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Y venga y dale - por Saulo
Ay, hija mía, el caso es que esto de celebrar en navidad el nacimiento de Jesus y el fin de un año engorda que es una barbaridad. Pues fíjate tú que entre el desayuno con la pareja, el bruch con los colegas, el tentempié con los compadres, el almuerzo con los amigos, la comida con los compañeros, la merienda con los conocidos, el cafelito con los camaradas, la cena con la familia y el digestivo conmigo mismo (qué delicia de soledad) pues resulta que la báscula, en cuanto me ha visto la intención de subirme encima, ha salido corriendo.
Comentarios (7):
Yoli
18/12/2017 a las 19:03
Hola, Saulo
Me ha parecido divertido tu microrrelato, sobretodo el final.
Yo pondría exclamación en “Ay, hija mía”, sería “¡Ay, hija mía!”
“navidad” se escribe en mayúsculas, “Navidad”
Saludos
Héctor Romero
18/12/2017 a las 19:40
Enhorabuena saulo, simpático relato. Las observaciones de Yoli son válidas. Felices fiestas! Tu vecino 182.
Ane
19/12/2017 a las 08:09
Muy bueno Saulo, me ha gustado. Me ha parecido fresco y divertido. Y con más razón que un Santo.
Saludos.
M.L.Plaza
20/12/2017 a las 22:30
Hola Saulo.
Un relato muy original y divertido. Me ha encantado la báscula.
La que no me encaja en la relación de conocidos de distinto tipo es la hija de la primera frase, ni que se acueste solo y desayune en pareja. Pero a lo mejor son chorradas mías.
Un texto estupendo.
Saludos
Juliana
22/12/2017 a las 17:49
¡Pobre báscula! ¡No quisiera tampoco tener que subirme a ella en esta época!
¡Felicitaciones!
Estoy en el 25 si querés pasar a leerme
Saludos
María Jesús
25/12/2017 a las 19:53
Hola: Jajaja, buenísimo. Me he empachado con la agenda gastronómica del protagonista, pero es que es así, en estos días pocos tienen escapatoria…excepto la báscula.
Felices fiestas.
Rafael
28/12/2017 a las 18:11
¡Jaja muy bueno, suele pasar!