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Los girasoles - por Ramón ReyesR.+18
Al inicio de la madrugada, a la lejanía se escucharon los primeros disparos, frecuencia que aumentó con transcurrir del tiempo hasta convertirse en un verdadero tiroteo. Los moradores no sabían que hacer el temor y el desaliento se adueñaron de sus vidas. Sabían de estos tiroteos en otros pueblos, habían tomado sus previsiones, pero la sorpresa las superó.
Este conflicto bélico entre gobierno y rebeldes había fracturado al país desde hacía unos cuantos años. A esto se había añadido un tercer elemento, un escuadrón de asesinos despiadados que respaldaban al gobierno.
Este escuadrón presumía que el pueblo era partidario de los rebeldes y por eso debía ser castigado.Estos sanguinarios asesinos no respetan ningún convenio internacional, así que violaban, saqueaban y no dejaban testigos.
A veces huir no era cobardía, sino una osadía. Tomé las cosas que podía cargar y huí, ya había vivido esa experiencia en mi pueblo natal, donde perdí a mis padres y hermanos.
Corrí sin parar para alejarme del pueblo y de la muerte; para mi sorpresa me seguían mis dos compañeros inseparables: mis perros.Entramos a la boscosa montaña para escapar y encontrar un lugar para iniciar una nueva vida.
El camino a la esperanza era tortuoso. La poca comida que pude llevar se acabó, me alimentaba con frutas silvestres que algunas veces lograba conseguir, hasta me atreví a compartir con los perros la presa que habían atrapado.
El viaje fue tan largo, que mi ropa se volvió jirones, el hambre acortaba mi resistencia. Me sentía muy débil. Había caminado muchos kilómetros en unos tres meses, pero ya no podía más.
Creí que había llegado mi hora, de repente me desmayé y no supe más de mí.Tanto huir para no morir, de la muerte es difícil escapar.
Desperté a la semana, por ahora estaba vivo, debajo de una carpa rodeado de mangueras, en esta condición pasé un mes, tiempo en el cual me estabilicé.Poco a poco me recuperé.También me enteré que gracias a la ayuda de mis perros pude sobrevivir.
El lugar era refugio para atender a aquellos que huían de la guerra fratricida del país vecino.
Más allá del refugio se extendía un sembradío de girasoles que semejaba un lecho dorado, donde el sol expandía sus rayos originando una simbiosis de armonía y belleza.
Todas las tardes, junto a mis dos compañeros, salía a contemplar el ocaso sobre estas flores adoradoras del sol, ese sol que les da vida.
Mi vida es como un girasol, he girado alrededor de las circunstancias que me ha tocado vivir.
Comentarios (6):
Susana
17/09/2018 a las 19:10
Hola Ramón Reyes
Tu relato se me hizo bueno, aunque tienes algunas fallas en tu redacción y te hacen falta algunas comas, pon màs atención en eso para que en tu próximo relato lo domines.
Sigue escribiendo y leyendo!
Estoy en el relato 111 por si gustas leerlo y comentarlo.
Bonito dìa! 🙂
Carolina Phillips
19/09/2018 a las 19:32
Hola!, me gusta la historia detrás de tu historia, este conflicto armado que parece tener muchas aristas y que interviene drásticamente en la vida de las personas.
respecto a lo mejorable, concuerdo con los comentarios sobre la redacción, además, creo que podría haberse desarrollado mejor el arco del protagonista, creo que podría ser más interesante.
El final no lo entiendo muy bien, si pudieras explicármelo te lo agradecería, porque puede inferirse que sus circunstancias son como su sol, me confunde un poco.
Muchas gracias por compartir tu texto, el mío es el 113 por si quieres comentar por ahí 🙂
Carlos Jaime Noreña
20/09/2018 a las 03:28
Qué buen relato, Ramón, diferente a los de guerra convencional entre ejércitos, a los antiguos de trincheras. Presentas situaciones propias de estas guerras desestructuradas que estamos viviendo en algunos países, con narración directa y realista y con un análisis muy acertado.
Aunque los girasoles parecen traídos de los cabellos al final, están muy a propósito para plantear esa metáfora de la vida.
Tienes que revisar la puntuación para corregir algunos errores.
Saludos, y sigue escribiendo.
teresa Godoy
25/09/2018 a las 14:00
BUEN RELATO, A MI PARECER , LE FALTO DIALOGO….
teresa Godoy
25/09/2018 a las 14:01
BUEN RELATO, SOLO FALTO UN DIALOGO….
Poetajc
01/10/2018 a las 06:39
Hola Ramón
El relato comienza bien pero el desenlace me ha parecido un poco cogido con pinzas y creo que al texto le falta más fuerza.
Saludos (109)