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Transporte complicado - por celisiusR.

El autor/a de este texto es menor de edad

El propietrario del coche rojo condujó relajado camino a casa hasta que el chivato le anunció que debía repostar. Se dispuso a encontrar una gasolinera pero por desgracia los múltiples carteles que aparecían no anunciaban ninguna. Suspiró aliviado cuando al fin vio el ansiado establecimiento. Llenó el depósito y al entrar para abonar el importe no pudo evitar un gesto de sorpresa.

–¿Ocurre algo, señor?
–No esperaba encontrar armarios en un sitio como este.
–¡Ah! ¡Eso! Los fabrica Fernando, mi cuñado. Si le interasa alguno, están a buen precio.

El conductor comprobó la hora en el enorme reloj que colgaba de una de las paredes. Tras unos cálculos, determinó que podía dedicar unos minutos a la curiosa tienda donde se encontraba. Le llamó la atención un armario de dos puertas hecho con madera oscura.

–¿Ese le gusta? Cuando oiga su precio no podrá resistirse a comprarlo.

Efectivamente, el protagonista no soportó la tentación. Una vez pagado se dio cuenta de que había un problema: no tenía como transportarlo hasta su casa. Le comunicó sus dudas al vendedor, quien en seguida encontró una solución.

–Tengo una idea. Compre usted otro armario un poco más grande y así ya tiene donde transportar el primero.

El hombre, siguiendo las instrucciones del empleado, adquirió un segundo armario. Y se encontró con el mismo problema que la primera vez. De nuevo se hizo con otro mueble de mayor tamaño volviéndose a encontrar en la misma situación.

Cuando fue a guardar el undécimo armario (con los otros diez dentro) en el duodécimo, el peso venció y la mole de madera aplastó al desafortunado conductor. El vendedor, al comprobar que su cliente ya no se movía, cogió su teléfono y llamó a la mujer del difunto, cuyo número era el primero de la agenda.

Al ir su mujer a recoger el cuerpo se encontró con que no tenía donde transportar a su marido.

– No se preocupe. En la trastienda guardo algunos ataudes. Los fabrica, Manolo, mi cuñado y se los dejaría a buen precio.
–¿Y como llevaría el ataud?
–Puede llevarlo en un armario. Como ve disponemos de un amplio catálogo.

Comentarios (5):

Alex

18/11/2017 a las 13:41

¡Oh! ¡Buenísimo!
Lo de comprar un segundo armario para llevar el primero me pareció muy sub-realista, y no es fácil abordar ese género.

Revisa algún acento que se te ha escapado. Eso, simplemente repasando el texto varias veces, lo vas puliendo.

Te aconsejo que una vez escrito el texto, analices frase por frase para ver si puedes sustituir unas palabras por otras, que le den más fuerza a la historia.

¡Enhorabuena por una historia tan original!

Si quieres pásate a leer mi pequeña historia.

Saludos.

Palabriamante

18/11/2017 a las 16:25

¡Originalísimo!Me parece una buena muestra de un humor fino.Bien construido y el remate final está bien logrado.

Carlota Baronchelli

18/11/2017 a las 19:53

Los cuñados carpinteros han dado mucho juego en esta historia.
Me ha parecido muy original y ese final que nos lleva a una situación en bucle me ha encantado.
Te felicito.

Luna Paniagua

22/11/2017 a las 12:03

¡Ja, ja, qué bueno! Muy original y divertido.

M.L.Plaza

26/11/2017 a las 02:45

Hola Celisius.
Una historia muy graciosa y bien contada.
Solo te diría que alguna explicación está de más.
Ha sido un placer leerte.
Saludos

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