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Casi amor - por Rafael PérezR.
“¿Podría esta noche ser real el sentimiento para los dos?”, se preguntaba a sí mismo cuando de pronto tocaron a la puerta. A través de la mirrilla la observó mientras su mano quitaba el seguro de la puerta.
Se saludaron brevemente mientras él trataba de recordar si alguna vez había visto una sonrisa más carmesí que la que ella le obsequiaba, y aún sonriendo ella lo tomó de la mano con seguridad y complicidad para conducirlo hasta la cama. Conocedora del poder que tenía sobre él, le ayudó a recorrer su figura en ese torpe acercamiento inicial.
Una parpadeante luz de neón se filtraba por la persiana y dejaba ver las formas perfectas de ella, y con un beso largo y de suspiros entrecortados se prometieron el cielo para esa larga noche.
Y así todo pasó: la noche se pintó de carmesí mientras el tacto de ambos resbalaba entre el sudor y el deseo y, cuando hicieron una pausa, él la miró sin disimular un poco de amor en sus ojos, pero ella solo sonrió con un poco de pena y casi nada de labial, encendió un cigarro y se lo pasó a él mientras lo atraía hacia su pecho y jugaba un poco con su cabello.
Hubo más risas, caricias y gemidos hasta que el cansancio los venció. Al despertar él notó que el cuarto estaba vació, así que se vistió y, mirándose al espejo, se volvió a repetir las palabras de siempre: “no puede ser mutuo el sentimiento cuando el amor es de prepago… pero quizás mañana, quizás con otra será”.
Comentarios (5):
Cecilia Kleiman
17/07/2018 a las 18:58
Me gustó mucho tu relato. La verdad no se me ocurre qué decir, pero debo hacer comentario. 🙂 Esta historia me deja un sabor a soledad. Me imagino a un hombre solitario y muy tímido que tiene dificultad para relacionarse con las personas, y por eso busca el amor acostándose con diferentes prostitutas. Lo que yo hubiera agregado (pero este es mi estilo, solo una opinión) es un poquito de explicación sobre por qué este hombre es tan solitario. ¿Qué es lo que llevó a este hombre a buscar el amor de esta manera tan particular? Podrías hacerlo, por ejemplo, usando flashbacks. Mientras ella se desnuda o mientras ella lo acaricia, el recuerda otro suceso similar, y allí con un poco de habilidad puedes dar a entender qué desilusión, o qué trauma el sufrió en aquel momento. O puede ser que quieras darle un giro completamente distinto a la historia. Yo soy bastante melancólica y solitaria, por eso veo melancolía y soledad en todos lados. :)Un abrazo.
Gaia
17/07/2018 a las 21:44
Saludos Rafael. Muy bien, te felicito. Cuento corto pero bien redactado. Repites carmesí y un poco. Puedes decir:rosa o, rojo y en vez de un poco: con pena, y jugaba lentamente con su cabello. Cuando veas que repites busca sinónimos o cambia la oración. Tierno relato.
Gustav
18/07/2018 a las 17:09
Hola Rafael.
Me ha gustado tu relato, con esa pasión desbordada entre este señor y la chica.
El busca el amor “a fuerza de talón”, algo difícil engañando los sentimientos. Quizá otra vez será.
Bien enfocado el reto con la pregunta y su correspondiente respuesta.
Enhorabuena.
Saludos
Alonso García-Risso
20/07/2018 a las 21:40
Saludos Rafael: Es un buen relato, corto y completo. Cómo la pregunta del desafió da sentido al trasfondo de la historia: El amor verdadero implica dos partes que se corresponden, en el caso nos cabe la imagen unilateral, tal como lo podemos apreciar en el protagonista en su soliloquio, la pregunta. Bien logrado. Felicitaciones
Anaisa
23/07/2018 a las 15:17
El final del relato sorprende y eso es algo muy positivo. Creo que las aportaciones más interesantes ya las han hecho, refiriéndose a la repetición de palabras. Por lo demás, me ha gustado tu texto.