<< Volver a la lista de textos
Las Furias - por Luigi CallieriR.
«¿Qué hemos hecho? Nuestros padres no eran perfectos, pero nosotros ya firmamos la reforma laboral ¿Qué hemos hecho, oh Zeus, para merecer este destino?»
El líder sindical, desnudo y gordo como un cerdo cebón de piel sonrosada, clamaba con los brazos abiertos desde la grúa puente de lo que algún día fue nave y almacén de chatarra de la acería. Los asistentes a la primera asamblea diaria, se habían engarabitado de manera inverosímil por los esqueletos de vigas, retorciéndose entre los radios de piñones y coronas gigantescas. Era una masa informe y sucia donde resultaba difícil distinguir las individualidades.
Así y todo por entre las sombras empezaba a perfilarse algún que otro espécimen según iban saliendo de un tendejón señalado con un rótulo en rojo «Recursos humanos». Al lado del tendejón había una pequeña construcción sin ventanas de una sola puerta y una sola habitación. En una placa de cobre brillante colocada en la puerta se podía leer : «EDUCACIÓN Y DESCANSO – Sección Femenina».
—¡A ver, tú, que tengo frío, cantamañanas! —dijo un macho bajo de voz rascosa tallada con orujo dirigiéndose al ser de las alturas. Era un tipo cuadrado, peludo y estaba tan en pelota como el resto del personal—. Baja de ahí de una puta vez y prepara el café, o subo a por tí.
Dicho y hecho, empezó a trepar por la cadena que aguantaba el plato del electroimán.
Como una jauría el resto aullaron, ulularon, bramaron, rebuznaron y golpearon los hierros unos contra otros.
—Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? —gritó desde las alturas el conductor de masas.
Como si estuviera esperando la señal, en la cabina de la grúa puente apareció un tiparraco desdentado con lengua jadeante y pelos crespos en las orejas. Manejó las palancas con suavidad y precisión y el carro con el gancho del que pendía el tipo peludo se balanceó hasta que el individuo salió despedido, estrellándose contra los restos de un tractor achatarrado.
Los aullantes se desplegaron despavoridos, corriendo entre las pilas de escoria férrica tratando de ocultarse en vano. El colosal plato del electroimán continuó su recorrido en sentido transversal a la nave, chascando huesos en su balanceo y creando una franja de lodo con la mezcla de polvo, mondongo y tripas de los infelices pardillos que no lograban escapar.
Los supervivientes desaparecieron a la vista de cualquier observador. Algunos se metieron dentro de las lingoteras y hubo quien se ocultó en los desahuciados convertidores que en tiempos pretéritos suministraban oxígeno al arrabio líquido.
El silencio se hizo hasta que el dirigente sindical de panza notoria y picha inapreciable, chasqueó la lengua, escupió al vacío desde el puente de la grúa y se acercó a un cajón situado en uno de los extremos. Sacó una bota y la agarró con la mano derecha por el brocal, aunque tomó la bota por el culo con la mano izquierda como buen zurdo.Trasegó una buena cantidad de vino tinto y gorgoteó feliz.
Ya satisfecho hizo un conato de rascarse levemente los inaccesibles genitales, escupió entre dientes, pulsó un botón y el sonido repetitivo de una chicharra de emergencia invadió todo el espacio.
Cuando acabó la alarma, desde el edificio de «EDUCACIÓN Y DESCANSO – Sección Femenina» fue tomando cuerpo un clamor de música amenazadora y aunque pudiera parecer que el cuarto estaba vacío, la puerta se abrió despacio y del interior surgieron inquietantes gritos de negaciones repetidas y rebotadas en las chapas y armazones del taller achatarrado.
—¡No! ¡No! ¡No!
Siguiendo un ritmo frenético fueron saliendo figuras como sombras esquivas, acompañadas por las llamadas de arrebato de óboes y trombones.
El grotesco y desnudo reyezuelo órfico, aún encaramado en el puente de la grúa, agitó de nuevo los brazos y repitió la vacua salmodia :
—¿Qué hemos hecho, oh Zeus, para merecer este destino?¿qué hemos hecho?
Y en los tejados metálicos retumbó de nuevo mil veces repetida la respuesta de las Furias:
«¡Nada, no habéis hecho nada, esa es vuestra maldición».
Comentarios (13):
paola
17/07/2018 a las 19:33
Querido Luigi Callieri
Me encanta tu estilo.
No hay duda ninguna de que se trata de un grottesco, un magnífico grottesco de la vida de hoy en día. Todo va de culo y no hacemos nada lógico para cambiarlo, solo sabemos escondernos para que no nos pille el toro. Me ha encantado tu toro, ese plato de electroimán que lo chafa todo sin piedad.
He echado de menos un cartel pegado en alguna pared para los trabajadores y trabajadoras… Aunque con él follón que has armado, quizás sobre.
Enhorabuena por el relato, se ve que está escrito por una pluma muy culta y preparada y que sabe latín!, como no podía ser menos.
Saludos
Esteisy Capellán
18/07/2018 a las 05:37
Me ha encantado, adoro las descripciones que has puesto. Me gustaría poder decir más, pero no estoy muy especializada en esto de analizar textos.
Chus Galego
18/07/2018 a las 16:33
Hoa, Luigi Callieri.
Coincido con Paola cuando denomina tu relato como grottesco de la actualidad. Me gusta tu estilo mordaz y simbólico, de lenguaje exuberante, con personajes descritos con pinceladas caricaturescas y muy plásticas (me imagino a esos hombres excesivos en un cómic en blanco y negro). Es un relato muy diferente a los que he leído, original y cultivado. Todo está en los clásicos. Feliz verano.
EstebanLR
18/07/2018 a las 18:27
¡Hola Luigi! Excelente tu texto. No quiero redundar, coincido con los compañeros y compañeras. Ha sido una gozada leerlo. Enhorabuena.
Sophie
19/07/2018 a las 10:36
Hola, Luigi. Yo voy a desentonar un poco con el resto de compañeros. Primero:
Buena narración y lenguaje culto.
Lo de la “Sección Femenina” y “Educación y Descanso”, un golpe de gracia muy acertado.
El final muy bueno y el mensaje que mandas también.
Lo menos bueno: No me gustan estos temas, pero eso no merma tu escrito. Como lectora no aficionada a esta clase de escritos me perdía y he tenido que leerlo varias veces. Es solo mi opinión, dicha con todo mi respeto.
Saludos
Montse
20/07/2018 a las 20:28
Hola, Luigi,
Eres el tercero detrás de mí y me toca decirte algo.
De entrada, te diré, que no es el tipo de lectura que me gusta.
Yo veo un relato extravagante, una caricatura de un momento muy bien contada, eso sí. Magníficamente contada. Una fotografía perfecta. Pero para mí es eso, una fotografía. Me ha costado leerlo. Lo he repasado varias veces para poder entender algo, y llegar a la conclusión que te menciono antes.
Creo que eres demasiado bueno para mí. En serio. No escribo mucho, y no tengo tus tablas. Pero intuyo que sabes por donde vas y te felicito. ¿Seguro que no has publicado ya algo? Pues si no lo has hecho, date prisa, tienes habilidad y cultura suficiente para llegar.
¡Nos leemos!:-)
Servio Flores
21/07/2018 a las 00:21
Hola Luigi.
Sin dudas este escrito es muy diferente al resto que he leído en esta escena.
Con imágenes grotescas, caricaturizadas, de mal gusto, sádicas, caóticas… Perfectas para este tipo de narraciones.
Bien hecho.
Laura
22/07/2018 a las 14:57
Hola Luigi.
Guau! Sin palabras.Inmejorable reflexión final.
Por favor, no dejes de escribir.
Saludos.
Hasta la pròxima propuesta.
Luigi Callieri
22/07/2018 a las 23:09
Muchas gracias a todas y todos los que habéis comentado hasta aquí por vuestra atención al trabajo presentado para desmenuzar esta escena en el taller.
Un abrazo
MOT
27/07/2018 a las 18:47
Hola Luigi.
Voy a serte sincero, como me gusta que lo sean conmigo.
He disfrutado, y mucho, de los adjetivos y descripciones ofrecidos…
Me ha encantado(agradablemente sorprendido)el extenso abanico de vocabulario que has usado…
Algunas expresiones utilizadas, geniales, simplemente son de quitarse el sombrero…
Pero, personalmente y desde mi humilde posición de aprendiz tirando a novato(con lo cual no me hagas ni p… caso, je je je), no he conseguido ver una historia concreta que me enganchara, no he visto verdadero conflicto.
Condisero que este tipo de escritura y estructura, esta manera de expresarse, ese tipo de registro, tienen cabida en un contexto más bien novelesco, y no en el mundo de los micros.
No obstante lo anterior, quiero recalcar que la lectura de este relato, tan perfectamente escrito, ha sido un verdadero placer literario.
Enhorabuena y saludos…
Luigi Callieri
27/07/2018 a las 23:01
Gracias MOT por la lectura y tus comentarios.
Con tu permiso y en correspondencia a tu sinceridad hago tres comentarios, mientras tomamos un café virtual en esta noche veraniega en el hemisferio norte :
UNO – Es muy probable que la historia no te haya enganchado. A mí me pasó igual. La verdad es que no sé si llega a haber historia o tema.
Alguna vez leí, y estoy de acuerdo, que las historias , en el fondo, son siempre las mismas o permutaciones entre ellas.A mí, más que la propia historia, me interesa mucho ver y aprender de la experimentación, de como se proponen nuevos ángulos para atacar esas posibles historias, esos temas incipientes.Me interesa mucho ver y disfrutar de cómo algún colega propone este o aquel nuevo punto de vista para afrontar esas historias que , repito, son siempre las mismas.
De cualquier manera estoy de acuerdo con tu apreciación : en el trabajo que presenté aquí cuesta ver una historia que enganche
DOS – En cuanto al «verdadero conflicto» hay un par de entradas muy interesantes en este mismo blog
1 – https://www.literautas.com/es/blog/post-1663/sin-conflicto-no-hay-historia-parte/
2 – https://www.literautas.com/es/blog/post-1705/sin-conflicto-no-hay-historia-2a-parte-2/
a la luz de las cuales lo de “verdadero” puede quedar corto a la hora de categorizar un conflicto. Hay muchas y variadas maneras de plantear y proponer conflictos.
TRES – Me he perdido con lo del «mundo de los micros». Conviene señalar que este taller de Literautas se denomina Móntame una escena. Y en eso estamos,en montar una escena. Otra cosa es que cada cual propone un texto con la estructura que se le ocurra respetando las exigencias de los administradores y el desafío optativo.
En este mes no hubo ninguna exigencia de establecer un contexto “micro”. Por eso, el contexto como bien apuntas es “montar una escena”. Nada más y nada menos 😉
Y bueno, ha sido un placer esta charla distendida y una ocasión de disfrutar del trabajo del taller.
Un abrazo y seguiré leyendo tus textos con atención
MOT
29/07/2018 a las 17:01
¡Buenísimo el cafetito! Y además, en buena compañía. Gracias.
Bienvenidos son tus sinceros comentarios, nunca está de más un nuevo punto de vista. Quizá me expliqué mal, lo intento de nuevo:
Me refería a que, en un cuento, relato, escena…con un máximo de 750 palabras, este tipo de registro(magistral sin duda alguna) como que se le queda corto, no sé… Se me ocurre un ejemplo tonto, pero más o menos viene a ser un poco la idea de lo que te intento decir. Tener un Ferrari y conducirlo solo para ir al trabajo, que está a 4km de casa…para eso bastaría un simple Seat. ¿No?
Un verdadero placer charlar contigo…Hasta la próxima.
Luigi Callieri
29/07/2018 a las 22:07
Un placer la charla.
La ocurrencia que propones no es «un ejemplo tonto» como dices, más bien es una falacia, conocida como petición de principio.
es una falacia que se produce cuando la proposición por ser probada se incluye implícita o explícitamente entre las premisas.
Por lo demás ha quedado claro de lo que estábamos hablando, sin duda Un abrazo