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Tiempo final - por José Torma
Web: http://www.cuentoshistoriasyotraslocuras.wordpress.com
El reloj amarrado a los explosivos sigue su paso descendente. 87… 86…
—¿Cuánto vale tu vida? —Me pregunta.
Y no tengo respuesta.
60… 59…
«Me irá a doler».
—¡Debo reconocer que tienes huevos, compadre! —dice mientras abandona la pieza y cierra la puerta.
Un sudor frio recorre mi frente y cae por mis ojos, haciendo que mi visión sea borrosa.
15… 14…
Tomo mi último suspiro y me regocijo pensando que conmigo se termina todo. Si algún consuelo me queda es que no me quebré, esos desgraciados jamás tendrán la localización del crío, yo me voy en un instante, el muchacho sufrirá mucho antes de alcanzarme.
7… 6…
Me siento extrañamente calmado, relajado. Cierro los ojos y pongo mi mente a divagar, pienso en ella y lo mucho que me… ¿amó, odió?
La pantalla marca 1… Cierro los ojos y espero, por una redención que sé, no va a llegar.
Comentarios (31):
Pato Menudencio
16/06/2017 a las 23:05
Hola José, me ha gustado la tensión de la escena. Imaginé a un anti héroe haciendo lo correcto.
Ojo con ciertos lugares comunes o frases rimbombantes (El reloj amarrado a los explosivos sigue su paso descendente; o Un sudor frio recorre mi frente y cae por mis ojos).
Saludos.
Jose Luis
17/06/2017 a las 01:21
Hola
Gran relato, cargado de tensión y nivel de suspense al estilo de una película de James Bond. Me ha gustado y entretenido.
Un saludo
Janna
17/06/2017 a las 14:56
Hola Jose 🙂
Que tenso el relato. Una bomba en cuenta regresiva siempre pondrá tensos a todos jejeje!!
No encuentro fallas ortotipográficas ni otra cosa que debas corregir.
Lo que si quiero opinar es que más que un microrrelato parece ser parte de algo mayor. Me crea dudas si encaja en el género. De igual manera me ha encantado.
Saludos!
Janna
17/06/2017 a las 14:57
Estoy en el Nro. 238 jejeje
Osvaldo Mario Vela Sáenz
17/06/2017 a las 20:22
Queridisimo Compadre, mira que aventurarte a un escenario cargado de tensión y sin esperanza para el personaje de encontrar una salida.
Al adentrarme a la redacción podía escuchar el tic-tac del reloj que significaba el fin de una vida y me sentía abrumado por ello.
Te felicito, supiste despertar emociones que es lo que cuenta en un relato.
Después te envió el texto original de mi micro.
Miranda
18/06/2017 a las 04:50
Hola Jose:
Pense que este mes no participabas, me alegro de que lo hicieras, te ha salido un buen relato, que mantiene muy bien la tensión. Se lee casi sin respirar, como para que no estalle la bomba. Me ha divertido mucho.
Saludos, yo estoy en el 49 esta vez
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-45/8210
Te espero por allí.
Romina Eleonora Mc Cormack
18/06/2017 a las 12:57
Me gusto mucho el micro. Y es verdad que genera muchas dudas que seguramente le toque al lector dirimir. Quizas algunas pistas podrian ser de utilidad. Por qué se encuentra en esa situación? Por qué la duda con respecto a la mujer? Ella la llevó a estar allí? O el compadre?
Felicitaciones por hacernos pensar.
lunaclara
18/06/2017 a las 20:18
Guau, Jose. Yo creo que es uno de los relatos tuyos que más me ha gustado. Guárdalo! Es fantástico!
Charola
19/06/2017 a las 05:40
Buenísimo José!
Qué tensión.
Felicitaciones.
Alma Rural
20/06/2017 a las 08:47
Hola José:
Muy buen relato. Has conseguido algo muy difícil en un texto tan corto como es un microrrelato: mantener la tensión durante todo el texto. La idea de ir contando los segundos hacia el tiempo final, como indica el título, me ha parecido un recurso literario muy bien empleados.
Te felicito por un buen micro.
Un saludo.
Wolfdux
21/06/2017 a las 08:54
¡Pensaba que ya te había comentado! Y seguramente lo leí en tu blog… Bueno, poco más que añadir: muy en tu línea, jeje. Un saludo.
Leosinprisa
22/06/2017 a las 07:14
Hola José, hacía ya tiempo que no te leía. Me recuerda a esos capítulos en la televisión de media hora (aquí rizas el rizo y llegas a medio minuto) donde una persona se encontraba atrapada contemplando como una bomba se acercaba al momento de la explosión. Como no vemos, ni sabemos, si esta explota, en realidad desconocemos si el hombre sobrevive o no. Supongo que eso queda para la imaginación de quien lo lea, como tampoco sabemos, aunque las describes brevemente, las circunstancias que lo han llevado allí, todo queda en el aire y tan solo el compás de la bomba es lo que nos marca el final.
Un buen texto, entretenido y agobiante en su cuenta atrás. Un placer leerte y un saludo.
marazul
22/06/2017 a las 23:10
Uf…! está claro que tensión tiene tu micro. Todo aquel que empieza a leerlo tiene que terminarlo. Lo que más me ha gustado son esas pistas que nos vas dando. No son muchas: “el crío” al que no van a localizar fácilmente, “ella”, que supongo será la madre. Pero ¿quién es el que cierra la puerta?
En un principio pensé en un terrorista suicida, pero creo que el micro se inclina más por un tema de venganza.
De cualquier forma es un texto impactante y bien escrito.
Mi enhorbuena
Héctor Romero
23/06/2017 a las 01:27
José, enhorabuena por tu relato el cual he disfrutado muchísimo. Me gustó eso que en el cine sería edición, la combinación de la narrativa con la cuenta regresiva, lleno de intriga, resuelto con inteligencia literaria. De parte de tu compañero literauta 168.
beba
23/06/2017 a las 01:59
Hola José: Excelente. La cuenta regresiva genera mucha tensión as favoreceny la has desarrollado muy bien. Las “hebras sueltas” favorecen la intensidad de la trama.
Muchas gracias por tu visita y comentario. Felices vacaciones.
Ocitore
23/06/2017 a las 05:32
Hola, José, te comento que quisiera compartir la opinión de los compañeros que han hecho sus críticas, pero no es así. En una página en la que escribo algunas cosillas, uno de los participantes se quejó de que más de cien cuentos empezaban con expresiones impersonales como: abrió sus ojos y otras similares. La pregunta era por qué hay una tendencia a impersonalizar. En tu cuento se nota esa tendencia , pero con algo más abstracto: “Pongo mi mente a divagar”, creo que para eso hay un verbo, ¿no? Además, el uso de las preposiciones y otras cosas insignificantes. Bueno, cada quien en su tiempo. Seguro que ahora está de moda esa forma narrativa. Por otro lado, si el cuento estuviera personalizado, sería completamente diferente.
Mucha suerte y seguimos en la escritura. Hasta pronto.
Cryssta
23/06/2017 a las 12:36
Me ha gustado mucho tu mico José, felicidades.
Earendil
23/06/2017 a las 17:09
Hola, José.
Una cuenta atrás muy angustiosa.
¿Cuales serán los últimos pensamientos de una persona ante el final de su vida?
Nos has dejado un buen micro, compañero.
Te felicito por tu trabajo.
Saludos
PEPE ILLARGUIA
24/06/2017 a las 10:11
Gracias tocayo por tu visita a mi ruleta vaticana. Tu relato parece sacado más bien de la cruel realidad mexicana, como cuando el matón le suelta a la víctima su “permiso”, antes de descerrejarle un tiro en la sien. En estos casos esa realidad supera en mucho a todo lo que podamos imaginar los escritores.
Un abrazo, compañero.
María Kersimon
24/06/2017 a las 11:26
Hola José Torma,
Un buen relato a nivel de intriga y tensión. Lamente del lector busca infructuosamente respuestas y, al no encontrarlas, se estresa y aumenta la tensión que de por sí generas con la cuenta atrás. Dejas muchos flecos al aire, quiero decir sin respuestas obvias. ¿Quizás no las sabes ni tú? Una tajada de acción sorprendida en el momento álgido, parecida a un fragmento de fotografía recortado de un todo.
Vespasiano
24/06/2017 a las 17:00
Hola José Torma:
Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.
En el tuyo describes una escena angustiante que me ha atrapado y como consecuencia me he hecho las mismas preguntas que otros compañeros se han hecho.
Por otro lado creo que el protagonista está tranquilo y confiado de que ha actuado bien; que el crio está seguro y que va este va a vivir muchos años cuando piensa: «el muchacho sufrirá mucho antes de alcanzarme».
Felicidades y que tengas unas buenas vacaciones.
Vespasiano
24/06/2017 a las 17:04
Hola José Torma:
Nuevamente por aquí para corregir una errata. “..que el crio está seguro y que va este va a vivir muchos años”. Debe ser: “..que el crio está seguro y que este va a vivir muchos años”.
Chao.
Netogonzo
25/06/2017 a las 01:22
Que tal José,
Gracias por tus comentarios a mi texto. Esa cuenta regresiva le dio un toque de tensión perfecto a tu relato. Las imágenes que nos muestras a través de los pensamientos del protagonista, trasmiten al lector excelentemente el momento que el personaje esta viviendo. Ni hablar compañero, me sumo a las felicitaciones.
Roger/NHICAP
25/06/2017 a las 18:36
Hola José,
También llegó tarde, pero no me había olvidado de tí.
Uff, el tic-tac del reloj consigue generar tensión y ansia en llegar al desenlace. Al final me quedé con la esperanza de que fallase el explosivo, la angustia vivida en esos segundos eternos merecían una nueva oportunidad para superar sus desventuras.
Buen trabajo, amigo. Agradezco tu visita y oportuno comentario.
Un abrazo
Tavi oyarce
25/06/2017 a las 23:18
Hola José
A tu siempre excelente redacción, agregaste ahora una tensión casi inacabable.
Siempre muestras algo nuevo
Te felicito
Gracias por concepto por mi trabajo,si viene de ti, doble valor.
Espero seguir aprendiendo contigo la próxima temporada
Saludos
Marcelo Kisi
27/06/2017 a las 08:50
Hola querido José!!
Mil gracias por tu entusiasta comentario, me hiciste reír con lo del sombrero 😀
El tuyo me gustó mucho, bien a tu estilo de acción. ¿Puedo hacerte un aporte? Dado que un final feliz estaría trillado, para uno ya era claro que no habría salvación. Entonces, la tensión que te señalan los compañeros, para mí fue menos “tensionante”. Es que en ningún momento planteás que existe otra opción que la muerte.
¿Qué pasaría si lo hicieras menos claro, si abrieras una ventanita? No sé, se me ocurre: el pobre desgradiado, faltando medio minuto, llama a su asesino, quizás para engañarlo haciéndole pensar que va a “cantar” y hacerlo explotar con él. Quizás que ese sea su plan pero al final su asesino ni lo escucha, entonces bum. O aunque sea que lo piense. “¿Y si se lo digo?” O llega alguien para intentar desactivar la bomba, pero fracasa. No sé, estoy divagando, pero la idea es algo a medio relato que no nos haga sentir tan seguros de que el tipo es un muerto anunciado. Porque así como está, nos preparás durante tanto tiempo para esa muerte segura, que cuando ocurre ya casi no nos importa.
Ojo, por lo menos es lo que me pasó a mí. A los compañeros anteriores veo que lograste estrasarlos bien estresaditos, eso es difícil de lograr y se debe a tu pericia. Pero quizás lo que te comento te sirva. Fuera de eso, es un micro super bien ejecutado.
Felicitaciones y gran abrazo!!
ADELA CASTAÑON
01/07/2017 a las 15:52
Hola, Jose:
Espléndido micro. No sé si acierto, pero mi “película” es una especie de venganza amorosa. El protagonista ha secuestrado al crío (hijo de esa “ella” que ¿lo amó/lo odió?) y que puede ser o no también hijo suyo. No me acaba de cuadrar que dejen que explote la bomba, sobre todo si no ha confesado dónde está el crío, peeeerooo… en realidad TAMPOCO acaba tu relato con la explosión, así que dentro de un relato más amplio podría ser un final de capítulo con un cliffhanger perfecto.
Solo te apuntaría una corrección gramatical porque la redacción (la puntuación, más bien) de la frase final me parece que no es del todo correcta:
“La pantalla marca 1… Cierro los ojos y espero, por una redención que sé, no va a llegar”. Me sobraría la segunda coma, y de todos modos creo que procuraría pulir un poco más la redacción: “La pantalla marca 1… Cierro los ojos y espero una redención que, lo sé, no va a llegar”. O “La pantalla marca 1… Cierro los ojos y espero una redención que sé que no va a llegar.
Me ha encantado leerte. Te felicito por la calidad de tu relato. Un abrazo.
Adela
Isolina R
02/07/2017 a las 16:44
Hola, José Torma:
Estoy de acuerdo con lo que ya te han comentado los compañeros, sobre todo Pato Menudencio, Marcelo Kisi y Adela Castañon.
Como le ha pasado a Marcelo, yo hubiera preferido que no fuese un muerto anunciado. De todos modos, la tensión está muy lograda.
En cuanto a los posesivos, que señalo a todo el mundo, sé que del otro lado del charco los usáis bastante más que en España, así que solo te diré que la oración “Un sudor frio recorre mi frente y cae por mis ojos, haciendo que mi visión sea borrosa” yo la pondría: “Un sudor frío (recuerda que debe llevar tilde) me recorre la frente y me cae por los ojos, haciendo que mi visión sea borrosa”.
En: “Si algún consuelo me queda es que no me quebré”, hay que poner coma antes de “es”.
Espero que mis sugerencias te sirvan.
Saludos.
Laura
02/07/2017 a las 23:47
Hola José Torma.
Logras bastante tensión con poco tiempo.
Me confundió un poco la cantidad de personas que nombras: ella, el que se inmola, el crío y el muchacho, y no encuentro mucha relación entre los dos últimos.
¿Qué relación tiene con la mujer? amor-odio. Ella lo traicionó? Son espías?
Disculpa, pero tal vez no tengo todas las luces prendidas y las que tengo titilan.
Me he quedado con más dudas que certezas.
Espero lograrlo mejor la próxima vez.
José Torma
04/07/2017 a las 22:41
Hola Laura, espero que seas tu la que me visitó, si no, pues deberia una visita a otra Laura.
Que dificil tocar el tema religioso sin caer en excesos. A mi me a gustado mucho el ritmo y el modo. Te felicito.
K. Marce
07/07/2017 a las 23:07
Saludos José:
Gracias por leer y comentar mi relato (140) del mes de junio. Disculpas por llegar tarde al tuyo, por razones fuera de mi dominio, estuve fuera de Internet y casi incomunicada del mundo, en fín…
Como estoy atrasada con mis lecturas y comentar a otros, no he leído a tus comentaristas, así que si repito, tendrás que disculparme.
Muy bien lograda la tensión, la idea es casi como la crónica de una muerte anunciada, creo que esperé a que él se librará de esa situación.
Lo que me ha llamado mucho la atención, es que te has salido de tu zona de confort. Un tema diferente a lo que nos tienes acostumbrados (muy sensibles y tiernos), así que me parece muy bien logrado. Me parece un poco ambigua la situación, pero no es de vital importancia, el texto se centra en él y cómo maneja esos últimos instantes de vida.
¡Nos leemos!