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¿Sueño o realidad? - por Jesus Lopez ConesaR.+18
Web: https://historiasalrededordeunahoguera.blogspot.com.es/
El niño sonreía feliz. Acostado en su cama, tapado hasta el cuello con su padre contándole un cuento. Al niño le hacia gracia como el bigote de sus padre cogía diferentes formas mientras movía la boca. Una dulce duermevela empezó a ceñirse sobre el infante y este la abrazo como a una vieja amiga.
Una fría bocanada de aire hizo que la manta de sueño saliera volando. Quedo en medio de la oscuridad. Se empezó a volver más consciente de todo: De la oscuridad, del frío y de su propio miedo.
Salivaba. Arañaba la puerta del armario. Deseaba salir. Movió lentamente la puerta. Se deleitaba con el sonido de las bisagras. Notaba el miedo, de ello se alimentaba. Su oscuridad empezó a llenar la habitación.
El niño noto que la oscuridad se espesaba. Le costaba respirar. Se intento levantar pero las sabanas pesaban demasiado. Empezó a sentir como le subía la adrenalina y como cada vez tenia más. Sus jadeos y gritos se entremezclaban. Empezó a sentir una sensación en la espalda acompañado de un aliento caliente. Solo la idea de lo que iba a pasar lo aterraba.
Y entonces, apareció.
El monstruo se sentía en éxtasis. La desesperación eran casi infinita. Las lágrimas y la ansiedad solo lo hacían mas apetitoso. Se iba haciendo poco a poco más grande. Sus ojos amarillos brillaban con la intensidad del fuego y sus dientes blancos relucían en esa oscuridad.
Y de repente, todo acabo.
El niño abrió los ojos y chillo pero no había nada ahí. Las mantas estaban movidas. Sudaba y respira entre cortadamente. Se había librado por poco.
Alguien entro en la habitación.
-Tranquilo, hoy no te dolerá tanto- dijo.
Se desabrocho los pantalones y el bigote se moldeo haciendo una mueca siniestra.
Había salido de un sueño para entrar en una pesadilla.
Comentarios (28):
RosaNegra
17/11/2017 a las 14:58
cuanto más lo leo más mal rollo me da, te deja con intriga e inquietud. Buen trabajo!
Rafael
17/11/2017 a las 15:48
Muy bueno y directo como un rayo, ta ta ta, unos cuantos truenos que anuncian tormenta y ratatatata te golpea el final, que se puede interpretar de múltiples formas, cada cual escoja retorcida o suavona a su gusto.
Yo la frase final la hubiera escrito con signos de interrogación.
Antaviana
17/11/2017 a las 20:41
Consigues transmitir perfectamente la sensación de angustia. Felicidades!
Estel Vórima
17/11/2017 a las 21:01
Si un relato con directo y aunque dejas una interpretación libre se ve la dosis de realidad que nada tiene que ver con un sueño. Se palpa la angustia y el desconcierto.
Iker
18/11/2017 a las 03:36
Felicidades, es una historia muy buena, excelente trabajo.
amadeo
18/11/2017 a las 12:32
Jesús:
Buen texto. Te va llevando con aumento de la tensión. Buen final… abierto.
Revisaría los tildes (acentos) de muchas palabras, pues algunos verbos están en presente y el cuento en pasado.
Un saludo
Estoy en el 55 por si quieres leerlo y comentar. Gracias
Leonor Cuevas Martín
18/11/2017 a las 21:41
Hola, Jesús:
Me ha gustado tu relato, avanza bien y atrae a medida que lo lees. El final muy bueno, con un giro inesperado, tal como al principio se presentó al padre.
Solo tengo que decirte, que te has entrado tanto en crear la situación que te has olvidado casi por completo de la utilización de la tilde. Así que no te especifico cuáles te falta, pero si le echas un vistazo, te darás cuenta de todas y te quedará redondo.
Eres de los que me ha tocado leer. Soy la última, si quieres pasarte por mi relato.
Un saludo
dopidop
19/11/2017 a las 02:30
Hola Jesús,
Me encanta tu relato, corto y directo, te invita a leerlo de un tirón y conteniendo la respiración.
La parte en la que al niño le hace gracia el bigote de su padre al hablar es tan entrañable… me trae recuerdos muy tiernos de mi infancia.
Después el monstruo, muy buena la descripción, te hace sentir el mal rollito, pensar: <> <>… pero no, resulta que es un sueño, todo está bien. Casi casi me he llegado a sentir aliviada. Pero no me has dado tiempo.
Las dos frases cortas, “Y entonces, apareció” y “Y de repente, todo acabó” quedan perfectas para llevar la tensión al momento cumbre y luego relajarnos.
Y el final, pues ahí es donde lo clavas… cuando todo está solucionado, ya estamos a salvo en el mundo real. Aquí acaba todo… entonces aparece el padre y ¡zas! : el verdadero monstruo.
La verdad es que ha sido un verdadero placer volver a leerte este mes, enhorabuena por este gran texto.
dopidop
19/11/2017 a las 02:31
Hola Jesús,
Me encanta tu relato, corto y directo, te invita a leerlo de un tirón y conteniendo la respiración.
La parte en la que al niño le hace gracia el bigote de su padre al hablar es tan entrañable… me trae recuerdos muy tiernos de mi infancia.
Después el monstruo, muy buena la descripción, te hace sentir el mal rollito, pensar: … pero no, resulta que es un sueño, todo está bien. Casi casi me he llegado a sentir aliviada. Pero no me has dado tiempo.
Las dos frases cortas, “Y entonces, apareció” y “Y de repente, todo acabó” quedan perfectas para llevar la tensión al momento cumbre y luego relajarnos.
Y el final, pues ahí es donde lo clavas… cuando todo está solucionado, ya estamos a salvo en el mundo real. Aquí acaba todo… entonces aparece el padre y ¡zas! : el verdadero monstruo.
La verdad es que ha sido un verdadero placer volver a leerte este mes, enhorabuena por este gran texto.
dopidop
19/11/2017 a las 02:33
Perdona, no sé qué le pasa a la tablet esta noche que he publicado el comentario dos veces… serán los duendecillos que quieren que me vaya a la cama…
Pilar
19/11/2017 a las 09:37
Hola Jesús,
Coincido con el resto de comentarios… has pasado del típico terror de los niños a una realidad mucho más espantosa de forma directa que me ha dejado la sangre helada. Enhorabuena!
En cuanto a la forma, sí, revisa esas tildes que se te han escapado.
Buen trabajo.
Yo me estoy tomando un descanso, así que no me encontrarás en la lista.
LAURA
19/11/2017 a las 19:04
Hola, Jesús. Gracias por tu comentario.
El relato es corto pero muy directo y coincido con el resto en que te deja helado (lo cual es muy bueno). Y el cambio de punto de vista un acierto.
Ya te han comentado por ahí el tema de las tildes. Por lo demás, perfecto.
Ane
20/11/2017 a las 20:34
Hola Jesús, un relato tremendamente duro y entiendo que difícil de escribir. La tensión aumenta por momentos hasta dejarte sin palabras por el final buscado. Por otro lado hay alguna que otra palabra a la que le falta el acento, te animo a que uses el corrector, nos salva de muchas.
Saludos.
Thomas Carnacki
21/11/2017 a las 06:52
Hola, Jesús.
Qué decir de tu relato: cruel, como la vida misma. Excelente la idea de abordar un tema como este a través de los miedos del niño. El monstruo parecería un representación simbólica del verdadero miedo del protagonista, como si en su inocencia no pudiese discernir entre uno u otro y fuera incapaz de ver a su padre como la proyección de un monstruo, porque claro, los monstruos son todo menos simpáticos… son todo menos tu propio padre. Felicitaciones por más pasables, por medio de un relato, estas “cosas” que nadie se atreve a contar. Sigue así, hasta la próxima 😉
¡Nos estamos leyendo!
Roster
21/11/2017 a las 08:48
HOLA Jesús:
Impactante y muy bien llevado.Final inesperado que da cuerpo a las peores sensaciones de terror por ser ciertas. Un saludo, seguiré leyéndote!
Henar Tejero
21/11/2017 a las 12:00
Hola Jesús,
Has sabido transmitir miedo y tensión, muy bien redactado. Tras despertar de un mal sueño, sentimos alivio. Pero eso dura pocos segundos, pues la realidad es como el peor de los sueños.
Me gusta el giro final.
Me ha gustado tu relato. Felicidades!!!
Gracias por pasarte a comentar.
Saludos
Elizabeth (Deborah)
21/11/2017 a las 15:01
Qué final!!! Me ha gustado la manera en que narraste el relato.
Muchas felicidades y gracias por comentar el mio (121)
Saludos
María Kersimon
21/11/2017 a las 16:05
Hola Jesús,
Buena cartografía de la mente de un niño abusado. Es tétrico y a la vez estupendo por lo bien relatado. Sólo un par de detalles: me costó diferenciar los personajes al principio. Sería bueno poner marcadores para anunciar cambios de protas. No se ve muy bien quien sale del armario. Se podía pensar que era el niño en su sueño… Segundo, puedes cuidar un poco más la acentuación de las palabras (te faltan tildes aquí y allí).
En positivo, has sabido dar densidad a la atmósfera del relato, crear la sensación de asfixia, de un ambiente irrespirable. Muy bien por esto. Saludos.
Yoli L.
21/11/2017 a las 19:02
Hola Jesus
Muy bien trazado el relato. Pero si lo marcaste como reto, no leo gasolinera, ni que se desarrolle en ese lugar, ya me dirás si me equivoco.
Como mejorables aparte de lo que te han dicho los compañeros, leo que pones muchos “aba” seguidos que provocan rima accidental: “Salivaba. Arañaba la puerta del armario. Deseaba salir. Movió lentamente la puerta. Se deleitaba con el sonido de las bisagras. Notaba el miedo, de ello se alimentaba. Su oscuridad empezó a llenar la habitación.
El niño noto que la oscuridad se espesaba…”
Comentarte que mi relato se llama ¿Pesadilla o realidad? por eso me dio curiosidad de pasar por el tuyo, te invito a pasar
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-48/8779
Saludos
(¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)
Kaila
22/11/2017 a las 01:32
Madre mía, que mal rollo… y que conste que lo digo como cumplido al relato, porque entiendo que es lo que pretendías.
El ritmo del texto es perfecto, las pausas que haces con cada párrafo ayudan a mantener la tensión y generar angustia.
Me ha gustado como abordaste el tema y sobre todo el detalle del bigote, que al principio signifique algo completamente opuesto a lo que significa al final. Me hace pensar en la clase de sentimientos contradictorios que tendrán niños en esa situación, es traumático…
Un relato genial, mis dieces.
Pásate por mi texto si quieres, soy la 75. No publico nada desde hace eones, pero he venido para quedarme.
¡Nos leemos!
charola
22/11/2017 a las 03:13
Hola, Jesús.
La cantidad de tildes que faltan es enorme. No me dejaban leer con tranquilidad, pero ¡hombre! que me quitaste la tranquilidad con tu relato hasta me dio angustia, desesperación y, al final un enorme sentimiento de rechazo. Ya no por la falta de tildes ni por las tantas palabras terminadas en “aba”. ¡Vaya! Debo decirte que tu relato es soberbio. A mí particularmente no me gusta escribir sobre esos temas, pero reconozco que tu relato es muy bueno.
Felicitaciones.
Ramón Temes
22/11/2017 a las 20:04
Un relato muy duro sobre el maltrato a los niños.
Cuando termines la historia, sin la limitación de las 750 palabras espero que mandes al padre a prisión para el resto de su vida.
Es un relato que afecta al lector por ser tan directo, tan crudo y tan bien escrito.
Salludos
Evelyn
23/11/2017 a las 14:31
Hola Jesús… terrible tu relato, acababa de leer la noticia del médico de las gimnastas estadounidenses y tus palabras me han estrangulado, ni he visto que faltaba una tilde… uffff, que si lo hiciste bien? Pues transmitiste muy bien los sentimientos, el relato te deja muy, pero que muy intranquilo, seguro que lo pretendías.
Felicidades.
Soy la 96!
Menta
24/11/2017 a las 07:09
Buenos días: Me ha resultado muy fuerte el tema de tu relato. No puedo soportar el abuso a los niños.
Revisa los acentos. Un saludo, Menta
Galia
24/11/2017 a las 13:05
Jesús: muy bien logrado, con pocas palabras. La pesadilla del niño de soportar el acoso es un tema recurrente en una sociedad enferma como la nuestra y lo haz sabido ilustrar con una gran fuerza emotiva.Te felicito.
Saludos.
Galia.
Earendil
24/11/2017 a las 20:16
Hola, Jesús.
Aquí estoy, devolviéndote la visita.
No he querido leer los 25 comentarios anteriores por no verme influenciada por las opiniones de los compañeros, aunque me temo que probablemente me repita en algunas.
El relato atrapa desde el principio, con esa sugerente imagen del bigote del padre bailando sobre su boca. En el segundo párrafo ya se intuye que algo malo va a ocurrir y, teniendo en cuenta el título, ya te imaginas por donde van a ir los tiros. El tercer párrafo es el que más me ha gustado. Dotas al miedo de una personalidad propia, describiendo sus emociones y su ansia de dominar el cuarto del niño. Sin duda, este miedo ancestral que normalmente sufren los niños no es el miedo protagonista de la historia, si no uno más terrenal y terrorífico. Esto es lo que llena verdaderamente el fondo del cuento.
Hasta aquí, el suspense va “in crescendo”, y has sabido dosificar muy bien las pautas para atrapar al lector, pero hay dos frases, que para mi gusto (y mi opinión es tan buena o mala como cualquier otra) no deberías usar jamás, y son: “Y entonces, apareció.” y “Y de repente, todo acabo.” Huye de esta clase de frases porque, además de contar en vez de mostrar (como venías haciendo en los demás párrafos), están consideradas clichés y, en tu caso, cortan el hilo conductor de la historia, porque son muy rotundas. Teniendo en cuenta que solo has usado 303 palabras de las 750 permitidas, bien podrías haber usado otro estilo para seguir avanzando.
* En la parte formal destacaría el estilo claro y natural con el que cuentas tu relato.
* Te ha faltado la tilde en todas estas palabras: hacía, abrazó, Quedó, notó, intentó, sábanas, cómo le subía la adrenalina, tenía, más, acabó, chilló, entró, desabrochó, moldeó. Creo que es un número muy considerable y, curiosamente, casi todas son formas verbales.
* “entre cortadamente” se escribe junto: entrecortadamente.
* “La desesperación eran casi infinita”, aquí hay una discordancia entre el sustantivo y el verbo, deberías haber puesto “era”.
* “Una fría bocanada de aire hizo que la manta de sueño saliera volando. Quedo en medio de la oscuridad. Se empezó a volver más consciente de todo: De la oscuridad, del frío y de su propio miedo.” En el mismo párrafo repites dos veces la palabra oscuridad.
Me alegro de haber pasado por aquí y disfrutar de tu trabajo, pese a ser una historia dura y triste. Espero que mis aportaciones te sirvan para algo y recuerdo de revisar bien las tildes.
Hasta la próxima escena.
Un saludo.
K. Marce
08/12/2017 a las 08:05
Saludos Jesús:
Disculpas por el atraso a la visita de tu texto, después de tu fina visita al mío.
He leído con cuidado tu texto, y coincido con las sugerencias a mejorar. Sobre todo con lo que te menciona Earendil.
También hay algunas que he notado no te han mencionado:
*Acostado en su cama, tapado hasta el cuello con su padre contándole un cuento.
-> Fijate a donde colocas las comas, (recién tuvimos ese tema en el taller), si lo leemos tal cual, parece que se arropó con su padre. Lo mejor es modificarlo para su comprensión:
Acostado en su cama y tapado hasta el cuello, su padre leía/contaba un cuento.
*Al niño le hacia gracia como el bigote de sus padre cogía diferentes formas mientras movía la boca.
->La frase es larga sin puntuación. Hay un (sus) padre. Y siendo que tienes en el párrafo dos “niño” y un “infante”, es mejor eliminar alguno. Sugiero:
Le hacia gracia como el bigote de sus padre cogía diferentes formas al mover la boca.
Es importante que señales qué hace/siente cada personaje. Debemos leer o releer para comprender esos saltos en los primeros párrafos, sobre todo porque hay cambios drásticos de no solo personajes, sino emociones.
En el aspecto tema, ya te lo han dicho todo. Penosa situación que le ocurre a miles de niños en todo el mundo. Así que el contenido es muy duro para leerlo dos veces. Sobre todo porque no hay un final feliz para un niñito.
Por lo demás, creo que has hecho un buen ejercicio, sé constante y presta atención a la hora de revisar tus trabajos. Evita los clichés que te han mencionado, fíjate en las tíldes y evita la sonoridad de los verbos.
¡Nos leemos!
K. Marce
08/12/2017 a las 08:07
uphs… y se me fue el error: (sus) padres, con el copiar/pegar:
->Le hacia gracia como el bigote de su padre cogía diferentes formas al mover la boca.
¡NL!