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“Infierno grande” - por Luciano Sívori

Web: http://viajarleyendo451.blogspot.com.ar

“Infierno grande”

Entonces, don Pedro, así de caprichoso es nuestro pueblo. Tanto que ni nombre le han querido dar. Mire usté: una de cada tres veces, el único cajero automático entrega un 10% más del dinero que uno pide retirar. Pero, ¡guarda! Que también una de cada ocho veces le descuenta lo que pidió y además le arrebata el 50% más de la cuenta. ¿Me entiende? A ver, se lo explico igual que me lo explicaron a mí. Los números se me enredan, vió. Si usté quiere sacar mil pesos, hay una buena chance de que salga con mil cien en la mano. Entonces cuando pide los mil pesos de la maquinita esa, no le dan nada, y encima le descuentan quinientos pesitos de yapa. ¡Ya ve cómo es la cosa! Hoy ya la gente no extrae dinero en efectivo porque le da miedo. Eso sí, los timberos se gastan todas las municiones en aquella fuente de vicios. La quiniela que manejaba el Horacio en el almacén ya no funciona más. No le juega nadie. ¿Pa´ qué? Si la gente tiene uno a la vuelta de la casa, ¡y ni vestidos tienen que estar!

Caminar por el pueblo, por más chiquito que sea, no es moco de pavo. ¡Esa sí que es toda una aventura! Los callejones, habrá visto, tienen personalidades propias. Una vez vi entrar a tres tipos por un lado y salir a dos por el otro, sin tener recuerdo alguno del tercero. Otra vuelta un tipo entró al callejón donde vive la Chicha Eulogelia y salió hablando en un francés perfectito. Créame cuando le digo que nunca más dijo una palabra en castellano. Al final se fue a vivir a París, porque ni pan podía comprar el pobre diablo. Ahora me han contado que vive con una tal Marie. (¿No le parece a veces que todas las francesas se llaman Marie? O Sophie. Hay muchas Sophie me han dicho.)

¿Qué más? Ah, los armarios. Resulta que están casi todos interconectados unos con otros. Supóngale esto: si usté, don Pedro, entra por el armario del Julio Abal, termina saliendo por el de doña Azucena del Moral. Y mire que de tanto entrar y salir, y como los dos viejos son viudos, se terminaron juntando. Una amistad matrimonial, como se dice.

¡Y eso que han venido de allá, de Estados Unidos, a chusmear, eh! Tipos todo trajeados, de lentes aunque no haya sol. Igualitos a los de las películas, parece mentira. Algo de español hablan, pero hasta ahí nomás. No les sale la erre. En lugar de perro, dicen “perou… perou”. La cosa es que les llamó la atención que nos tomáramos tan a la ligera eso de que los gatos caminan en dos patas, o que las ranas tienen el tamaño de un bebé de tres meses. Para nosotros es lo más normal del mundo. A uno una vez le dije así, bien clarito pa´ que no queden dudas:

—¿Raro? Usted no tiene idea lo que es raro. Raro es que acá nadie pelea ni mata, sino por necesidá, que la vecina de en frente no come carne los martes porque se indigesta, que acá somos siempre 810 habitantes, ni más ni menos. ¡En serio le digo! Nace uno y se muere el otro en seguidita, como si no entráramos todos en este pozo. Raro es que ya nadie acá en el pueblo quiere decir en vos alta la palabra: “ ”, o que la lluvia a uno lo moja el doble. Raro… raro es que yo-yo-yo-yo e-e-empi-pi-pi-piece a ta-ta-ta-ta-tartamu-mudear cuando pienso en las a-a-a-aceitunas. E-e-eso e-es raro.

Y el hombre se fue enojado porque pensó que yo le hacía un chiste.

Así de hijo é puta es este pueblo, ya ve. Y, sin embargo, la gente le ha tomado cariño. No se quiere ir, la gente. Porque, mal que mal, tiene sus cosas buenas también. Qué se yo… qué quiere que le diga… Raro es que yo pueda hablar con usté don Pedro, siendo que está muerto desde hace quichicientos años, ¿no? Ahora apúrese a terminar el mate, que ahí viene el Roberto a entrar por mi armario. Mire que descubrimos que nos deja derechito en la casa de… no, pare, se lo cuento mejor la que viene. Que cuando le diga se se muere de nuevo.

Comentarios (11):

Juana Medina

17/11/2017 a las 17:37

Hola Luciano,
Raro, lo que se dice raro, y sobre todo muy original. Excelente el párrafo que empieza “¿Raro? Usted no tiene idea lo que es raro…”
Lo único es que se te escapó un s donde debió ir una z: no es “en vos alta” sino en voZ alta.Eso no es raro, son gajes del tipeo.
Me hizo pensar en Pedro Páramo de Juan Rulfo.
Quise terminar antes mi relato, pero ya estoy llegando, no me olvido de mis compromisos.
Un abrazo

Luciano Sívori

17/11/2017 a las 17:52

@Juana. ¡Bien ahí con la detección de ese error! Encontré ése y otros también.
La intertextualidad con Rulfo está presente, no quise esconderlo nunca. Sin ir más lejos, el protagonista le habla a un don Pedro.
¡Gracias por leer!

Alejandro

18/11/2017 a las 22:12

Hola, Luciano, te escribe el vecino del piso 137.
A mi me hizo pensar en los cuentos sobre la campiña cubana, cuentos sobre güajiros que tan de moda estuvieron en mi país. En mi pueblo vivió un cuentero oral que se llamó Pedro Morales, un colega llevó al lenguaje escrito los cuentos que narraba Pedro y yo volví con este relato a las mitomanías de Pedro Morales. Excelente texto!!!

Que nunca se apague la llama!!!

Yoli

19/11/2017 a las 10:02

Hola, Luciano.
Me ha gustado mucho tu relato, tanto en la forma de hablar como en las cosas extrañas que pasan en el pueblo. Lo he encontrado original y no me esperaba que Pedro estuviera muerto. No me importaria vivir una temporada allí 😉
Si quieres leer el mío, soy el 171.
Saludos.

Tavi Oyarce

19/11/2017 a las 16:50

Hola Luciano:
Primera vez que te leo.
Me encontré con un texto muy original y un título intrigante. Me gustó el dominio que tienes para conseguir el ambiente, completamente…raro… para mí, pero muy interesante.
Tal vez debiera decir “lentes ahumados”, para conseguir el contraste con:“haya sol”; pero como este es un relato no convencional es posible que esté bien escrito.
Nada más que felicitarte y tenerte en cuenta para el próximo desafío, en una de esas vuelves a sorprender.
Saludos

LUCIANO SIVORI

19/11/2017 a las 22:36

¡Gracias a todos! Me pasaré por sus cuentos también para dejarles mi saludo.

beba

19/11/2017 a las 22:45

Hola, Luciano: Excelente tu historia. Muy logrado el estilo rural de la “conversación” y el tratamiento de la fantasía popular. Un saludo.

charola

21/11/2017 a las 19:28

Ja. Luciano.

Tienes el don de escribir de diferentes cosas. Eres polifacético. Me agradó este texto, así como otros tuyos tan diferentes entre sí.

Felicitaciones.

Yoli L.

21/11/2017 a las 19:59

Hola Luciano

Gracias por tu visita a mi relato #169 ¿Pesadilla o realidad?

Bonita historia que integra costumbrismos, me ha gustado.

Entre los mejorables indicarte que la palabra “vio” no se tilda por ser monosílabo http://lema.rae.es/dpd/srv/search?id=Adwesaq4ND64VT09xQ

Saludos
(¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

Otilia

22/11/2017 a las 19:53

Hola Luciano Sivori:
Tu relato fantástico engancha y se lee de un tirón. Muy bien escrito.
Me gustaría ser capaz de haber hecho tan estupenda escena cuando Literautas nos propuso la del cementerio.
Enhorabuena. Saludos.

Luciano Sívori

23/11/2017 a las 12:45

Hola @Yoli L.
Respecto a esto: “Entre los mejorables indicarte que la palabra “vio” no se tilda por ser monosílabo http://lema.rae.es/dpd/srv/search?id=Adwesaq4ND64VT09xQ
Sí, estoy de acuerdo. En este caso se utilizó a propósito para simular el hablar gauchesco y parco de la gente rural argentina. Estuvo intencionado. =)

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