Literautas - Tu escuela de escritura

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LIBERTAD - por oda a la cebollaR.

—Hola, ya voy para casa. ¿Qué tal Esperanza?

—Bueno… Lleva un par de horas sin aparecer.

—¿Otra vez? Desde luego, vaya semana que nos ha dado, escapándose a cada momento. Digo yo que no se encontrará muy mal… Está más que recuperada.

—Así es. Desde que la encontramos, cómo ha cambiado la pobre… Le he dado un buen baño y le puse unas gotas del perfume antiparasitario que te recomendaron. Con lo fresca que se ha visto, seguro que no le vemos los pelos hasta la noche. Por cierto, volvieron a llamar interesados en la adopción; les gustó mucho la foto del anuncio.

—No me extraña, es enorme, la más bonita de todos. Habrá que advertirles de la cantidad de veces al día que intenta perderse. Mientras llego a casa, lo mejor es que vayas buscando otro nombre para ella, porque ya de Esperanza, nada…

Comentarios (15):

Francis

17/06/2017 a las 05:25

Hola Oda de cebolla,
Me hizo reír tu relato!!! Me gustaría mas información sobre Esperanza y una corroboración de que es un perro!!
Saludos,
Francisca.

Ivric Emde

17/06/2017 a las 16:31

Hola!
Muy bien lo de mostrar la historia a través del diálogo. Me gustó como abordaste el reto utilizando una de las palabras como nombre propio y ese punto de ironía al final.

Saludos,

Ivric Emde (relato nº 142)

El Calcetín de Dobby

17/06/2017 a las 23:39

Oda a la Cebolla, me gustó mucho tu relato (y tu seudónimo) pero creo que podrías mejorar los diálogos haciéndolos un poco más dinámicos.

Francis, yo opino que Esperanza es gato :v

Roster

18/06/2017 a las 07:28

Buen relato basado en un diálogo que muestra, por los pelos, a una gata parrandera en adopción.

Seguiremos leyéndonos!

María Kersimon

18/06/2017 a las 15:54

Hola, Oda,
Me imaginé una perra acogida y un poco desorientada; dado que tengo una me fue fácil. Pones mucho amor en tu relato y esto me gustó.
Saludos.

Daniel Escobar Celis

18/06/2017 a las 16:36

Al principio pensé que era una hija rebelde, pero desde la mitad me imagino que era una gata.

No se si pensabas crear esa confusión o que. Aún así esta bien el relatos.

Saludos, cuando puedas pasas por el mio el 179.

Jean Ives Thibauth

18/06/2017 a las 23:51

Hola Oda.

Tu relato es muy ingenioso. A través de los diálogos consigues meternos de lleno en la historia sin más explicaciones de un narrador.

Poco a poco nos vas descubriendo quién es Esperanza y al final nos brindas le oportunidad de ver el por qué del título.

Muy bueno.

Nos seguimos leyendo.

Un saludo.

Netogonzo

19/06/2017 a las 03:28

Hola Oda,

Gracias por pasarte por mi texto. Me Gustó bastante la forma en que nos cuentas la historia (con solo diálogos) y como nos dejas a la imaginación el adivinar que animalito podría ser el que se escapa constantemente.

Buen trabajo y nos estamos leyendo.

Zeta

22/06/2017 a las 04:06

Hola Oda
Te felicito por la originalidad en todo, la forma de lograr el reto, hacer un micro con diálogos, super difícil y muy bien logrado.
Yo apuesto que es una gata.
Lo que no entiendo es porque cambiarle el nombre.

Saludos

Inma Calvo

23/06/2017 a las 19:14

Estaba pensando que personalizabas la Esperanza como algo metafórico…y no! Vaya con la goseta y con tu micro divertido. Me ha gustado pero esperaba un final distinto…Sorprendente!!

Laura

26/06/2017 a las 11:16

Hola Oda a la cebolla.
Coincido con El calcetín de Dobby con respecto a los diálogos.
En uno de ellos explicas demasiado.
Y Esperanza… de libertad.
Felices vacaciones

Oda a la cebolla

26/06/2017 a las 22:25

Hola! Muchas gracias por vuestra visita!
En un principio, la ahora bautizada Libertad es una gata haciendo de las suyas; aunque la verdad es que podrìa tratarse de algùn otro animal peludo y parrandero.
Pasaré a leer los relatos que aùn tengo pendientes! Hasta pronto! Buenas noches.

Oda a la cebolla

26/06/2017 a las 22:26

Felices vacaciones!

Earendil

26/08/2017 a las 17:08

Muchas gracias por tu postrera visita a mi relato, ya casi daba por cerrada la tanda de visitas.
Me ha gustado enormemente tu relato. Por una parte, por dedicárselo a un animal tan especial como una gatita; y por otra, por motivos personales. Hace dieciocho años encontré a una minina en la calle. Apenas había acabado de abrir los ojos del todo, y me la llevé a casa, con la idea de cuidarla hasta que se pudiese valer por ella misma y darla en adopción. ¡Nada más y nada menos que ha convivido con nosotros la friolera de dieciocho años! Este verano tuve que llevarla a sacrificar, pues ya casi no podía ni andar. Aún así, se aferraba a la vida con uñas y dientes. Será por eso que dicen que los gatos tienen siete vidas. Me ha alegrado mucho pasar por aquí y disfrutar de tu relato.
Un saludo y nos leemos a la vuelta.

Oda a la cebolla

26/08/2017 a las 18:28

Muchas gracias, Earendil! Te comprendo, perfectamente. Un saludo y hasta pronto!!

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