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El ambicioso burlado - por (¯`•¸•´¯)YOLI L(¯`•¸•´¯)R.

Web: https://aprendiz-literatura.blogspot.com/p/temas.html

¡Cuánta razón tuvo Eros, el turista griego! —dice Roched frotándose las manos. —Fue tan fácil ganársela hace unos meses en aquella apuesta, además de que me cedió todos los derechos. ¡Esto es una mina de oro! Lo que aún me parece extraño fue su actitud, más bien parecía aliviado al entregármela y concluyó diciendo que ahora trabajaría en algo mejor que tenía en mente.

Se sacude la cabeza como si con eso espantara los pensamientos. Continúa revisando el material que solicitó con urgencia ya que las ventas, según las estadísticas de la semana anterior, van en aumento.

—Paja, fieltro, terciopelo, sedas, lazos, cintas y los hilos especiales. Está completo el pedido.

Y como si hablara con alguien, prosigue diciendo:

—En esta isla soy el único que fabrica estos accesorios seductores y es que tienen el toque que le brinda esa fórmula secreta, que les impregna ese éxito rotundo.
—La avaricia aflora en su semblante.

De la bodega, pasa a la tienda de despacho. Abre la ventana y desde ahí mira que apenas asoma el sol, el mostrador de caoba aún no recibe su cálida luz, por ello piensa que debe ser muy temprano, y es que no se entera de la hora, debido a que hasta el fino reloj de pulsera perdió anoche en el juego.

Con libreta en mano, realiza una inspección por el laberinto de estantes, camina por delante de las diferentes secciones comprobando que cada una tenga el producto correspondiente y anota el diseño faltante para elaborarlo.

—Aquí están los modelos vintage para el romanticismo; chapeos forrados en terciopelo rojo con esencia de pasión; güitos de paja para la conquista; tricornios de fiesta que ayudan a desinhibirse; gorros coloridos con filtros de belleza y en la sección de caballeros los de copa, que le brindan a él ese aire de je ne sais quoi.

Termina el control con una sonrisa de satisfacción. Se dirige a la puerta principal, gira la lámina de plata donde reza el grabado ABIERTO, así con mayúsculas y con luces de neón para que se lea desde lejos. Descorre el cerrojo del portón de metal.

—Esta tienda está lista para comenzar —dice con entusiasmo y regresa al mostrador, al otro lado de este espera a su clientela, mientras tanto, confecciona sombreros.

Pasa el día elaborando, el sol ya casi se oculta en el horizonte, ha terminado la jornada, llega a la puerta para cerrar y…

—¿Qué extraño?, hoy por tercer día consecutivo, cierro la tienda sin que haya ingresado ningún cliente, no me lo explico. Este negocio no sabe de crisis y el amor no se limita por dinero. Empiezo a preocuparme, si la situación sigue así, no podré mantener mi nivel de vida. Y ahora que me fijo bien, he visto muy poco movimiento en el pueblo. ¿Dónde han ido todos? —Se nota la preocupación en su rostro.

Mientras está de pie en la entrada del establecimiento, ve pasar a una de sus clientas habituales, mujer regordeta, entrada en los cincuenta y que ha tenido varios romances, todos propiciados por sus sombreros, pero es tan insegura, con mirada huidiza que no logra afianzarse con ninguno, por ello es de sus mejores compradoras, así que le ha extrañado no verla desde hace días.

—Ummm —dice entre dientes al tiempo que se rasca la barba— lo que más me sorprende es que hoy luce resplandeciente, segura de sí misma y con un aura diferente. ¿Qué le habrá sucedido?

Ella vuelve su mirada a él al sentirse observada.

—¡Vaya, qué gusto verle Sr Roched! —expresa sonriendo.

—El agrado es para mí, Eleonora pase un instante para que hablemos. —Con cortesía la toma del brazo para que ingrese, entretanto ella le deja saber que será un momento porque va deprisa.

—Estaba muy preocupado por usted, imaginé estaría enferma al no verla por aquí—clama en forma casi paternal.

—Sí, es cierto…, hace casi un mes —suspira aliviada—. Quiero que sepa que he estado muy contenta de ser parte de su clientela durante todo este tiempo y le agradezco su ayuda, pero ya no necesito venir más.

—¿Y eso a que se debe o ya no le gustan mis sombreros? —exclama con ansiedad.

—¡Es que me casé! —Enseña el anillo. —Salgo de excursión con otras parejas que gracias a usted se han formado. ¡Salimos todos en plan de luna de miel por varios meses! —comenta muy efusiva mostrándole el pasaporte y papelería de las rutas suministradas por la agencia de viajes Eros.

Comentarios (17):

IreneR

18/08/2018 a las 07:17

Buenas, Yoli.

Me ha gustado tu relato. Es fácil de leer y llegas al final sin que te des cuenta.
Aunque quizá me ha faltado alguna explicación más del desenlace. Diría que el señor Roched se ha quedado sin clientes por que al final sus sombreros han hecho su trabajo, pero me habría gustado leer lo que piensa el hombre sobre eso. Al quedarse en el diálogo me da la sensación de que falta algo. Pero vamos, esto puede ser cosa mía.

Se te pasó una raya de diálogo a la línea siguiente, diría: “—La avaricia aflora en su semblante.”.

Buen relato.

Un saludo.

Doralú

18/08/2018 a las 15:59

¡Hola Yoli L!

Me ha gustado mucho tu relato. Lograste mantener mi atención. Usaste un lenguaje sencillo para realizar una historia muy bien contada, con buen ritmo
El titulo me parece muy acorte con la historia.

Un abrazo

Yoli L.

18/08/2018 a las 23:49

Hola Irene

Gracias por tu visita y comentario al relato.

En efecto, el Sr Roched se queda sin clientes por la efectividad de los sombreros. Ante tu pregunta, ¿qué piensa este señor al respecto?, puedes encontrar la respuesta al principio del relato, porque el volverá a ese pensamiento.

A quien le ganó la invención de los sombreros seductores, sintió que se la entregó aliviado y más bien le dijo se dedicaría a otro negocio. Roched deberá ahora deducir que le pasó lo mismo que a él.

Y a como es de ambicioso este protagonista, es posible que en otro pueblo, busque en el juego a un incauto para “perderla” y así luego, montar una agencia de viajes en ese mismo lugar, al menos parece que es mejor negocio ya que los viajes son para varios meses.

¡Saludos!

Yoli L.

18/08/2018 a las 23:51

Gracias Doralú por tu apreciación al relato y al título.

¡Un abrazo!

Leosinprisa

20/08/2018 a las 08:11

Hola Yoli

Extraño relato, no exento de una complejidad que en un principio no se adivina, y no es hasta el final que el misterio se desvela. Creo que has hecho un inteligente uso de las palabras del reto para construir una trama entretenida, aunque con tu explicación posterior queda mucho más clara para quien pudiera perderse por el camino.

Mi enhorabuena por ese esfuerzo. Ha sido un placer leerte. Un saludo.

De vuelto

20/08/2018 a las 21:10

Gracias a la explicación: fui uno de los que se perdió en el camino.

Mi relato es el #45

isan

20/08/2018 a las 21:51

Hola Yoli L:

Como suelo hacer, primero te comento alguna cosilla de forma que me ha llamado la atención y que yo cambiaría.
En el comienzo habría que poner la raya de diálogo ya que así se muestra: “—dice Roched…”
“—La avaricia aflora en su semblante.” Esta frase está en un párrafo de diálogo, por lo que sobraría la raya, tanto si sigue siendo diálogo como si se trata de una frase del narrador.
“…je ne sais quoi.” Al ser una expresión en otro idioma (en este caso francés), debería ponerse en letra cursiva. En este caso entre comillas ya que el formato de Literautas no permite ese tipo de letra.
“—Esta tienda está lista para comenzar —dice con entusiasmo y regresa al mostrador, al otro lado de este espera a su clientela, mientras tanto, confecciona sombreros.” No veo clara esta frase. La secuencia que narra es que, después de correr el cerrojo, regresa al mostrador y se encuentra al otro lado a la clientela. Además, en lugar de atenderlos, se pone a confeccionar sombreros. Quizás es que le faltan secuencias que completen la frase.
“—¿Qué extraño?, hoy por tercer día consecutivo, cierro la tienda sin que haya ingresado ningún cliente, no me lo explico.…” Tal vez en lugar de signo de interrogación le iría mejor de admiración: ¡Qué extraño! También cambiaría la primera y última comas por puntos. Este cambio también lo haría en alguna otra ocasión.
“…le ha extrañado no verla desde hace días.” Si la tienda la ha abierto hace tres días, no parece mucho tiempo para que se extrañe de su ausencia. Luego se dice que hace un mes que no pasa por la tienda y “…estado muy contenta de ser parte de su clientela durante todo este tiempo y le agradezco su ayuda,”. Has para mi entender una confusión de tiempos.
“—¿Y eso a que se debe o ya no le gustan mis sombreros?” QUÉ lleva tilde en este caso. Además yo pondría punto después de DEBE y quitaría la letra o.
Otras cosas que no me han quedado claras es que hace meses le ganó la tienda en el juego, pero no la pone en funcionamiento. Tampoco me ha parecido que se le llame ambicioso (en el título) a quien quiere prosperar aunque lo gane en el juego ya que si lo ha ganado es porque alguien se lo ha jugado en una apuesta.

En cuanto al fondo me ha parecido un relato entretenido. Pero el final no me ha gustado ya que no creo que sea merecedor de un escarmiento semejante. La moraleja del relato me parece fallida. Esto, o no he entendido nada. Ya me dirás.

Un saludo

Yoli L.

20/08/2018 a las 22:42

Hola leosinprisa y De vuelto

Agradezco la visita y comentarios al relato, iré a visitarlos.

¡Saludos!

Yoli L.

20/08/2018 a las 23:15

Hola Isan

Agradezco tu amplio análisis, los mejorables me ayuda a aprender. Como he comentado, llevo dos meses de no escribir y de estar alejada incluso de las lecturas, debido a tener la logística de la ampliación de obras en mi casa. En verdad me sentí oxidada al realizar este texto, por lo que tomaré muy en cuenta lo que me señalas.

Te comento que en el segundo párrafo del relato quise dar a entender que la tienda tiene varios meses de funcionamiento (al poco tiempo de ganar la invención de sombreros seductores en el juego montó la tienda), al mencionar las últimas estadísticas de las ventas. Puede ser que no esté claro.

“…al otro lado de este espera a su clientela” se refiere al mostrador, al otro lado del mostrador espera a la clientela y como él mismo confecciona los sombreros, aprovecha el tiempo en fabricarlos, mientras llega el cliente.

Ambición, según el diccionario: es lo que nos mueve y motiva día a día a sobresalir, a ser mejores, pero también se suele confundir la ambición con la avaricia. Por esa parte, nuestro protagonista si tiene la intención de tener ganancias, pero como tiene el vicio del juego, sigue con ello (hasta perdió su fino reloj), por lo que en su caso era más para seguir con su “nivel de vida” que para nada es responsable.

Y lo de burlado, es porque creyó haber ganado una mina de oro y más bien Eros buscó a quien dejarle (perderla en el juego) la invención de sombreros seductores, que ya no le era rentable.

En cuanto si es o no merecedor del escarmiento, tu como lector puedes interpretarlo a tu gusto y me es muy respetable.

Espero haberte aclarado algunas dudas y gracias por tu tiempo. Te iré a visitar.

¡Saludos!

isan

21/08/2018 a las 13:45

Hola Yoli:
Te agradezco las explicaciones que aclaran lo que puede ser una mala interpretación por mi parte. Nada, a seguir dándole a la tecla.
Un saludo.

Ulises

22/08/2018 a las 13:45

Hola Yoli,

Personalmente el argumento me pareció bastante interesante, aunque, quizás, no comparto la forma en la que lo contaste, recurriendo a tanto guión, que en algunas ocasiones me resultan innecesarios. Por lo demás, y excepto en algunos párrafos en los que noto algunos errores (como nos pasa a todos), pienso que has hecho un buen trabajo.

¡A seguir escribiendo!

Yoli L.

23/08/2018 a las 01:08

Hola Ulises

Gracias por tu apreciación como lector, me es muy importante.

¡Nos seguimos leyendo!

Laura

23/08/2018 a las 21:59

Hola Yoli.
Tu propuesta es interesante, aunque esperarìa algo mà, màs que das alguna indicaciòn al principio y luego la dejas.
Por un lado tienes la costumbre del fabricante con relaciòn al uso de buenos materiales, por otro su adicciòn al juego, y por último el motivo por el que no tiene clientes a pesar de que generlamente los hubo.¿Nunca hubo sorpresas cuandos se sacan el sombrero? Disculpa, tal vez sea un problema sólo mío.
Yo buscaría algo màs que utilizase en la confecciòn de los mismos para que la seducciòn continuase hasta llegar al matrimonio, como sucediò con la señora, hasta que aparentemente encontró el que le permitiò casarse y ser feliz.
Y me hizo bastante ruido lo de un cartel de luces de neòn de ABIERTO en una sombrerería de sombreros seductores.
Tal vez no te he podido interpretar, lo que te indico es tan sòlo mìo como lectora aficcionada, nada màs.
Por lo demàs, en cuanto a lo formal, creo que debes dejar espacio entre el guión y el parlamento.
Saludos.
Hasta la pròxima propuesta.

Charola

25/08/2018 a las 05:40

Hola, Yoli L.
Gracias por leer y comentar mi relato.

Voy al tuyo. Sabes que previamente lo leí y entendí muy bien todo tu relato. Me gustó. Solo falta pulir algunas cosillas.

El protagonista de tu historia al inicio habla para sí mismo, entonces no hay diálogo, por lo tanto todo lo escrito hablando con él mismo tiene que estar entre comillas angulares:

«¡Cuánta razón tuvo Eros, el turista griego! —dice Roched frotándose las manos—. Fue tan fácil ganársela hace unos meses en aquella apuesta, además de que me cedió todos los derechos. ¡Esto es una mina de oro! Lo que aún me parece extraño fue su actitud, más bien parecía aliviado al entregármela y me dijo que ahora trabajaría en algo mejor que tenía en mente». (te corregí también la segunda raya, primero la raya y luego el punto y al final solo “me dijo”).
«Paja, fieltro, terciopelo, sedas, lazos, cintas y los hilos especiales. Está completo el pedido».

Y como si hablara con alguien, prosigue diciendo:

«En esta isla soy el único que fabrica estos accesorios seductores y es que tienen el toque que le brinda esa fórmula secreta, que les impregna ese éxito rotundo». La avaricia aflora en su semblante.
Y seguir así, solo cambiar cuando hay diálogo con la mujer.
-no se debe poner abreviaturas como Sr. , debe ser señor.

Por lo demás me gustó. Felicitaciones. Seguimos leyéndonos.
Un abrazo.

Yoli L.

27/08/2018 a las 22:53

Hola Laura

Agradezco tu lectura y mejorables al relato, ten la seguridad que los tomaré muy en cuenta ya que me es importante como recibe el mensaje el lector.

Si comentarte que al vivir Roched en una isla (doy a entender hay pocos habitantes), que así como Eleonora encontró esposo gracias a los sombreros seductores, realizará el viaje en compañía de otras parejas que así como ella, lograron tener compañero gracias a ese accesorio, por ello la baja en ventas, casi no quedan parejas casaderas 🙂

Nos seguimos leyendo.
Saludos.

Yoli L.

27/08/2018 a las 22:58

Hola Charola, tienes mucha razón en lo que me indicas, como comenté tengo 2 meses alejada de la literatura y en verdad al volver a escribir tuve muchas dudas, pero ante la premura de enviar el relato, no las evacue todas.

En tu primer lectura en el blog, me indicaste que tenía una frase muy larga, corregí la que supuse y parece esa era ya que no me la anotaste ahora.

¡Gracias por tu tiempo!
Nos seguimos leyendo.

Labajos.

28/08/2018 a las 20:05

Hola Yoli,
En primer lugar debo felicitarte por la cantidad de visitas de tu relato. Se ve que circulas con agilidad por Literautas. De la cuestión formal ya se han ocupado mis predecesores y en cuanto al tema he de decirte que me ha parecido curioso: nada menos que un lugar donde la venta de filtros de amor, en forma de sombrero, tiene como dirían los economistas “saturado del mercado”. No se si yo estaría cómodo en un lugar como ese. Lo que se tiene seguro no se cuida.

Una posible solución empresarial, hubiese sido incorporar al producto el componente de “obsolescencia programada”, como hacen ahora los fabricantes, la gente seguiría necesitando sombrero, pero, transcurrido un tiempo diría: “Estos sombreros ya no son como los de antes”, y volvería a entrar en la tienda.

Como ves, despiertas mi imaginación.

Un saludo.

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