Literautas - Tu escuela de escritura

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Entrega a domicilio gratuita - por Patricia Redondo

Web: https://macedoniadeletras.wordpress.com

-Era más que un simple robot, desde luego. Pero tenemos unidades de iguales prestaciones, y aún superiores, a muy buen precio. Por supuesto si devuelve usted la antigua obtendrá un descuento de…
¿Devolver? La voz aterciopelada al otro lado del teléfono comienza a irritarme. No entiendo nada. No entienden nada. Pulso “fin de llamada” y me tiro en el sofá casi rendida. Nada de esto habría pasado si mi hermana no se hubiera emperrado en buscarme compañía. Nunca he sido demasiado sociable y mi oficio de escritora de esquelas no ha propiciado que me relacione con el resto del mundo. Tiene gracia, media vida lidiando con la muerte ajena y soy incapaz de asumir la de Adri.
Pero es que diez años dan para encariñarse, ¿No? Incluso de un androide de servicio y acompañamiento. Accedí a solicitarlo para que mi hermanita dejara de darme la lata. Él no tenía demasiado atractivo, ni ninguna otra característica especialmente extravagante. Tampoco quise que llevara cargado ningún programa sexual. No quería ese tipo de prestaciones. Solo quería un asistente, alguien que me ayudara a organizar mis asuntos y con quien poder hablar de vez en cuando. Así Adri se ha convertido en mi confidente y consejero. Hemos compartido buenos y malos momentos, sueños, decepciones…En definitiva, es mi amigo.
Un día comenzó a dar síntomas de fatiga. Apenas perceptibles al principio. Algún olvido, cierta vacilación al hablar. A veces se quedaba mirando al infinito, como ensimismado y luego volvía. Alguien me comentó que eran "fallos por obsolescencia". Es decir, Adri se estaba haciendo viejo. La compañía que me lo vendió me dijo que, por una cantidad no demasiado elevada, podían sustituir la "unidad" por otra prácticamente igual. Me quedé perpleja, supongo que después de tanto tiempo se me había olvidado de dónde venía.
Hace una semana mientras preparaba el desayuno, sufrió uno de sus bloqueos. Cuando volvió yo seguí hablando como si nada hubiera pasado. Me tomó la mano y sonrió:
-Los dos sabemos lo que está pasando.
Contesté en tono ligero:
-Sí Adri. Tenemos que ver lo que hacemos.
-¿Hacer? No hay nada que hacer, esto se acaba, ya te lo han dicho.
Protesto.
-No hay nada que hacer, repite, pero no quiero ser desconectado y desguazado en uno de esos horribles almacenes. Tendrás que ayudarme. Acabar conmigo tú misma. ¿Entiendes? Resultará extraño pero creo que si voy al reciclaje me perderé y no quiero perderme. No quiero perder "mi alma". Es así como lo decís vosotros, ¿no? ¿Tú crees que los androides tenemos alma?
-No sé qué decirte. Ni siquiera sé si los humanos la tenemos.
-¿Qué ocurrirá cuando sea desconectado? Los humanos creéis en otra vida después de esta ¿Crees que hay otra vida para nosotros?
Recuerdo la educación religiosa que me inculcaron, sin demasiado éxito, de niña. Dios era nuestro padre, él nos había concebido. Él había creado también el cielo para cuando dejásemos este mundo. Nosotros habíamos creado a los androides ¿Qué cielo habíamos hecho para ellos?
-No creo que haya otra vida Adri. Ni para vosotros, ni para nosotros. Creo que todo lo que nos toca vivir está aquí y después se acabó. Si acaso perduraremos, no por mucho tiempo, en el recuerdo de aquellos que nos quisieron.
-¿Perduraré yo en tu recuerdo?
-Eres mi amigo. Por supuesto que te recordaré.
-Entonces todo está bien. Hay otra cosa. No quiero llegar al extremo de convertirme en algo torpe y balbuceante. ¿Te imaginas?-tartamudeó y soltó una risita-Tendrás que desconectarme antes
Le prometí que lo haría siempre que antes me dejara intentar curarle. Accedió a regañadientes.
Han pasado ocho días, Adri ha enmudecido. Sentado en mi salón su mirada ausente busca quizá el paraíso que los humanos no hemos construido para él. A veces acaricio su mano y creo descubrir en su mirada un destello de complicidad animándome a seguir intentándolo. O quizá sea una mirada de súplica para que cumpla con mi promesa. O de reproche por no haberlo hecho ya. Pero no puedo, aún.
Vuelvo a intentarlo. Rebusco entre mi breve listado de contactos.
-Buenos días, tengo una-vacilo-unidad averiada ghf5647890k, quisiera por favor saber que posibilidades hay de reparación
-¡Buenos días! Fantástica elección, pero seguramente sabe que ese tipo de unidades a partir del quinto año no se reparan. Son sustituidas, por una cantidad irrisioria, por otra similar o, por algo más, si lo desea, por unidades con mayores prestaciones. Desde luego la suya es algo más que un robot, pero tenemos disponibles modelos que….

Comentarios (15):

Marcelo Kisi

18/10/2017 a las 15:48

Hola, Patricia!

Soy tu vecino del 83, así que aquí estoy comentándote.

Me gustó tu relato trágico y a la vez entrañable, que toma la faceta positiva de una realidad tecnológica q se acerca a pasos agigantados, la de los androides conscientes.

Está escrito de un modo simple y ameno, como a mí me gusta. Te felicito por el buen trabajo!

Lorkiano

18/10/2017 a las 17:31

Hola Patricia Redondo:

Espectacular relato. Llevaba tiempo agobiado por el trabajo y sin poder pasarme por aquí, pero estos días he tenido un poco de respiro y una de las visitas obligadas eras tú. No me has defraudado.

Muchas gracias.

¡Nos leemos!

Ignacio YZ

18/10/2017 a las 17:57

Hola Patricia,

Me ha encantado tu relato, mi parte favorita “No quiero perder “mi alma”. Es así como lo decís vosotros, ¿no? ¿Tú crees que los androides tenemos alma?”. Creo que es una de esas frases que marcan la diferencia entre una buen escritora y una gran escritora.

No creo que pueda aportar nada a tu relato ya que parece que lo has pensado bien y has trabajado para que quede bien.

Mi relato es el 45, me encantaría que te pasaras y me dieras tu opinión:

https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-47/8589

Un saludo y enhorabuena

Sombra

19/10/2017 a las 08:49

Hola Patria,

Me ha gustado mucho tu relato, creo que refleja lo que pasará en el futuro,nos relacionaremos con robots humanoides… y tendremos sentimientos hacia ellos

Mi relato es La Muchacha que no sentía Nada.

Por si quieres leerlo.

Un saludo

María Kersimon

19/10/2017 a las 13:59

Hola Patricia, un gran relato, técnicamente bien equilibrado con un cierre circular queme gusta mucho. Más allá de la trama de la obsolescencia del robot, o más bien gracias a ella, tocas grandes cuestiones universales del ser humano tales como la pérdida de un ser querido, la soledad, la supervivencia después de la muerte… y llevas al lector a la reflexión sobre ellas, de modo que, al final, relegas la conversación con los servicios técnicos al papel de un mero disparador para tus propias reflexiones. ¡Bien hecho!
Gracias por tu visita y comentario.

Juana Medina

19/10/2017 a las 22:20

Hola Patricia.
Gracias por tu visita. Es probable que como dice Marcelo, el futuro inmediato esté muy cerca de eso. Yo veo simplemente la traspolación a un mundo con robots de lo que sobradamente pasa entre humanos: padres e hijos, parejas,etc. con el afecto y el apego al cabo de los años, y me gusta muchísimo cómo lo has plasmado.
Un abrazo

Yoli L.

20/10/2017 a las 03:42

Hola Patricia

Soy tu vecina del #81, paso a comentarte.

Como en la vida real, aceptar la muerte de su confidente, aunque duela.

Sentido relato, tiene fluidez y se quiere llegar hasta el final para saber que sucede.

Es un placer leerte.

Saludos

(¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)

Negra

20/10/2017 a las 17:55

Patricia, comentaste mi proyecto y te lo agradezco; me invitaste a leer el tuyo y aquí estoy.
Me cautivo de principio a fin, parece que lo de la escritura se te da, pues esta muy bien montado y aunque un poco triste, realista sobre lo del futuro con androides hechos para ayudarnos y que tendrán un fin.
Sin el afán de molestarte espero que el único realismo sea en cuanto a los androides y no en cuanto a la eternidad humano, pues con mucho respeto con lo que creas, yo si creo en un Creador y vivir mi verdadera vida después de la muerte física, aunque estoy muy agradecida con mi vida en este momento, se que me espera una eternidad junto al Creador de todo.
Un abrazo!!

Alex

20/10/2017 a las 20:40

¡Ay,mi madre! ¡Hoy os habéis propuesto hacerme llorar!

No quiero comentar aquí, para no ir de víctima, lo cerca de mi corazón que está tu relato. Sólo te diré que soy un chico de treinta y trece, grande, barbudo, empresario, casado y padre de dos maravillosos hijos. Que estoy llorando por los recuerdos demasiado recientes, de momentos muy difíciles.

Ojalá algún día, podamos hacer una llamada telefónica para reparar a nuestros seres queridos. Ojalá no tuvieran que ser reciclados.

Un relato sublime, tierno, profundo.

Gracias por hacerme pensar y recordar, por que al final, es lo poco que nos queda.

Un abrazo,

Alex.

Jorge Lozano

21/10/2017 a las 05:44

Hola Patricia,

Aquí Jorge, el vecino del 98.

Buen relato, volviéndose un poco filosófico a veces, es lo que una buena historia de ciencia ficción debe de tener. Interesante que sea un final en circulo… que regreses al mismo punto donde iniciaste.

Me agradó tu historia, si te interesa puedes pasar a ver el mio en https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-47/8435

Saludos!

Patricia Redondo

22/10/2017 a las 15:46

Gracias , gracias gracias a todos!!! Llevo una semana de mierda en el trabajo y vuestras lecturas y comentarios son un balón de oxigeno y de alegría. Doble además por que , tengo que decir , no estaba yo muy a gusto con este relato, que me daba la sensación que había quedado un poco leeento y no me acababa de convencer. Muchas gracias a todos, nos leemos en el próximo reto!

Javier López

24/10/2017 a las 12:52

Hola, Patricia. Me ha gustado mucho tu relato. Es tierno y convincente. El ser humano no está preparado para la vida artificial, y aún queda mucho por descubrir en la Inteligencia Artifical, pero nunca se habló de la Emoción Artificial o Sentimiento Artifical. Es un campo del que miedo me da acostumbrarme. Genial lo de “ni siquiera se si los humanos la tenemos” muy Blade Runner, que está de moda.
Eso sí, voy a tener que ir creando un movimiento en defensa de la Eutanasia para los robots. Muerte digna ya! XD

Un saludo.
Nos leemos.

Patricia Redondo

25/10/2017 a las 11:45

Gracias Javier ,

la verdad es que ni siquiera sé si los humanos la tenemos…unos dicen que sí , otros que no…la literaria seguro que sí , por que la literatura es eterna 😉

Me paso por tu relato , y nos leemos en el proximo!

cesar henen

26/10/2017 a las 00:36

Hola paty, primeramente agradecerte por tu visita a mi relato.
Tu relato me recuerda a la obsolescencia programada (comprar, tirar, y comprar) un documental muy bueno a cerca de los productos, también me pone a pensar que los humanos humanizamos mas a otras cosas como a objetos y animales, y a su vez nos deshumanizamos nosotros mismos.

¡Saludos Paty, un gusto leerte nuevamente!

Violeta

28/10/2017 a las 12:55

Hola Patricia.
Gracias por leer y comentar mi relato.Todas las aportaciones son bienvenidas.
El tuyo me ha gustado mucho, dibujas una historia triste y a la vez entrañable que hace reflexionar. Felicidades.

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