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DESDE LA VENTANA - por Edmundo Dantés
Web: https://elfabulador1005.blogspot.com/
Se despertó más pronto de lo que le hubiera gustado, inspeccionó los muebles viejos y el anticuado papel pintado de las paredes de la habitación del hotel. Intentando no hacer ruido, se levantó y se vistió. En el lavabo, notó un fuerte olor a tabaco.
– Maldita sea, Laura ha vuelto a fumar dentro de cuarto de baño otra vez – murmuró.
Desde la ventana de la habitación del destartalado establecimiento, observó, con sus cansados ojos verdes, el laberinto de calles que parecía extenderse hasta el horizonte. Un paisaje gris moteado por el azul chillón de los depósitos de agua de los tejados. Abajo, en la calle, la gente parecía ir y venir sin un propósito claro.
Se recogió en una coleta su larga melena rubia, era temprano, pero ya empezaba a hacer calor. El olor del aire anunciaba la cercanía del mar.
Su amiga todavía dormía hecha un ovillo en la cama. La noche anterior, llegaron tarde y el largo trayecto fue duro, un montón de horas de vuelo y apenas pudieron dormir.
Por fin, se había decidido a hacer este viaje y arrastró a su amiga en la aventura. Recordó la reacción de su madre cuando le anunció su propósito.
– No sé qué esperas encontrar allí – le dijo fríamente.
Hacía años que su padre había muerto y para su madre aquellos años fueron dolorosos y se cobraron un alto precio.
Observando la ciudad, reflexionó sobre lo diferente que hubiera podido ser su vida. Así juega con las personas el destino o el azar. Tenía el pasaporte en su mano y leyó, nacionalidad: española.
– Buenos días – le dijo Laura que acababa de despertarse.
– Hola – respondió ella.
– ¿Qué te pasa? – le preguntó su amiga viendo su cara de tristeza.
– Nada – respondió ella secamente.
Laura estaba sorprendida, la alegría y la emoción de la noche anterior, al aterrizar en el aeropuerto y cruzar en taxi las calles de aquella ciudad, había dado paso a una extraña melancolía.
Ella seguía delante de la ventana mirando toda aquella decadencia urbana, parecía el día después de una guerra.
Sus padres no habían querido hablar demasiado sobre su época de juventud, pero ella tenía un montón de preguntas.¿ Qué les empujó a abandonar una vida confortable en su patria y viajar hasta aquel país? ¿Qué sintieron cuando sus sueños se truncaron y ni siquiera pudieron regresar a su tierra natal? ¿ Cómo rehicieron sus vidas en España lejos de los que querían?
¿A esto había quedado reducido aquel sueño? – pensaba, mientra seguía escudriñando las calles que rodeaban el viejo hotel, aquí y allá, habían solares abandonados donde crecía una maleza de un verde exuberante, la mayoría de los edificios presentaban un estado casi ruinoso, producto de decenas de años de abandono. El fantasma de una ciudad que debió ser muy hermosa en sus años de esplendor.
– Valeria, vamos a desayunar – le dijo su amiga.
– Un momento – respondió ella.
¿Española? ¿argentina?, a veces sentía que no pertenecía a ningún sitio. Volvió a mirar su pasaporte, lugar de nacimiento, La Habana.
Comentarios (5):
Stinkelgeneroso
17/08/2018 a las 18:40
Hola.
No está mal pero hay cosas que quitaría. Por ejemplo: omitiría lo del lavabo, al principio, y el comentario que le sigue; El diálogo entre las amigas se me hace insulso, podrías haber profundizado más en cómo se siente la protagonista a través de ese diálogo, (aunque entiendo que en 750 palabras es difícil); y por último, la nacionalidad. No me ha quedado claro ni de dónde es ella, ni sus padres, ni por qué está donde está y por qué en ese momento.
Por lo demás, todo perfecto.
Karian V
19/08/2018 a las 00:31
Saludos Edmundo
Me gusta como evocas la imagen de pobreza dentro y fuera del hotel, permite tener un cuadro general.
No comprendí los países…me imagino que estas describiendo la Habana y viven en España, pero me perdi con el otro. Mucho éxito.
Angela Moreno
21/08/2018 a las 03:58
Hola Edmundo!
Teniendo en cuenta el título de tu relato, me gusto! Desde una ventana, Valeria intentaba reencontrarse (o eso entendi).
Pero estoy de acuerdo con Stinkelgeneroso, yo también omitiría la parte del diálogo. Es más su amiga Laura no suma en la historia (para mi sobra). Por lo demás, me encanto. No se Exactamente en qué ciudad estaba la protagonista pero me gusta como la describes. Para mí era una ciudad latina y si según tu historia es Argentina, mucho mejor!
Sigue escribiendo y nos leemos pronto!
Saludos desde Colombia!
Edmundo Dantés
22/08/2018 a las 13:59
Pensé que todo quedaba aclarado al final del cuento, pero veo que no. La idea del relato nace, por una parte, de la historia de una chica que conocí hace unos años, sus padres eran argentinos, ella había nacido en Cuba, y luego vinieron a España. La otra fuente del cuento es mi impresión de la ciudad desde un hotel en la Habana Centro.
Laura
25/08/2018 a las 21:49
Hola Edmundo.
Coincido con quienes me preceden en cuanto a los diàlogos y la confusiòn de ciudades.
Tal vez te faltò centrarte en lo que querìas motrar: ¿la dualidad de quienes nacen en un paìs y viven en otro? ¿la huida para buscar…que? ¿desarrollar una amistad no aceptada en su lugar natal?
Tal vez con màs espacio puedes desarrollar mejor la historia.
Saludos.
Hasta la pròxima propuesta.