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Odio mi trabajo (+18) - por KailaR.+18
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—Perdón señor, pero pensé que hoy usted se iba a quedar conmigo… —Tim se frotaba las manos nervioso—. Ya sabe… como es mi primer día en turno de noche… creía que…
—¿Le tienes miedo a la oscuridad chico? ¿No? ¡Pues ya está!
Dicho esto, el dueño de la gasolinera se dirigió a su coche, dejando al joven Tim, con la palabra en la boca.
—¡Estúpido viejo! —entró en la tienda propinándole una patada a la papelera—. ¡Ojalá se le hunda este tugurio!
Aproximadamente a las dos y cuarto de la madrugada, un coche llegó a la gasolinera. Salió al encuentro del cliente a regañadientes.
—Buenas noches, dígame que…
Se quedó paralizado. Una chica despampanante, de rizos dorados y ropa ajustada, comenzó a hacerle señas. Todavía notaba la libido, fruto de la película que estaba viendo antes de que lo interrumpieran. Intentó reprimirla.
—¡A ver, tú! —dijo la chica—. ¿Me vas a coger las llaves o qué?
—¡Si, perdona! ¿Qué va a ser?
—Sin plomo 95, 20
—Vale
Nervioso, Tim se puso a echar gasolina. «Eres idiota, seguro que ha notado cómo te has puesto, ¡Compórtate!» Se giró para devolverle las llaves a la chica, pero esta no estaba. Había entrado en la tienda. «¡Mierda, el ordenador!». Entró a toda prisa con la esperanza de llegar al mostrador antes que ella. Tarde.
—¡Oh! ¡Ahí está el pervertido! —sonaba divertida—. ¿Te gustan este tipo de cosas?
—No, yo… llegué sin querer a esa página… no pretendía… —a medida que hablaba retrocedía, pues la chica se le acercaba.
—¿En serio? A mí me parece que ha sido premeditado, ¡niño malo!
Pronto se encontró arrinconado por ella. No podía estar más nervioso.
—Yo… En realidad…
—Shhh… —le tapó los labios con un dedo y sonrió—. En realidad… a mí también me gustan esas cosas, es muy normal…
Estaba a punto de estallar. «¿Qué rayos está pasando? ¿Quién es esta chica?… ¿Realmente importa?». Ella se había acercado tanto… iba a dar su primer beso. Cerró los ojos, esperando, pero nada pasó, temió haber metido la pata. Por el contrario, sintió algo que le erizó el vello de la nuca. Dentro de sus calzoncillos, la chica acariciaba, suavemente, con las yemas de los dedos, todo lo que encontraba. Ya no pudo evitar la erección por más tiempo. La apretó contra su cuerpo. Recorrió sus curvas y se dispuso a besarla, pero ella se apartó asustada. Tim estaba colorado y agitado.
—¿Qué pasa? ¿Por qué…? Hice… hice algo mal… mierda… yo…
—¡No es eso! —gritó la chica. Miro hacia el techo con cara de preocupación—. Hay cámaras… no pienso dejar que me graben haciendo esto, se enteraría todo el mundo… me tengo que marchar, lo siento.
—¡No! —Tim estaba desesperado—. No te vayas, las cámaras… verás, las apagué yo antes porque… bueno… ¡por la película! ¿Vale? No quería que mi jefe me viera… ya sabes.
—¿Ya sé qué?
—Ya sabes… ¡masturbándome! ¿Contenta? —la chica rió y él se puso más colorado. Pero eso no iba a quedar así—. Hagamos esto, apago las luces de la gasolinera, todas, las de fuera también, y seguimos a lo nuestro, ¿te parece?
Asintió. Tim corrió a apagar las luces, cogió a la chica hacia el fondo de la tienda y se agachó, buscando algo en el armario.
—Olvídate de eso —dijo ella—. Llevo el anillo, no me voy a quedar embarazada.
Acto seguido, su espalda chocó con el armario. Ella se sentó encima y lo besó intensamente. Condujo sus dedos hacia algo húmedo, caliente y rugoso… Tim no podía más, estaba excitado, no quería más preliminares, estaba listo, o si no, acabaría antes de empezar… Tenían que hacerlo ya. Se le hacía eterno mientras le desabrochaba el cinturón… el pantalón… le acariciaba… «No más por favor… al grano…». Al fin, le agarró suavemente el pene, dirigiéndolo hacia ella… rozándola… sintiendo la humedad… hundiéndose poco a poco…
—¡VÁMONOS YA! ¡VENGA! ¡HE COGIDO TODO!
Los dos dieron un respingo. La chica se levantó, dejándolo tirado en el suelo. Tim confuso, sintió la humillación inundándolo por dentro.
—Chico malo… Eres un irresponsable —dijo ella, antes de marchar, dedicándole una sonrisa.
Tim se levantó, tropezando y subiéndose los pantalones, vio como el coche se perdía en la oscuridad. Corrió a comprobar la caja. Vacía.
—¡Me cago en la…! ¡Maldita zorra!
Volvió a ensañarse con la papelera y se dejó caer en el suelo, abatido. «¿Cómo has podido ser tan estúpido? Gran idea Tim».
Evidentemente, fue despedido.
Comentarios (6):
Juan Stoisa
17/11/2017 a las 18:35
Hola Kaila! me gustó tu relato, siento que están logrados los diálogos y se visualiza la escena como también los pensamientos de Tim. El final me pareció un poco predecible e incluso podría haber terminado acá: “Corrió a comprobar la caja. Vacía.” pero obviamente son percepciones subjetivas. Te invito a pasar a mi txt que está arriba del tuyo, el nº 74. Saludos, nos estamos leyendo”
Manuel Jover
20/11/2017 a las 18:59
Muy bueno, Kaila! Pobre Tim!
Estupenda la combinación de relato erótico y peli de atracos, se lee del tirón y tiene un punto cruel que me encanta!
Si acaso le añadiría alguna que otra coma. Por lo demás, muy bien!
Jose Ramón Campoamor
22/11/2017 a las 15:04
Buen relato. Bien orientado hacia una historia erótica y buen cambio de dirección hacia un relato cómico. Divertido. El final, esperable, pero ma ha hecho sonreir, ya que lo has contado muy bien. Para mi gusto, sobra la frase del final, como queriendo remarcar la desgracia de Tim, pero creo que no hace falta. Lo peor debía ser la cara que se le quedó cuando apareció el compinche de la muchacha y se quedó a medias. Despues de eso, el despido no es castigo. Tambien me gusta cómo has ido contando la desesperación de Tim cada vez que ve que no va a poder cumplir su deseo. Tambien es interesante el uso de diálogos, que supongo son imprescindibles para aligerar el texto.
Wester
22/11/2017 a las 16:34
Hola Kaila, ¿cómo vamos?
Es curioso que mientras iba leyendo pensaba: <> y al final ocurrió.
Muy bueno el relato, me ha encantado, me flipan estas historias que seguro han ocurrido a alguien.
El estilo, los diálogos, la gramática… todo está bien, no me he encontrado ningún fallo de bulto.
Te seguiré leyendo a ver qué haces el mes próximo. Si quieres leer el mío, estoy en el 176.
Un abrazo y que vaya bien la semana
Kaila
23/11/2017 a las 10:35
¡Muchas gracias a todos por los comentarios!
(De nuevo, pues ya os las di cuando comenté vuestros textos para devolveros la visita ^^)
No dejo de aprender con estas opiniones y las tendré muy en cuenta para el relato del siguiente mes.
¡Nos leemos!
charola
24/11/2017 a las 08:11
Hola, Kaila.
Me gustó tu relato, se lee de un tirón. Muy buenos los diálogos, el final también. Pobre Tim, pagó caro su irresponsabilidad. Felicitaciones.
Algunos fallos:
-Sí, perdona (con tilde)
-miró (faltó tilde)
-—Shhh… —Le tapó los labios…
Te sugiero leer el de J.Sfield (149) es algo parecido al tuyo.
Nos leemos. Estoy en el 27.
Un abrazo.