Literautas - Tu escuela de escritura

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El lazo rojo - por Guiomar de ZaharaR.

Voy a contar la historia de mi corta vida, no por mí, que aunque mi infancia fue muy feliz, no lo fue tanto mi final. Esto lo hago por aquellos que ya pasaron por lo que yo pasé, por los que lo estén pasando en estos momentos y sobre todo por las futuras generaciones… para que no les ocurra lo mismo. ¡Va por ellos!

Yo nací en una familia normal pero sin demasiado cariño, de hecho no se quien fue mi padre y, de mi madre tengo una vaga noción:éramos ocho hermanos y debía de estar tan atareada que –yo recuerde– no me hacía apenas caso. Cuando jugaba con mis hermanos o mis primos, siempre salía pisoteado y, como no corría muy deprisa, siempre llegaba el último: en las carreras ya no me dejaban participar. En las horas de las comidas, siempre eran las sobras lo que me llevaba a la boca. Volviendo la vista atrás, mis padres nunca me defendieron.
– En este mundo impera la ley del más fuerte –me decían.

Sin despedirnos de nuestros padres, un día nos llevaron a mis hermanos y a mí a un orfanato, donde, por lo poco que yo entendía, nos iban vendiendo. Sí. Aunque parezca algo raro estando en el siglo XXI nos vendían. Los primeros fueron mis hermanos y algún primo, eran guapos y grandes. De momento yo me iba salvando. Me miraban y solían decir:
– Uffffffff que pequeñajo no nos va a servir para nada.
Ya pensaba que nunca tendría un hogar: a nadie le gustaba, soy flacucho y más bien canijo como me llamó un día un señor muy gordo. Mis amigos ya se iban marchando poco a poco, se acercaba la Navidad y cada día me encontraba más solo y las sombras y el silencio, al oscurecer el día, me aterrorizaban cada vez más.
Una mañana llegó una pareja joven con un niño pequeño. Nada más verme el chavalín se dirigió hacia donde yo estaba y, lo primero que me dijo fue:
– Hola me llamo Dani ¿Te gustaría venir a vivir con nosotros?
Yo no respondí, pero por dentro las lágrimas recorrían mi cuerpo lleno de felicidad.

La casa era muy bonita: tenía jardín grande con muchísimas flores. Como ya estábamos en vísperas de las fiestas empezaron a colocar luces de colores, se acercaba la Noche Buena y el Belén era precioso. Ya me veía rodeado de mi familia adoptiva en la mesa, con buena comida y todos alegres en el día de Navidad. Participé en los preparativos, aunque no me dejaron que hiciera nada especial, pero Dani me dio un lazo de seda rojo y me lo puso en el cuello diciendo:
– Te adelanto el regalo ¡Qué guapo estás así!
Pasé los mejores días de mi vida. Jugábamos en el jardín cuando hacía sol. Aprendí a correr casi tan rápido como él.
Una mañana a la hora del desayuno, la mamá de Dani estaba triste. Se acercó a mí y me cogió en brazos, me abrazó y las lágrimas corrían por su rostro como una fuente inagotable. Al niño yo le oía llorar y al padre no se le veía por ningún sitio.
Pensé que habría empeorado, pues últimamente no hacía más que toser. Me imaginé lo peor: pobre Dani lloraba sin parar. Llegó Manuela, una señora muy amable que me tenía cierto aprecio, pues algunas veces cuando preparaba la comida me daba algo para probar. Siempre llevaba un delantal blanco, pero apareció toda de negro, acercándose a la señora me cogió entre sus brazos diciendo:
– Vaya a consolar a su hijo, lo está pasando muy mal.
Después recuerdo que cogió un gran cuenco, me quitó el lazo rojo –en señal de luto– pensé. Abrió uno de los cajones y cogió un gran cuchillo.
A mí nunca me gustaron ni las navajas, ni los túneles, ni la oscuridad: cerré los ojos y oí.
– Lo siento por Dani…

La cena de Nochebuena fue todo un éxito el lechón magníficamente horneado con una exquisita manzana en la boca, fue un éxito. Todo el mundo aplaudió a la cocinera… menos Dani que no probó un solo bocado del cuerpecito de su amigo.

Comentarios (18):

Amilcar Barça

17/05/2017 a las 12:04

Caramba, mi pensamiento iba de un pavo a un perro, pero los muy cerdos se cenaron al cochinillo. ¡Qué aproveche!

marazul

17/05/2017 a las 18:45

Me ha encantado tu historia Guiomar. Está escrita en un tono tan natural y divertido…sí..sí..a pesar del trágico final es un relato muy dulce y termina con sorpresa. Me has robado una sonrisa, Guiomar. Has bordado ese estilo un tanto ingenuo del pobre animal que, sin malicia, lo ve todo “guay”.
En cuanto al reto creo que al haber puesto la historia en boca del animalito, lo has conseguido.al fin y al cabo el suyo es un mundo muy diferente.
Se agradece una historia tan simpatica
Un abrazo

Juana Medina

18/05/2017 a las 02:55

Bonita historia, Guiomar,
simpática y muy bien llevada en boca del pobre cerdito
¿El reto? Yo no lo encuentro. Que sea el cochinillo quien cuente la historia, no es suficiente para que se cree un mundo distópico. Pero es lo de menos. La historia sigue siendo preciosa y muy bien relatada.
Felicitaciones. Saludos.

guiomar de zahara

18/05/2017 a las 08:16

Amilcar Gracias por tu comentario ¡me ha encantado!No caí en que los cerdos, se comieron al cochinillo. Muy justa la crítica.

Marazul Gracias por pasarte por mi relato, pero – como siempre – eres muy benévola con mis escritos. Repito las gracias.

Juana Gracias, es lo único que puedo decir por tu comentario, quizá tengas razón en lo del reto, pero sabes, la ciencia ficción no me agrada ni leerla, ni mucho menos escribir sobre ese mundo… se conoce que mi imaginación, no da para tanto. Repito las gracias por tu sinceridad, que agradezco mucho.

Vespasiano

18/05/2017 a las 18:27

Hola guiomar:

Gracias por haberte pasado por mi relato y dejar tu comentario.

El tuyo me ha parecido una historia ocurrente con un final que me ha sorprendido y me ha hecho sonreír.

Estaba intentando descubrir ese mundo distópico; en una sociedad tan cruel; en orfanatos;en sobras de comida; etc. Me chocaba lo de la Navidad, pero al ver al cochinillo asado con su manzana en la boca me desplomé.

“flacucho y más bien canijo”. Me parece redundante.

Bueno te felicito por la creatividad de tu historia y por haberle puesto sentimientos a un animal tan sabroso. CREATIVIDAD DE

Vespasiano

18/05/2017 a las 18:30

Hola guiomar:

Se me ha colado al final lo de “CREATIVIDAD DE”. No lo tomes en cuenta.

Saludos.

Pilar

18/05/2017 a las 18:45

Hola Guiomar!!

¡Qué inocente que soy! pensaba que en tu mundo distópico nos habíamos vuelto caníbales, jjjj. Y es que hasta que no he leído los demás comentarios y he vuelto sobre la historia, no he pillado lo del cerdito con voz propia.
De entrada te felicito por este cuento de final inesperado que se lee con agilidad (tan solo me ha cortado el ritmo esta frase: “debía de estar tan atareada que –yo recuerde– no me hacía apenas caso” Mejor, utiliza comas en vez de guiones) Por lo demás muy divertido, bien estructurado y desarrollado. Aunque estoy de acuerdo con Juana en que la distopía te ha quedado un tanto diluida. Pero, vamos, que como fábula, muy amena. Felicidades. Un abrazo. Y hasta pronto!!!

Charola

18/05/2017 a las 20:19

Hola Guiomar!

Me has dejado sin habla. No creo que vayamos a un mundo así. Me cuesta creerlo. Jajja. Igual que Pilar me quedé consternada. Pusiste la R del reto y lo leí de esa manera. Un mundo distópico. Ja. Realmente no hiciste un texto distópico y me alegra, aunque me da penita por el cerdo, pero eso es lo que hacemos y no solo en Navidad.

Felicitaciones!

Un abrazo.

Wurunkati

19/05/2017 a las 20:01

Me parece un cuento bien contado y estructurado que, pese a su final me sigue pareciendo dulce y tierno.

Laura

19/05/2017 a las 21:17

Hola Guiomar.
Si hubieses hecho antropofagia lograbas la distopía. Quedó en un relato dulce, inocente.
Creo que es imposible en condiciones normales comer a alguien (sea lo que sea) al que le hayas puesto nombre y con el que hayas compartido momentos de tu vida (que no sean comérselo).
Hasta el próximo relato

Alberto C.

20/05/2017 a las 09:46

Hola Guiomar de Zahara

¿Sabes? He buscado tu relato no porque te haya leído en otros comentarios, ni por el título del tuyo de hecho. ¡Tu seudónimo! Ay, es que me encanta Machado, y tu sudónimo me hs hecho recordar su historia de amor con Pilar de Valderrama y todos sus poemas.

Bueno, dejando a un lado esto; tu relato.

Coincido con tus compañeros. No veo distopía por ninguna parte y me ha sacado una sonrisilla ese final. Je, je.

Me ha gustado. Tienes un estilo directo y claro, cosa que se agradece. Lo único que no me ha conseguido convencer demasiado es la introducción. En vez de explicarlo tan directo. Yo lo hubiera hecho algo más indirecto. Pinceladas que al final te den a entender que lo hace por todas las generaciones. Esto es personal ¿eh? Muy buen trabajo. c:

Un saludo, estoy en el 36.

Alberto C.

Otilia

20/05/2017 a las 10:48

Hola Guiomar de Zahara,
Gracias por leer, por el tiempo para comentar y por las aportaciones.
Tu historia me ha gustado, no sé si cumple el reto o no, pero no importa, el relato te atrapa hasta el final.
Buen trabajo. Saludos.

Henar Tejero

20/05/2017 a las 17:15

Hola Guiomar,
Un relato tierno y con un toque de humor, que es lo que a veces falta en las distopías.
Está muy bien narrado y se lee con facilidad.
Para mi gusto, sí se deja entrever la distopía, pues se ve la existencia feliz del animal sin percibir su triste final.
Me ha gustado tu relato.
Nos seguimos leyendo.
Un abrazo (nº 86)

Roster

21/05/2017 a las 14:55

Hola Guiomar:
Por la sencillez de la explicación, los guiños constantes a la realidad entre ficción de un pensamiento imposible, te felicito de corazón.
Saludos.
Roster. Te espero en el 48

Noemi

21/05/2017 a las 22:46

Hola Guiomar, como de costumbre has escrito un relato encantador y cumplido el reto con un giro muy original: el mundo humano desde el punto de vista de un animal doméstico resulta verdaderamente distópico. es la gran paradoja soñamos con utopías mientras en la realidad vivimos creando lo contrario.Te felicito.
Has ocultado tus huellas con mucha sagacidad para producir el efecto final muy bien logrado pero encuentro cierta inconsecuencia con respecto a la verosimilitud en “Aunque parezca algo raro estando en el siglo XXI nos vendían.”
“se acercaba la Navidad ” Un animal no tiene el mismo sentido temporal, no puede conocer el calendario.Sin darte cuenta estás estafando al lector respecto al punto de vista del narrador, un error muy fácil de solucionar quitando esas marcas de tiempo que no son imprescindibles. Cuando llegas al último párrafo y pasas a la tercera persona la Navidad pasa perfectamente.
Bueno, una vez más a sido un placer leerte, te espero en el 81. Un gran abrazo.

María Kersimon

22/05/2017 a las 19:37

Hola Guiomar,
Con una narrativa cuidada vas desenrollando la trama como si fuese un ovillo. Uno pronto se imagina que el compañero de juegos no es humano y tiene un destino dramático. Uno se va preparando para lo peor sin saber de qué lado vendrá. Bien hecho. Cuando al final cambias de narrador, pienso que podrías haber seguido en primera persona. Después de todo, el cochinillo ya es fantasma cuando narra la historia de su “corta vida”, ¿o no? Me hice esta pregunta.
Un saludo.

guiomar de zahara

24/05/2017 a las 08:44

¡Gracias! gracias a todos por leer estas líneas.
Escribo por el placer de hacerlo y leo por lo mismo.
Cuando decidí implicarme en este reto de escribir”por obligación” un relato mensual… no sabía si podría conseguirlo.
La ilusión se apoderó de mí y, sigo haciéndolo.
Cuando leo vuestras críticas,hasta ahora siempre constructivas,me imagino, no la decepción, sino una leve sonrisa en cada uno de vuestros rostros (virtuales) y esa ya es una opinión muy válida para mí.
Os lo agradezco de corazón.

Anael

03/06/2017 a las 15:02

¡Hola Guiomar!

Llego tarde, muy tarde, pero llego. Me suele gustar seguir las normas recomendadas del taller 🙂

Ostras cómo me he quedado con el relato, final inesperado y doloroso. Creo que si cumple el reto es por el pobre Dani, que creía que tenía un nuevo amigo y resulta que lo cocinan para Navidad. Pues menudo regalo perder a su mascota, pobre crío.

Buen relato, muy bien ocultada la identidad del lechón, pero dando pistas por doquier. Me gusta elritmo que tiene el relato y el final sobrecogedor. A mí me ha dolido la garganta, glups. Enhorabuena.

Si tienes tiempo, me encantaría que te pasaras por mi relato a repartir las collejas literarias que consideres necesarias 🙂 https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-44/7921

¡Un abrazo!

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