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DÉJATE LLEVAR - por isan
Web: https://unacapadebarniz.blogspot.com/
«Mi hijo me odia, por eso estoy orgullosa de él.
Mi vida no ha sido nada fácil. He salido adelante como he podido. Siempre jodida y mal. Me pregunto si ha valido la pena. He pasado el tiempo pensando en que llegaría un momento de felicidad, pero o no ha llegado o no me he enterado. Ahora no sé cómo tirar para delante. Me gustaría hacer algo por lo que mi hijo cambiara de opinión sobre mí y sintiera al menos la décima parte de lo que yo siento por él».
Apoyada en el alféizar de la ventana hacía repaso de una existencia azarosa. Siempre deambuló por el mundo sumida en el caos. ¡Cuántas veces se había engañado con que era la mujer coraje! «Esa no existe», decía como para convencerse. «Llevar una vida perra no es lo mismo».
En estos momentos, el primer recuerdo era para su madre, una mujer que creía que su boda le sacaría de la miseria, pero esta le acompañó hasta la muerte. Trabajaba en el campo de sol a sol para alimentar primero a un marido vago, alcohólico y pendenciero, luego a cuatro hijos a quienes siempre parió en los descansos de la jornada. Era quien se llevaba los golpes cuando su esposo llegaba a casa y la emprendía contra todos.
A los diez años dejó de ver a su padre, cuando le metieron en la cárcel por matar de un navajazo a un paisano. Quizás fue ese el único momento donde le pareció que se acercaba a la felicidad.
Toda su infancia navegó en una tristeza difusa. Deseando no existir. Maltratada por la propia naturaleza que no le había hecho ninguna concesión y por un entorno que tampoco le hizo favor alguno.
A los trece años se fue de casa huyendo de un ambiente de droga y extorsión donde chapoteaban sus tres hermanos mayores y, a no mucho tardar, pensaba que acabaría entrando de cabeza. Su escapada no fue sentida ni, quizás, percibida. Nadie la reclamó. Se fue con lo puesto. A los pocos días, «de forma provisional, para salir del paso» se dedicaría a ese oficio del que había oído decir que era el más antiguo del mundo. Pero desconocía la parte escabrosa. Pronto se desengañó. «Qué profesión, ¡esto no es una profesión, es la manera más puta de sacarse las lentejas!», decía con una mezcla de amargura e ironía.
No tardó mucho en quedarse preñada. De la paternidad nadie se hizo responsable, aunque la mayoría de los hombres del pueblo podrían asumirla. Gente timorata en una sociedad hipócrita. Los domingos después de misa, paseaban sonrientes del brazo con sus esposas y vástagos, empirifollados todos, saludaban a la concurrencia y volvían al tedio de sus hogares.
Pensó que este niño obraría de revulsivo y le sacaría de su infortunio, pero no fue así. Alimentar dos bocas en un ambiente hostil acrecentó sus problemas. Compatibilizó la atención al hijo y a la clientela en el mismo entorno sórdido donde, por mucho que lo intentara, no se podría considerar un hogar.
Poco a poco se dejó apoderar por la desidia. Su hijo, con catorce años, apenas se dejaba ver por casa durante el día como no fuera para comer, pedirle dinero o chillarle. Llevaba unos meses que había empezado a levantarle la mano y amenazarla. El laberinto mental terminó por eliminar toda posibilidad de atisbar un horizonte que le diera un sentido mínimamente aceptable.
Allí, asomada a la ventana, sujetándose la cabeza con las manos como quien trata de evitar que reviente o, quizás, para aliviar la carga que acumulaba, contemplaba un paisaje devastado por la miseria material y moral que no había sabido o podido eludir. En un alarde de temeridad impropio de su débil voluntad, tomó la decisión que llevaba tiempo rumiando y decidió dar pasaporte a su vida. Retiró un tiesto que nadie podría asegurar si algún día tuvo flores y recogió cuidadosamente la ropa tendida. Subió al alféizar y se echó a volar.
Esos instantes fueron los únicos en los que le pareció creer que esa sensación nueva era el aliciente que hubiera necesitado para poder seguir adelante y siempre se le había negado. Se sintió libre de todo y de todos.
—Déjate llevar —dijo mientras extendía los brazos en un intento de prolongar la felicidad que acababa de descubrir y que, fatalmente, no podría repetir pues la llevaría a lo irremediable.
Fue un vuelo fugaz, pero, en esos instantes, tuvo el convencimiento de que se redimía ante su hijo.
Comentarios (42):
Karian V
17/08/2018 a las 18:19
Felicidades isan por tu habilidad para describir el dolor humano. Poco a poco me llevaste a comprender la razón de su suicidio.
isan
17/08/2018 a las 22:19
Hola Karian V:
Gracias por tu comentario. Te devolveré la visita en cuanto pueda.
Un saludo.
IreneR
18/08/2018 a las 07:08
Buenas, isan.
Me ha gustado mucho tu relato. Creo que has sabido describir muy bien los sentimientos y las penas de esa pobre mujer. Una luchadora a la que le tocaron malas cartas en la vida.
Me entristece ese desenlace, pero creo que la motivación que la lleva a ello es entendible.
No he encontrado ningún error en el texto.
¡Buen trabajo!
Un saludo.
Otilia
18/08/2018 a las 10:45
Hola Isan,
Me alegro que hayas participado y que nos hayas ofrecido tan buena historia. Un relato duro como la vida y bien escrito.
Aunque te diré que no comulgo con la primera frase.
¡Enhorabuena! Nos leemos.
Saludos.
isan
18/08/2018 a las 21:03
Hola IreneR:
A veces hay quien no encuentra otra salida. Es triste pero, por desgracia, real.
Pasaré por tu relato pero con calma.
Un saludo.
isan
18/08/2018 a las 21:14
Hola Otilia:
Otra vez por aquí escribiendo. Respecto a lo que me dices de la primera frase, no sé como interpretar lo de comulgar. Supongo que será que no estás de acuerdo por contradictoria. He querido plasmar desde el principio que es una mujer que se siente fracasada y con la autoestima por los suelos. De ahí que si su hijo le odia piensa que es porque se lo merece.
Un saludo.
Osvaldo Vela
18/08/2018 a las 22:18
Hola Isan, siento que la historia gira alrededor de la primera y solitaria frase “Mi hijo me odia, por eso estoy orgullosa de el” Bien podía haber dicho “si no me odiara no tendría salvación”
Con ese conducir mental, de quienes padecen la falta de decisión, ella llegaba a la conclusión de que si seguía conviviendo con el su hijo estaría condenado a padecer sus mismos predicamentos.
Por primera y única vez en su vida, se decidió por el atrevimiento correcto. y mientras volaba a la nada se sintió feliz. Su hijo podía salvarse. Así se redimía ante su hijo.
Un texto muy profundo que repasa una mente decidida al suicidio: excelso.
Enhorabuena y te felicito. nos leemos.
isan
19/08/2018 a las 10:51
Hola Osvaldo:
Me hace ilusión el reencuentro después del parón. Has captado la intención y lo has resumido con la maestría con la que cada mes pones en tus relatos.
Te comentaré un día de estos.
Un saludo.
S. Freeman
20/08/2018 a las 06:33
Hola, isan.
Se nota la experiencia de escritor en tu magnífico trabajo, el cómo elegiste las palabras, las metáforas, el ritmo. Wow. Mis respetos.
Un abrazo fuerte.
Saludos.
De vuelto
20/08/2018 a las 12:27
Aunque el relato está escrito correctamente, no es de mi gusto. Debe ser mi sesgo personal, que le pide un aporte ante una situación desgraciada pero conocida.
Mi relato es el #45
isan
20/08/2018 a las 15:43
Hola S. Freeman:
Me dejas contento con tu comentario, pero creo que me queda un largo camino para considerar mi trabajo como magnífico. No obstante te lo agradezco. Me pasaré cuando pueda pero se me está acumulando el trabajo.
Un saludo
isan
20/08/2018 a las 15:48
Hola De vuelto:
Acepto con gusto tu opinión, tan válida como la anterior. Me interesa que me resalten aquello que no gusta o que está mal, porque es la mejor manera de evitar la autocomplacencia y mejorar.
Me pasaré por tu relato.
Un saludo
Maria
21/08/2018 a las 21:59
Hola Isan, tu historia no esta mal pero para mi le falta sensibilidad al contar una vida tan dura como la q ha vivido la protagonista, no me ha provocado ninguna emoción.Las historias no sólo hay q saberlas escribir, sino también contarlas y que lleguen al corazón. Espero q sigas escibiendo. Un saludo.
Laura
22/08/2018 a las 11:03
Hola Isan.
Guau. Qué texto!.
Doloroso por completo, real como la vida.
Nada que señakar. Sòlo que sigas escribiendo.
Hasta la pròxima.
isan
22/08/2018 a las 18:09
Hola María:
Te agradezco el comentario. Te admito la ausencia que señalas en casi todo el texto. He CONTADO cuando he empleado un narrador omnisciente. Quería contar una vida dura, lo más aseptica posible,sin concesiones. Cuando habla la protagonista al principio creo que muestra un hondo pesar. Quizás sea este el rasgo de sensibilidad que echas en falta.
Si lo has visto así, te acepto la crítica. Repasaré el texto.
He visto que hay tres MARÍA, así que me gustaría saber to número de relato para que te comente.
Un saludo
isan
22/08/2018 a las 18:16
Hola Laura:
Gracias por el comentario y por los ánimos en seguir escribiendo, lo mismo que te deseo.
Me pasaré por tu texto cuando pueda.
Un saludo.
Osvaldo Vela
23/08/2018 a las 03:53
Hola Isan. de nuevo por tus dominios para agradecerte la visita a mi texto. y decirte que el texto ya lo había escrito para el traumatólogo que hizo el cambio de prótesis: su padre es el médico de la historia.
Fue mi intención mandarlo el taller pasado pero la cirugía no me lo permitió. Este mes, decidí enviarlo y cumplir ambos retos para ver si alguien lo notaba. Hasta ahorita eres el único que lo da a notar.
Gracias.
María Jesús
23/08/2018 a las 08:24
Hola Isan: Durisimo texto donde te das de cara con la miseria humana. Se te da muy bien el drama, y has conseguido que sienta lástima por la infortunada protagonista. Lo único que he visto que se podía revisar es la relación del hijo con la madre, a lo mejor deberías hablar un poco sobre ello para dar sentido a la frase con la que empieza el relato. Buen trabajo.
isan
23/08/2018 a las 08:40
Hola María Jesús:
Quería representar la realidad cruda y dura. Existen infinidad de personas como la del relato que viven sin ninguna esperanza. Tienes razón en lo poco elaborada que está la relación madre hijo teniendo en cuenta que era el eje principal de la historia. Desde el principio declaro abiertamente el conflicto y termino con la “salida” que encuentra para redimirse con él.
Gracias por comentar. Me pasaré en cuanto pueda.
Un saludo.
Chus Galego
23/08/2018 a las 21:49
Hola, Isan.
Me gusta tu estilo, preciso y sin artificios innecesarios. Solo destacaría algo que me llama la atención:”creía que su boda le sacaría de la miseria, pero esta le acompañó hasta la muerte.” Creo que hay leísmo, creo que lo correcto sería LA.
También me gusta el tratamiento del tema, muy propio del “tremendismo” pero sin concesiones morbosas.
La protagonista está muy bien trazada, con personalidad.
Enhorabuena.
Un saludo.
isan
23/08/2018 a las 22:03
Hola Chus:
Ese leísmo que señalas lo cambié un par de veces en revisiones. Sé que era la, pero la costumbre de la zona donde vivo, es le. Quería huir tanto del morbo como de la sensiblería. Si lo he conseguido me quedo contento. Igual que con tu comentario tan favorable.
Mañana creo que me podré pasar por tu relato.
Un saludo.
Pilar
24/08/2018 a las 15:15
Hola Isan,
He sentido tristeza, agobio y rabia porque sé que esas cosas pasan de verdad, que hay gente que nace con el camino torcido y no pueden ni saben enderezarlo.
A mí me ha emocionado, con eso te lo digo todo. En cuanto a lo formal, solo una cosa sin demasiada importancia: es «emperifollados». El resto, genial: buen lenguaje y los saltos en los recuerdos, sin seguir el orden de la edad, muy propio de la decisión crucial que ha tomado.
Saludos y enhorabuena!!
Estoy en el 11, por si te apetece.
isan
24/08/2018 a las 19:01
Hola Pilar:
Efectivamente, alegre no es el relato. Este comentario tuyo me ha hecho pensar en que el próximo relato, si se presta la propuesta, puede ser de signo contrario, es decir, de esperanza. Ya veré.
Respecto a emperifollar = emperejilar = adornar a alguien con profusión y esmero es lo que dice la RAE si es que te refieres al significado. Si te refieres a que no le pega mucho, no digo nada.
Gracias por la enhorabuena. En cuanto pueda me paso por la casilla 11.
Pilar
25/08/2018 a las 10:07
Hola, Isan
Sí, conozco el significado de emperifollar. Lo decía porque pusiste «empirifollados», ahora sé que por despiste. Siento no haberlo aclarado mejor. 😉
isan
25/08/2018 a las 17:28
Hola Pilar:
Perdón. Aclarado.
Un saludo
marazul
27/08/2018 a las 14:33
Hola Isan
Ponerse en el lugar de una mente desesperada como la de tu protagonista no es nada fácil.
Si hay algo que me apasione es la sicologia y nosotros, los que escribimos, tenemos la suerte de poder crear personajes.
Tratas la desigualdad, la lucha de una mujer por salir adelante… En este caso la protagonista solo encontró una salida y “ se dejó llevar”, se rindió, como adelanta el título.
Una situación tremenda expresada de forma muy correcta.
Encantada de leerte Isan
Saludos
isan
27/08/2018 a las 19:22
Hola Marazul:
Así es, crear personajes, situaciones e historias. Lo difícil es hacerlo bien y , si no lo consigues, por lo menos que te divierta o, dicho de otra manera, que te satisfaga.
Gracias por leer. Hasta la próxima.
Yoli L.
27/08/2018 a las 23:11
Hola Isan
Muy crudo tu relato, que impotencia la de esta mujer y sentirse que no vale nada y por eso toma esa decisión.
No se decirte si me gustó o no la historia, porque aunque la salida del suicidio hay que tener valor para ejecutarla, también es de cobardes y egoístas, por lo que me provoca sentimientos encontrados.
Los mejorables ya te los han mencionado.
Gracias por tu visita y comentario a mi relato #22 El ambicioso burlado.
Nos seguimos leyendo.
(¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)
isan
28/08/2018 a las 17:58
Hola Yoli L.:
Este asunto del suicidio es muy controvertido. La primera causa de muerte en el mundo es el suicidio. Muchos seguramente se podrían evitar, otros lo tienen muy claro y es su decisión. Hay mucha filosofía y mucho escrito desde tiempos inmemoriales y muchas asociaciones pro (y contra). Como dices hay que tener valor y eso ya es un punto a tener en cuenta. Respecto a cobardes y egoístas no puedo estar más en desacuerdo en todos los casos y en este del relato en particular. Diría que esta mujer lo que hace es un acto de amor hacia su hijo de la única manera que sabe y puede.
Hasta otra.
Sara
29/08/2018 a las 19:56
Hola Isan:
Coincido que el relato no es, digamos, “bonito” pero es un buen relato, muy potente. En la vida hay de todo y también esto, así que escribir podemos escribir según nuestra imaginación.
Me ha parecido una narración muy buena. Has contado una historia que está pasando, pero como suelen decir, has contado mucho y bien, pero has mostrado poco. Sin nada que comentar en lo formal.
Gracias porque en este relato he prendido algo que no sabía o me he dado cuenta. No digo qué.
Felicidades.
Jose Luis
29/08/2018 a las 23:45
Hola
Gracias por tu visita
Tu relato es emocionante a nivel psicológico, por la descripción tan buena que haces del personaje principal, sufriente, sufridora, con una vida tan mala. El relato no es edificante, ni es fácil de leer, pero tal vez sí que sea moralizante, porque te hace apreciar las cosas buenas que tienes en la vida, y te das cuenta de que otras personas lo tienen mucho peor que tú.
Un saludo
isan
30/08/2018 a las 15:59
Hola Sara:
No sé a qué te refieres con “prendido”. En cualquier caso, si se trata de que has cogido o has aprendido, me doy por satisfecho.
Para decir todo lo que ha dicho el narrador tenía que contar. De otro modo hubiera necesitado bastante más espacio. No obstante, el principio del relato muestra a través del personaje cual es el conflicto.
Gracias por pasarte.
isan
30/08/2018 a las 16:04
Hola José Luís:
Te agradezco tu comentario porque has sacado algo provechoso del relato, todos lo tienen, pero más cuando la valoración que haces es tan positiva.
Un saludo.
Menta
31/08/2018 a las 02:40
Buenas noches Isan: Me ha gustado tu texto. Reflejas muy bien la “puta” vida de esta mujer que la arrastra hasta un final fatal. Gracias por compartirlo con todos nosotros. Un saludo, Menta
isan
31/08/2018 a las 16:18
Hola Menta:
Muchas gracias por tu nota favorable. Espero con impaciencia a mañana porque mi intención es cambiar totalmente de tono y forma al actual. Ya veremos. Un saludo.
Charola
01/09/2018 a las 06:17
Hola, Isan.
Primeramente gracias por comentar mi relato y tienes razón, no estoy en “forma” todavía. He tenido una racha de acontecimientos que sería largo de contar y que hasta hoy no los tengo resueltos.
De tu relato puedo decirte que me entristeció la vida de esta mujer, una realidad de tantas mujeres en todo el mundo. El final quizás no sea el mejor, pero es el mejor para ella, para tu protagonista, así como la has descrito.
En cuanto a la forma: ya te dijeron del fallo de la palabra “emperifollar”, que sí me di cuenta al leer.
Hay un párrafo que me chirría: ¡Cuántas veces se había engañado con que era la mujer coraje! «Esa no existe», decía como para convencerse. «Llevar una vida perra no es lo mismo».
Creo que podría quedar así:
¡Cuántas veces se había engañado con que era la mujer coraje! Al final concluía diciendo: «Esa no existe. Llevar una vida perra no es lo mismo».
Es solo una sugerencia.
Me gustó tu texto. Gracias por compartirlo.
Un abrazo.
isan
01/09/2018 a las 15:21
¿Qué tal, Charola?
Esto es como el ejercicio físico, se empieza despacio y poco a poco a tope. Acabo de leer la propuesta para este mes y … ya veré.
La sugerencia que me indicas es para estudiarla. Me ha hecho ver que, efectivamente podría estar mejor de otra forma.
Nos leemos en quince días. Un saludo.
MARIA RENE DONGO
01/09/2018 a las 15:38
Hola Isan, gracias por tus valiosas indicaciones. Las tendré muy en cuenta.
Tambien quiero decirte que yo no te mande ningún comentario sobre tu obra y mi trabajo no adjunto ninguna imagen.
Un fuerte abrazo y hasta cualquier momento.
isan
04/09/2018 a las 16:38
Hola Isan:
Llego un poco tarde a los comentarios, pero quiero comentar. Un relato muy potente, desgarrador diría. Has sabido explicar una vida de desesperación. Si eso es lo que pretendías, lo has logrado plenamente. Narración impecable.
Salud.
isan
04/09/2018 a las 16:39
Perdón, he equivocado de persona. Va para otro.
Simón Martín
05/09/2018 a las 00:06
Hola Isan. No participé en este reto, pues no tenía nada sobre el tema y no creo mucho en los relatos a la carta. Pero no quería dejar de pasar por el tuyo -aunque sea un poco atrasado- pues te he leído en ocasiones anteriores y me ha gustado mucho tu estilo. Pero, sobre todo, tus comentarios -eres muy prolijo, por lo menos lo fuiste siempre conmigo-. Hoy no es la excepción. Me gusta cómo fluye el relato, la facilidad de palabra que tienes para un tema tan complejo. Veo que cada vez vas madurando más y eso es muy bueno.
Y sobre el tema en sí, no sé que decir. Tengo sentimientos encontrados. Voy a leerlo unas cuatas veces más para hacerme una mejor idea.
Espero participar en el próximo reto o, al menos, te estaré buscando. ¡Suerte!
isan
05/09/2018 a las 15:29
Hola Simón:
Te había buscado en los comentarios, pero no había ningún Simón pero sí Martín, pero como dice que es menor de edad, supuse que no eras tú.
Gracias por tus comentarios favorables. Espero que en la próxima entrega esté tu relato.
Un saludo.