<< Volver a la lista de textos
LA PRIMERA CITA - por J. Guillén devís
Detuvo el vehículo y paró el motor sin apagar las luces.Respiró hondo y se decidió a salir del habitáculo. Posó un pie en el suelo y se entretuvo viendo como se levantaba un fina y ligera capa de arena que, inmediatamente, volvió a caer posándose alrededor y encima de su muy pesada bota. Sacó con dificultad la otra pierna y se irguió. Miró todo lo lejos que la tenue luz de las estrellas y los focos del automóvil le permitían. Estudió el horizonte mecánicamente y tecleó estableciendo las coordenadas en su computadora de muñeca. Un gracioso tintineo le confirmó la correcta grabación de los datos.
Rodeó el vehículo por detrás mientras realizaba una comprobación rutinaria del mismo. Ojos experimentados que detectarían cualquier anomalía a primera vista.
Anduvo pesadamente en la dirección en la que se perdían los haces de luz de los faros. Unos pasos más y topó con una pared o algo similar que instantes antes no estaba delante de él. Lo tocó con su mano enguantada y comprobó la rigidez y flexibilidad simultánea del material con la que estaba hecha. Parecía transparente y reflectante a la vez. Obviamente era algo fabricado, no encajaba con la naturaleza yerma del terreno circundante.
Este era el lugar. Solo restaba esperar.
Es extraordinario cómo la mente se protege de la presión a la que es sometida en circunstancias excepcionales. La suya le trajo de vuelta el final de un cuento que le leía su padre al ir a dormir: «El marinero no subió al barco. Compró una granja con tres gallinas y labró la tierra». Nunca supo si era una alabanza a la sensatez o un reproche a la cobardía. Sea cual fuere, él, al contrario que el marinero, decidió embarcar y eso lo trajo hasta aquí. Lejos, muy lejos, a millones de kilómetros de distancia de la vieja Tierra. En la antesala de lo que podría ser el acontecimiento más importante de la historia. El primer encuentro con una civilización extraterrestre.
Eso también le hizo pensar en que nadie de los que le habían visto partir estarían vivos. Su padre y los que le despidieron al abandonar el Sistema Solar llevarían varios cientos de años muertos. Las leyes relativistas daban un significado mucho más abrumador a la soledad.
De pronto, algo nuevo, extraño y abstracto llenó su mente relegando todo pensamiento a un rincón del cerebro y fijando su atención en el aquí y ahora; y supo que habían llegado. «Hoy voy a cambiar el final del cuento, papá». Y, expectante, recitó mentalmente: «El marinero prefirió "navegar hasta más allá del ocaso y surcar las bahías de todas las estrellas que hay al occidente, hasta que llegue la hora de su muerte"».
El texto final entrecomillado es un extracto de un poema de Lord Tennyson.
Comentarios (14):
Héctor Romero
17/01/2018 a las 22:46
J. Guillén, siempre con ese nivel literario que cautiva al lector. Siempre un placer leerte. Mis respetos para ti. Soy el Literauta 127.
beba
18/01/2018 a las 02:27
Hola,J Guillén:Un relato muy original. Gracias a ello, un texto muy sencillo encierra un momento de gran carga emotiva;en especial,el desenlace ligado a Tennyson. No obstante, la trama me resulta poco trabajada.Buen manejo gramatical.
Charola
19/01/2018 a las 03:40
Hola, J. Guillén.
Me gustó tu relato de ciencia ficción. Está bien escrito, aunque una cosa me chirría. Me hubiese gustado que en vez de venir en auto hubiese sigo en barco para emular el cuento del marinero. Pero es cosa mía.
En este párrafo quizás estaría mejor así:
Anduvo pesadamente en dirección en la que se perdían… (para no repetir “la”).
Felicitaciones. Muy bueno. Nos seguimos leyendo.
J. Guillén Devís
19/01/2018 a las 17:46
Gracias por vuestros comentarios y gracias Charola por el apunte. Tomo nota. El auto es el medio de transporte autónomo para la exploración del planeta, por otra parte yermo y árido. Te doy la libertad de imaginar que la nave en la que llegó hasta esa galaxia sea un barco adaptado a los viajes espaciales.
Saludos!!
marazul
19/01/2018 a las 21:29
Hola J.Guillén:
Un relato interesante, original y con mucha filosofía. Es corto pero dice mucho. No hay necesidad de más. La frase obligada:” el marinero no subió al barco”, adquiere en tu relato toda una lección de filosofía,—alabanza a la sensatez o reproche a la cobardía.
Me ha sorprendido, de verdad, porque la ciencia ficción no es lo mío. Reconozco que está muy bien llevado y que todo encaja. Tu protagonista optó por no ser cobarde.
En cuanto a la forma, al principio se me hacía pesado, pero me he dado cuenta de que es la sensación que buscabas para crear el ambiente apropiado.
Corto pero intenso.
Encantada de leerte
Saludos
Yoli L
19/01/2018 a las 22:50
Hola Guillén
Gracias por tu visita y comentarios a mi relato #31 “El espía”
Me ha gustado tu cuento de ciencia ficción y he integraste muy bien la frase obligada.
Entre los mejorables te aporto:
Te faltó la a: …como se levantaba una fina y ligera capa de arena…
¡Nos seguimos leyendo!
(¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)
ALICIA
20/01/2018 a las 08:03
Hola J. Como sabes la ciencia ficción no es lo mio. Pro solo puedo decir que me he quedaddo con ganas de saber como iba a cambiar el cuento ese marinero de las estrellas.
Ane
20/01/2018 a las 19:22
Hola J. Guillén, en esta ocasión has elegido una trama difícil, al menos para mí. La ciencia ficción necesita de unas acertadas descripciones para que la historia no descarrile. Y he de decir que lo has logrado. Enhorabuena.
Saludos
Sara Sierra
22/01/2018 a las 01:22
J. Guillén, gracias por tus comentarios a mi narración.
La tuya me ha parecido excelente y original, ya que no te quedas en lo esperado. Quizá por lo mismo me saco un poco de contexto la palabra automóvil, entendería mejor explorador espacial o algo similar. Ya en la segunda lectura, lo entendí perfectamente.
✍ Gracias por tu escritura.
Nora C.P.
22/01/2018 a las 18:01
Un relato genial.
Solo comentarte que me resulta pesado de leer en la tercera frase: “Posó… posándose…” la segunda vez que utilizas posar quedaría más ligero con un sinónimo. Es solo mi opinión.
Nos leemos, un saludo,
Nora C.P. nº 158
J.Guillén
23/01/2018 a las 12:48
marazul: me alegra que destaques la frase “alabanza…” porque fue el germen de lo demás. Muchas gracias por tu visita.
Tomo nota de los comentarios de Yoli y Nora C.P. Me encanta que seais implacables pues de otra forma pasarían desapercibidos esos errores de los que se culpa a Titivillus.
Ane, hay cifi a la que no le hacen falta descripciones y juega con la imaginación del lector llevándola hasta el límite de lo establecido(Bradbury lo hace en sus “Crónicas Marcianas”). Tus palabras son un halago para mí. Gracias.
Sara Sierra, lo de auto era una pequeña trampa para no descubrir enseguida la trama, transporte extravehicular o cosas así me parecían de “resabidillo”, y para mí, la buena cifi es la que roza la cotidianidad, pero por supuesto no llego a ese nivel.
ALICIA, ciencia ficcion solo es una etiqueta, al final lo importante es lo que te cuenta. Lo que le pase después lo puedes imaginar tú. Puede aprender, puede enseñar: la exploración de un modo de comunicación entre especies ha dado para mucho(el film “la llegada” y el relato en que se basa sería un ejemplo) tal vez ese encuentro termine mal…el límite lo ponemos nosotros.
Muchas gracias a todos.!!
Osvaldo Vela
29/01/2018 a las 15:11
Hola J. Guillen. Ante todo felicitarte por tu escrito, pues este contiene ingenio, profundidad y mucha información.
Casi por consenso general, los escritos de este mes han sido sobre viajes presentes o pasados. el tuyo no solo habla del futuro sino que abandona el sistema solar para hurgar en un universo, donde las distancias se miden en años luz.
Estos lugares están tan distantes que la mejor forma de llegar a ellos sería a traves de un portal de fabula. Donde, al rebasar el umbral, ya estas es otro escenario. Después de los avances científicos que hemos visto en los últimos años, todo se puede
Para cerrar la admiración que refleja en mi tu texto, te felicito por un desenlace poético, recurriendo a Alfred, Lord Tennyson. Muy buen escrito.
Que el 2018 esté lleno de satisfacciones para ti. Te lo deseo desde la cercana nebulosa # 157.
Ana
31/01/2018 a las 23:08
Hola J. Guillen, felicidades por tu relato. Muy original la forma de introducir la frase del reto. Salvo por detalles que ya te han comentado los compañeros, está muy bien narrado. Primero llevas al lector a un lugar abstracto e impreciso, y luego le haces viajar hacia el interior del personaje. Genial; hasta la próxima.
Laura
01/02/2018 a las 23:17
Hola J. Guillen.
Como he llegado algo tarde a tu espacio, he leído la aclaración del auto. Inicialmente daba un vehículo terrestre aunque cuando apareció la pared que antes no estaba todo cambió.
Gran final, y muy buena inclusión de la frase obligatoria.
Nos encontramos en febrero.