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Quiasma - por Alétheia

El autor/a de este texto es menor de edad

Si estás leyendo esto, probablemente estés utilizando un dispositivo electrónico y seas humanoide. Perfecto, porque eso significa que he llegado a tiempo y es justo lo que pretendía. Tengo algo que contaros.
Pero antes de empezar, necesito que estés dispuesta o dispuesto a ignorar algunas cosas que te han enseñado. Cuando termines, ya decidirás qué pensar al respecto.

Olvidad por unos minutos el mundo tecnológico que habéis creado, y sustituidlo por el lugar del que vengo a hablaros: el lugar de los sueños.
Las únicas luces que lo iluminan son las procedentes del propio universo.
No hay dualidad, no existen el día y la noche, no existen los relojes, ni es preciso distinguir luz frente a oscuridad.
Aquí las calles están llenas de esperanza, al igual que los seres que las circulan.
Ellos son etéreas bolitas con reflejos metalizados que se desplazan saltando. Cada uno tiene una mezcla gaseosa de colores diferente, y a veces pueden apreciarse imágenes esféricas y difusas en su interior. Se llaman Crundseits.

Cuando las personas sueñan, dejan de ocultarse bajo tierra. Comienzan a emerger como pompas de jabón hacia el cielo, desprendiendo un característico perfume para anunciar el comienzo de miles y miles de historias. Se alimentan de la creatividad, de las pesadillas, de cualquier actividad imaginativa. Y una vez los hueles jamás los olvidas, como me pasó a mí. Por eso hoy puedo hablaros sobre ellos.

Los dualistas como Platón y Descartes estaban en lo cierto. Siempre ha existido un mundo intangible que permanece estrechamente conectado a nosotros, al mundo material que percibimos. Por desgracia la ciencia nunca lo ha demostrado.

Este… llamémoslo de nuevo lugar (no vayamos a perturbar vuestra concepción tridimensional), mantiene un estrecho vínculo con ese planeta tan sobrevalorado al que llamáis Tierra. Y es que la mitad de los Crundseits flotan o reposan en función de las personas que haya durmiendo.
Se sincronizan con el equivalente a la noche de cada hemisferio terrestre. De forma que siempre están aproximadamente la mitad de estos seres ascendiendo y la otra mitad descendiendo, en un flujo continuo de electrones, conexiones e ideas.
Cuando dos o más de ellos colisionan, es cuando aparecen otras personas en nuestros sueños, aunque nunca las hayamos conocido.
Los Crundseits son muy hábiles desplazándose y sólo ellos conocen sus intenciones. Sería necesaria toda una rama de la neurociencia para estudiar sus mecanismos y qué funciones desempeñan en las vidas de la gente.

Estadísticamente hemos detectado que hay quienes sueñan despiertos y quienes no sueñan dormidos. Y parece que estas cifras han aumentado especialmente en lo que entendéis por “el último siglo”.
Si los humanos dejan de soñar, ellos mueren.

La última vez que yo iba a dormir, creía que el cuarto estaba vacío. ¿Por qué iba a sospechar que existe una imperceptible dimensión paralela y dentro de la que conozco?
Siempre estuvo ahí, pero sólo pude verla cuando hubo una sinapsis entre mi cuerpo y el ser que crecía con mi sueño. Entonces olí a un Crundseit. Un aroma que contiene más información que mil palabras, (nada que envidiarle a nuestro sistema de comunicación).

En ese momento comprendí que la barrera que nos separa de ellos es tan dura pero tan frágil como un diamante, porque vasta rozarla para que se produzca el quiasma.
Dejan escapar las almas de las personas hacia las más disparatadas vivencias, porque si no se ahogarían en lo que llamamos realidad.
Sin ellos, nos faltaría un 59% de nuestra personalidad, de nuestro verdadero yo. Por lo que es una pena haber creído hasta entonces que sólo importa lo que vivimos cuando estamos despiertos.

Pero ¿por qué?, ¿qué estaba soñando para que algo tan improbable sucediera?
Lo que soñaba era que escribía este mensaje, mientras me rodeaban cientos de Crundseits y una voz ondulada decía: “sin embargo hoy, han caído todos”.

Comentarios (7):

Dionny Alberto Madrigal

17/07/2018 a las 20:53

Que buena la idea del mundo inmaterial de los sueños, creo que lo podrías desarrollar y sacar algo más allá de los limites del taller. Algunos detalles me parecen muy complejos y precisos, pero la idea me ha gustado mucho.

De vuelto

18/07/2018 a las 01:54

Hola. Me gusta el planteamiento y el desarrollo cuando hay acción. Creo que le sobra algo de la descripción inicial, para ser un cuento tan breve. Interesante universo.

Si te interesa, el mío es el 20.

Susana

18/07/2018 a las 06:44

Disfruté bastante tu relato!
Me encanta la ficción y creo que sabes manejarla muy bien.
Espero volver a leer relatos tuyos.
Sigue escribiendo e inventando historias.

Leandro

18/07/2018 a las 14:25

Hola Alétheia, me encantó tu relato. El mundo de los sueños me resulta fascinante. Quizá algunos detalles técnicos para prestar atención pero el resto muy original. Sigamos soñando 😉 saludos.

Lunaclara

19/07/2018 a las 21:37

Qué buen relato, Aletheia!! Mis más sinceras felicitaciones. No veo nada que corregirte. Quizás alguna frase en la que veo demasiada aclaración, como muy rimbombante o repetitivo, como el párrafo en el que hablas de la sincronización. Pero vaya, que lo veo perfecto y digno de ser desarrollado.
Felicidades!

Perla preciosa

23/07/2018 a las 09:31

Hola, Alétheia:
Me ha gustado la historia y mucho más el pseudónimo con el que te identificas. No quiero pecar de poeta romántica, pero espero que hagas honor a dicho pseudónimo y a los grandes que nombras en la historia, y seas una buena estudiante de filosofía y de cultura clásica.
Yendo a la historia en cuestión, me ha parecido ingeniosa la mezcla de ficción y de filosofía que haces en ella. Utilizar el sueño para ello, me parece un recurso también bastante poético, por lo que te animo a seguir escribiendo, así como a seguir estudiando a esos maravillosos que nombras. Si te apetece, el mío es el 97.

Toñi Avila (vibe)

01/08/2018 a las 13:14

Hola Alétheia:

Me encanta la idea que nos enseñas de un mundo imaginario. La forma tan poética de relatarla también me gusta mucho. Describes un mundo de los sueños increible y original.
Me has atrapado con tu historia de ficción. Me encantaria leer esa novela, pues considero que tienes material para ello. Hasta te has inventado los seres que habitan este mundo de fantasía: los crundseits. Genial.
Enhorabuena!

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