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Vagos recuerdos de una desolada - por Kathie G.R.
Web: https://sullastradakds.blogspot.com/
¿Dónde están todos los que un día la amaron? Decía que quizás en otro estado, decía que quizás en un país diferente al suyo. Ella no veía rostros familiares, sólo conocidos sin sentido ni razón. Tenía el sueño de atravesar las paredes, paredes blancas y agobiantes, que en su cabeza parecían torbellinos de palabras mezcladas. Palabras que ya no tienen un significado, palabras que jamás debieron salir de ciertos labios. «Siempre estaré a tu lado, siempre seremos una familia, jamás te dejaré sola».
La comida entraba por la puerta todos los días a la misma hora, ella no necesitaba reloj para saberlo. A veces el plato venía acompañado de una penosa sonrisa compasiva, otras de una mirada cargada de lástima. Tomaba su plato y comía, era lo único que le correspondía hacer. A veces se negaba a abrir la boca, a veces ni siquiera las lágrimas le brotaban de los ojos, pero tenía una “bonita vista al jardín” a través del duro y frío cristal de una ventana. A horas de la tarde, por ahí alrededor de las tres o cuatro siempre, sin faltar un solo día, el cuarto estaba vacío. Salía a “pasear”, pero sólo la sostenían de un brazo mientras ella arrastraba los pies por el sendero adoquinado.
Si tenía mala suerte, esa tarde al finalizar su acostumbrada rutina de observar las hojas de los árboles mientras se mecían, la llevarían de vuelta respirando hacia su dormitorio. Pero si lograba tener suerte ese día, realmente mucha buena suerte, no volvería, se quedaría por toda la eternidad sentada sobre esa banqueta observando las hojas de los árboles mecerse. En su mente eso era todo lo que quería. Estaba cansada de sufrir el abandono. Ya no lloraba, quizás resignada, quizás ya habiendo asimilado todo en su interior, pero sí que estaba cansada. Personas extrañas eran su único apoyo, y a estas alturas ya no podía amarlas, porque esos lugares habían sido todos ocupados en el pasado, ocupados por personas que los derrumbaron dejando sólo ruinas dentro de ella.
Tenía esa extraña idea de que no había esperanza, además, de que su vida ya se encontraba en la recta final, pero no era así, sí había esperanza, y aún le quedaba mucho camino por recorrer. La carrera aún no había terminado para ella. Sin embargo, lo verdaderamente penoso fue que ella no pudo verlo, o no supo en realidad, y estuvo de día y de noche haciéndose la misma pregunta, una y otra vez. ¿Dónde están esos seres queridos? ¡¿Dónde?!
En su cabeza simplemente quedaba una sonrisa, un «mamá, te amo». Lo que ya no se le podía explicar era que su mente había cambiado para siempre, que se había ido así tan de repente, dejando lagunas y filtrando una que otra memoria por algún suceso en particular de ciertos días que detonara esos recuerdos. No se le podía explicar que esas amadas personas la habían abandonado en contra de su propia voluntad, que a veces las cosas ocurren sin una razón. No se le podía decir que hay abandonos que parecen más bien injusticias del destino, que ninguno las merece por más mal que haya hecho. No se le podía explicar a esta pobre en su desdicha, que esos que la amaron habían partido el mismo día que su memoria y su cordura la abandonaron.
Comentarios (19):
jesus
17/07/2018 a las 19:48
me gusta mucho, no se puede dejar de leer, da sensación de vértigo seguir el laberinto de tu escena, me gusta mucho.
jesus
17/07/2018 a las 19:52
preciosa historia, de verdad…, y triste, como la vida a veces.
Lucy J.S
17/07/2018 a las 23:32
Kathie G, muy buen relato. El sentimiento de lástima hacia la protagonista y su abandono propio se sienten a flor de piel. Lo único es que siento algunas frases como repetidas, pero es algo menor. Saludos!!!
Chus Galego
18/07/2018 a las 07:10
Hola, Kathie G.Me ha gustado especialmente el título. El relato es muy emotivo y queda bien reflejado el estado de ánimo del personaje. Quizás quede un poco forzado para mi gusto el párrafo en el que incluyes la frase del reto. Un saludo.
Anaisa
18/07/2018 a las 09:56
La historia es muy bonita, aunque triste. Sin embargo creo que si lees en voz alta algunas frases y limas la redacción esta puede mejorar bastante.
cesar henen
19/07/2018 a las 01:36
¡Hola, K!
Me encanta tu relato, nos muestras una cruda realidad ante personas que terminan mal de sus facultades mentales, me gusta a demás la forma en que expresas que la paciente no siempre está encerrada en esa habitación de paredes blancas. ¡Felicidades!
Te invito a que visites el mío en el 98.
Kathie G.
19/07/2018 a las 03:50
Hola, muchísimas gracias a todos por sus comentarios. Aprecio cada uno de ellos y tomaré sus consejos para los siguientes relatos. Un saludo grande y feliz lectura!
M.L.Plaza
20/07/2018 a las 05:07
Hola Kathie.
Muchas gracias por tus amables palabras a mi relato.
El tuyo me ha parecido estupendo. Me ha gustado la evolución del relato:empieza describiendo los sentimientos de la protagonista para acabar situándolos en un contexto más amplio, el de su enfermedad y de sus seres queridos.
Solo me ha parecido raro que en el tercer párrafo hablas de esa tarde, me parece redundante porque ya lo dices en el párrafo anterior; yo la quitaría. Y sustituiría ese día por algún día. Pero solo es una apreciación personal.
Me ha encantado leerte.
Saludos
IreneR
20/07/2018 a las 09:52
Buenas, Kathie G.
Qué relato más intenso. Me ha gustado mucho. Mientras lo leía me imaginé a una mujer interna en algún tipo de institución, no sabía si era un psquiátrico o una residencia de ancianos, pero al final me quedó claro.
Las enfermedades mentales son horribles, tanto para el que la sufre como los que los acompañan.
Por poner una pega, la frase que nos dan me ha parecido que queda un poco puesta a la fuerza. Pero por todo lo demás, perfecto.
¡Un saludo!
Estel Vórima
20/07/2018 a las 09:59
Un relato magnífico, felicidades.
Está frase me ha encantado, implica mucho “porque esos lugares habían sido todos ocupados en el pasado, ocupados por personas que los derrumbaron dejando sólo ruinas dentro de ella”.
De verdad que muy buena historiañ, esa lucha que tenemos a veces de buscar razones que no somos capaces de encontrar y que pueden añadir más dolor al que ya de por sí tenemos.
Un saludo.
Kathie G.
21/07/2018 a las 04:09
Gracias por sus observaciones y comentarios a M.L.Plaza, IreneR y Estel Vórima, ¡un saludo grande!
Servio Flores
22/07/2018 a las 15:28
Hola Kathie G.
Su relato me ha gustado muchísimo, fui de su mano leyendo cada frase imaginando los posibles finales, un accidente, una orden de alejamiento… Pero el final estaba alli, tirado por todo el relato, escrito y listo para ser descubierto, gritandonos desde la misma condición de la protagonista. Muy bien logrado.
Triste y duro, pero así mismo es.
Bien hecho, felicidades.
Kathie G.
22/07/2018 a las 17:57
Muchas gracias Sergio Flores, un saludo!
MOT
27/07/2018 a las 16:57
Hola Kathie, gracias por pasarte por mi relato.
Me ha encantado tu historia…fría, desgarradora, real. Si tuviera que definirlo con un solo adjetivo, usaría: ESTREMECEDOR.
¿Me permites unos humildes y particulares comentarios técnicos?
En el segundo párrafo, en la frase “A horas de tarde, por ahí alrededor de las…”, yo quitaría el “por ahí”, pues ya queda implícito con “alrededor”. Y en el tercero, me suenan demasiado repetitivas, al estar tan cerca la una de la otra, las frases “hojas de los árboles mientras se mecían” y “hojas de los árboles mecerse”.
Enhorabuena, muy buen trabajo, y muy logrado el objetivo de mantener al lector hasta el final. Saludos…
Kathie G.
27/07/2018 a las 18:45
Hola MOT, muchas gracias por tu comentario y agradezco sobremanera tus observaciones con respecto al relato, las tomaré muy en cuenta para escritos futuros. Un saludo grande!
ortzaize
01/08/2018 a las 08:59
hola triste historia y en estos años un indice muy alto de esta enfermedad que como todos sabemos es muy triste para el que la tiene cerca.
buen verano. yo ya estoy de vacaciones
este mes no mande relato
saluditos
Toñi Avila (vibe)
05/08/2018 a las 19:18
Hola Kathie G:
Los últimos quince días de julio he estado fuera de cobertura por lo cual no he comentado antes. Pero aquí estoy, más vale tarde que nunca o eso dicen.
Has conseguido meterte en la mente de ésta enfermedad tan cruel y nos has atrastrado a su cabeza de forma vertiginosa.
Hay historias que conmueven y ésta es una de ellas.
Felicidades!
Altair_Midnight
05/08/2018 a las 22:26
Hola Kathie G,
Muchas gracias por tu relato. Me ha parecido una maravilla agridulce y me ha transmitido sensaciones opuestas. Me gusta mucho la construcción del pesonaje principal y tu estilo de escritura ágil.
Nos leemos en la próxima escena.
¡Saludos cordiales!
Kathie G.
07/08/2018 a las 02:47
Muchísimas gracias a ortzaize, Toñi Avila (vibe) y Altair_Midnight, y por supuesto Toñi, más vale tarde que nunca. Saludos enormes y suerte con el reto de este mes. ¡Feliz escritura!