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INOCENCIA PERDIDA - por MOTR.
Necesitaba saberlo, me carcomía por dentro, y cuando mis padres se fueron a felicitar la Navidad a los vecinos, aproveché la ocasión.
Primero miré en su armario…nada. Luego me zambullí bajo su cama.
Ahí estaban, tal cual me lo había pedido en la carta: El Barco Pirata, La Isla del Tesoro… ¡y de Playmobil!
Así que era cierto, los de clase tenían razón.
Llorera y rabia, al salir mis ojos vieron unas conocidas sandalias. Mi corazón se acabó de quebrar al escuchar la voz de mamá:
― Bienvenido al mundo real, Xavier. Dejaste de ser niño.
Comentarios (7):
María Jesús
18/12/2017 a las 11:46
Qué pronto se acaba la infancia, sobre todo cuando descubres tan terrible verdad. Creo que todos hemos pasado por lo describes de una manera más o menos dramática. Yo también he mirado en los armarios y bajo las camas, y, aunque te hacía ilusión ver los regalos, sabías que se había perdido mucha magia. Pero así es la vida.
Me ha gustado mucho tu micro porque describes muy bien una escena que seguro se repite en muchas casa cada año. La mamá de Xavier no se entretuvo en poner paños calientes, que digamos.
Un saludo.
IreneR
19/12/2017 a las 21:37
Bueas, MOT.
El otro día hablé con mi madre de cuando descubrí esta terrible verdad. Llorera y rabia creo que son las dos palabras adecuadas para describir ese momento.
Hay una frase que creo que está mal escrita: “Llorera y rabia, al salir mis ojos vieron unas conocidas sandalias.” No sé si le falta una coma tras “al salir”, pero no la entendí bien.
Un saludo y felices fiestas.
M.L.Plaza
20/12/2017 a las 23:00
Hola MOT.
Un relato muy realista de otra de las muchas caras de la Navidad.
En el tercer párrafo cambiaria lo por los porque estás hablando de un plural. Lo de mis ojos vieron me parece una redundancia, con vi es suficiente, sobre todo en un texto tan corto.
Es una opinión personal pero yo quitaría la última frase. Me parece que la madre exagera: la infancia es mucho más que unos regalos. Y la frase anterior me parece un final estupendo para el relato.
Me ha gustado mucho leerte.
Felices Fiestas.
María Bonmatí
22/12/2017 a las 20:22
¡Hola!
Me parece muy interesante la escena que has escogido para tu micro, ese momento en el que se pierde un poquito la magia de la Navidad.
Como ha comentado M. L. creo que esa frase de la madre es un poco desproporcionada ya que uno pierde un poco la ilusión pero no deja de ser un niño en ese momento.
Por lo demás genial. ¡Felices fiestas!
MOT
26/12/2017 a las 16:23
Hola a todos y muchísimas gracias por haberme dedicado algo de vuestro tiempo.
Estoy COMPLETAMENTE de acuerdo con TODOS, tomo muy buena nota de ello, y nuevamente gracias por leerme.
Saludos y Felices Fiestas…
Laura
26/12/2017 a las 23:20
Hola MOT.
Me encantó tu relato. Aunque me resultó demasiado cruda la madre. Todos los niños cuando están en condiciones de saberlo, saben de quién se trata, pero conservan la ilusión como una forma de aferrarse a la infancia. Es una especie de juego inconsciente-consciente que realizan con los adultos.
Por lo demás, nada que señalar.
Felices fiestas y exitoso 2018.
Miguel L.
01/01/2018 a las 14:10
Hola MOT.
Me ha gustado tu microrelato. Creo que condensas muy bien todas las emociones en torno a este episodio de la infancia por el que todos estamos obligados a pasar.
Coincido con el comentario de otros lectores sobre la crudeza de la madre. Supongo, que para ese momento, todos los padres tenemos preparada una respuesta más suave. Aunque realmente es un momento duro lo adornes como lo adornes.
Felices fiestas ya año.