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El culpable inventado. - por FMMR.
Le mataron de dos balazos auto-dirigidos. Ya no hay heridos por mala puntería o de forma intencionada. Si el arma se dispara, alcanzará el objetivo sin error posible. Con Héctor se ensañaron. Con un solo disparo hubiera bastado. La Brigada del Sector 15 acudió al domicilio de la víctima tras el aviso de un vecino. Un anciano que vivía solo en el apartamento contiguo al de Héctor. En la escena del crimen un médico forense radiografiaba el cuerpo con un visor integrado en su pupila derecha. Detrás del médico, el agente Óscar informaba a Pablo, inspector jefe de la brigada, de la ficha policial del cadáver.
—El muerto tiene antecedentes por alteración del orden público, frente a la sede del Gran Gobierno hace quince años —Óscar tuvo que parar para tragar saliva, tenía la boca seca—. Fue en las manifestaciones contra la instauración del Modelo Económico Mundial del 2027.
—Un perro sarnoso menos. Estos exaltados no cambiarán nunca —apostilló el inspector Pablo, a la vez que miraba de reojo una estantería llena de antiguos libros en papel—.
La librería cubría entera una de las paredes del cuarto. Donde la gente solía proyectar hologramas de familias simuladas. Era una forma de no sentirse solo en el hogar. Al inspector ese tipo de antiguallas le cabreaban. Estaba más irascible de lo normal. Desde que le habían ordenado investigar los casos relacionados con subversivos políticos de todo el Sector.
—Ha fallecido hace dos horas, sin ofrecer resistencia alguna —dijo el médico mientras se secaba el sudor de la frente con un pañuelo de seda—. A lo mejor conocía al asesino. De todas formas eso es trabajo vuestro.
El forense salió del minúsculo apartamento sin decir nada más.
—Sé que has sido tú —susurró para si Pablo, mientras se asomaba a la ventana del apartamento de Héctor—. La Sombra.
Desde el piso 45 se veía la actividad frenética de la calle. Las personas eran como hormigas saliendo y entrando en los comercios.
El agente Óscar se acercó al inspector con un sobre en la mano.
—Jefe. El vecino anciano me ha dado antes este antiguo sobre cerrado. Dice que se lo había entregado esta tarde Héctor— el inspector con un gesto hosco le indicó que lo abriera.
Óscar se asombró al sacar una foto tamaño folio. En la imagen aparecía Pablo comiendo esa misma tarde en un restaurante suburbano cerca de la central.
—¡Coge al viejo!-ordenó el inspector—. «Tenía que haber hablado con el anciano yo mismo». Pensó mientras registraba el apartamento. Cuando acabó de revolver, se acercó a la pequeña biblioteca. Desde hacía una década estaban prohibidos los libros que no fueran digitales. Además debían ser revisados por el Gran Gobierno, antes de ser publicados en la red. Las imprentas eran ilegales. Y solo las usaban los grupos revolucionarios. Los libros impresos eran más difíciles de localizar que los digitales.
Un libro titulado Retorno a la Era Analógica, tenía un marcapáginas que sobresalía del corte superior. Pablo lo hojeo un rato hasta llegar a la página señalada. Héctor está muerto por chivato. Estaba escrito a mano en el margen de la hoja.
—Se nos ha escapado, jefe —le comunicó el agente Óscar con la respiración entre cortada—. Están todos los sensores de búsqueda de la zona activados. En la Central han comprobado que el anciano usaba una personalidad inventada. Y no tenía registrado ningún perfil social que lo identificara en la Gran Red. La vivienda que decía ser de su propiedad, lleva abandonada más de diez años.
El inspector frunció el ceño y continuó leyendo el contenido de la página anotada: Nuestro objetivo es volver a tener los derechos y libertades anteriores a la creación de la red de redes (internet). Usaremos si es necesario, la violencia contra este Gobierno Mundial Totalitario, enmascarado como un gobierno democrático. Desde la sombra lo conseguiremos.
—Paparruchas de chiflados —llegó a la conclusión Pablo—. Tienes que… El inspector dejó caer el libro al suelo. El agente Óscar le estaba apuntando con un arma.
—Todos seremos la Sombra… jefe —el falso agente le disparó solo una vez—.
El inspector no era un chivato.
Comentarios (7):
Nana
17/05/2017 a las 18:39
Hola FMM, tu historia me ha parecido realmente interesante, y de hecho he tenido que leerla varias veces para comprenderla del todo. Es un buen argumento para una historia distópica, me recuerda un poco a la genial novela Fahrenheit 451.
Me sonó extraño ese “auto-dirigido” que usas al principio, y aunque es correcto me rechinó un poco al oído (quizás es solo cosa mía). Hay algunas faltas de ortografía, como en la palabra ojear, y faltan algunos signos de puntuación.
Me chocó también lo del pañuelo de seda, porque ese tipo de tela no se suele usar para algo como secar el sudor, y menos alguien como un forense.
La última frase me confunde, ¿querías decir que ya no podría sería un chivato?
A pesar de eso, tiene un final genial y mucha fluidez, siento si parezco muy quisquillosa, pero así es como me gustarían que analizaran mis textos para poder mejorar. Tienes mucho talento, espero que sigas escribiendo ^^
Mariana Sánchez
17/05/2017 a las 20:33
Hola FFM: Me gustó el mundo que construiste.Es una distopía tristemente posible, el agobio que vivimos con la presencia totalitario de las redes sociales. En cuanto a la forma, se me hizo un poco de lío con los personajes, tuve que volver a leer para ver quién es quién. Según me parece habría que darle un poco de vuelta a la redacción para que quede de más fácil lectura el desarrollo de los acontecimientos. De todos modos tiene ver con el reducido espacio que teníamos para crear semejante mundo.
Bueno, te felicito, nos leemos.
Soy Piquillín(tu vecina de más arriba)
Mariana Sánchez
17/05/2017 a las 20:33
Ah perdón eras FMM
DIASPORA
18/05/2017 a las 17:15
Hola, FMM
Excelente imaginación. Has armado una bonita historia distópica, pero coincido algo con Mariana, la redacción un poquito confusa. Sin embargo, esto no le quita mérito al argumento. Es un buen trabajo.
Otra cosilla por ahí. Revisa el asunto de las rayas en los diálogos.
Adelante
FMM
18/05/2017 a las 22:59
Hola. Gracias a todos por leer el relato, y comentar lo que os ha parecido.
Hola Nana. Escogí la palabra hojear (con “h”) por su significado. Leer fragmentos de un libro, pasando las hojas rápido. El personaje del forense lo imaginé como un hombre ya mayor, a punto de jubilarse, y bien vestido. No con la típica bata y guantes de forense que salen en las escena del crimen. Que piensa ya más en disfrutar lo que pueda de la vida, que en el trabajo. Puede ser que no pegue un tío así en la escena. Probablemente debía de haberlo descrito mejor.
La última frase la dice el agente para justificar, porque él no se ensaña con el inspector, y le mata de un solo tiro. Ya que es un rival a batir, y no un traidor a la causa (como es Héctor, el dueño de la casa).
En general quise meter demasiadas cosas, con tan pocas palabras, que ha quedado un relato un poco farragoso.
Gracias a todos por vuestros consejos!
Doralú
20/05/2017 a las 11:19
¡Hola FMM!
Coincido con los compañeros en lo difícil de entender el relato. Es un buen tema que valdría la pena reescribir.
Hay varios detalles que quiero compartir contigo:
Los párrafos siguientes me crearon dudas:
“—Jefe. El vecino anciano me ha dado antes este antiguo sobre cerrado. Dice que se lo había entregado esta tarde Héctor— el inspector con un gesto hosco le indicó que lo abriera.
Óscar se asombró al sacar una foto tamaño folio. En la imagen aparecía Pablo comiendo esa misma tarde en un restaurante suburbano cerca de la central.”
es decir, el vecino le dio un antiguo sobre cerrado y ¿Oscar sacó una foto donde aparece Pablo comiendo esa misma tarde en un restaurante? No sé si eso es correcto y forma parte de la distopia o hay problemas con los tiempos o no entendí naaaaaada.
Al comienzo del relato, identificas que hay un vecino que es anciano. Cuando hablas nuevamente de este personaje, desde mi punto de vista, yo lo llamaría anciano o vecino.
“—¡Coge al viejo!-ordenó el inspector—. «Tenía que haber…” debe decir: —¡Coge al viejo! —ordenó el inspector—. «Tenía que haber…”
“…susurró para si Pablo, mientras se asomaba…” debe decir: susurró para sí Pablo, mientras se asomaba… (sí acentuado)
¡Un abrazo!
Laura
24/05/2017 a las 10:40
Hola FMM.
Sigue escribiendo, que talento no es lo que te falta, sino alejarte un poco del texto para ver los detalles que al escribir llevas en la cabeza pero que no posee el lector a menos que se los indiques.
Hasta el próximo mes