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Picotazos olvidados - por WesterR.
Web: http://pintamonasblog.wordpress.com
Se dieron dos hechos altamente improbables aquella tarde de la estación húmeda: en primer lugar no llovía y un sol insolente se erigía sobre el parque de la Esperanza donde había decidido celebrar tan inusual momentum. El otro, aún más chocante, era que tras el banco donde disfrutaba del perfume a césped fresco y de la majestuosa silueta de la ciudad, vi la belleza de la naturaleza resumida en una abeja revoloteando en torno a una plantita de brezo. El insecto, cerca de la extinción y sobre el que se hablaba maravillas en los libros de Ciencias del cole, se posó distraídamente sobre la planta para absorber su néctar viscoso. Pensé que nadie lo creería esa noche en el bar del barrio cuando lo contara entre cañas y raciones de caracoles. Tampoco creerían que un insecto tan pequeño podía deformar un rostro humano con tan sólo un picotazo.
Comentarios (8):
Alais Heinkel
18/06/2017 a las 20:40
Generalmente, nosotros los humanos perdemos lo que es la sencillas de la vida y nos atrae como polilla a la luz los hechos estridentes y magnánimos.
Que bueno es volver de vez en cuando a lo básico del vivir.
Que vivan las abejas…
Jean Ives Thibaut
18/06/2017 a las 20:50
Hola Wester.
Me has hecho sonreír. Muy bueno ese efecto final.
Buen trabajo compañero.
Nos leemos.
Lapdog
20/06/2017 a las 09:03
Bien escrito, bastante claro y con un tema simple que logra cuajarse y cobrar significado. Felicidades.
Marcelo Kisi
20/06/2017 a las 22:52
Hola Wester!
Mil gracias por tu generoso comentario a mi relato!
Me gustó mucho el tuyo, donde lo cotidiano puede ser motivo para el drama literario, mostrándonos hasta qué punto todo es relativo. Muy bueno el giro final. Felicitaciones!
Leosinprisa
21/06/2017 a las 07:28
Hola Wester, me ha gustado tu relato, aunque hay una frase al principio que me parece un poco larga y hubiera atajado con alguna coma entre medio (esto es una opinión subjetiva y muy personal), pero obviando esa cuestión es un buen escrito y sobre todo, el final con el picotazo le da un toque de humor que te hace esbozar una sonrisa de simpatía hacia las abejas (aunque el picotazo sea doloroso)
Un placer leerte y un saludo.
Mancebo
25/06/2017 a las 19:17
263. Hola wester.
Escena bucólica, cotidiana que elevas de categoría. Quiero decir, que en mi opinión, cualquier tema, por rutinario que nos parezca, si se plasma con el acierto y delicadeza con que se afanan las abejas, puede resultar de alta calidad literaria.
Además informas al lector de curiosidades de las abejas y su mundo, con acertadas descripciones. Rompes al final esta atmósfera creada introduciendo en el último párrafo la escena futura de la conversación en el bar. La imagen de los caracoles en ración contrasta con la de la abeja volando de flor en flor.
La frase final me parece acerta y como leo en algunos comentarios precedentes, también me ha sacado la sonrisa por contraste con lo anterior. Un buen remate.
Estoy en el 247 por si te quieres asomar.
Polilla
29/06/2017 a las 10:44
Hola Wester
Segunda vez que te leo y segunda vez que me gusta mucho tu relato! dos de dos! jajaja buen promedio!
Me encanta esa aclaración de “El insecto, cerca de la extinción…” jajaja es algo que siempre digo porque la gente tiende a matar a las “maravillosas” abejas… me reí cuando lo leí.
El final… me encantó!
Genial!
Un saludo…
Si quieres, pásate por el mío… (218)
Laura
03/07/2017 a las 11:08
Hola Webster.
Más que un picotazo, sería una picadura.
Me encantó la belleza y serenidad con que describes el momento.
Creo que necesitas algunas separaciones en párrafos para no presentar tan compacto el texto, pero es tan sólo un detalle que no desmerece en nada al tuyo.
Saludos.