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JOSÉ LUIS - por juanjohigadillo
Era más que un simple robot: era un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo.Dotado de la última tecnología y equipado con un módulo de inteligencia artificial, el Sluha 5.0 era capaz, además de efectuar las habituales tareas de limpieza, de organizar eficientemente la economía de la vivienda e interactuar con su propietario. Por todo ello David, su dueño, había decidido no compartir su vida con ningún humano. José Luis, como así le llamaba, le mantenía la casa como los chorros del oro; se encargaba de efectuar telemáticamente la compra semanal en función de las existencias; le llevaba sus cuentas bancarias al día y además, gracias a sus múltiples accesorios, era idóneo para satisfacer otras necesidades.
Cierto viernes a última hora David llegó del trabajo hosco y malhumorado. Cerró dando un portazo y se derrengó en el sofá.
—Buenas tardes, señor —le dijo José Luis.
—¡Harto, me tienen harto! —dijo David, hablando consigo mismo—. Todo el mundo me toma por el pito de un sereno: el gerente, el director… hasta el conserje. Y encima la calientabraguetas de la secretaria me ha puesto… ¡Cómo me ha puesto!
—¿Puedo hacer algo por el señor?
— Pues sí. Programa la bañera con agua caliente para dentro de diez minutos, y mientras, acóplate el accesorio de succión suave, que me vendrá bien.
—Estoy a su servicio. Ya sabe: un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo…
—Déjate de chorradas, José Luis. Prepáralo todo, voy a ponerme cómodo.
Se dirigió a la habitación y se tumbó desnudo en la cama. Al poco entró José Luis con el accesorio de succión dispuesto.
—¿Está listo, señor?
—¿Pero es que no lo ves…? Si voy a estallar —respondió David
Cruzó los brazos bajo la cabeza, cerró los ojos y se dejó llevar. Después de un rato se incorporó levemente y se quedó mirando al autómata.
—¿Pero se puede saber qué haces, estúpido? —dijo, y le dio un golpe en lo que se suponía era la cabeza.
—¡Aaaaay! Me ha hecho daño, señor —refunfuñó José Luis.
—¿Daño? ¿Ahora resulta que tienes receptores del dolor?
—No, señor, no los tengo. Pero uno tiene sus sentimientos.
—Esa sí que es buena. Sentimientos, dice.
—¿Y qué he hecho ahora?
—¿Que qué has hecho…? ¿Pero tú crees que a ese ritmo voy a llegar alguna vez? ¿Se puede saber en qué coño estás pensando?
—¿Yoooo? En nada, señor, en nada.
—Es igual, déjalo. Mira, ya se me ha bajado, inútil. Desaparece de mi vista, que voy a darme un baño.
Se metió en la bañera y se dejó invadir por la placentera sensación del agua caliente, la espuma y el aroma de las sales de baño. La grata experiencia se fue diluyendo a medida que el agua se enfriaba y decidió salir cuando, parado en la puerta del baño, vio a José Luis.
—¡Coño, que susto me has dado! ¿Qué haces ahí parado?
—El caso es que… Antes me preguntó si me pasaba algo.
—¿Y qué te pasa? ¿Qué tienes ahí? —preguntó al ver que el robot escondía algo.
—Verá, señor. Haciendo la limpieza rutinaria he encontrado esto —dijo, al tiempo que le mostraba un folleto publicitario.
El folleto hablaba de las bondades del nuevo Sluha 6.0. Más eficiente, con un menor consumo de energía, menos tiempo de recarga y un montón de nuevos accesorios, amén de una inteligencia artificial más avanzada que permitía una interacción óptima con el usuario.
— ¿Y tú por qué fisgas en mis cosas?
—Fue accidental señor, pero llegué a pensar que quería sustituirme.
—Y qué pasa si así fuera. Cada vez tienes más fallos, eres más lento, y estás todo el día conectado para recargar tu obsoleta batería, que cada día dura menos. Además, fíjate en lo que ha pasado hace un rato: ya ni siquiera puedes proporcionarme un momento de desahogo.
—Eso no es justo. Siempre he sido para usted un amigo, un admirador, un…
—¡Basta, no seas pesado!
—Pero señor, hasta ahora he sido un fiel servidor. Prometo esforzarme más. No volverá a tener queja de mí.
Davis miró al robot, y por un momento le pareció ver una gota de líquido que, como una lágrima, escurría de uno de los sensores ópticos que el artefacto tenía por ojos.
—Está bien, lo pensaré. Y ahora prepárame una tisana, estoy cansado.
José Luis corrió a cumplir la orden, y, mientras lo hacía, pensó que no podía permitir que todo acabara así, al tiempo que diluía estricnina en la tisana de David.
Nunca más sería un esclavo.
Comentarios (15):
María Kersimon
18/10/2017 a las 16:24
Hola Juanjo,
Me corresponde comentarte por estar un puesto más arriba en la lista. Tu relato tiene un desarrollo ágil y equilibrado, una redacción suelta y descriptiva en la que no se aprecian fallos ni vacíos. El texto se deja leer y los diálogos lo airean bastante; lo hacen ligero. quizás un minúsculo error, una redundancia en el primer párrafo: donde dice “José Luis,como así le llamaba…” debería decir “José Luis, como le llamaba…” o “José Luis —así le llamaba—…”, pero aparte de este desliz, no he visto nada corregible.
La historia responde al tema propuesto y cumples con el reto —un robot enamorado de su humano—, por lo tanto es una historia de amor (-odio), pero ¿las dos cosas no van siempre de la mano? Es el eterno tema de la apropiación por los autómatas de los sentimientos humanos y de sus pasiones. La relación entre el humano y el robot tiende a volverse la que tú describes, “un admirador, un amigo, un siervo, un esclavo…” y se están fabricando ya robots cada vez más complejos y serviciales, preparados para dar al individuo todo lo que necesita hasta incluso volver innecesaria la presencia de otro ser humano. Vi hace poco un reportaje sobre muñecas-robots sexuales que iba en este sentido:
https://youtu.be/jyMIYbU174s
En este vídeo hacen referencia a la sustitución de la interacción humana por la robótica (más sencilla y gratificante para algunos individuos).
Si bien se habla de inteligencia artificial, no es el caso para los sentimientos, de los que carecen aún todas estas creaciones.
De modo que tu relato es futurista en este sentido, atribuyendo emociones pasionales a un robot.
Un gusto leerte.
María Jesús
18/10/2017 a las 18:03
Hola: me ha gustado mucho tu relato, fácil de leer y ameno. He cogido antipatía a David desde el primer momento, al ver como trataba con tanto despotismo a quien le sirve con tanta diligencia, aunque sea un robot, así que en mi humilde opinión, le está muy bien empleado lo que José luis le hace. Felicidades. el mio está en el 161 por si te interesa. Un saludo.
juanjohigadillo
19/10/2017 a las 07:59
Buenos días:
Quiero aprovechar para dar las gracias a mis dos comentaristas; en cuanto tenga un poco de tiempo me paso por vuestros relatos. Tengo que decir que el mío pretendía ser un guiño humorístico al genial José Luis López Vázquez (de ahí el nombre del robot) en la película clásica “Atraco a las tres”.
https://youtu.be/n4YTupWvc5k
Veo que no he conseguido transmitir ese tono irónico al relato, pero es agradable ver como a pesar de todo puede tener distintas lecturas, y no siempre malas. A María tengo que decirle, por ejemplo, que la relación entre el hombre y la máquina que yo pretendía mostrar no era de amor-odio, sino más bien una relación “laboral” que José Luis veía peligrar si le sustituía en sus funciones el nuevo Sluha 6.0.
Gracias de nuevo por vuestros comentarios y saludos desde Pucela.
Bellaan (SC)
19/10/2017 a las 17:47
Hola,
se me ha hecho muy ameno leer tu cuento.
No estaría mal tener un robot que cumpla todas tus necesidades, el problema es que se sublevan jajajaja.
David me ha caído mal: es un tipo engreído y egoísta.
Me ha gustado que el robot tuviera sentimientos, si hasta lloró; aunque parece que sus sentimientos se vuelven más negativos de lo que podríamos pensar.
Saludos!
p.d: soy el 137 por si quieres pasar, siempre van bien los comentarios 🙂
Dew21
19/10/2017 a las 20:36
Hola:
Me ha resultado un cuento muy divertido. David es un déspota y el robot tiene todas mis simpatías ja ja. De todos modos no me esperaba que el final. En cuanto al aspecto formal, me ha parecido muy correcto y con un buen manejo de los diálogos
Saludos!
Jerónimo Guillén
19/10/2017 a las 22:06
Parece que el destino de la IA es acabar con la humanidad, mi relato también toma ese camino o casi. Aunque recuerda lo que dice Sheldon Cooper: “cuando las máquinas se revelen los cajeros liderarán el alzamiento” y yo añadiría que los mayordomos robot serán sus lugartenientes.
Me hace mucha gracia el nombre del robot y sobre todo que lo utilice para lo primero que los utilizariamos:”satisfacer otras necesidades”, cruda realidad ésta.
Me ha gustado, me he divertido y sí me ha recordado a las peliculitas de esa época.
Saludos!!
cesar henen
20/10/2017 a las 02:54
Hola Juanjo, me toca comentarte, solo veo un par de errores a considerar, después de tres puntos se inicia con mayúsculas, y al final del relato has puesto “Davis” en lugar de David. Por lo demás me parece un texto bien estructurado.
Tu personaje principal me parece algo extraño, se excita con las mujeres pero tiene un robot esclavo sexual masculino.
Un relato muy bien manejado, ameno y fácil de leer. Me ha gustado bastante. ¡Nos seguimos leyendo!
juanjohigadillo
20/10/2017 a las 08:28
Buenos días a todos, y gracias por vuestros comentarios.
Sólo me gustaría aclarar a cesar henen que el robot no es masculino, es una máquina y no tiene género; tiene un accesorio para satisfacer las necesidades de un hombre como podría tener otro diferente para colmar las necesidades de una mujer. Lo que sí es masculino es el nombre del robot, pero ya dije que era un guiño a la película “Atraco a las tres”.
Gracias de nuevo a todos.
amadeo
22/10/2017 a las 01:49
Juanjo
Primero mil gracias por tus comentarios sobre mi texto. Los tengo en cuenta para la revisión final.
Sobre tu cuento, opino que está bueno, de fácil lectura y ameno. Buen final
Un cordial saludo
Amadeo
Cryssta
24/10/2017 a las 11:14
Hola, “juanjohigadillo”, en la primera línea ya me he imaginado a José Luis López Vázquez, jajaja. Me ha gustado mucho tu relato, está muy bien escrito y su lectura es ágil y amena.
En cuanto a los mejorables:
– te falta una separación tras el primer punto y seguido
– “Por todo ello, David, su dueño, había decidido no compartir la vida con ningún humano” si dices “su vida” hay duda si te refieres a la de David o a la del robot
– en el primer párrafo tienes dos “además”, (el segundo lo puedes sustituir por “también”) dos “efectuar” (el segundo lo puedes sustituir por “hacer”)y dos “como” (el primero lo puedes quitar)
– “Cierto viernes, a última hora, David…”
– en los diálogos con un “dijo” es suficiente, los otros puedes sustituirlos por “contestó”, “espetó”… está bien utilizar otros verbos “dicendi” para enriquecer el texto
– “Al poco, entró José Luis…”
– “¿Coño, qué susto…”
– “y estás mucho rato conectado” para no repetir tan seguido “día”
– “David miró al robot y, por un momento, le pareció…”
A veces soy muy tiquismiquis con las repeticiones, esta es una de ellas, escribes bien así que sé que tienes recursos suficientes para no repetir.
No busques mi relato, no he participado este mes escribiendo.
Un abrazo.
juanjohigadillo
25/10/2017 a las 08:00
Buenos días, Cryssta:
Tomo buena nota de tus comentarios para eliminar errores en el futuro, si bien la primera falta de espacio tras el punto fue más un desliz que otra cosa. Lo dicho, tomo nota, y gracias por todo.
Laura
30/10/2017 a las 11:33
Hola Juanjohigadillo.
No me dan los tiempos para el pulido formal,pero ya Cryssta se ha dedicado a ello.
Como sencilla lectora, ¡Felicitaciones!
Y ahora que lo leo, al igual que ella, no he participado. En mi caso fue por la diferencia horaria. Espero estar el próximo mes.
LUIS
30/10/2017 a las 16:32
Hola juanjohigadillo, soy Luis (1). Tu relato me ha encantado. Emotivo sin duda. Bien descrito, que hace leer. El final muy bueno, se lo merecía. Felicidades. Un abrazo.
Edu SC
01/11/2017 a las 10:47
Hola Juanjohigadillo,
Gracias por tus comentarios a mi relato y disculpas por la tardanza en contestar.
Creo que tu relato se lee con agilidad, sin trabas y resulta muy ameno. Consigues transmitir en el lector absoluta antipatía por David y cierta sensación de devoción y sentimiento de opresión de Jose Luís. Aunque el final me parece un buen final, quizás hecho de menos cierta transición hacia el mismo. Por la relación de servilismo total de Jose Luís hacia David, tal vez, decidir asesinarlo por la posibilidad de ser sustituido en el futuro, me parece algo excesivo.
Felicidades por tu trabajo.
Edu SC
juanjohigadillo
03/11/2017 a las 08:57
Buenos días a todos, y gracias por vuestros comentarios. Tengo que admitir que Edu tiene mucha razón: la transición es un poco brusca, pero me quedaba sin palabras (es muy duro el corsé de las 750) y no veía manera de quitárselas al diálogo sin que se quedara pobre y deslavazado.
Saludos desde Pucela.