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Punto y final - por SusanaR.
-Definitivamente las casualidades existen- pensó el. Ella pensó que la vida ya le había gastado demasiadas bromas pesadas.
Se encontraron en la gasolinera, frente a las neveras de refrescos y los dos intentaron sin conseguirlo, disimular sus nervios; sus manos siguieron automáticamente el camino hasta la puerta del electrodoméstico que cada uno tenía delante, y en el espacio casi imperceptible entre sus dos pieles, eclosionó una muerte.
El frío se extendió por el recinto, se helaron sus latidos, se congeló la ansiedad por los labios del otro; esa sensación de calidez de la saliva ajena quedó suspendida entre sus dos manos, iluminada por las ascuas nacidas de la fricción de los cuerpos. Flotaban los chasquidos, los crujidos, los lamentos que por mucho tiempo no quisieron atender y planeaban entre ellos los gemidos, el placer y complacer que compartieron, seducidos por la idea de un encuentro efímero al que después no supieron poner fin. Sonó un " todavía pienso en ti" , un " te he querido tanto" , sonó una línea cortada y una foto cayendo en el fondo de un armario y toda su historia, viva entre sus manos, murió de una explosión de indiferencia fingida mientras se alejaban de la gasolinera sin una última mirada y con el olor del petróleo como último recuerdo.
Comentarios (6):
charola
17/11/2017 a las 23:54
¡Hola, Susana!
Según las reglas del taller me tocó comentar tu relato. He aquí y te digo que me encantó. Es un poema. Las palabras que has utilizado y la forma en que lo has hecho verdaderamente has compuesto un relato muy bonito y verosímil. Dos personas que en un tiempo se perdieron y se volvieron a encontrar en una gasolinera, pero fue un punto de encuentro no decidido ni consentido y final previsto.
Por ponerte una pega: Al inicio el pensamiento de él sería mejor ponerlo entre comillas latinas. Y para que tu relato no te quede muy denso, después de cada punto aparte dale doble espacio.
Por lo demás,muy bien. Te felicito.
Laura
18/11/2017 a las 21:40
Hola Susana.
Soy Laura del 53.
Me encantó tu relato. Sencillamente maravilloso.
El único detalle que señalaría es que necesitaría de algún punto en la parte final ya que me parece una oración demasiado larga.
Te dejo mi propuesta para ella: Sonó un ” Todavía pienso en ti” , un ” Te he querido tanto”.Sonó una línea cortada y una foto cayendo en el fondo de un armario. Toda su historia, viva entre sus manos, murió de una explosión de indiferencia fingida mientras se alejaban de la gasolinera sin una última mirada, con el olor del petróleo como último recuerdo.
Por supuesto, es mi opinión.
Hasta la próxima propuesta.
Anna Castillo
19/11/2017 a las 02:06
Hola Susana.
Es hermoso tu relato, sin duda me ha transmitido la ansiedad, los nervios resultantes de un amor, al cual no hay nada que lo mate de manera más eficaz que la indiferencia.
Logras captar la intensidad de los sentimientos con pocas palabras y eso no es nada fácil.
Soy Anna del 26.
Me encantó leerte.
Hasta la próxima
Susana
19/11/2017 a las 18:23
¡Muchas gracias por los comentarios, tomo nota de todo! Intentaré pasarme por vuestros relatos. Saludos
María Jesús
21/11/2017 a las 12:46
Hola Susana: Conciso relato el tuyo pero muy contundente, acabo de leer el de Patricia Redondo y casualidad, tiene algo de similitud, un poquito, los dos son cortos e intensos. ¡Hay que ver la pasión como domina nuestras plumas!
Un placer leerte.
José Torma
13/12/2017 a las 01:58
Hola Susana, antes que nada, gracias por pasarte por mi relato.
Viendo el tuyo y leyendo los comentarios que te hacen, tuve que regresar a leerlo otra vez. Tengo una opinión diferente, te explico. Los guiones largos los logras en Word con un Ctrl Alt – (—). A mi gusto, la puntuación en general, pero en específico del primer párrafo es muy confusa, demasiado cortada y los pensamientos se me enredaron. Cambiaría el “de” por un “en”… ‘murió de en una explosión de indiferencia fingida’.
Entiendo lo que quisiste lograr, pero al utilizar tantas figuras dramáticas, me perdí. En vano trataba de retomar la trama, evitando los adjetivos. Al final me quedo una sensación rara. Luego, como te comenté, vi tus comentaristas y pues pienso que a lo mejor no tengo esa vena romántica de la que presumo pero ahora no me ayudo.
No me atrevería a emitir juicio de gusto o no por tu relato porque la verdad no lo entendí (totalmente mi culpa no tuya).
Cuando una opinión difiere tanto de las otras, lo mejor es considerarla pero irte con lo que te dicen las compañeras que te comentan similar.
Te felicito, creo que no te había leído antes, ahora estas en mi radar.
Felices fiestas.
p.d. Mi relato de la famosa rata, está sufriendo una trasformación que, espero, aclare las dudas que generó, espero subirlo pronto al blog.