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Cuando un Amigo se va - por SilvinaR.
Cuando un Amigo se va.
Llegó el final, la noche es fría y el perfume de las flores es asfixiante. Estamos cansados, dolidos, con sueño. Nos miramos un momento y luego nos despedimos. Con el tiempo contaremos historias de cómo fue el principio del fin, y que en este día aprendimos una gran lección: tenemos que vivir con esperanza y valorar cada minuto de nuestras vidas, aun cuando estos sean los últimos y ya se puedan contar con los dedos de una mano.
Comentarios (10):
Berundgaar
16/06/2017 a las 14:59
Muy, muy, muy cierto.
No lo sabes tú bien. O tal vez sí. Quién soy yo para juzgar nada ni a nadie.
Me ha gustado mucho, Silvina. Corto, intenso y con moraleja. Fantástico, realmente.
Si quieres visitarme, estoy en el 21.
Un cordial saludo. Nos leemos.
Ocitore
16/06/2017 a las 15:40
Más que un cuento, suena como un razonamiento que se le da a alguien para que saque alguna conclusión. Faltan imágenes de la relación.
Estábamos lastimados por los recuerdos, nuestras miradas eran mansas y se habían librado del rencor. Nos esperaba la separación. Nada pudo persuadirnos de dar un paso atrás. Ni el cáncer de mi abuelo, ni su accidente con el coche, ni mi perdón por su infidelidad, ni los abortos. El quiso olvidar mis ataques de histeria y mis despilfarros, pero sabiamos que no había solución.
Ana Luna
16/06/2017 a las 17:06
Me ha gustado Sivina. Creo que refleja bastante bien lo que se siente cuándo alguien se va.
Felicidades.
Ana Luna
16/06/2017 a las 17:07
Ocitore, no entiendo esa costumbre tuya de escribir un versión personal del relato que comentas.
Charola
16/06/2017 a las 20:17
Hola Silvina!
Un texto corto con moraleja. Me gustó.
Felicitaciones.
Silvina
17/06/2017 a las 00:34
Ocitore, agradezco tu comentario, y entiendo que si lo hubieras escrito vos, obviamente lo habrías hecho mejor, como lo demostraste al escribir tu versión, pero te pido que me des un margen de error, porque recién estoy comenzando.
Me hiciste reír muchísimo porque lograste que recuerde a mi maestra de tercer grado, que me hacía dibujar (era muy mala dibujando)y luego decía ” ahora voy a mostrarles como se dibuja bien” y lo hacía ella.
Voy a Trabajar un poco con ese tema de las imágenes que mencionas. agradezco tu colaboración.
Juana Medina
17/06/2017 a las 20:43
Hola Silvina,
Gracias por tu visita y tus comentarios. Es la primera vez que te leo.Coincido con los compañeros en que más que un relato es una reflexión. Muy buena, por otra parte. Con seguridad seguiremos leyéndonos después de las vacaciones y, con más palabras posibles, saldrán más imágenes y conflictos de esas reflexiones.
Todos los comienzos son difíciles, pero comenzar es un paso importantísimo. Por otra parte hay toda clase de relatos: de puras acciones, de descripciones, de reflexiones, poéticos, ensayos etc. etc Uno sólo debe elegir el propio en cada caso, ya que no hay por qué ceñirse a uno solo; salvo que lo elijamos.
Perdón por la lata, pero como argentina sabrás comprenderme. También yo lo soy.
Un beso
Marcelo Kisi
20/06/2017 a las 07:14
Hola Silvina!
Mil gracias por tu generoso comentario a mi relato!
A mí me parece que tu micro es correcto, en cuanto a relatar algo que ocurre en el aquí y ahora. Quizás se quede a mitad de camino, no termina de contar la historia, pero va por ahí, más que por rememorar los hitos de la relación, como propone Ocitore (tampoco comparto su pedagogía, me disculpará el compañero). No en un micro, me parece, aunque obviamente no hay reglas. En un relato más largo quizás sí, pero como intro a lo que viene ahora.
Digo, venía bien por el lado de contar que los dos personajes tienen sueño, hay aroma de flores, hay dos que se están por separar. En un micro las historias previa y posterior a esa acción condensada quedan insinuadas. La frase final suele dar un golpe de sorpresa que cambia la percepción que el lector venía teniendo. Por ejemplo, que al final se trataba de dos gatos, o una serpiente que ya no luchará con ese ratón, porque se lo acaba de tragar, o un payaso que se despide de los niños porque se acabó el cumpleaños (la mamá efectivamente puso flores, los chicos ya están cansados y tienen sueño, etc.). O cualquier cosa loca por el estilo. Porque una separación romántica está preanunciada (por ser lo primero a lo que apela el subconciente del lector) y entonces no atrapa, y -sobre todo en un micro- necesitamos sacudir al lector para justificar el hecho de que le estamos contando esta historia: porque es nueva, aunque sea en algo.
Hay una entrada en el blog de Literautas sobre los microrrelatos, que son un subgénero propio en el terreno del género cuentos. No es un género fácil. En los trabajos de los compañeros podrás ver quién logra cumplir sus pautas y de qué manera, y quién no. Todos estamos aprendiendo.
Te dejo mi micro preferido como ejemplo. Pertenece al hondureño Augusto Monterroso, y es probablemente el micro más famoso (y el más genial) del mundo:
“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.
De nuevo aplaudo tu valentía de escribir, no aflojes!
Saludos, compañera!
Laura
21/06/2017 a las 11:22
Hola Silvina.
Tal vez falta algo de narración, para dar a conocer lo que sucedió con el amigo que se va.
Sigue escribiendo.
Ane
23/06/2017 a las 18:53
Hola Silvina te devuelvo la visita. Bonita descripción de un momento determinado, en este caso una despedida.
Saludos.