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LA PLUMA II - por LUIS
A medida que la vidente le contaba la procedencia de esa pluma y su poder, la angustia se apoderaba de Susana y con el rostro inundado de lágrimas, exclamó:
—¡Toda mi vida viviré así! ¡Lo presiento!
La vidente dejó la mirada perdida, y con un gesto de quizás, le respondió:
—No desfallezcas. Alguna solución encontraré.
—¿Estás segura?
—Por la amistad que me une a tu madre, te prometo que haré lo imposible para liberarte.
Una vez más tranquila, le preguntó:
—¿Quiénes eran? ¿Y las víctimas?
—Mucho quieres saber, chiquilla.
—Pues claro, la poseída soy yo. Mi compañero está muerto por endosarme la pluma.
—Ahora tengo una visita. Te llamaré.
Susana, llegó a casa, y empezó a rastrear en google. A punto de abandonar su búsqueda, una web de casos extraños le amplió la información:
“La hermandad de los quince, eran unos sádicos. Formada por jefes del ejército, dejaban notas en los barracones de los prisioneros para que las malinterpretaran y acabaran agrediéndose unos a otros. Luego elegían a un culpable y firmaban su sentencia de muerte con su propia sangre” También hacían fiestas…
Un escalofrío recorrió su cuerpo, cerró el ordenador y fue a dar una vuelta.
Como no tuvo ninguna manifestación más de la pluma, desde que fue a ver a la vidente, supuso que ella lo había resuelto y la llamó para agradecérselo. Saltó el contestador automático. Lo intentó durante varios días, pero la respuesta era la misma.” En este momento estoy ocupada, deja…”
Parecía que ese poder había desaparecido, hasta que una mañana Susana fue a la fábrica de seda. La directora, asediada por acreedores, debido a sus trifulcas financieras, al revisar la correspondencia en busca de una carta que salvara a la empresa, leyó una nota:
“ERES RUIN ¡¡CUIDADO!! LO CONTARE TODO“
—¿Me amenazas, imbécil? —Y gritó a la secretaria—¡Amelia!, cursa el despido de Ramón. Invéntate el motivo más horrendo. Lo quiero fuera ya. ¡Ah!, y sin referencias.
—Es un buen hombre. Tiene muchas deudas, y…
—¡¡Haz lo que te digo!!
Susana pasó el día mortificada, esperando que aquello no tuviera consecuencias graves.
Pendiente del telediario mientras cenaba, la terrible noticia se hizo realidad: “Un trabajador de la fábrica de seda se arrojó al vacío desde la azotea, aunque las ramas de un árbol amortiguaron su caída, se teme por su vida”
No pudo soportarlo más, se vistió y fue a comisaria.
Confesó ser la responsable, debido al maleficio que padecía. Desesperada porque no le hacían caso, les enseño el brazo lleno de pinchazos. La tomaron por drogadicta, y ante aquel ataque de ansiedad la ingresaron en un centro de salud mental.
A la mañana siguiente, el teniente de policía fue al sanatorio para analizar con el psiquiatra, el estado de Susana. Una vez terminaron, el doctor mando traerla al despacho y marchó a su ronda de visitas.
—Toma asiento… ¿Cómo te encuentras?
—Hundida, teniente.
—Vamos a ver, Susana: Tienes treinta años, no te drogas, sólo te acusas del intento de suicido de ese hombre, porque dices estar poseída por una pluma.
—Es cierto. Iris, la vidente, se lo confirmará.
—Está detenida.
—¡¿Detenida?!
—Es una farsante.
Susana se levantó y empezó a deambular por el despacho gritando una y otra vez:
—¡No es una farsante! ¡Sólo ella puede ayudarme!…
—Mantén la compostura, o te dejo aquí una temporada larga.
Susana ante aquella amenaza, se allanó:
—Lo siento no volverá a suceder. Tampoco escribiré más notas, se lo prometo.
—Esta vez lo pasaré por alto, pero como vuelvas a liarla, te encierro para siempre en este sanatorio.
Susana se abrazó a él, y le preguntó:
—¿Puedo ver a Iris?
—Hum… Vale. Ahora recoge tus cosas; te acompaño a casa.
A media tarde se presentó en comisaría.
— ¡¿No puedo verla?!… El teniente me…
—Javier, tiene aquí a una muchacha…
—Llévela a la sala de interrogatorios, sargento, y luego traiga a la vidente.
Iris entró con arrogancia. Esa mujer, que se movía entre las sombras del ocultismo y el arte de la adivinación, sabía más de lo que ellos podían imaginar.
—¿Estoy libre?
—No.
Ante aquella negativa, le pidió la pluma a Susana, pinchó el antebrazo del teniente, luego el de la chica, y escribió sus nombres en la mesa.
—Con este ritual, usted, correrá la misma suerte que ella.
—No diga sandeces.
—¿Subestima ese poder, teniente?
—Agente…¡Llévesela!
—Suélteme y le ayudaré… Algo horrible sucederá.
—¡Usted, qué sabe!
—¿Olvida qué soy vidente?
Un rival del teniente, que oyó toda la conversación desde el pasillo, se frotaba las manos…
Comentarios (10):
LUIS
17/05/2017 a las 12:55
Hola compañeros. Este relato continua del mes pasado, os dejo el link.Saludos
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-43/7745
Elena Mahía
17/05/2017 a las 16:04
Hola Luis,
Me ha gustado mucho tu relato.Es ágil, fácil de leer y causa intriga hasta el final.
Pese a haber leído la parte anterior,no comprendo todavía lo de la pluma.?Enloquece a la protagonista haciendo que escriba las notas? Lo veo así,pero no queda demasiado claro.Y luego tampoco entiendo por qué la vidente pincha a Susana y al teniente…..Supongo que eso se desvelará en la siguiente entrega.Asi que,cómo te decía, enganchas al lector hasta el final.
Muy buen trabajo.Enhorabuena.
Ortzaize
17/05/2017 a las 21:04
Luis buen trabajo
Tendre que leer el anterior para entender mejor todo
Asi que desde l movil lo intentare.
Saludutos
Isan
18/05/2017 a las 22:53
Hola Luis:
Gracias por pasarte por mi relato.
Como veo que el tuyo viene del anterior, me tomaré un tiempo para leerlo todo seguido y ya te diré. En principio tiene buena pinta.
Un saludo.
Charola
18/05/2017 a las 23:10
Hola Luis!
Está interesante tu relato. Por lo que leí tengo que esperar hasta la otra escena para saber el final. Al pinchar con la pluma a los dos, quiere decir que Susana morirá y también el teniente (?).
En cuanto a lo formal a algunas frases le falta el enlace. Por ejemplo:
-Se vistió y fue a la comisaría.
-se presentó en la comisaría.
-mandó (faltó la tilde)
Nos seguimos leyendo Luis. Hasta la próxima.
Ah! Gracias por tu comentario en mi relato.
Cecilia
19/05/2017 a las 12:52
Luis, muy buen argumento, quizás da para una versión extra large donde puedas explayarte, me quedé con ganas de conocer más sobre Iris. Felicitaciones Cecilia
Osvaldo Mario Vela Sáenz
19/05/2017 a las 20:38
Hola Luis, la pluma sigue adentrándose a los laberintos que tu creas para ella.Su trabajo continúa por pasos funestos que mantienen a Susana cada vez mas dominada por el miedo.
Yo por lo que te comenté en el taller anterior sigo buscando en internet sin encontrar algo relacionado con la hermandad de los quince y sigo sin hacerlo.
Si la historias continuara el próximo mes, espero que Wilkipedia se de cuenta del interés de la historia y nos de información sobre ella.
El texto, por lo bien escrito y fácil de seguir merece una felicitación de mi parte. Te felicito y adelante.
Laura
25/05/2017 a las 12:20
Hola Luis.
Como que nos estás dando una novela por capítulos.
Te sigo el próximo mes
lilian ht
26/05/2017 a las 21:03
Hola Luis,
Bueno la segunda parte de tu relato me dejó con ganas de más. Los diálogos simples hacen que la trama siga su curso fluidamente. Además, me gustó que la protagonista no sea la única que ahora lidie con la maldición, ahora tendrá alguien más que comparta su dolor.
Lo que no me agradó tanto, es que el teniente se dejara pinchar por la vidente tan fácilmente, creo que debiste aclarar los motivos; tal vez porque quería desmentir a Susana o por curiosidad, etc.
Ah, gracias por leer y comentar mi relato.
Saludos.
LUIS
30/05/2017 a las 19:03
Gracias por vuestros comentarios que me animan a seguir con la historia, que la estoy haciendo sobre la marcha, y así modificar la version extendida para darle mas veracidad.
A tu pregunta, Elena Mahía, la pulma está maléfica por el espiritu del dueño y efectivamente hace escribir notas con la intencion de ser mal interpretadas por la persona. La vidente tiene un papel muy importante. Le pincha al teniente para involucrarle y que ayude a Susana, y a ella la deje libre para ayudarles contra ese espiritu maligno. Hay mas que contar pero eso será a medida que avance la historia.
En cuanto a tu observacion, Lilian, estás en lo cierto. Lo que ocurre es que con el límite de palabras es dificil aclararlo todo. Al teniente lo pilla por sorpresa, pero eso lo tengo que relatar mejor , como he dicho antes, en la version extendida.
Repito, muchas gracias a todos y un fuerte abrazo. Nos leemos el próximo mes.