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OKUPACION Y PREJUICIOS - por LabajosR.
El sonido de la campanilla hizo levantar la vista al propietario. Le sorprendió no ver a nadie, solo el natural bullicio de la agitada calle comercial a través de las cabezas del escaparate, coronadas con todo tipo de sombreros, gorros y boinas. Una rapidísima voz le hizo descender la mirada hasta la base del mostrador.
―Mi nombre es Mus, soy un ratón de biblioteca. No me refiero a uno de esos introspectivos jóvenes cuyo horizonte es pasar las tardes encerrados entre libros, tampoco a uno de esos imprescindibles accesorios informáticos. Soy un roedor Miomorfo, de los Murinae de toda la vida, ―el comerciante tenía la boca abierta.
La primera elección de Mus fue vivir entre libros, podría haber optado por “okupar” antes la confortable sombrerería, pero le pareció más erudito establecerse de esta manera. Efectivamente, algo sí se le había pegado de tanto rondar por el laberinto literario. Su afán había estado a punto de darle el pasaporte para “el otro barrio”: conoció Crimen y Castigo en sentido literal. Un ratón de biblioteca, o ratona no recuerdo, pegó al verle un tremendo alarido al tiempo que soltó el mouse que sujetaba su mano derecha, mientras la izquierda lanzaba, con precisión, el grueso volumen. Su crimen: la ingenuidad al pensar que la intelectual criatura no tendría, dada su cultura, prejuicios contra él. Su castigo: casi morir bajo el aplastante argumento de uno sus autores favoritos.
El sombrerero continuaba con la boca abierta, ahora esta emitía un prolongado alarido. Mientras, arrojaba contra Mus un contundente tricornio. Sus intentos intelectual y liberal habían fracasado. Decidido, el ratón cruzó la calle. Probaría ahora entre la clase trabajadora, se dirigió a un edificio en obras, los operarios manejaban ladrillos y materiales de construcción. Dada la experiencia…¿algo podía irle peor?.
Comentarios (15):
Luigi Callieri
17/08/2018 a las 23:54
Hola Labajos. Me corresponde el comentario.
Me gusta el texto, tiene frescura y deja correr el aire bien con un vocabulario atrayente. Quizá convendría dar un vistazo a la frase “Sus intentos intelectual y liberal habían fracasado”. Es posible que se preste a confusión, dado que los últimos intentos de acción en ese párrafo corresponden al sombrerero, podría entenderse que son esos los que fracasaron. Por otra parte, desconozco si es correcta la construcción léxica tal como está, a mi me gusta más en singular, pero ya digo que desconozco. Qudo a expensas de mejor alegato;-).
Gracias por la deferencia.
Labajos.
18/08/2018 a las 20:44
Hola Luigi, tienes razón, debo corregir especificando que son los intentos de Mus intelectual (biblioteca) y liberal (comercio) los que han fracasado, en mi texto, parece que el fracaso corresponde al sombrerero, lo que no era mi intención. Mus probaría ahora con la clase trabajadora…
Un saludo.
IreneR
18/08/2018 a las 21:37
Buenas, Labajos.
¡Qué relato más original! Me ha gustado mucho.
Ha sido interesante seguir las cortas aventuras que nos muestras de este señor ratón.
Coincido con el comentario de Luigi sobre la frase que queda un poco confusa. Y al final, acabas con un punto tras una interrogación. Diría que tras las exclamaciones y las interrogaciones no se ponen puntos, pues el símbolo ya lo lleva.
Buen trabajo.
Nos leemos.
¡Un saludo!
Labajos.
19/08/2018 a las 15:09
Gracias Irene, incorporo tu aportación.
Saludos.
pepe
20/08/2018 a las 22:20
Hola labajos
Primero agradecerte tu comentario en mi texto.
Respecto al tuyo decirte que es bastante original, sobretodo me han gustado mucho los juegos de palabras con el ratón.
Al principio me confundió el segundo párrafo, a priori no me dio la sensación de que fuera un incidente anterior, pero es algo que parece quieres que sea así.
Lo que no entiendo es porqué el señor ratón al final, y sabiendo como se las gastan con él, decide ir a un lugar donde intuye lo que desafortunadamente le puede pasar.
Un saludo
Labajos.
21/08/2018 a las 00:04
Gracias por tu comentario Pepe. Respondiendo a tu curiosidad, te diré que Mus no sabe, aunque intuye, que nadie es profeta en su tierra, ha sufrido el desprecio de los intelectuales, los pudientes han usado su fuerza (el tricornio). No obstante, se arriesga a buscar apoyo entre los de su misma clase, si finalmente es rechazado por esta, el dolor será aplastante: el ladrillazo…de la traición. Pero sólo le queda la solidaridad de sus iguales. Hay que arriesgar.
Saludos, nos seguimos leyendo.
Cesar henen
21/08/2018 a las 01:55
¡Hola Labajos!
Interesante relato donde nos muestras dos grandes obras como son crimen y castigo, y orgullo y prejuicio, sin embargo siento que te quedaste corto en cuanto a palabras, ya que por lo que contestas en los comentarios hay una gran historia de fondo.
¡Saludos!
Labajos.
21/08/2018 a las 16:06
Gracias Cesar, tienes toda la razón, pero hay que ser humildes y no compararnos con el listón de referencia. De todas formas, para mi es un momento importante este pequeño “dialogo” entre nosotros, es como sacar un tema de debate y luego ir aportando opiniones. Me encanta hurgar en las pequeñas historias.
Saludos y feliz verano.
MARIA RENE DONGO
24/08/2018 a las 17:40
Hola Labajos:
Me encanto tu relato tan fresco y original. Me he sonreído a solas con su lectura. Gracias por tu opinión.
Antaviana
24/08/2018 a las 19:23
Hola Labajos,
Haciendo que tu protagonista sea un ratón, ya me has ganado. Me gusta mucho la historia, y como la has escrito: es tierna, divertida y tiene trasfondo. Lo del tricornio es muy bueno y el paralelismo con Crimen y castigo me ha encantado.
Te felicito
Diego Alba
25/08/2018 a las 05:21
Hola Labajos.
Te luciste con el relato, muy divertido y con muchas entrelíneas para descubrir. Buen personaje el del ratóm, te hace ponerte de su lado enseguida.
Si quisiera mejorarle algo, retocaría la parte en que le tiran con Crimen y castigo. Tuve que lerla dos veces porque se me cruzaron los ratones humanos, el ratón y el mouse de computadora. Creo que puede quedar mejor explicada.
Gracias por tu relato.
Laura
25/08/2018 a las 12:26
Hola Labajos.
Me ha gustado tu relato, grandioso lo de Crimen y Castigo. Perome han quedado varias cosas en el aire:
me perdì un poco con los ratones: quién lanzò a quien el volumen de Crimen y Castigo? Además, menudo ratòn para lanzar semejante volumen con la izquierda sin apenas pensàrselo.
Creo que es un relato que con mayor cantidad de palabras ganaría en claridad.
Saludos.
Hasta la pròxima propuesta.
Labajos.
25/08/2018 a las 22:32
Hola:
Gracias Diego y Laura por vuestras aportaciones. Quizá jugué un poco con los distintos tipos de ratones que se pueden encontrar en una biblioteca y pensé que quedaba claro que: “…Un ratón de biblioteca, o ratona no recuerdo, pegó al verle un tremendo alarido al tiempo que soltó el mouse que sujetaba su mano derecha…” se ferrería a un humano/a. Hice hincapié en no recordar si era hombre o mujer, por evitar el estereotipo machista de la mujer chillando al ver un ratón.
Saludos a todos.
Amilcar Barça
27/08/2018 a las 22:48
Jajajaja. Pobre Mus, yo también tengo alguna aventura con mis amigos los ratones. Muy original. salu2
Menta
31/08/2018 a las 22:55
Hola Labajos: Me ha gustado tu relato sobre todo me ha parecido muy original la forma en la que expresas la búsqueda de Mus y las reacciones que provoca entre las distintas clases sociales. Lo tiene crudo porque los Mus no gustan a nadie.
Hasta pronto, un saludo. Menta