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DIÁLOGO EN EL GIMNASIO - por isan

Web: https://unacapadebarniz.blogspot.com.es/

—Hola, ¿qué tal? Me llamo Maripili. ¡Chica!, es la primera vez que vengo al gimnasio. No a este, a ninguno. ¡Jajaja! He decidido cuidarme desde ya, porque si no lo hace una, no lo hace nadie por ti.

Maripili lucía chándal verde fosforito, ajustado a reventar, celosamente guardado como fondo de armario de cuando se fue de camping con quien, a la postre, se casaría. Haciendo juego, calzaba alpargatas de esparto con prominente tacón. Pero, con todo, era el pelo rojo pasión lo más sobresaliente de su oronda presencia.
Confiaba en que la verborrea, trabajada día a día a base de entremeterse en las conversaciones del mercado, la situaría en un nivel intelectual y de ideas superior y le abriría las puertas que su posición social le había negado. En realidad, en ella se concentraba lo más básico y primario del comportamiento humano.

Isabel la miraba con cara de circunstancias y, sin decir nada, correspondía con una sonrisa de cortesía para hundir enseguida la vista en el monitor de la cinta. «¡Uf! Vaya petarda. Espero no coincidir con ella otro día» pensó.

—Ya le he dicho a Jose —insistió Maripili—, Jose es mi marido: si tú te vas con tus amigotes, yo también quiero mis ratos libres.

—Sí —respondió Isabel sin volverse esta vez—, necesitamos tiempo para nosotras.

—¡Ya lo creo! Toda la vida trabajando, luego que si la casa, el marido y los hijos. Cuando íbamos de vacaciones, lo mismo. Yo no he tenido tiempo para darme gustos. Ahora los hijos se han marchado de casa, los dos. Primero la mayor, Aurora. Se llama como su tía abuela por parte de padre. No había manera de encontrarle nada decente donde trabajar. Sabes, no se le daban bien los estudios. Yo quería meterla en la cocina del hospital, pero como nos echaron a todas a la calle para dárselo a una empresa privada, no pude enchufarla. ¡Vete tú a saber qué chanchullos habrá allí!

—Bueno, nunca se sabe qué es mejor —susurró Isabel para salir del paso.

—Pues como te decía, se ha ido a vivir con el novio que trabaja en la Volkswagen. Está muy bien colocado en la sección de pintura. Es eventualmente fijo. O algo así. Pero no están casados. Ahora se pueden decir estas cosas, no como antes que te miraban mal. Ya no se lleva lo del bodorrio. Yo soy partidaria de dejarles. A Jose, que es un rancio, le parece mal, pero me lo dice a mí, no a ella.

—Así es la vida —respondió Isabel—. Hay que dejarles. Y aceleró el paso como si eso sirviera para huir del lugar. «No puede estar pasándome esto a mí. Como siga hablando esta deslenguada, me va a dar algo» pensó.

Isabel había dedicado toda la vida al ejercicio de la docencia. Sin familia con la que llevar penas y gozos. Después de una jubilación adelantada, el tiempo lo dedicaba a la lectura, al cuidado del cuerpo y a mantener cerrada la frontera de su intimidad.

—El pequeñín se ha largado a vivir con dos amigos. Eso sí le parece bien a mi Jose —continuó Maripili, lanzada.

Llegada a este punto, Isabel se encontraba tremendamente molesta. Le interrumpió con firmeza, dando por acabada la sesión antes de lo previsto.

—Con todo respeto, no me interesa nada de lo que me cuentas. Me desagrada el cotilleo. No me gusta ser espectadora de la vida de las demás, sino protagonista de la mía. Ya me vale, me voy a la ducha.

Poco rato después, Maripili se las arregló para coincidir en la cafetería del gimnasio. Se sentó en la mesa de Isabel, como si fueran amigas de toda la vida, con un vaso de café con leche y una enorme rebanada de pan con mermelada en una bandeja.

—Chica, yo por las mañanas solo puedo tomar café, aunque me gustaría una cervecita. —Continuó Maripili, dando cuenta de sus movimientos intestinales y de sus rutinas con el baño.

Para Isabel estas palabras excedían con mucho su margen de tolerancia ante lo que consideraba una ordinariez. Parecía como si todo lo aguantado en la vida se acumulara en esa media hora. Ya no pudo más y le espetó:

—Eres una persona grosera y odiosa. Ni se te ocurra acercarte más a mí.
Poniéndose en pie, cogió la bandeja, la dejó caer violentamente sobre la mesa y se fue.

—¡Vaya con la remilgada esta! Ya me habían dicho que en este gimnasio había gente rarita. ¡Que te den!

Comentarios (50):

Jose Luis

17/11/2017 a las 19:14

Hola
Tu cuento no me parece malo; relatas lo que podría suceder con gente real en un gimnasio cualquiera. Pero la ausencia de verdadero conflicto lo hace parecer una anécdota que cuenta una persona cualquiera hablando con otra. Hay mucho diálogo que hace dinámica la historia y fácil de seguir, pero no nos lleva a ninguna parte, aunque sea bastante entretenida. Los personajes están logrados y definidos, encabezados por la típica pesada Maripili.
Un saludo

Lucy J.S

17/11/2017 a las 19:15

Me gustó la escena, sobretodo me pareció muy graciosa ya que me hizo a acordar a mí en varias ocasiones. la construcción de los personajes esta buenísima ya se diferencian mucho entre ellos.A pesar de tener bastante diálogo, es muy entretenido y dinámico. Sigue así isan, saludos!!

isan

17/11/2017 a las 22:45

Hola José Luís:

Gracias por pasarte. Te agradezco el comentario porque es un punto de vista que no había contemplado.

Me pasaré a devolverte la visita.

Un saludo.

isan

18/11/2017 a las 09:04

Hola Lucy:

Me alegra que te haya parecido graciosa la escena, ese era uno de mis objetivos junto con alguna reflexión de calado que siempre me gusta meter. Me ha sorprendido tu comentario acerca de los diálogos teniendo en cuenta el título.

Me daré una vuelta por tu relato.

Un saludo.

Laura

18/11/2017 a las 11:46

Hola Isan.
Soy Laura, del 53.
Me gustó el texto, llevado desde el diálogo/monólogo casi en exclusiva.
Muy bien delineados los personajes, totalmente opuestos.
Desde lo formal, nada que señalar.
Hasta la próxima propuesta

Otilia

18/11/2017 a las 16:45

Hola Isan,
Gracias por leer y por tu amable comentario.
Tu relato me ha gustado. Al estar escrito mediante diálogos, como ya nos avisa el titulo,se lee con mucha fluidez. Has escrito unos diálogos creíbles, muy reales, con su humor y gotas de ironía.
Bien escrito y cumplido el reto obligatorio muy bien, no he visto las palabras.
¿Por qué no has escrito unos diálogos en una gasolinera?
Buen trabajo. Nos leemos.
Saludos.

isan

18/11/2017 a las 18:19

Hola Laura:

Gracias por leer y comentar. Te visitaré cuando pueda.

Un saludo.

isan

18/11/2017 a las 18:26

Hola Otilia:
Ciertamente podría haber cumplido el reto opcional, pero la localización del diálogo es así porque, desde el primer momento que leí la propuesta, pensé en un gimnasio y lo escribí de inmediato, algo extraño en mí. Luego hice los retoques correspondientes y para el tercer día ya estaba resuelto.

Te espero en el próximo.

Un saludo.

Juana Medina

18/11/2017 a las 18:35

Hola Isan:
Como ya te han dicho, los textos del diálogo son excelentes. Sin embargo esta vez me faltó algo. Creo que no veo crecer a tus personajes. Ninguna cambia, la relación no se modifica, el único conflicto es el de Isabel en lucha consigo misma hasta que logra decir algo sobre su partida, sin terminar de enfrentar a Maripili.
Como pintura de personajes es muy buena.
Un abrazo

isan

18/11/2017 a las 20:14

Hola Juana:
¡Vaya! ya son dos opiniones perecidas. Si con la primera no había hecho mucho caso, ahora empieza a preocuparme. Me pareció que había un antagoisto entre dos personas con un planteamiento diametralmente opuesto ante la vida. Bueno, Marpili no tiene aparentemente ningún conflicto. El relato es un flash, un instante en la vida de dos personas que se cruzan. Ocurre y se acaba. A mi modo de ver, la evolución es espectacular. De no conocerse a odiarse todo en un instante.

Te agradezco el comentario y reflexionaré sobre ello.

Yo, a mi ritmo, te visitaré en cuanto pueda.

Un saludo.

Javier Lopez

19/11/2017 a las 00:33

Hola, Isan.
El relato nos presenta una escena, ni más ni menos, de dos personas muy diferentes que comparten espacio y tiempo en un gimnasio, donde chocan sus personalidades. Y si bien es cierto que Maripili no cambia en todo el tiempo, yo si he visto crecer a Isabel en su intolerancia a la chabacanería. No tiene porqué ser el descubrimiento del siglo para ser entretenido, y a mí por lo menos, me ha gustado.
Además la técnica es impecable. Muy bien escrito.
Un abrazo.
Nos leemos.

isan

19/11/2017 a las 10:52

Hola Javier:
Te agradezco tu análisis favorable. En cuanto tenga un rato me paso por tu relato.
Un saludo.

kikin87

19/11/2017 a las 12:27

Buenas Isan,

Te devuelvo la visita.
Coincido con los demás. La estructura, orden y elección de las palabras, es más que acertado.
Quizás a la historia le falta un poco de sal. Aunque a los hipertensos les habrá ido de maravilla.
Felicitaciones.

Nos leemos el mes que viene.
Kik

isan

19/11/2017 a las 14:01

Hola Kikin:
Va a ser cierto que al relato le falta enjundia, así que, en la primera oportunidad, prometo sangre a raudales.

Gracias por visitarme. Un saludo.

Earendil

19/11/2017 a las 17:03

Hola, Isan.
Ante todo quiero agradecerte que abrieras la caja de los comentarios, has sido rapidísimo esta vez.
Tu relato de este mes lo he notado un poco soso, en comparación de otros escritos tuyos. No deja de ser una conversación, eso sí, con dos personajes antagónicos que acaba con la desesperación de uno de ellos. No por eso deja de ser entretenido, pues se lee de un tirón y se hace ameno.
Este mes creo que ha prevalecido la forma sobre el fondo, porque eso sí, está impecable.
Un placer haberte leído. Buen trabajo.
Saludos.

isan

19/11/2017 a las 17:39

Hola Earendil:

Gracias por comentar. Admito la crítica y me quedo en que esta vez no me has señalado alguna cosa que pulir, lo cual es para mi un avance.

Un saludo.

Laura

19/11/2017 a las 20:51

Hola Isan por segunda vez.
Desde que leí tu relato, no pude quitarme de adentro a tus protagonistas. ¿Te digo la verdad? Maripili me atrapó, y me encantó la combinación de lo diferentes que son.
Tal vez las encuentres alguna vez juntas.

Laura del 53

marazul

19/11/2017 a las 20:52

Isan, que no todo va a ser violencia y sexo, que no…
Lo importante es que está muy bien escrito y además es muy divertido. Me he reído visualizando la situación. Es bastante caricaturesca y real a la vez. Ese contraste entre dos vidas y dos formas de entenderla me parecen muy interesantes.
A mi me ha gustado porque no es lo que se cuenta. Es cómo se cuenta.
Lo que pasa es que tu ya tienes el listón muy alto, Isan
Un abrazo y hasta la próxima

Thomas Carnacki

20/11/2017 a las 01:35

Hola, Isan.

Más que un relato parece la reproducción de una escena de la vida real. Lo cual no es del todo malo, pero comparto la visión la opinión de Jose Luis: la ausencia de un verdadero conflicto.
Sin embargo, y como algo experimental, tiene sus puntos a favor: personajes bien delineados, dinamismo en los diálogos, lenguaje coloquial, originalidad, etc.
En lo personal, si hubieses tomado otro derroteros a la hora de sanjar el asunto, quizá el resultado hubiera sido mucho más positivo.

En fin, no pretendo desmerecer tu trabajo, son sólo opiniones mías. De todos modos, me ha gustado leerlo. Es algo distinto, en cuanto a trama, entre los tantos relatos repetidos que resultaron este mes. Si bien los “retos” ayudan a mejorar nuestra escritura, he visto más de un caso en donde sólo contribuyen a que los relatos repitan las líneas argumentales una y otra vez hasta el hartazgo mismo.

Que sigas puliendo tu pluma, hasta la próxima 😉

¡Nos estamos leyendo!

isan

20/11/2017 a las 13:06

Hola Laura:

Encantado de repetir por segunda vez. Me alegro que te atrapara la Maripili. Siguiendo tu sugerencia, quien sabe si las volveremos a encontrar aunque no soy mucho de las series, además parece que este tipo de relatos parecen insulsos, así que ya veré.

Un saludo.

isan

20/11/2017 a las 13:14

Hola Marazul:

Ciertamente la forma me interesa mucho, aunque también me interesa meter alguna idea más o menos profunda. Lo del listón, no sé, si lo dices lo acepto con gusto y se agradece, pero yo no lo veo así.

Llevo un par de días intentando descubrir dónde duermen las ideas. A ver si hoy puedo pasarme con un poco de tiempo.

Un saludo.

isan

20/11/2017 a las 13:32

Hola Thomás:

Ciertamente estuve dudando sobre la forma de zanjar el asunto y me pareció que arrojar la bandeja era a lo más que podía llegar Isabel dada su personalidad. No me la veía tirándole de los pelos a Maripili encima de la cinta en marcha.

Admito las criticas, sean positivas o negativas, de buen grado porque es de donde se aprende. Así que gracias por tomarte tu tiempo en leer, analizar y comentar.

Me pasaré por tu relato que tiene un título muy sugerente.

Un saludo.

Osvaldo Vela

20/11/2017 a las 19:48

Hola Isan, Yo en tu texto reconozco una cualidad de antipatía por un lado y una de desfachatez por el otro, que tú con una escritura muy bien llevada y con un lenguaje seleccionado al ambiente, has sabido resaltar. Este conflicto del ambiente al que le das vida da para mucho más, sólo hay que trabajarlo un poco y sabrás encontrar un relato especial.

Yo creo que esto era la verdadera intención de tu escrito: si es así, te felicito pues lo lograste.

Nos leemos.

isan

20/11/2017 a las 20:02

Hola Osvaldo:

Pese a que todo es mejorable, no suelo volver sobre lo ya escrito a no ser que sea para rectificar errores de forma. Un día de estos me paso por tu relato. Gracias por comentar.

Un saludo.

Pilar

21/11/2017 a las 13:38

Hola Isan,

Creo que es la primera que te leo aunque tu nombre me es muy familiar. Yo estoy descansando unos meses, así que no me encontrarás en la lista, a ver si en diciembre.

Llego un poco tarde con mi comentario, pues ya te han dicho lo mejorable y lo positivo de tu escrito. A mí, qué quieres que te diga, me ha parecido divertidísimo, una dosis de realidad entre tanto asesinato en gasolineras se agradece.

Los personajes están bien definidos y si bien, a primera vista la aversión la causa Maripili, a mí quien me ha caído mal ha sido Isabel; creo que no es necesario ser maleducada ni caer en los insultos para librarte de una persona con la que no tienes química.
Las grandes historias no tienen por qué tener grandes conflictos y más en textos tan cortos, lo que pasa es que este taller cada vez nos exige más y más imaginación (cosa que está muy bien, por otro lado). Has descrito una escena totalmente veraz con una forma de expresión muy acorde a los personajes, en los que se ve claramente la personalidad de ambas, claro, directo y sin errores gramaticales destacables. Te felicito!!! No leemos pronto!

María Kersimon

21/11/2017 a las 15:22

Hola, Isan,
Me he deleitad con tu cuento. A medida que iba leyendo se me formaba la sonrisa e iba rememorando episodios propios.¡Vaya con la Maripili! Demasiada ordinariez para una mañana de sábado en el gimnasio. La relatas con mucho arte y con gran lujo de detalles crujientes. Uno la ve más que e la imagina y siente el tedio de Isabel. Desde luego, cada cual valora el mundo acorde con su punto de vista. Me pareció estupendo el modo realista en que relatas el mundo femenino maripiliano. ¡Enhorabuena!

isan

21/11/2017 a las 18:39

Hola Pilar:

Efectivamente en mi historia no hay buenos o malos. Has dos formas de enfrentarse a la vida diametralmente opuestas. Cada una tiene sus virtudes y defectos. Luego el lector opta por la que más le atrae.

Me alegro que me hayas comentado, lástima que no tengas relato porque me gusta corresponder a las visitas. Así que lo aplazo hasta el mes que viene.

Un saludo.

isan

21/11/2017 a las 18:51

Hola María:

Los halagos venidos de ti tienen una significación especial, por ello te lo agradezco doblemente.

En cuanto pueda te devuelvo la visita, no sé cuando porque tengo un atasco dentro y fuera de Literautas, pero seguro que llega.

Un saludo.

R.J. Esperanza Pardo

21/11/2017 a las 19:47

Hola, Isan

Leí tu relato cuando aún no tenías comentarios y, ahora, después de leerlos, me da por pensar en qué significa el
“conflicto” en ficción. Por lo visto, parece que es un concepto tan subjetivo como tantos lectores haya; cualquier situación cotidiana puede transformarse en un conflicto (aunque sea sutil) dándole la forma apropiada y dando con el lector apropiado (el conflicto depende del prisma del lector también). No hay por qué torturar, ni hacer un conflicto dramático. Tú lo has mostrado en el cruce de dos caracteres antagónicos, mediante diálogos y explicaciones de un narrador muy omnisciente. Pues perfecto.

Yo, más que con la evolución del personaje de Isabel, me quedo con “mi” idea subjetiva de este conflicto, o sea lo que yo he interiorizado después de leerlo.

He visto que el narrador omnisciente se inclina por poner a “Maripili” como personaje antagonista (es cotilla, pelmaza, grosera… supongo que se lo merece por ser esa especie que no tiende a la extinción). Sin embargo, al final del relato, la reacción maleducada de Isabel me deja la puerta abierta a divagar sobre qué es quién, o sea, quién es la “buena” y quién es la “mala”.
Para mí es un final abierto y ambiguo, donde ni el león es tan fiero como lo pintan, ni lo pintan tan fiero como es. Es uno de estos conflictos cotidianos, pero que me ha hecho pensar en prejuicios y en las dos caras de una misma moneda.

A mí me ha parecido entretenido y formalmente los diálogos están geniales.

Así que enhorabuena por un relato desenfadado y con su punto de humor.

Un abrazo y a seguir escribiendo y leyendo.

R.J. Esperanza Pardo

21/11/2017 a las 19:51

Hola, Isan, otra vez

Acabo de leer el comentario de Pilar y los siguientes, pues tiene toda la razón, yo me quedo con la Maripili jajaja

charola

21/11/2017 a las 21:53

Hola, Isan.

Yo juraba que había dejado mi comentario en tu relato. Y ahora que lo reviso no hay nada. Oh! Me pongo al día.

Me gustó la escena de dos personas diametralmente opuestas. El diálogo es bueno, a mí me parece que va ascendiendo la antipatía de una por la otra y el final es como se esperaba. Quizás podría haber variado el final en algo que sorprenda al lector, como por ejemplo que Maripili hubiese hablado de que en el gimnasio todos son iguales desde que pagan igual y que el que discrimina es más bajo en valores que el otro.

Te digo esto por mí. A mí me fallan siempre los finales.

Me gustó tu relato y no me fijé en fallos por esta vez. Si lo leo otra vez con más detenimiento te lo digo. Jeje.

Felicitaciones.

isan

21/11/2017 a las 23:19

Hola R.J. Esperanza:

He descrito más a Maripili porque es más ruidosa y necesita más espacio. Isabel tiende más a la introspección. Dos personajes llevados al extremo.
El “conflicto” también es ara mi un concepto indefinido por amplio. La primera vez que oí que el relato tiene que tener conflicto, me quedé sorprendido. Con lo que me gustan las historias costumbristas, las que se deleitan en los detalles, en las que no pasa nada, en las que el disfrute está en la forma. Bueno, ya iré viendo.

Gracias por tomarte tu tiempo. Te espero en Diciembre.

Un saludo.

isan

21/11/2017 a las 23:31

¿Que tal Charola?
Esto de los finales sorprendentes es un problema. Supongo que es parecido a lo del “conflicto” que comentamos R-J Esperanza y yo. Cada uno lo entiende de manera distinta, pero parece que, si no cierras bien el relato, lo anterior no sirve para nada.

Me alegro que te haya gustado y que comentes.

Un saludo.

Yoli L.

22/11/2017 a las 01:34

Hola Isan

Me gustó tu historia, lo relatas con mucho arte e imágenes.

Me queda la duda si ese Qué en ¡Que te den! va con tilde, ya me dirás.

Mi relato es el #169 por si te quieres pasar por ahí, a ver que te parece si ¿Pesadilla o realidad?
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-48/8779

Saludos

(¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

María Esther

22/11/2017 a las 02:23

Muy bueno el relato, Isan, entretenido, divertido,con acertados personajes realistas, convincentes en su decir y actuar. Has desplegado imaginación y sencillez, mostrando un hecho del diario vivir, cuyo conflicto está dado por las diferencias de sus actores,desde que comienza el forzado diálogo.Es detenerse un instante, en ese cruzarse día a día con la gente,sin mirarse a los ojos, apurados por llegar?…Cuántos llevarán la misma ansiedad de Maripili o la angustia silenciosa de Isabel, que estalla estrepitosa e incontrolada.
Me gustó también el final.Felicitaciones.

Osvaldo Vela

22/11/2017 a las 03:31

Hola Isan, regreso a tus dominios para agradecer tu visita y comentarios. Soy el mismo de siempre. Osvaldo Mario Vela Sáenz, solo que para mas corto ahora utilizo mi primer nombre y apellido. Osvaldo Vela. Aquí en Literautas aprendí que entre mas corto y mas conciso lo que escribes es mejor: mi nombre ya mejoró.

isan

22/11/2017 a las 10:08

Hola María Esther:

Me dejas contento porque todo son parabienes lo cual me alegra el día.
Te devolveré la visita con calma.

Un saludo.

isan

22/11/2017 a las 10:12

Hola de nuevo Osvaldo:
Me alegro de que no haya dos Osvaldo y de que seas el genuino.
Lo mejor entre corto y conciso es un interrogante muy interesante. Parecido a entre importante y urgente.

Un placer volver a saludarte.

Alex

23/11/2017 a las 15:08

¡Muy original!

Si fuera una partida de póker, el chándal fosforito con alpargatas y pelo rojo, es como hacer un “All In” con una pareja de doses. Tal vez no ganes la partida, pero la máxima expectación y los corrillos están asegurados durante un buen rato.

Aunque debo confesar que NO soy seguidor de las series cómicas, he visualizado tu texto como el guión de un capítulo de “Aquí no hay quien viva”. Muy divertido. Utilizando un personaje tan hortera que incomoda sólo con su presencia. Cuando además no calla ni debajo del agua…¡ya ni te cuento!

Me ha gustado mucho. Muy fresco.

Por aportar algo, al final del primer párrafo, ese “por ti” que ha quedado descolgado lo encuentro innecesario.

Yo tengo que trabajar más los diálogos, así que cuando veo un texto rico en diálogos y tan bien resuelto, flipo en colores.

Me gusta la moraleja de la historia, en donde para Maripili el bicho raro es la pija estirada con poca paciencia.

En Oklahoma no vemos a mucha gente calzando alpargatas y mucho menos embutida en colores radioactivos. Seguro que causaría furor. Si quieres, puedes venir con tu amiga Maripili a pasar unos días al 109. Mi tía Mae está ansiosa por charlar con ella largo y tendido.

isan

23/11/2017 a las 18:09

Hola Alex:

Si te ha parecido original y fresco ¿qué más puedo pedir?

Ese “por ti” da a entender que nadie te va a cuidar a ti. Si no se pone podría pensarse que si una no se cuida, no se cuida nadie. No sé, tal vez sobre.

Los diálogos también han sido para mi difíciles (como otras muchas cosas), pero me veo que progreso. Tiendo a hacer tochos larguísimos, pero este parece que ha salido decente.

No te quepa duda que pasaré por Oklahoma, intuyo que me va a gustar.

Un saludo.

Menta

23/11/2017 a las 22:56

Hola Isan: Has hecho un video de una escena cotidiana. Enhorabuena.

Me ha gustado la personalidad de cada personaje. Y no me extraña que sean incompatibles.

Hasta dentro de poco, Menta

isan

23/11/2017 a las 23:34

Hola Menta:
Gracias por pasarte. Te devolveré la visita.
Un saludo

Ramón Temes

24/11/2017 a las 11:12

La vida misma. Buen diálogo, que no es fácil hacer.
Te felicito; te volveré a leer
Saludos

Evelyn

24/11/2017 a las 12:16

¿Ves? Por eso yo no me apunto a un gimnasio, jajajaja, aunque la verdad del diálogo, y lo que nos hace reconocerlo y al mismo tiempo sentir repelensia por Maripili, es que nos asalta ese personaje muy a menudo, excepto en las bibliotecas, jajaja

El diálogo está muy logrado, igual que la descripción de los personajes…he podido imaginar cada detalle de la escena que describes, hasta el fastidio de la pobre profesora a la fuga… pobrecita, jajajaja.

Mordaz y simpático, con la extensión exacta, te felicito.

Me he pasado desde el 96 por si quieres leerme.

Un abrazo,

Evelyn

isan

24/11/2017 a las 16:54

Hola Ramón:
Tre devolveré la visita. Gracias por leerme.
Un saludo.

isan

24/11/2017 a las 17:00

Hola Evelyn:

Tengo ganas de ver cuales son esos recuerdos de palmera. A ver si puedo pasarme hoy o mañana.

Me alegro que te haya gustado mi diálogo.

Un saludo

Ramón Temes

27/11/2017 a las 13:36

Tu descripción de una escena cotidiana está muy bien escrita. Te felicito.
Pero…no es un relato. No ocurre nada. No hay tensión, ni un final interesante o imprevisto. Sin embargo, me divertí leyéndote y te volveré leer pues escribes bien.
Saludos y gracias por tus comentarios sobre el mío.

isan

27/11/2017 a las 14:20

Hola Ramón:
Esa crítica, efectivamente, ya me la han hecho. Le he dado vueltas y no sé que pensar. Es un instante en la vida de dos personas que no se conocen, interactúan y rompen. Ocurren cosas. La tensión tal vez no se traslada al lector pero “haberla haila”, pero si hay coincidencia de criterio, debo admitirlo.

Te agradezco que hayas leido el relato y, si te ha parecido bien escrito, mejor que mejor.

Un saludo.

Jean Ives Thibauth

27/12/2017 a las 22:58

Hola Isan:

Me he divertido de lo lindo con ese retrato tan certero que has hecho de algunas personas.

Muy realista, sí señor. Alguna me habré encontrado por ahí yo también, jejeje.

Muy bien logrado.

Nos seguimos leyendo.

Un abrazo.

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