Literautas - Tu escuela de escritura

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Parches - por SeigelR.

¿Qué hago aquí? Abro los ojos y miro a mi alrededor, las luces de colores inundan el lugar y me duele un poco la cabeza. La garganta aún me arde un poquito tras este trago, pero estoy bien. Fijo la vista en el punto donde quizá no debería, pero lo hago. Sí, allí siguen, tan exaltados como antes de cerrar los ojos, dándolo todo en el medio de la sala. Está bien supongo, no es ningún problema y no debería afectarme.

Decido centrarme en los que están a mi lado. Estos también son mis amigos al fin y al cabo, supongo. Les pego un vistazo, pero siguen igual que antes, quietos como pasmarotes mirando a donde realmente está el verdadero espectáculo, a esos dos. No se creen que realmente se estén liando, a decir verdad yo tampoco lo esperaba. Necesito otra copa.

El escozor sacude mis entrañas y me duele. Quizá por eso a la gente le gusta el alcohol, porque les duele. Te tomas un chupito y te arde, lo pasas mal, castigándote por lo bien que te vas a sentir después. Luego, si te pasas, te sientes como una mierda y acabas hundido en tu miseria.

Cuando se me pasa, vuelvo a mirar al tipo alto que está a mi lado. Parece más sorprendido incluso que antes. Oigo gritar a mis amigos, no entiendo que está sucediendo, hasta que me decido a mirar hacia donde todos están mirando y veo que esos dos se alejan de todo el mundo a un sitio privado. Y directamente, la oscuridad toma el control de mí y pierdo la noción del espacio y el tiempo.

Me veo a mi mismo en el centro de una habitación llena de imágenes. Mi cerebro otra vez, supongo. Veo pasar una detrás de otra todos los momentos de aquella relación. La desgracia, la tristeza y la melancolía me invaden de nuevo. ¿No había superado esto ya? ¿Por qué me encuentro así? Observo las paredes de la cárcel donde me he metido yo solito. Estoy rodeado de cuadros monstruosos que se amontonan los unos sobre los otros, y cada vez van apilándose más y más hasta que me rodean completamente y me comienzan a asfixiar. Tengo el pecho encogido, los ojos como platos y las manos rodeando mis piernas. Me duele. No lo soporto. Mis pulmones ya no están funcionando como deberían, y pienso en la pluma subiendo y bajando. La pluma, lentamente, oscila verticalmente. Y un pensamiento invade mi mente, el mismo pensamiento que tantas otras veces: lo cierto es que, en un inicio, el cuarto estaba vacío. Siempre está vacío cuando entro, pero yo lo acabo llenando de dibujos y fotografías hirientes. Siempre hago lo mismo. Y gracias a la pluma dorada y a esta idea en mi cabeza, comienzo a respirar otra vez, poco a poco.

Una mano fría me toca y las luces de colores vuelven. Deben de haberse dado cuenta de que estaba hiperventilando, supongo. Levanto la cabeza y veo que está ahí, delante de mí. Sin pensarlo, me levanta de un empujón y me saca a bailar. Poco a poco me voy relajando y soltando cada vez más, la ansiedad se esparce, hasta desaparecer completamente. Antes de que me dé cuenta, estoy bailando con esta persona, olvidándome de todo. Y me relajo y me suelto, aliviado de haber vuelto a vaciar la habitación.

Ya calmado, pienso detenidamente en lo que acaba de pasar. Recuerdo las palabras de la psicóloga. Y es cuando me doy cuenta de la razón que tiene. Tener un problema es como tener un agujero en un flotador. Sí, puedes ponerle un parche, está claro, pero no ha quedado como antes. Ahora ya no contiene tan bien el aire. Y ese es mi problema, que he puesto tantos parches que el flotador ya no puede más. El aire se escapa, y va a continuar escapándose hasta que cambie de flotador.

Esa persona me saca de mis pensamientos una vez más y me pregunta qué me pasa. Le confieso que no sé para qué demonios he venido, y me contesta que para divertirme. Sí, evidentemente. Pero el destino ha querido que viniera para algo más. Ha querido que viniera para conocerme mejor a mí mismo.

Comentarios (5):

Chus Galego

18/07/2018 a las 16:19

Hola, Seigel.
Me gusta tu forma de escribir y me ha interesado tu relato aunque me parece confuso el final. No sé quién es ” esa persona”. Quiero pensar que es una diferente a la que trata de olvidar pero no acabo de verla bien trazada en el relato. De todas maneras. insisto en que me gusta tu forma de narrar. Un saludo.

Daniel Escobar Celis

20/07/2018 a las 00:01

Hola buen dia. Me gusta la instrospeccion pero la forma en que narras me hace perderme por completo. Uno como lector busca la manera de hacerse imagenes mentales de lo que lee pero frases tan vagas como “si, siguen, tan exaltados…” no ayuda para nada se puede pensar en mil cosas por la que un grupo de personas esten en medio de una sala exaltado dandolo todo: ¿bailando, peleando, practicando algun deporte? y los siguientes parrafos no solo no ayudan sino que confunden mas. Me imagino que quieres crear tension y espectativa, pero te sugeririra que mas bien mostrases imagenes y situaciones que el expectador tenga que ir contextualizando pero que pueda en primer lugar imaginarselas.

Saludos desde Venezuea. Si gustas y puedes pasate por mi relato el 87.

Shophie

22/07/2018 a las 09:29

Hola, Seigel.
Acabo de leer tu relato y he de decir que me parece buena la idea y estupendo el mensaje, pero, como te dicen los otros compañeros, falta claridad. Si lo depuras un poco seguro que quedará un buen escrito. Ánimo! Nos seguiremos leyendo.
Si tienes tiempo y ganas, te espero en el 107.
Saludos

Maurice

23/07/2018 a las 00:32

Hola Seigel
Si bien el relato está bien construido, me parece una trama muy intrincada. Creo que deberías escribir, para empezar historias más simples, de todos los días, sin entrar en el “realismo mágico”. Bueno, es cosa de “seguir participando”: más se escribe, mejor se escribe. No vemos en el próximo reto.

Montse

23/07/2018 a las 18:39

Hola, Siegel,

Yo encuentro el fondo del relato muy interesante, pero algunas cosas me despistan. Sí el cuarto estaba vacío, no entiendo que luego digas que se ha vuelto a vaciar, me da la impresión de que te contradices, o yo no lo he entendido bien. A mí me suele pasar, escribo y escribo y cuando releo, he de adaptar muchas cosas porque veo que empecé con una idea que finalmente tomó vida propia y se tomó derroteros impensados. No sé si es tu caso, quizás yo no lo he sabido interpretar. Pero que me ha gustado mucho tu forma de escribir. Hay sensibilidad, mucho sentimiento en el relato. Sigue, y como te han dicho: cuanto más escribes mejor escribes.
Nos leemos!
Estoy casi al final de todos.;-)

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