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LA POETISA - por IsanR.

Web: https://unacapadebarniz.blogspot.com.es

Garazi vivía en Baiona, al suroeste de Francia. Sabía que sus ancestros procedían del otro lado del Pirineo. Algunos habían conseguido huir perseguidos por la Inquisición, acusados de practicar la brujería, la herejía y la superstición. Motivos por los que mandaban a la hoguera a gentes como ellos.

Estaba fascinada con los relatos de la abuela por vía materna. Hablaban de los dones especiales de las mujeres de su familia, del dominio de los elementos y del control de lo material y lo espiritual. Sabían interpretar los signos de la naturaleza y conocían las plantas para preparar los mejores ungüentos contra muchas dolencias. Cuando apenas sabía garabatear cuatro letras, Garazi ocupaba el tiempo en recrear cuentos fantásticos. Había adquirido una gracia y sensibilidad poética especial. Fantaseaba tanto que sus compañeras le llamaban cariñosamente la Poetisa.
Pero lo que imaginaba no le parecía bastante. Deseaba ir a Zugarramurdi. Era una obsesión. Quería encontrarse con el espíritu de Mari Trapu, antepasada quemada en la hoguera según relato de su abuela quien, a su vez, lo había oído de la suya y esta de la suya. Ese lugar mágico le transmitiría el conocimiento pleno ansiado desde hace largo tiempo.

Recién cumplidos once años, en una excursión del colegio a las cuevas de Sare, el tumulto del autobús facilitó la oportunidad. Garazi enfiló decidida el camino a Zugarramurdi. Estaba cerca, al otro lado de la muga. Le costó encontrar las ruinas de lo que fue el caserío familiar. Bastante alejado de la población, era refugio de cabras y ovejas. Aun se mantenían en pie dos paredes, parte del tejado y la chimenea.
Inmediatamente se puso a la tarea. Registró palmo a palmo cuantas oquedades descubría entre las piedras. Cuando el sol cedía espacio a la luna, dio con aquello que tan afanosamente había buscado. Un saquito de arpillera conteniendo un ramillete de hierbas secas. Añadió otras frescas y alguna raíz cogidas por los alrededores. Encendió fuego y en un cacharro viejo y oxidado encontrado por ahí, echó agua del manantial. Metió la mitad del contenido del saco y guardó el resto para otra ocasión, por si el bebedizo no surtía efecto a la primera. Fabricó una escoba con una vara de castaño y unas ramas de brezo. Se hizo una corona de muérdago y preparó el lugar para preservarse de comadrejas y alimañas varias que, seguro, estarían husmeando atraídas por humos y olores.

Era veintisiete de diciembre, solsticio de invierno. La luna llena —ilargi la llaman por estas tierras, cuyo significado es luz de los muertos— se dejaba ver en todo su esplendor sin que una nube osara mancillar su hermosura. Durante toda la noche realizó pequeños pero continuos sorbos de la pócima. Con los primeros albores, dio un último trago largo, avivó el fuego para ver por dónde se podía agarrar, y subió a lo más alto del tejado. De allí a la chimenea. Montada en la escoba y a falta de un sortilegio mejor que invocar, echó mano de una canción de Mikel Laboa: « Baga, biga, higa; laga, boga, sega; zai, zoi, bele… xirristi-mirristi…». Volvió a repetir por tres veces el conjuro: «Baga, biga, higa…». Cuando le pareció el momento oportuno, dijo con voz potente la última palabra alargándola lo más posible: «ikimilikilikliiiiiik» y se lanzó decidida a sobrevolar el valle.

Del batacazo que se arreó contra el suelo, profirió tan horroroso alarido, que se oyó en toda la comarca reverberando en los montes circundantes. Cuentan cómo durante un mes los pájaros enmudecieron, las gallinas dejaron de poner huevos y las vacas dieron leche agria. Lo peor de todo sucedió durante los dos años siguientes pues todos los partos fueron varones. Todos salieron pelirrojos, la mayoría tartamudos, el que no, bizco y algunos lo uno y lo otro.

De Garazi no se supo más. Dicen que echó a correr dejando un rastro de hierba quemada hasta Iruña, capital del antiguo reino. Algunos afirman haberla visto merodear en las noches claras recogiendo hierbas. Hay quien sostiene que se refugió en lo más frondoso del bosque para acudir, cada veintisiete de diciembre, a Zugarramurdi a reunirse con gentes del valle. Allí, envueltos en el halo de misterio de la enorme cueva llamada en euskera Infernuko Erreka, que simboliza la entrada al útero de la Madre Tierra, pasan la noche en un prolongado akelarre bebiendo y danzando desenfrenados en torno a las hogueras junto con Akerbeltz, mitad hombre mitad macho cabrío negro… Pero de esto nadie puede dar fe, pues quienes fueron, jamás regresaron.

Comentarios (40):

Javier López

16/02/2018 a las 14:22

Hola, Isan.
Este mes no participo, pero si que sigo a mis habituales que si que habéis tenido algo que decir.

Me ha encantado la escenificación, la documentación sobre el folklore vasco-navarro y las referencias a “Las brujas de Zugarramurdi”. Hay un gran filón ahí para las novelas de misterio y fantásticas.
Por poner algún pero, creo que hay algo que no me termina de encajar. Una niña de 11 años sola por el bosque, que tenga la capacidad de hacer rituales… Imagino que había poco espacio para decorar más la historia, pero me cuesta creer que una niña pueda llegar a tanto con los datos que nos ofreces.
Por lo demás, magistralmente escrito en el plano técnico y lograda atmósfera; con esto tendría Iker Jiménez para media temporada de Cuarto Milenio, XD.
Un abrazo.
Nos leemos.

isan

16/02/2018 a las 16:29

Hola Javier:
Has estado rápido. Lástima que no participes.
Entrando en tus dudas, yo me planteé si eso podía hacer una niña de 11 años y en estos casos yo me pongo es su lugar con esa edad y la respuesta es que lo veo posible. Lo de los rituales ya apunto sobre la información que le proporciona la abuela y la imaginación de la niña.
Efectivamente hay filón para muchas historias.
Un saludo. Espero leerte el próximo reto.

R.J. Esperanza Pardo

17/02/2018 a las 14:02

Hola, Isan

Qué suerte que me haya tocado ser tu vecina. Me ha gustado mucho tu relato, y no es frase hecha. La mitología o religión antigua vasca, los orígenes de la cruz de cuatro cabezas, la Diosa Mari… es un tema apasionante. La canción del cantautor Mikel Laboa, con tu permiso, merece la pena disfrutarla, para quien lo quiera: https://www.youtube.com/watch?v=9JyNfyriAk0

Solo he visto estas sugerencias:

* “antepasada quemada en la hoguera según relato de su abuela quien, a su vez, lo había oído de la suya y esta de la suya”: “antepasada quemada en la hoguERA, según relato de su abuELA, quien, a su vez, lo había oído de la suya, y esta de la de ELLA. Me suena mejor todo rimado, ya sabes lo que dicen: mujer refranera, puñetera.

* “Fantaseaba tanto que sus compañeras le llamaban cariñosamente la Poetisa.”: Mira esto: https://www.fundeu.es/consulta/la-llaman-le-llaman-1219/
* “desde hace largo tiempo”: “hacía” ¿?.
* ” —ilargi la llaman”: guión corto.
* “veintisiete diciembre”: con cifras las fechas, mira en Literautas que si pongo el enlace no sale el comentario.

Lo que comenta Javier sobre la edad de la prota puede que dependa del grado obsesivo que tuviera la niña con el tema de la brujería. Yo quizás sí le subiría algo la edad, tengo dos hijas y no las veo tan echadas palante, al menos solas, otra cosa sería con la compañía de un amigo en quien apoyarse. Aunque, como añades ese toque de “obsesión” por el asunto no me ha chocado al leerlo, es más me he olvidado de la edad y ha sido cuando he leído después el comentario de Javier. Yo tenía otro relato para esta escena, en primera persona (un niño de 10 hablando de cuando tenía 5) y tuve tal quebradero de cabeza pensando que no era creíble que acabé por desecharlo y meter otro relato, ayer leí alguno por aquí en primera persona y no puedo evitar pensar que no me creo algunas cosas. Así que me parece un acierto elegir el narrador que has elegido.
Por lo demás, como siempre me ha parecido un texto muy bien escrito y con toque final al estilo Isan 😉
Enhorabuena y un abrazo

Earendil

17/02/2018 a las 18:28

Hola, Isan.
¡Pero qué bueno!
Nos has regalado una historia a caballo entre el folclore y las leyendas de tu tierra, siempre llenas de misterios ancestrales, que me encantan. Además, le has dado una pincelada de humor que le da un toque real, en este caso, a una historia fantástica y llena de misterio.
En la parte formal solo he visto un desliz:
* ” Ese lugar mágico le transmitiría el conocimiento pleno ansiado desde HACE largo tiempo.”____Todo el texto está escrito en pasado, y aquí se te ha colado un presente.
Por lo demás, un trabajo fantástico. Igual que Javier López me gusta Cuarto Milenio, así que ha seguir creando cuentos fantásticos que rememoran nuestra historia ancestral, maltratada en algunos casos y olvidada.
Un saludo

isan

17/02/2018 a las 20:57

Hola Earendil:
Me alegro que te guste, viniendo de ti es doble satisfacción. Será como dices lo del verbo, pero a mí me suena tan bien, ya que el ansia seguía teniéndola en ese momento. Bueno, así lo veía. Lo acepto.
Con la canción de Mikel Labora quería tener un pequeño recuerdo hacia su compositor que murió hace poco. No se trata de Mikel Laboa que murió hace tiempo y es el intérprete.

Un saludo.

marazul

17/02/2018 a las 20:59

Hola Isan:
¡Qué buen relato!
Escrito de una forma impecable. Con descripciones muy acertadas y una ambientación excelente.
Has creado un personaje entre poeta y brujita, graciosa, soñadora y divertida. Me has robado una sonrisa, Isan, con las invocaciones tan disparatadas. Y ya con el batacazo que se pegó la carcajada final. Una historia disparatada y un tanto surrealista escrita con mucha gracia.
Me ha encantado
Saluditos

isan

17/02/2018 a las 22:03

Hola Marazul:
Me dejas contento con tu comentario y te lo agradezco. En algún momento de cuando lo escribía, tenía mis dudas de si funcionaría, pero ya veo que se acepta.
Ya te tengo localizada por allá arriba, así que luego me paso.
Un saludo.

Juana Medina

18/02/2018 a las 01:27

Hola Isan,
Coincido con los compañeros en que esta historia mezcla de leyenda y fantasía tuya, te salió encantadora,llena de gracia.
Te agradezco la visita, aunque te rogaría un poco de piedad para alguien que está escribiendo con una mano y bastante dolor en el brazo roto, y es bastante comprensible que se le escape un espacio y algún acento
Mi enhorabuena por tus brujas baskas
Un abrazo

isan

18/02/2018 a las 10:53

Hola R.J. Esperanza:

Muy acertadas tus puntualizaciones gramaticales. El laismo y leismo ya sabes que va por zonas y, si tienes algo tan interiorizado, es difícil darte cuenta a no ser que lo mires expresamente. Respecto al guión corto de los incisos, no tenía ni idea. Lo cambié cuando empecé a poner los diálogos con el largo.

Agradecido por tus correcciones. A ves si hoy me paso por tu relato.

Un saludo.

isan

18/02/2018 a las 11:03

Hola Juana:

Ahora me acuerdo que habías comentado la rotura de tu brazo. Quedas disculpada. Puede que, mientras dure la lesión, acudan las musas y te conviertas en un Cervantes o en Valle Inclán y hagas la producción literaria de tu vida. Aunque lo del manco de Lepanto dicen que es falso (que perdiera el brazo).
Recupérate y no fuerces la escritura.
Un saludo.

isan

18/02/2018 a las 11:53

Hola de nuevo R.J,. Esperanza:
Se me olvidaba comentar el acierto que has tenido poniendo el enlace a la canción de Laboa. Es una versión con coro y orquesta muy lograda. Me ha hecho mucha ilusión y te lo agradezco.

María Kersimon

18/02/2018 a las 18:44

Hola Isan,
He leído con agrado todo el cuento y me ha gustado. Yo no me lo he tomado todo al pie de la letra con realismo, pues lo he sentido como un cuento/leyenda y, visto el final, me da la razón. Es entretenido, divertido, toca los folclores del norte de España que son ricos en rituales mágicos, espíritus de los bosques, duendes y hadas, brujas… Me ha parecido un divertimento fantasioso y en mí ha cumplido esta función. Está bien escrito.
Saludos.

isan

18/02/2018 a las 19:35

Hola María:
Efectivamente eso que dices quería reflejar. Esa mezcla de leyendas, folclore y cuanto, añadido con un poco de humor. Lo que sí es historia es la actuación de la Inquisición.

Me pasaré por tu relato.
Un saludo.

Otilia

19/02/2018 a las 10:59

Hola Isan:
Muchas gracias por leer y por las aportaciones.
Escribí “seguir su viaje” como metáfora de seguir la vida con los problemas que vayan surgiendo.
Tu relato inspirado en la mitología vasca me ha gustado mucho por cercano y por ese toque de humor irónico que has añadido. Buen trabajo.
En cuanto a lo mejorable, solo es mi opinión, escribiría Naturaleza con mayúscula, y si escribes Pamplona en euskera lo lingüísticamente correcto es Iruñea.
Isan, tengo una duda, cuando escribes: “La luna llena -ilargi betea la llaman por estas tierras…-, esa aclaración es el narrador o asoma el autor?
Felicidades. Hasta pronto.
Un abrazo.

isan

19/02/2018 a las 16:41

Hola Otilia:

Me comentas sobre el nombre de Pamplona en euskera. No solo existen esos dos, hay unos cuantos parecidos. Efectivamente Euskaltzaindía recomienda como lingüísticamene correcto el de Iruñea, sin enbargo, el nombre oficialmente establecido por el Gobierno de Navarra es Pamplona-Iruña. En la práctica se usan ambos, pero creo que mayoritariamente en el habla es el de Iruña. Fíate de lo que te digo porque soy de aquí.

Sobre la aclaración de la Luna llena, parece que narrador y autor se han mezclado. He cometido el error de decir que ilargi es luna llena, cuando es simplemente luna que era lo que quería decir. Al leer tu comentario me he dado cuenta.

Hasta la próxima.

Jose Luis

19/02/2018 a las 18:33

Hola
Gracias por tus comentarios.
Tu relato me ha parecido fascinante, e instructivo por cuanto se nombran zonas y lugares que, realmente, parecen beber de la propia magia. Es increíble, porque nos has ayudado a recordar que, en lugar de estar pensando en países inventados y zonas mil veces visitadas de otros lares, se podría aprovechar mucho más lo que ya tenemos cerca de casa. Anda que no hay material para escribir basándonos en el folclore de las diversas provincias y autonomías de España, como nos has demostrado con acierto. En resumen, un cuento muy entretenido.
Un saludo

isan

19/02/2018 a las 21:56

Gracias José Luís. Ciertamente material para escribir encontramos por todas partes. El problema suele ser encontrar ese algo que lo convierta en historia.
Gracias por comentar.
Un saludo.

Osvaldo Vela

21/02/2018 a las 07:05

Hola Isan, después de regocijarme con una leyendas regional, como la que nos presentas, me doy cuenta de la importancia de mantenerlas vivas. Pero, para hacerlas atractivas, se necesita una pluma como la tuya: refinada en su comunicar.

El párrafo que sigue a su lanzamiento desde la parte alta de la azotea al vacío, es una poesía por su contenido y por los efectos del batacazo que se dio Garazi. Las gallinas , las vacas y los varones pelirrojos son un dulce brebaje para nosotros los lectores. Te felicito por un texto muy bien logrado y que da a conocer la historia del comunicar de boca a boca, en una región Ibérica.

Gracias por tu visita a mi texto y las buenas vibras que dejaste para mí.

Estoy de acuerdo en que tu relato contiene mucha historia en la que puedes trabajar.

esperemos leernos nuevamente.

isan

21/02/2018 a las 13:42

Hola Osvaldo:
Gracias. Tus comentarios son siempre muy bien recibidos. Siempre buscando lo positivo.

Nos vemos seguramente allá por octubre.

Un saludo.

Amilcar Barça

21/02/2018 a las 19:08

Hola Isan, muy entretenido tu relato. El tozolón de la aprendiz a bruja, me ha recordado al colgao buscando mamellas. Salu2, ¡Ah, y recuerdos a mi hija!

isan

21/02/2018 a las 20:16

Hola Amílcar:
Jajaja, se los daré. Gracias por pasarte.
Un saludo

Jorge Blanco

21/02/2018 a las 21:16

Hola Isan:
Me gusta tu relato. Lo veo muy trabajado. Has tenido una idea muy buena de mezclar leyenda con inventiva propia. Te ha quedado genial. He mirado la canción que dices en el enlace que R.J. Esperanza ha puesto y me ha parecido muy buena. Además encaja bien en el cuento. La escena del batacazo muy lograda. Con lo que dices que lo peor de todo es que nacieron todos varones, ejem… habría mucho que discutir.

Te pongo “un me gusta” sin peros.

Saludos.

isan

21/02/2018 a las 21:45

Hola Jorge:
Tan amable como siempre. Cierto que suelo trabajar bastante los relatos. Más me vale, porque siempre salen pegas que uno no ve.
Lo de los varones. Tenían que ser así ya que se trata la venganza de una chica. O, tal vez, podrían haber nacido todo brujillas… No era una mala opción. Demasiado tarde.
Gracias por comentar. A ver si te animas a escribir aunque, me temo, que hasta octubre esta página ya no será lo mismo.
Un saludo.

Sara

21/02/2018 a las 23:05

Hola Isan:
Me gusta esa Garazi tan decidida. Me ha recordado a mí que casi con su edad me marché de casa, aunque lo mío no llegó a la noche. El relato he ha parecido fantástico, nunca mejor dicho. No sabría sacarle pegas y las que tiene ya te las han dicho.
Un saludo.

iosu

22/02/2018 a las 09:20

Hola Sara:
Mujeres intrépidas Sara, Gara(zi). Evidentemente fantástico es, al menos en su acepción de salido de la imaginación, que es lo que me toca. En cuanto a la acepción de magnífico, corresponde al lector determinarlo.
Gracias por pasarte.
Un saludo.

Menta

22/02/2018 a las 10:47

Buenos días Isan: Me ha gustado mucho tu relato, por el tema, la ambientación, la historia, los mitos y leyendas, es decir, por todo.

La obsesión de la niña me ha parecido demasiado fuerte pero cuando se ha caído desde la chimenea, me he reído y he comprendido que sólo era la obsesión de una niña.

He escuchado en YouTube la canción de Mikel Laboa que aparece en tu escrito y que nos ha recomendado Esperanza Pardo, me ha gustado mucho. Gracias a los dos. Cuando lo he leído, como no conocía a Mikel Laboa, creía que te lo habías inventado tú. Pido perdón por mi ignorancia.

Te voy a hacer algunos comentarios que desde mi punto de vista pueden mejorar el relato:

1. En una frase dices: “al otro lado del Pirineo”. Creo que –Pirineo- está mal empleado porque según la RAE, las cordilleras hay que llamarlas en plural y con el artículo delante en minúscula. Es decir: -los Pirineos-
Se puede utilizar el Pirineo en singular cuando se emplea para referirse a sectores de la cadena montañosa, en cuyo caso va acompañado de un adjetivo: el alto Pirineo, el Pirineo aragonés, el Pirineo navarro…

2. En este párrafo: “Garazi vivía en Baiona, al suroeste de Francia. Sabía que sus ancestros habían huido del otro lado del los Pirineos porque habían sido acusados de practicar la brujería, la herejía y la superstición y la Inquisición, por estos motivos, mandaban a la hoguera a gentes como ellos.
La palabra –mandaban- debe ser -mandaba- porque el sujeto es Inquisición.

3. Estaba fascinada con los relatos de la abuela por vía materna.” En esta frase, es redundante poner –por vía materna- porque solo tiene una abuela materna.

4. En la frase: el tumulto del autobús facilitó la oportunidad. Encuentro dos errores:

a) Tumulto del autobús. Creo que falta algo porque el autobús no tiene la cualidad de tumulto (RAE: Confusión, alboroto, desorden). Podría ser: El tumulto –alrededor- del autobús.

b) Facilitó la oportunidad. ¿Qué oportunidad? Se refiere a algo que está al principio del párrafo anterior. Para que quede bien hay que aclarar -la oportunidad-, por ejemplo: de huir, de acercarse a …

5. La frase: “. Un saquito de arpillera conteniendo un ramillete de hierbas secas.”
No tiene verbo principal porque se ha quedado en la frase anterior:

“Cuando el sol cedía espacio a la luna, dio con aquello que tan afanosamente había buscado. Un saquito de arpillera conteniendo un ramillete de hierbas secas.”

En mi opinión, sobra el punto y seguido entre –buscado- y –un-. Pueden ser dos puntos.

Por otro lado, creo que aquí está mal empleado el gerundio porque no es una –acción-. Sería mejor poner: -que contenía.

Enhorabuena por este relato, no te saludo con la mano porque si la quito de la escoba me caigo. Menta

iosu

22/02/2018 a las 17:47

Hola Menta:

Te agradezco de veras el esfuerzo que has hecho en analizar el texto. Denota un interés más allá de un trámite para salir del paso.
Acepto cuanto me dices de buen grado. Solo quiero hacer dos puntualizaciones. En el punto 3 dices que hay redundancia. No la veo ya que me refiero a su abuela materna, no a la paterna. Es decir, los dones le vienen por vía materna. En el punto 4 a) es un tipo de metonimia. en b) dices que falta algo. A veces empleamos la elipsis para generar mayor ritmo, sin que sea afectada la construcción o el sentido de la frase que, en este caso, no veo que genere dudas.

Hasta otra.

Menta

23/02/2018 a las 09:37

Hola Isan: Esperaba tener un fin de semana tranquilo y me has puesto demasiados deberes. No sé lo que es una metonimia, y por supuesto tampoco que hay varios tipos de ellas.

Ya puesta, estudiaré también las elipsis para generar mayor ritmo.

Te agradezco mucho tu respuesta.

Un saludo, Menta

iosu

23/02/2018 a las 13:17

Hola Menta:
Jajaja. No te lo tomes así. No quisiera resultar un pedante. Me había parecido la manera más breve de contestar sin dar explicaciones largas que no encajan en este espacio.

Disfruta del finde. Un saludo.

iosu

23/02/2018 a las 13:24

Se me olvidaba comentar. Las figuras literarias o retóricas las usamos todos en el lenguaje oral o escrito aun sin darnos cuenta y sin ponerles nombres.

Fran

24/02/2018 a las 13:16

Hola Isan:
He leído de casualidad este relato y me he gustado. Me fascinan los cuentos fantásticos de burjas etc. La idea y la realización me han parecido muy buenas. He mirado las localizaciones en google y todo encaja según el relato, además he leído que la Inquisición actuó verdaderamente por esa zona quemando en la hoguera a muchas personas. Así que es un poco de historia mezclada con leyenda y con tu imaginación.

salu2.

isan

24/02/2018 a las 19:29

Hola Fran:
Historia, lo que se dice historia no hay mucha quitando la referencia a la Inquisición. La localización es esa, lo demás inventado.
Gracias por pasarte y comentar.
Un saludo.

Simón Martín

26/02/2018 a las 01:38

Hola Isaí, por fin puedo pasarme por tu texto. Gusta mucho esa conjugación entre historias leyenda y ficción; todo bien encajado hacen agradable la lectura. Si a eso le añadimos las descripciones, ambientaciones… pues todo muy bien. Me gusta el uso de frases cortas: le da el ritmo adecuado cuando es necesario. Si me permites, aquí van algunas puntualizaciones sobre la forma.

1. La frase final del primer párrafo, creo que no es tal. Debería ir separada solamente de una coma, pues es subordinada a la anterior. Si la leemos suelta, quedarías así: “Motivos por los que mandaban a la hoguera…”. Si se quería convertirían oración principal, pudo haber sido “Por estos motivos…”

2. En el tercer párrafo, la expresión “según relato de su abuela”, debería ir entre comas, pues es un inciso explicativo, con lo que quedaría así: “antepasada quemada en la hoguera, según relato de su abuela, quien, a su vez”.

3. De acuerdo con las dos últimas correcciones señaladas por Menta, sobre los dos puntos y el gerundio. En efecto, la acción del gerundio no concuerda con la acción del verbo, por lo que “conteniendo” debe cambiarse por “que contenía”.

4. En el sexto páramo, en mi criterio, debería eliminarse la coma al final de la enumeración de la frase que comienza así: “Con los primeros albores…”. Recordemos que la coma reemplaza a la “y” al final de una enumeración. Si la dejamos, la coma junto a la “y” equivalen a punto y coma, el cual es intercambiable con el punto seguido

Por lo demás, todo bien, Isan, no en vano eres el más comentado. Espero verte en los próximos retos.

Charola

26/02/2018 a las 05:05

Hola, Isan.

Un texto bastante logrado. Me parece loable tu relato mezcla leyenda y fantasía de la región vasca que estoy muy lejos de conocer. Escuché la canción de Laboa y me transportó a tu historia. Excelente.

Ya te dijeron los mejorables en la forma. Solo me queda decirte hasta la próxima. Gracias por tus comentarios en el mío.
Un abrazo.

isan

26/02/2018 a las 13:31

Hola Simón:
Muy acertadas tus sugerencias que complementan y amplían las que me has hecho.
Lo de los siguientes retos no lo tengo muy claro, no por mí sino por el descanso de Iría. Iremos viendo.
Gracias pr pasarte. Un saludo.

isan

26/02/2018 a las 13:39

Que tal Charola:

A veces para viajar no hace falta hacerlo físicamente. Tengo un amigo que ha hecho dos o tres viajes en su vida, pero conoce la geografía, historia costumbres etc. de un montón de sitios y eso lo hace leyendo.

Te agradezco que hayas pasado por aquí.
Un saludo.

Laura

28/02/2018 a las 11:22

Hola Isan.
Me ha encantado tu relato, llevándome a regiones y conocimientos que aquí se ignoran, pero hay otros.
Está la cuestión de la edad de la niña, pero depende mucho del ambiente en el cual ha vivido. Si esa obsesión fue cultivada por la familia, no es tan extraño, aunque debería haberse dado un reporte de su desaparición en la excursión.
Por lo demás, me ha encantado.
Nos encontramos en marzo.

isan

28/02/2018 a las 16:54

Hola Laura:

Efectivamente por todas partes hay tradiciones y leyendas y, si no, se inventan que para eso estamos.
En cuanto al reporte que echas en falta se dio y, de hecho, todavía están buscándola. (Es broma).
Gracias por pasarte. Luego te haré una visita.
Un saludo.

Jean Ives Thibauth

02/03/2018 a las 20:34

Hola Isan.

Este mes nos has regalado un magnífico texto que nos trae los escenarios y leyendas propias de una tierra muy antigua.

Sencillamente, me ha encantado.

Sobre todo la guasa que tiene con lo del batacazo y los efectos posteriores de esta joven bruja. Por un lado no sabía si te irías por la trastada de una niña o por la magia de que aparecieran sus antepasadas brujas y la ayudaran a ser como ellas. Y eso me ha mantenido en vilo.

El final, con ese tono de leyenda de “ya te lo contaré en otra ocasión”, me ha parecido muy propia con el tono de guasa que te mencioné antes.

Soberbio, amigo. Me has echo pasar un gran rato.

Nos seguimos leyendo.

Un fuerte abrazo.

isan

02/03/2018 a las 23:27

Hola Jean Ives:
Me alegra un montón que te haya encantado (supongo que será porque la cosa iba de brujas)y que hayas pasado un buen rato.
Tus halagos tienen para mi mucho valor.

Estoy con la duda de si participar estos meses en los que vamos a ser tíos hasta que Iria se incorpore allá por octubre. Me parece que va a resultar complicado por la saturación de la página. No obstante seguiré leyendo a mis autores favoritos.

Gracias, un abrazo.

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