario, tomare en cuenta tu sugerencia.

Charola

24/09/2018 a las 06:03

Una linda y tierna historia. Me gustó.

En este párrafo: “Esa niña es tan parecida a mí, también ha quedado sin PADRES (huérfana) a temprana edad, la única diferencia es que mis PADRES eran dueños de viveros y de esta florería la cual me heredaron después de su muerte, aunque no han sido fáciles de mantener, sé que mis PADRES (ellos) hubieran hecho lo mismo que yo por esa criatura”.
Mencionas tres veces padres en poco espacio. Te sugiero que cambies un poquito la redacción para que no los repitas.

Nos seguimos leyendo.

Cesar henen

26/09/2018 a las 22:52

¡Gracia Charola por tu visita y comentario!

claudia fiori

28/09/2018 a las 02:46

El personaje de la niña es interesante. Tal vez podría haber tenido algún conflicto que permita al lector jugar con la historia, más allá de la falta de dinero para comprar las flores.
Creo que en el vínculo que se establece con el vendedor hay un potencial que podría ser desarrollado desde un lugar menos predecible y más sustancioso.
Nos seguimos leyendo

Cesar henen

01/10/2018 a las 03:45

¡Gracias a todos por su visita y comentario!

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *