Literautas - Tu escuela de escritura

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Medianoche en Berlín - por Rodrigo Parra

Merienda de café, medialunas y coloquio; cadencia justa de risas ligeras, confesiones casuales y silencio.
Seguido, caminata por el Tiergarten con el atardecer de fondo. A veces me cuesta sostenerle la mirada, me encandila el azul de sus ojos. Los cierra a medias al sonreír, como ayudándome a recomponerme. El pelo castaño adora grácil su metro sesenta de magia y fragilidad. Violeta es casi demasiado hermosa.
De vuelta en el departamento, vino, beso y caricia delinquen con la intimidad de cómplice. Somos dos; por un momento somos uno.
Tendidos en la cama, juego despreocupado enrulando su cabello con mis dedos. Ella cierra sus ojos, aunque no lo necesite. El reloj sobre la mesita marca la medianoche.
—Te amo. —Las palabras escapan de mi boca.
—Yo más —contesta.
Deslizo mi mano hasta su nuca y presiono el interruptor que allí se esconde. Así carga más rápido la batería.

Comentarios (8):

Alycia

17/06/2017 a las 22:39

Hola, Rodrigo:

Me ha encantado el giro final, tenía que decírtelo. Enhorabuena.
Saludos.

Auxi Morata Alegre

18/06/2017 a las 16:21

Hola Rodrigo, soy tu compañera de dos mas arriba por si te quieres pasar, mi relato se titula apocalipsis.

Pues me ha encantado, durante todo el relato me ha parecido algo muy dulce y que de verdad encandilaba y entonces llega ese giro de guión que me ha dejado trastocada y me ha encantado la verdad.

Muy buen trabajo!
Un beso! Nos leemos!

Otilia

19/06/2017 a las 16:23

Hola Rodrigo Parra,
Gracias por leer y comentar.
Tu historia me ha gustado mucho. Hace recordar los atardeceres de vacaciones en buena compañía.
Es solo mi opinión, pero quitaría la frase “aunque no lo necesite” puede quitar algo a la sorpresa final.
También buscaría un titulo más potente. Pero tú eres el autor.
Buen trabajo. Saludos.

Jésica

19/06/2017 a las 22:58

Hola, Rodrigo! Me encantó el final sorpresivo de tu texto! Me recordó a uno de Bradbury 🙂
Lo único que señalo ets el primer párrafo, donde abunda la letra c: cadencia, café, confesiones casuales. Se forma una cacofonía que choca al leerlo.
Por lo demás, muy bien logrado!!
Y gracias por pasar! Nos seguimos leyendo!!! Saludos!!!

LUIS

21/06/2017 a las 18:15

Hola, Rodrigo, soy tu vecino el 118. Un relato lleno de ingenio, los robots nos acechan. El despertador me despistó y tuve que leerlo de nuevo. Felicidades. Un abrazo y que pases un feliz verano.

Tavi oyarce

21/06/2017 a las 20:38

Hola Rodrigo
Muy imaginativo tu relato, y sorpresivo el final.
Me gustó tu estilo: simple y claro.
Te felicito.
Por si pasas por el mío soy el 120

Maria Jesús

24/06/2017 a las 08:20

Precioso relato romántico con un final sorprendente. Me ha recordado un poco a la novela de Marc Levy “Las cosas que no nos dijimos”, aunque la temática es diferente. Un saludo.

Laura

25/06/2017 a las 12:23

Hola Rodrigo.
No me esperaba ese final.
Tiener unas expresiones hermosísimas. Te felicito.

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