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La poetisa - por Verónica
Tenía que entregar el poema a la revista.
Se sentó y tomó la lapicera. Garrapateó: “Puedo escribir los versos más tristes esta noche”. Lo tachó. No, no podía escribir eso, pero sin embargo, sí se le ocurrían versos tristes, doloridos.
¿Y qué hago si no lo veo más?, pensó.
No quería tener esa sensación de vacío, esa sensación de soledad.
Y ni siquiera podía empezar a escribir.
No escuchar más su voz. No mirarlo a los ojos. No reconocer sus pasos. No abrazarlo antes de dormirse.
Y los versos no llegaban.
No quería sentir esa soledad, pero sabía que sin él estaba sola.
Lágrimas de tristeza recorrieron su cara y algunas terminaron sobre el cuello y otras sobre la hoja que empezaba a estar colmada de palabras.
Te amo, le dijo a la distancia, sin que él pudiera oírla. Lo escribió y lo tachó y volvió a escribirlo.
Le hubiera gustado escribir “Esta noche al oído me has dicho dos palabras comunes”, pero él no se las había dicho. ¿Cuánto hacía que no se las decía?
Otras lágrimas furiosas acompañaron a las tristes. Y las palabras salieron entonces con más fuerza, estallaron en la hoja, se ahogaron en las lágrimas, se desdibujaron sus formas pero no sus significados.
Y escribió sin parar.
Comentarios (10):
Kathie G.
17/02/2018 a las 21:32
Hola Verónica, describiste una de las fuerzas mayores que mueven a un poeta: los sentimientos. Me gustó tu relato breve y conciso. Sin tanto rollo ni tantos ornamentos me llevaste a comprender a tu personaje y a tener empatía por lo que estaba sintiendo a lo largo de tu relato. Felicidades; soy la 1 de la lista. Saludos y feliz escritura!
Amadeo
17/02/2018 a las 22:59
Verónica.
Muy buen texto No soy poeta pero a veces me pasa lo mismo: estoy frenado, con la mente en blanco y el lápiz en la mano y de pronto brotan las palabras. Bien escrito, fácil de leer y de comprender lo que le sucede al personaje. Felicitaciones.
Lo único que remarcaría es la repetición de la palabra sensación muy cercanas.
Estoy en el 32, por si gustar leerlo y comentar
Saludos
Amadeo
Verónica
18/02/2018 a las 16:43
Muchas gracias Kathie y Amadeo por los comentarios. Saludos
Gon Mirdon
18/02/2018 a las 17:21
Maravilloso la conclusión. Es un mar de sentimientos que como si fuera una mujer a punto de dar a luz, se van acumulando los sentimientos hasta que los pare en el papel. En ese punto es tanta la conmoción, que me ha conmovido. Para más decirte, mi mente hasta le puso música épica al final mientras leía.
Breve, y bonito. Ojalá todos tuvieran esta delicadeza ausentes de tantos ornamentos.
Laura
19/02/2018 a las 11:06
Hola Verónica.
Coincido con quienes me preceden: volcamos nuestra propia esencia cuando escribimos, algunas veces más, otras menos, pero real siempre.
Sigue escribiendo.
Veronica
19/02/2018 a las 12:30
Muchas gracias Gon Mirdon y Laura por sus comentarios, me animan a seguir escribiendo!!!Saludos
Roberta
25/02/2018 a las 18:32
Hola, Verónica.
Excelente tu relato. Adhiero a todos los elogios anteriores.
Felicitaciones.
Gracias por comentar el mío.
Saludos.
Verónica
26/02/2018 a las 11:52
Roberta: Muchas gracias por tu comentario.
Saludos
Tavi Oyarce
26/02/2018 a las 15:54
Hola Veronica:
Que difícil es enfrentar ese momento en que todo pugna por expresar los sentimientos y las palabras, como amantes caprichosas, se niegan a salir.
Ese es el instante preciso que tu estableces en tu relato con mucho acierto.
Te felicito
Gracias por pasar por el mío
Saludos
Verónica
27/02/2018 a las 12:28
Gracias Tavi Oyarce por leer y comentar mi relato. Saludos