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Elioth - por NegraR.
Elioth
Era más que un simple robot, si Elioth era eso más que un robot, era el hombre que Galáctica siempre soñó, aquel en que sus ilusiones de amor habían estado cifradas.
Elioth, aunque con órganos como hígado, pulmones y riñones creados en una impresora ultrasónica de 3D, seguía siendo humano pues el que sus órganos internos fueran regalo de la ciencia humana, el seguía siendo creación divina.
Galáctica, sumida en sus pensamientos, recordaba el día que Elioth ingreso grave al hospital interestelar, donde ella trabaja de asistente médico, llegó delicado pues la nave en que hacia fletes a otras galaxias había colisionado de frente con un meteoro y él había sufrido graves daños internos, por exposición a radiación del sol, al tener la nave un serio daño, le le provocó un agujero que dejo expuesto lo que iba dentro de ella, Elioth y la mercadería, ésta última se quemó por completo; gracias al traje espacial Elioth no murió pero el inmenso calor daño sus órganos internos.
De inmediato fue pasado a la sala 20 de cuidados extremos y le fueron sustituido los órganos que se encontraban quemados, sin posibilidad de regeneración.
Los días pasaron y al vuelta de un año, Elioth regreso de su sueño profundo inducido para que no sufriera, mientras se recuperaba. Fue así en ese tiempo de cuidado diario, como Galáctica se fue enamorando de aquel apuesto caballero.
Al despertar Elioth, un poco confundido, decía “¿dónde estoy? ¿qué ha sucedido?, Galáctica con una dulce sonrisa le dice que se tranquilice, que está en el hospital interestelar y que va a llamar al doctor para que le explique. Elioth queda en silencio observando el rostro casi angelical que le hablaba y como todo en el lugar era blanco, hasta el uniforme de Galáctica, pensó “quizás estoy en el cielo y ella es un ángel”; pero pronto salió de su asombro, cuando la muchacha se disponía a buscar al doctor, éste entra saludando a Elioth, “oh que bueno, veo que ya despertó, cómo se siente, Elioth? Elioth, aun aturdido, le responde que bien y le pregunta, que fue lo que le sucedió.
El doctor le responde que es una historia larga y que ha pasado un lapso largo de tiempo en coma, pero que evidentemente su salud ha mejorado. Le resume los sucesos y le explica lo grave que estuvo y como Galáctica se ha dedicado, casi por completo a cuidar de él, inclusive en sus días libres.
Elioth con una mirada llena de agradecimiento, voltea a ver a la chica de vestimenta blanquísima, alta, morena, ojos cafés y de amplia sonrisa. Si Galáctica estaba enamorada de aquella ilusión, pues al despertar Elioth dejaría de ser su ilusión para convertirse en su realidad, sintió temor de no ser correspondida. Hablaron largo rato y día tras día durante un mes fue igual, muchos temas de conversación, cosas en común, que parecía eran el uno para el otro, reían juntos, se contaban anhelos, sueños, hablaron de sus padres, de los hermanos de Elioth, porque Galáctica no tenía era hija única. Compartió con Elioth su sueño de ser Pediatra, carrera que se costeaba con su trabajo de asistente. Por su parte Elioth, le platicaba de su empresa de trasporte interestelar y otros proyectos.
Pero un día la vida enfrentaría a Elioth y Galáctica con su realidad; Elioth había sido dado de alta, podría marcharse a casa, Galáctica se sentía muy animada por la situación, seguramente ahora Elioth le haría la propuesta, que si quería ser su novia; algo que ella esperaba con ansia, pero aquel fabuloso hombre que era más que un simple robot, según bromeaban a menudo, por su órganos cambiados, tenía una noticia que darle, su esposa Leila, que por un año había creído que él estaba muerto por fin dio con su paradero, un mes atrás cuando el volvió del coma, solo que su traslado a este lado de la galaxia había sido complicado, pero estaba a punto de llegar por él, Galáctica se quedó sin habla y en el momento que iba a pronunciar palabra, apareció por el pasillo Leila, con una mirada llena de amor, abrazó a Elioth y los dos lloraron juntos, después de decirse algunas palabras, Elioth se vuelve a donde Galáctica y le dice “esta es mi esposa Leila, Leila esta es mi amiga y ángel guardián Galáctica” se saludaron amablemente y Leila se veía sinceramente agradecida. Galáctica se despidió con sonrisa afable, pero su corazón quedo roto y sin posibilidad de reparación.
Comentarios (4):
Patricia Redondo
19/10/2017 a las 10:30
Hola! como tu vecina de tercer piso que soy 🙂 me toca comentar tu relato este mes así que alla voy!
El relato está bien , es una historia completa, con inicio , nudo ,desenlace , donde los protagonistas sufren diversas transformaciones a lo largo del desarrollo. Además está bien escrito (puede que haya alguna construcción por ahí que pueda mejorarse pero yo no tengo pericia suficiente para aconsejarte).
Por ahí ningún pero…sin embargo echo de menos algo…Creo que le falta un poco de movimiento, no sé muy bien como expresarlo. Quizá metiendo diálogos nos sentiriamos más identificados con los protagonistas y sufririamos como sufren ellos. No me malinterpretes. El relato está bien sin duda pero yo (esto es una opinión muy personal) no consigo empatizar del todo con los protagonistas y la situación. Quizá ya digo metiendo dialogos que hagan el relato más dinámico o ahondando más en las descripciones de las emociones de los protagonistas (por ejemplo: “cada dia elioth esperaba con mayor ansiedad su encuentro con Galáctica , casi sin darse cuenta la compañía de ella se habia convertido para él en algo tan necesario como el aire que respiraba”….o.. “el amor habia anidado en Galáctica e iba creciendo poco a poco, sin que ella fuera conciente. Sus ojos, su boca, sus manos, todo su cuerpo sonreia y se estremecía cuando Eliot la rozaba de forma apenas perceptible con sus dedos”…)
En fin no sé , algo que ahonde más en la descripción de ese amor … Son consejos muy personales eh ? si quieres los tomas y si no pues nada!
Estoy tres pisos más arriba por si te apetece leerme
Un saludo!
Alex
20/10/2017 a las 21:02
¡Hola!
Me encanta la idea del novio biónico reconstruído, con la mente perdida al despertar del coma. Es muy cinematográfico.
El detalle de “todo en el lugar era blanco, hasta el uniforme de Galáctica”, me ha hecho visualizar inmediatamente la sala. Me la imagino enorme, blanca, al fondo una puerta corredera automática, al frente unas grandes ventanas de cristal curvado que dejan ver la negrura del espacio exterior. (Puedo seguir… ¡Has despertado a mi imaginación!).
Como consejo, te diré que tienes que ver como escribir los diálogos para que funcionen bien en el texto.
Repasa también los signos de puntuación. Pueden ser muy útiles. Lee la historia en voz alta (ya lo he dicho por ahí a alguien más).
Puliendo esos “detallitos”, es una historia que me transporta a la galaxia. Me gusta.
Saludos,
Alex.
Juliana
21/10/2017 a las 04:17
Hola! Acá devolviendo la visita.
Me gustó tu historia. Es u a buena idea.
Concuerdo en lo dicho de los signos de puntuación y los dialogos.
Esta demasiado explicado, en algunas partes. Buscaría un poco más de acción.
Hay una mezcla de tiempo.pos verbales, me parece. El relato Irene todo en pasado y de repente pasa al presente, y vuelve al pasado.
Bueno, simples opiniones. Definitivamente no soy experta.
Saludos y nos leemos
Héctor Romero
22/10/2017 a las 17:28
Negra, he leído tu relato el cual me ha parecido muy bueno pues reune los elementos como tal y la historia en sí tiene esencia. Al igual que los demás opino que la inclusión de diálogos le darían dinamismo.Enhorabuena de parte de tu compañero Literauta 76.