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No sin mi hijo - por Carolina Tribó
Susana esperaba el fin de sus días a la sombra del ciprés, agarrando con fuerza el pañuelo de seda con que envolvió la cabecita de su hijo, que apenas pudo aguantar 48 horas después de su nacimiento prematuro. Justo delante de la tumba donde enterraron a su pequeño ángel, pasaba las horas esperando un imposible, que el cuerpo de su infortunado bebé despertarse de un momento a otro y recobrara una vida que no disfrutó.
A Susana le costó quedarse embarazada y los médicos nunca le advirtieron de que se tratara de un embarazo de alto riesgo, por eso el impacto de lo sucedido fue todavía mayor.
Recién cumplidos los siete meses de gestación, empezó a notar que algo no iba bien. Casi de un día para otro se dio cuenta de que dentro de su barriga apenas había movimiento. Le practicaron una cesárea de urgencia con la única idea de salvar al bebé. Tras mucho esfuerzo lo consiguieron, pero los órganos del neonato estaban tan débiles que no pudieron aguantar más de dos días con vida.
El entierro tuvo lugar al día siguiente. A Susana ya no le quedaban lágrimas. Fue la última en abandonar el cementerio. Y allí, pasó el resto de sus días, sentada en la sombra del ciprés, mirando a la pequeña tumba blanca de su niño y esperando que sus ojos se cerraran para siempre.
Comentarios (13):
amadeo
17/05/2017 a las 21:49
Carolina:
Buen texto. Creo que le faltó tensión, para hacerlo más interesante. Me suena como una crónica.Bien inbtroducida las palabras obligatorias
Para revisar:
“costó quedarse embarazada” o “costó quedar embarazada”
“resto de sus días, sentada en la sombra del ciprés” o “resto de sus días, sentada a la sombra del ciprés”
Cordiales saludos
Estoy en el 140, si quere´s comentarme
amadeo
17/05/2017 a las 21:50
Carolina:
Corrijo: Estoy en el 104
Gracias
Saludos
Tavi oyarce
17/05/2017 a las 23:57
Hola Carolina:
Una historia triste, relatada con sencillez. Quizás demasiado breve, podrías haber incursionado un poco más en los sentimientos de la protagonista para justificar, finalmente, que desea su propia muerte. Aun así, la historia llega por la candidez que le das al relato.
Tu historia es fácil de comprender porque es una historia universal.
Te propongo dos alcances:
Creó que el verbo agarrar que usas al principio, escapa de la belleza del relato.
A veces los adjetivos sobran ,ejemplo:
“…envolvió la cabecita de su hijo, que apenas pudo aguantar 48 horas después de su nacimiento ─prematuro…”─. Si tú antes has dicho que el niño pudo aguantar 48 horas después de su nacimiento, el lector subentiende que es prematuro, Por lo que puedes eliminar el adjetivo porque suena a repetición.
Bueno Carolina vuelvo a felicitarte.
Saludos
Si te das una vuelta por mi relato te lo agradeceré. Es el 75
lectora70
18/05/2017 a las 17:24
Hola Carolina!
Qué historia tan triste! Me ha parecido un poco confuso el motivo por el que está en el cementerio, porque al principio creí que lo que esperaba era que su bebe volviera a la vida y al final lo que desea es que llegue su muerte.
Has sabido estructurarla correctamente a pesar de la brevedad del relato. El personaje principal y único está muy bien construido.
Enhorabuena! Saludos.
PEPE ILLARGUIA
18/05/2017 a las 19:13
Carolina, me siento un poco distópico, es como si hubiera vuelto al pasado, pues como esta Susana era del taller 43 me da la impresión de que he viajado en el tiempo. Queda un poco extraño ese cementerio entre tanta sociedad avanzada y decadente como tenemos a nuestro alrededor.
El relato me parece corto, no es que le falte garra, la tiene, pero para mi gusto hay que meterle condimento, no te digo algo como a lo John Ajvide Lindqvist, que en el oficio de escritor hay que lidiar con zombis y demás espectros malditos.
A por le próximo reto. Un abrazo.
Raul
19/05/2017 a las 15:38
Hola Carolina! Un relato corto y bien hecho.
Una historia desgarradora con un final desgarrador!
María Esther
20/05/2017 a las 03:29
Carolina,coincido con los anteriores compañeros en que es un relato muy triste, y también muy breve.No quiere decir que los temas dolorosos no se deban tratar,por el contrario, el sufrimiento es inherente al ser humano, así como lo es la alegría.
En este caso se trata de un bebé,que tiene vida muy breve.
Pienso que la historia deberías engancharla un poco antes en el tiempo,para darle más solides,no sé si me explico. Por ejemplo contar sobre la vida de la protagonista y su pareja, el padre del niño, que en ningún momento aparece ni se lo nombra, como si no existiera.
Digo eso a modo de ejemplo, algo que arme más la historia, donde haya una evolución en el personaje.Porque en este caso comienza con Susana en el cementerio sentada a la sombra del ciprés, y termina con ella de la misma manera, con el mismo pensamiento.
No sé si he logrado transmitirte en forma clara mi opinión. Si lo desarrollaras más, mostrando otros hechos, pienso que te quedaría mejor.Creo que el tema da para mucho.
Espero que te sirva de algo mi comentario.
Nos leemos en el próximo.
Felicidades.
Maritel 91
Henar Tejero
21/05/2017 a las 09:34
Hola Carolina,
Es una historia triste, bien narrada y se lee con facilidad.
Coincido con algunos compañeros en que deberías haber introducido alguna trama más de la protagonista para enganchar un poco más.
Pero aún así, me ha gustado.
Nos seguimos leyendo!!! (nº 86)
Carolina Tribó
21/05/2017 a las 18:52
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios y sugerencias. Tomaré buena nota de ellas.
La verdad es que casi todos los relatos me salen tristes, no sé por qué, pero me siento más cómoda así.
Amadeo: tendría que revisar lo que ‘quedarse’ o ‘quedar’ embarazada, pero creo que sí tienes razón en cuanto ‘a la sombra del ciprés’.
Tavi: gracias por la apreciación de ‘prematuro’, la verdad es que ya se entiende la frase sin necesidad de la palabra.
lectora70: Susana tenía esperanzas de que su hijo volviera a la vida, de que todo eso fuera un mal sueño, y por otro lado, ella se deja morir porque no puede vivir con el dolor de la pérdida. No se si te he aclarado las dudas o te he confundido más :p
Pepe: en efecto, has vuelto al pasado. El mes pasado no participé y como el tema me gustaba, sobre todo lo del cementerio, pues decidí mantenerlo para este relato. Como bien comentáis más de uno, la historia da para un texto más largo.
Raul: muchas gracias.
María Esther: te entiendo perfectamente, la historia da para mucho juego.
Henar: muchas gracias, me alegro que te haya gustado.
En cuanto tenga otro ratito, devolveré las visitas que me quedan pendientes.
Un saludo a todos y os espero el próximo mes 🙂
G Sugonz
23/05/2017 a las 12:36
Hola Carolina!
Relato directo, breve pero que trasmite desde el primer momento.
Hay veces que nos empeñamos en escribir más y más en nuestros relatos. Pero lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Saludos,
Wester
25/05/2017 a las 13:47
Un relato en el que has conseguido trasmitir lo que deseabas: tristeza. Tienes fluidez en la escritura, lo haces bien, con soltura.
Como ‘peros’ diré que, como un comentario que alguien dejó, me confundí al principio cuando pensé que la madre esperaba a que el hijo resucitara. No iban por ahí los tiros.
Y también coincido en que tal vez podrías aprovechado más la extensión del reto para hacer, por ejemplo, alguna descripción del lugar o de la voz narrativa.
Aún así está bien. Lo corto no tiene por qué ser malo.
si quiere pasar por el mío, estoy en el 124
Abrazos
Carolina Tribó
26/05/2017 a las 17:16
Muchas gracias G Sugonz y Wester por vuestros comentarios!! Tendré en cuenta vuestras consideraciones.
Laura
31/05/2017 a las 10:55
Hola Carolina.
Tristísimo relato, muy real.
En cuanto a lo formal, te has quedado en un resumen, cuando podías haber desarrollado un poco más lo de las dificultades y ansias por el embarazo, sus sensaciones cuando le informaron d su pérdida.
Puedes mejorarlo.
Hasta el próximo mes